M�s que una confesi�n, es una declaraci�n de c�mo pude
dominar a una magn�fica, exuberante y malcriada chiquilla. S� que quiz� suene a
fantas�a, pero lo cierto es que me jacto de haber vivido (Julio del 2002), esa
singular experiencia.
Todo comenz� una tarde de domingo, me encontraba en el
estacionamiento de una plaza comercial. Hab�a ido al centro de revelado de fotos
y para matar la hora de espera, en que estar�an las fotos, me fui al
estacionamiento en donde hab�a dejado el carro, a matar el tiempo.
Pensaba en la inmortalidad del cangrejo cuando vi pasar a una
chava con un apretado pantal�n entallado oscilando sus redondas nalgas; la vi
pasar frente a m� acompa�ada de un ni�o, que supuse era su hermanito. Pas�
frente a mi auto y la vi alejarse bamboleando su rico par de melones que tiene
por tetas, que danzaban al ella caminar.
��Qu� buenota est�s hija de la verga!�-, me dije al
verla.
Camin� entro los carros y se detuvo en un tel�fono p�blico,
hurg� entre sus bolsillos y extrajo una tarjeta telef�nica. De inmediato me fui
tras ella, me acerqu� cautelosamente, como fingiendo esperar mi turno para
hablar. Ella hablaba con alguien, y mientras, el chiquillo se hab�a ido a mirar
a la sala de juegos infantiles que se encuentra anexa al conjunto comercial.
Mientras esta chica hablaba, se empin� de tal forma que apoy� los brazos en la
caseta telef�nica y su redondo trasero qued� apuntando a mi hinchada verga.
�Las mamadotas que te dar�a ese rico culo hija de la
chingada si te tuviera en mi cama. Te mamar�a la cuca hasta hacerte derramar
en mi boca. Te empinar�a para abrirte tus putas nalgotas y te clavar�a los
dedos en ese rico culote que tienes de golfa. Lentamente te jalar�a los
vellos del pubis hasta hacerte retorcer de placer. Est�s hecha una verdadera
puta hija de la chingada�-
Como adivinando mis pensamientos, la chica volte� y me mir�
de reojo. Con un gesto de fastidio, recompuso su postura y se irgui� para no
causar m�s calentura a mi parad�sima tranca. Pero a los pocos minutos, volvi� a
quedarse igual, empinadita y sin recato, creo que enfrascada en su conversaci�n.
��Pero que culo te cargas perra! Me dan ganas de
nalguearte una y otra vez, puta. Que clase de nalgas te cargas hija de la
verga. �Y que clase de pechuga tienes cabrona!� Mira nada m�s lo que te
espera hija de tu reputa madre�-, y me sob� la verga por encima del
pantal�n. Ella ni cuenta se daba.
Poco a poco fui acercando el bulto de mi tranca a su trasero,
obvio, en un momento ella se ech� para atr�s, prendida a los ademanes que hac�a
al hablar, como queriendo ilustrar algo de lo que dec�a a trav�s del tel�fono.
Al sentir el piquete de verga que le di en las nalgas, de inmediato recompuso su
figura y me volte� a ver con una mirada que quer�a pulverizarme.
Oiga, all� hay otro tel�fono-, me dijo tapando la bocina
para no ser escuchada.
S�, pero no sirve-, le dije.
Ay, pues busque otro �no?-
T�rdese lo que guste que yo espero-, agregu�.
Idiota� -, la o� murmurar en voz baja mientras le dec�a a
la persona que le hablaba por tel�fono: -"Luego te llamo"-
Colg� y camin� a buscar al ni�o, no dej� de admirar esas
ricas nalgotas que me imagin� estar saboreando con ricas mordiditas. Ella volte�
a verme y pude leer en sus labios "Baboso", pero no dej� de bambolear las nalgas
a cada paso que daba. Como mi intenci�n no era hacer ninguna llamada, hice que
hablaba e inmediatamente colgu�. Volv� a mi carro y me recost�, a�n faltaba
tiempo para recibir mis fotos. As� que me imagin� teni�ndola en mi cama, la
forma c�mo me la coger�a hasta por las orejas. Me sob� la verga por encima del
pantal�n y la ten�a parad�sima y con ganas de clavarse en un caliente agujero,
sobre todo, entre las nalgas de la putona que hab�a visto en el tel�fono.
Me enderec� en el asiento y volv� a mirar al tel�fono, segu�a
s�lo. Me recost� otra vez y me imagin� empuj�ndola al interior de mi casa. Me
imagin� que la somet�a ya en el interior e inmediatamente la tom� del pelo y me
encar� con ella. Seg�n yo, le dec�a:
Hoy vas a saber qui�n es tu padrote hija de la verga-
Por favor, no me hagas nada-
De rodillas perra-
Me la imagin� levantando el rostro y atray�ndola del cabello
para restregarle todo el bulto de la verga en la cara, mientras ella me agarraba
de las piernas.
�-Uf, me la pusiste bien parada cabrona-�
Volv� la vista al tel�fono y di un brinco al volver a verla
otra vez, de inmediato me desplac� hasta ah�, y volv� a pararme atr�s de ella,
como si esperara mi turno para llamar. Enfrascada en su conversaci�n y haciendo
mil ademanes mientras hablaba, ni siquiera se percat� de m�. Me recreaba la
vista en ese redondo culo y me lo imaginaba bien pegado a la verga cuando yo la
tuviera enculada. No s� si alguien m�s le ha pasado, pero no me pude resistir a
tocar suavemente la superficie de esas redondas nalgas, lo hice mirando para
todos lados y al ver que ese era el momento propicio, extend� la mano y sin
pensarlo dos veces abarqu� toda esa redonda nalga y la apret�; ella se
encontraba ensimismada en su pl�tica, pero al sentir el apret�n que le di en la
nalga, brinc� como impulsada por un resorte.
�Oiga! �Qu� le pasa?-
Perd�neme, me imagin� que era otra persona� -
Idiota-
De inmediato colg� el auricular, se dio la vuelta y casi me
fulmina con la mirada, ahora me parec�a m�s redondo ese rico trasero que me
hab�a hechizado, sali� disparada hac�a el chiquillo que at�nito no comprendi�
del por qu� del jal�n que le propinaba la guapa hembra; casi lo arrastr�
llev�ndoselo a toda prisa. Ya no ten�a caso fingir, �para qu�? Si no ten�a
necesidad de llamar. Pero me dije �Alg�n d�a caer�s, puta�
Volv� al siguiente s�bado al mismo lugar, pero no la vi.
Tambi�n lo hice, el domingo, y aunque estuve desde las diez de la ma�ana hasta
despu�s de las tres de la tarde, no la vi. Camin� por los pasillos, entr� al
centro comercial, com� en uno de los restaurantes de ah�, pero no tuve suerte.
Despu�s de dos fines de semana seguidos que anduve por ah�, la vi dar la vuelta
y de inmediato me fui tras ella. Estaba parada junto a otras personas
preguntando por el precio de una chucher�a. Supuse que era su mami, la se�ora
que la acompa�aba por ser igual de buenota que ella.
Me par� por ah� y distra�damente ve�a los acontecimientos.
Tal vez la mirada fija con que la ve�a, hizo que volteara a verme, sin prestar
demasiada importancia al hecho que la estuviera viendo, volvi� a lo suyo; pero
como si recordara lo que hab�a pasado, volvi� a mirarme con m�s detenimiento y
sus ojos la delataron al imprimir un duro gesto a su mirada que de inmediato
pens� que me reconoci�.
Sali� de ah� llev�ndose lo que hab�a comprado en una bolsa y
se march�, no quise seguirla por no incomodar m�s la situaci�n. Pero me qued�
muy en claro que sin duda viv�a cerca de ah�.
Pasaron m�s de dos fines de semanas sin que volviera, no fue
hasta que tuve la necesidad de comprar algo en ese centro comercial que volv� a
ir. Cuando llegu� al parking y me estacion�, estaba granizando; muy intensa la
lluvia que no se antojaba mojarse; cuando escamp� un poco, sal� corriendo y
entr� a comprar lo que necesitaba. Mientras mataba el tiempo, esperando que
volviera a escampar y poder volver al coche, recorr� los pasillos viendo los
aparadores.
De pronto la vi, estaba recargada junto a una vitrina de
cristal y tra�a el pelo mojado, creo que mataba el tiempo y esperaba a que
terminara de llover. Me acerqu� contemplando su rico trasero y sus tetonas que
me ten�an hipnotizado.
Hola...
Silencio.
Hola, �me disculpas por lo del otro d�a?-
Hizo como una mueca de fastidio, pero sigui� ah�...
S� que no estuvo bien, pero me recordaste a una persona
que conoc� hace tiempo y quiz� fue un impulso involuntario que me oblig�
hacer lo que hice; de ninguna manera quiero molestarte, m�s bien invitarte
un caf� mientras para de llover...
No hay necesidad del caf�, con que no me lo vuelvas hacer
basta...
Pero a�n as�, me gustar�a mucho invitarte...
�Y en d�nde?...
Aqu� mismo, ven...
Caminamos y en poco tiempo est�bamos sentados ante dos tazas
humeantes de caf�. No dejaba de verla, pero ella miraba al exterior, como si en
cada gota quisiera disolver ese forzoso momento que viv�a. Al principio no
hablaba, y me concret� a disfrutar de su presencia mientras ella estaba ausente.
Poco a poco sus palabras fueron fluyendo, empezamos por hablar de su escuela, de
sus amigos y de su familia; en alg�n momento la tom� de las manos y se las
apret� para que sintiera mi calor porque las ten�a fr�as. Incluso le di mi
n�mero de tel�fono y ella me dio el de su celular. Hab�amos roto el hielo de la
indiferencia�
Sabes... -, me dijo. �Creo que mi mam� tiene raz�n, me
dijo que en parte yo ten�a la culpa de que me hayas picado el trasero con tu
bulto, porque dice que visto muy descarada, que parezco una puta por mi
manera tan cachonda de vestir... Yo no lo creo, se trata m�s bien de hombres
libidinosos que no pierden la oportunidad de hacer de las suyas en cuanto
pueden... �
Ten�a una forma sexy de decir las cosas y no dejaba de ver su
coqueta sonrisa y las ganas que ten�a de morderle los cachetes�
Tienes raz�n, pero creo que tu mami conoce m�s a la gente
y creo que tambi�n tiene la raz�n...
Ah..., me est�s llamando puta...
No, m�s bien estoy de acuerdo que vistes muy sexy y que
por ello habemos gente que no nos podemos resistir...
Pero, �qu� tengo de sexy?-
Todo, la manera como te inclinas, c�mo paras las
nalgas...
Eso le molest�, porque inmediatamente se puso de pie y grit�:
Eres un degenerado, y por favor no me molestes m�s...
La gente volte� a vernos y ella se alej� de inmediato, no lo
esper� dos veces y la segu�.
Disc�lpame, no pens� en ofenderte, �ok?-
Por favor, d�jame en paz...
No cre� que te molestaras con lo que dije...
Pero, �es que no me explico o no me entiendes?-
Est� bien, d�jame llevarte a tu casa...
No quiero que ni te me acerques, �ok?-
Perm�teme darte un raid...
D�jame en paz� -
Lo dijo de una forma tan autoritaria que me encend�, de
inmediato la catalogu� como una ni�a malcriada y fresa, a�n la segu� por los
pasillos hasta la salida que da a la calle, ah� se detuvo por causa de la lluvia
y me sigui� ignorando. Me sali� lo macho y me acerqu� a ella con el fin de
domarla de la forma m�s humillante. La tom� del pelo y atraje con fuerza su cara
hac�a m�:
Ahora vas a saber quien manda hija de la chingada-
De inmediato su actitud cambi� a una forma d�cil y ah� la
tuve humillada. Pero no ced�.
Su�ltame por favor� -
Quieta cabrona, a cualquier movimiento que hagas te parto
tu madre�
De inmediato me vino a la mente llev�rmela al carro, as� que
la jal� del pelo y me enfrent� a ella. La as� con fuerza y con decisi�n le
estamp� un par de bofetadas tan sonoras que me doli� la mano, la muy puta ni
siquiera llorique� como yo me esperaba, sino que irgui� el busto y me ret� con
la mirada. Pa� mis pulgas� De inmediato le dije:
Esc�chame bien hija de tu puta madre, hoy vas a saber
quien ser� tu padrote perra-
No me hagas da�o por favor-
�Ah!, �todav�a te atreves a pedir clemencia puta?
No me llames puta�
No me aguant� m�s y le di otro par de bofetadas, ella inclin�
el rostro y todo el cabello le cubri� la cara; poco a poco la fue levantando y
cuando la tuve mir�ndome me acerqu� y le mord� el cachete adolorido.
�Qu� eres entonces hija de la chingada?-
Se mantuvo en silencio y apretaba la mand�bula como queriendo
contener su ira.
�Te pregunt� hija de la verga que eres?-, y le di otro
cachetada, tan fuerte como la de antes.
No soy puta-, me dijo.
Est� bien golfa, te lo volver� a preguntar y tienes que
aceptar que no eres m�s que una vulgar puta, una perra en brama esperando
que se la monten, �o no hija de tu reputa madre?-
Era incre�ble la forma tan sumisa de comportarse, pude haber
escapado y no lo hizo, o quiz� gritar, pero me di cuenta que esa perra le
gustaba lo que le hac�a. Esper� unos segundos y se manten�a cabizbaja. No esper�
m�s y la volv� a tomar del pelo con fuerza, la volv� a sacudir con dos buenas
cachetadas, pero la putona hembra no chillaba.
Esta bien, soy bien puta y me encanta la verga� -
As� est� mejor cabrona-
La fui conduciendo y quiz� tuve suerte, porque por la lluvia,
aquello parec�a un lugar olvidado, excepto por los empleados de algunas tiendas
que estaban encogidos por el mal estado del tiempo. Salimos al parqueo y de
inmediato la acomod� a mi lado. Otra vez la volv� a encarar, la atraje hac�a m�
y le mord� la barbilla.
Quiero que te quedes calladita o de lo contrario te parto
tu madre. �Est� claro?-
Ella no contest�:
Te estoy hablando hija de tu puta madre-
Si-, dijo entre dientes.
Salimos del parking y empec� a dar vueltas, no encontraba
alg�n lugar apropiado, pues todos me parec�an demasiado vigilados. Ella se
manten�a a�n desafiante, como una yegua cerrera, pero dentro de m�, esperaba ese
momento de poderla domar. De verdad que me la imaginaba como una aut�ntica
yegua, por lo parado de sus pompas que se me hac�an las mejores ancas que me iba
a coger.
Deambul�bamos en el auto de aqu� para all� hasta que descubr�
un callej�n. No era el lugar perfecto, pero si el mejor en ese momento. Me
estacion�, pero no apagu� el limpiaparabrisas, ya que deseaba poder ver quien se
acercaba, si es que esto suced�a, baj� un poco el vidrio de las ventanillas y
acomod� los asientos para permitir las maniobras. Me le qued� viendo y ella
segu�a en su indiferencia y su mutismo, as� que la observ�, la jal� del cabello
hasta hacerla que quedara acostada en mis piernas.
Ve ac� puta-
La acomod� bocabajo y sin soltarla del pelo le restregu� toda
la cara en el bulto de mi verga y le hund� el rostro en mi entrepierna. Ella
respiraba agitadamente, pero no sollozaba, y a m�, m�s morbo me daba. Recorr�
con mis manos el redondo trasero y justo en la entrepierna, la humedad era
patente, no supe si era por causa de la lluvia o por sus jugos vaginales. Me
entreten�a apretando sus nalgotas y de pronto sent� una mordidita en la verga
por encima del pantal�n; as� que con mayor ah�nco segu� apretando su rico
trasero.
Las mordidas fueron m�s continuas e intensas, y yo de plano
la nalgueaba a todo placer. Ella se agitaba bocabajo, sin dejar de empinar las
nalgas y sentir como la estaba manoseando.
Ya sabes lo que quiero puta-
No s�, dime� -
�C�mo que no sabes hija de la chingada?-
Es que nunca he mamado una verga�
Bien que sabes hija de tu puta madre-
No s�, te lo aseguro�
Pues hoy vas aprender perra-, y le di otra fuerte
nalgada.
Se incorpor� poco a poco y empez� a bajarme el z�per, meti�
la mano en mi bragueta y me sac� la verga. La ten�a s�per dura y muy cabezona,
ella la sigui� apretando con la mano derecha y la vi empinarse m�s y con la
izquierda se desabroch� su propio pantal�n. Se baj� la cremallera y volvi�
acomodarse. Entonces s�, manitas pa� que las quiero.
Fui bajando lentamente su pantal�n y poco a poco fue
apareciendo su pantaleta color blanca, engolosinado met� la mano por debajo de
la misma y pude saborear a todo sabor las amplias ancas de la puta que me estaba
mamando la verga. T�midamente se la acerc� a los labios y cuando sent� un
leng�etazo en la punta de mi pito, sent� un toque el�ctrico que hizo detenerme
justo antes de apretarle una nalga.
Le baj� el pantal�n hasta las rodillas y me di vuelo que ese
rico culote. Le hund� la pantaleta en medio de sus pompas y la jal� para
incrust�rsela entre los labios de la cuca y las nalgas. Ella dej� de mamar por
un instante, al tiempo que gem�a, un rico olor a n�ctar invadi� el carro y met�
los dedos hasta su encharcada papaya, �la muy puta se hab�a corrido!, otra serie
m�s de nalgadas y la volv� a jalar del pelo.
Ya me cans� de tus mamadas, as� que qu�tate todo porque
te la voy a meter-
Nunca lo he hecho, pero si t� quieres�
No quise romperle el himen, as� que le dije:
Ser�s quinto, pero hoy tu culo come verga-
No, por ah� no, me va a doler-
La jale del pelo y la hice arrodillar en el piso del carro,
ella se acomod� entre mis piernas y me agarr� la reata para darle una serie de
cachetadas con la verga, ella sacaba la lengua, pero la muy hija de su reputa
madre, intentaba atraparlos con sus labios. La dej� que mamara verga otro rato y
le sub� la playera, dej� escapar ese par de chichotas que la muy zorra ostenta
con orgullo, la atraje de los pezones hac�a m� y la bes�; ambos sac�bamos la
lengua y busc�bamos ese delicioso beso de lujuria:
�Qu� tan caliente estas hija de tu reputa madre?-
Mucho� Como nunca antes� -
�Y cu�ntas veces te has corrida, puta?-
Dos veces�
�Y si te hago esto cabrona?-
Le apret� los pezones con el �ndice y el pulgar, se los
retorc� ambos a la vez y la jale tan fuerte como pude, ella gimi� y se
contorsion� hasta lograr otro orgasmo. La hija de la verga estaba m�s caliente
que un fog�n�
J�demelos otra vez-
�Otra vez puta?-
Por favor, otra vez�
El gemido que sali� de su garganta se pude haber escuchado,
pero gracias al chipiteo de la lluvia, nadie se percat�. La dej� por un momento
y ella volvi� a mamar verga. Le acarici� la cara con la verga y volv� a
cachetearla con la misma.
P�lamela toda y vu�lvela a mamar-
�As�
Qu� bien sabes perra, seguro que lo aprendiste de la puta
de tu madre�
Ya no aguantaba, as� que me pas� al asiento del copiloto y
para esto, ella ya s�lo tra�a la pantaleta, la playera arremangada y con sus
chichotas afuera. La acomod� bocabajo y mi intenci�n era volver a nalguearla,
pero al ver ese culo enrojecido, opt� mejor por mord�rselas. Ella a cada mordida
que le daba, pegaba un gemidito de placer.
�Te gusta golfa?-
Mu�rdemelas un poco m�s fuerte-
As� perra�
Un poquito m�s�
La hija de la chingada era m�s masoquista de lo que pens�,
as� que levant� la mano tan alto como pude y le estamp� una sonora nalgada. Le
apret� la nalga adolorida y la volv�a a nalguear, sus jugos me manchaban la
pierna derecha y con ellos aprovech� para mojarme los dedos y hund�rselos en el
culo. Al sentir el contacto, ella se agit� y quiso escapar, la volv� a nalguear
al tiempo que la reprend�a:
Si te mueves hija de la verga, te parto tu madre-
Es que me duele�
Es que me duele-, la imit� con voz de burla. �Pues afloja
el culo hija de puta que quiero dedearte-
As� fue como me di gusto, pero ya quer�a venirme. Y como ya
la nublada tarde hac�a el ambiente m�s oscuro. La sent� de frente a m� y sobre
mi verga (sin met�rsela), ella se acomod� a lo largo de mi le�o y se empez� a
mover de atr�s hac�a adelante. La agarr� de sus nalgotas y al tiempo que le
mord�a y mamaba sus pezones, le hund� todo el dedo anular en el culo.
Me dices cuando te vayas a venir perra-
Ya no aguanto�
Esp�rame un momento-
Le saqu� medio dedo del culo y atrap� el pez�n entre mis
dientes�
�Lista?-
Aj�-
Ahora si que chingaste a tu madre�
Y le hund� el dedo en el culo y mord� el pez�n hasta
sangrarlo, al sentir el dolor, la muy puta se dio una serie de restregones por
toda mi verga entre sus nalgas y su puchita, pero sin met�rsela. El gemido que
peg� al explotar fue tan alto, pero ya no importaba porque est�bamos en la parte
final. Yo tambi�n me corr� y la abrac� con ternura. Nos quedamos un rato hasta
que el temblor fue desapareciendo de nuestros cuerpos.
V�stete porque te voy a llevar a tu casa-
Ella se acomod� la ropa y yo me sub� el pantal�n. La dej�
donde me indic� y cuando llegu� a la casa, despu�s de veinte minutos, lo primero
que hice fue tumbarme en la cama. Tra�a una s�per erecci�n, porque s�lo hab�a
eyaculado una vez. Son� el tel�fono y era ella�
Me sangraste el pez�n, perro-
Te lo merec�as putita. �Sigues cachonda?-
Ay s�, pero te llamo para que me cojas-
�Ahorita?-
Claro, pero por tel�fono. Dime todas las guarradas que se
te ocurran y goza a la puta que se te brinda-
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