Que tal, Mi nombre es Ana y quisiera compartir con todos
ustedes mi historia, actualmente tengo 21 a�os, y soy de M�xico, mi relato se
centra en la vida que he llevado junto a mi madre, Pilar, una mujer de 40 a�os,
muy atractiva para su edad, aparenta muchos menos, divorciada desde hace
bastante tiempo, apenas si conoc� a mi padre, y pr�cticamente el trato con el ha
desaparecido, mi mama siempre se ha distinguido por ser una mujer bastante
liberal para el promedio de su edad, se podr�a decir que hasta de cascos
ligueros, raz�n quiz�s por la que mi padre se separo de ella, por mi parte me
considero atractiva, no tengo un cuerpo de concurso de belleza pero si cuento
pienso yo con atractivos suficientes, soy delgada, de tez clara al igual que
mam�.

La vida que llevamos ahora es bastante liberal o libertina
dir�an algunos, el trato que tenemos parece mas una larga y s�lida amistad que
una relaci�n madre e hija, actualmente en casa podemos tratar cualquier tema sin
temor a tab�s o malas reacciones, ambas llevamos una vida sexual algo activa, y
nos contamos todo sin secretos ni mentiras, pero esto no seria posible sin un
inicio claro, as� que empezare relat�ndoles como comenz� toda esta maravillosa
historia que no hace falta que les diga que es totalmente real.

Empez� cuando yo tenia 16 a�os apenas, ya desde antes me
hab�a dado cuenta de la gran vida que se daba mi mama, cambiaba de novio cada
semana y a veces pasaba que se quedaban en casa a dormir, cuando esto ocurr�a no
pod�a evitar o�r todas las cosas que hac�an, como mi mama gem�a y pr�cticamente
gritaba en la cama con varios chicos diferentes en cada vez, para ese entonces
mi mama tenia 35 a�os, se encontraba en una forma envidiable aun para algunas
chicas mas j�venes, acud�a tal como lo hace aun al gimnasio, y a nadar
actividades que le proporcionaban la actividad necesaria para mantenerse en
excelentes condiciones, en esa �poca empec� a acompa�ar a mi mama al gimnasio y
algunas veces tambi�n a nadar, por lo que pude darme cuenta que en la mayor�a de
sitios donde est�bamos los chicos no dejaban de mirarla y parec�a tener cientos
de amigos, poco a poco fui conociendo a la mayor�a y notaba tambi�n que se
empezaban a fijar tambi�n en mi, al contrario de reprocharme algo, mi mama me
incitaba a disfrutar de la situaci�n y a sentirme muy orgullosa por acaparar las
miradas de los hombres, incluso cada vez que iba de compras con ella me
aconsejaba elegir la ropa mas sexy y llamativa posible, en el caso de trajes de
ba�o le encantaba comprarse y comprarme trajes muy peque�os y algunas tangas,
as� que cada vez que volv�amos a la alberca �ramos de nuevo el centro de
atenci�n, as� empec� a descubrir la fascinaci�n de mi mama por eso, a mi tambi�n
me comenz� a agradar todo eso, los piropos, los chiflidos y halagos, en la
mayor�a de ocasiones de gente mucho mayor que yo, a lo que a mi mama solo le
daba mucha gracia.

Los h�bitos de mama no cambiaron, y segu�a yendo y viniendo
con chicos de todas las edades, aunque a mi me empezaban a gustar un poco mas
aquellos que eran mayores que yo, en este caso todos los que con mama sal�an,
cada que la ve�a con alguien nuevo pod�a saber que ya estaban teniendo sexo,
cosa que en lugar de molestarme, me daba much�sima curiosidad, dado que aun era
virgen, cosa que le sorprendi� un poco a mi mama, que en una conversaci�n d�as
despu�s me dijo que ella cre�a que ya no lo era, principalmente me dijo por que
yo era muy bonita y tenia muchos amigos, adem�s me confeso que ella dejo de
serlo a los 14, cosa que sabiendo de quien venia no pod�a dudarlo, le confes�
que sent�a muchas ganas de tener relaciones y no pod�a dejar de pensar en eso,
sobre todo cuando a unos pasos de mi cuarto pod�a escucharla haci�ndolo tan
placidamente, me dijo que tuviera paciencia, que ya llegar�a alguien, que no era
nada malo y que cuando llegara la hora lo disfrutara al m�ximo sin temores ni
complejos, consejo que sin duda muchas madres jam�s dar�n a sus hijas.

No paso mucho de eso cuando mama me avisa que tendremos a un
invitado en la casa, un viejo conocido me dice ella, un antiguo novio de ella,
parece que vendr�a a terminar algunos negocios y mi mama le ofreci� quedarse en
la casa, el tenia unos 36 a�os, y se llamaba Roberto, al principio pens� que
seria como los dem�s, que lo �nico que buscaban era un revolc�n con mi madre,
sin embargo se comportaba muy bien, incluso conmigo, charl�bamos bastante y era
muy simp�tico, claro que cada noche pod�a escuchar que tambi�n era un excelente
amante, cosa que reafirmaba al platicar con mama; ya tenia tres d�as de estar
con nosotras y cada noche la escuchaba disfrutar por bastante mas tiempo que de
costumbre, en el d�a no lo hac�an ya que el sal�a pr�cticamente toda la ma�ana y
tarde, regresando casi a la misma hora que mama, excepto en una ocasi�n.

Al quinto d�a de su visita ya parec�a muy aclimatado a
nosotras, bromeaba conmigo y era muy atento, esa noche a diferencia de las
anteriores llego un poco m�s temprano, me encontraba un poco desali�ada esa vez,
acababa de llegar de la escuela de ingles y me hab�a cambiado de ropa, tra�a
unos shorts cortos pero holgados, y una playera, ropa adecuada para el calor que
esa noche hacia; al llegar pude sentir en el una actitud diferente que la
normal, me miraba con mas detenimiento e inmediatamente despu�s de entrar me
llamo a conversar un poco, me sent� junto a el, empez� a decirme que era muy
linda, que mi novio era muy afortunado, ese tipo de cosas, de pronto sin darme
cuenta ya estaba toc�ndome una pierna muy suavemente, a lo que yo no opon�a
resistencia, recorri� toda mi pierna mientras me hablaba casi al o�do lo mucho
que me quer�a y el buen cuerpo que dec�a que yo tenia, me sent�a un poco extra�a
por escuchar esas cosas de alguien muy cercano a mama, mientras comenzaba a
besar mi cuello, me levante r�pidamente con el pretexto de tener que ducharme
por el calor, pens� que hasta ah� llegar�a todo esa noche, me dirig� al ba�o y
comenc� a ducharme, como a los cinco minutos escucho que la puerta se abre y
descubro que es el, como la puerta de la ducha es pr�cticamente transparente me
pod�a sin ning�n problema, intente in�tilmente cubrirme pero algo dentro de mi,
en realidad deseaba que el me viera, decid� olvidarme de todo y hacer de una vez
por todas lo que mi cuerpo ped�a a gritos, me descubr� y como si nada hubiese
pasado le dirig� una sonrisa y continu� ba��ndome, dej�ndole ver ya sin
obst�culos mi cuerpo, lo que produjo en el otra gran sonrisa, me ve�a con gran
inter�s, un par de minutos despu�s me doy cuenta que empieza a quitarse su ropa,
me deja ver un excelente f�sico, se encontraba en realidad muy bien, no pensaba
que se manten�a tan bien, se notaban muy bien sus m�sculos, al final quedo
solamente con unos peque�os boxers y se dirigi� a la ducha junto a mi.

Al entrar comenz� a tocarme y a acariciarme por todo el
cuerpo, me besaba los labios y recorr�a con su boca toda la parte superior de mi
cuerpo, se concentraba sobre todo en mis senos e incluso los mord�a levemente,
entre tanto yo me dedicaba a abrazarlo y seguir sus movimientos, gu�a mi mano
hacia su entrepierna y hace que toque su ya bastante abultado paquete, me puedo
dar cuenta que tiene un equipo de buenas dimensiones, lo pod�a acariciar sobre
el b�xer, pero yo deseaba mas, llevo mi mano dentro de su b�xer y lo tomo con
ambas manos, era la primera vez que tenia una verga entre las manos, lo
acariciaba suavemente con una y ambas manos, recordando algunas pel�culas y
experiencias de mama, me decido por arrodillarme ah� mismo, bajo el agua, bajo
lentamente y comienzo a saborearla en la boca, con algunas indicaciones suyas,
me la voy metiendo poco a poco en la boca, lamiendo lentamente alrededor y sobre
todo en la punta, era una de las mas grandes que he tenido, apenas si pod�a
engullirla completamente, y de hecho no la alcanza a cubrirla con las dos manos,
aun sobrara una buena parte; la sensaci�n me parec�a sensacional, el sabor
pasaba a segundo termino, el hecho de estar haci�ndolo bajo la ducha, con un
hombre mucho mayor y adem�s que era el amante de mama, todo eso le sumaba
emoci�n y me excitaba much�simo.

Ya llevaba un buen rato disfrutando de su sabor, cuando
Roberto me levanta y quedo frente a el, mientras que comienza a acariciar mi
entrepierna y a meter sus dedos en mi, momentos despu�s pod�a sentir que ya no
eran sus dedos que trataban de entrar sino su pene, que lentamente estaba
entrando en mi cuerpo, en eso me toma del trasero y me levanta, comienza a
penetrarme mas intensamente mientras me esta cargando. Puedo sentir cada
embestida de el como una gran ola de placer, me aferro a su cuerpo e incluso
clavo mis u�as en su espalda de tan estimulada que me encontraba en esos
momentos, as� carg�ndome salimos del ba�o y me lleva a mi recamara, donde apenas
llegando me arroga a la cama y se acuesta sobre mi.

De nuevo nos besamos y acariciamos sin freno, comienza a
met�rmela con m�s fuerza y rapidez, en esos momentos la tenia el control, se
encontraba sobre m�, teni�ndome totalmente sumisa, entraba muy adentro de mi, el
roce de su cuerpo con el mi� provocaba que ambos gimi�ramos de placer como
nunca, por lo menos yo me sent�a incre�ble, era mi primera vez y me la estaba
pasando incre�ble, mientras me penetraba el continuaba bes�ndome el cuello, la
boca, toc�ndome los senos, nos olvidamos por completo del mundo exterior, es en
esos momentos ni siquiera pens�bamos en el tiempo que hab�a pasado, lo supimos
�nicamente cuando escuchamos que la puerta se estaba abriendo, ah� estaba yo, de
apenas 16 a�os, metida en la cama con un amante de mama, dando todo un
espect�culo, y mi mama asom�ndose a la puerta con una mirada de incredulidad. Me
di cuenta enseguida que hab�a hecho una locura, por suerte a mama le encantaban
ese tipo de locuras, ante nuestra enorme sorpresa no hizo nada, solamente me
dirigi� una sonrisa a mi y otra a Roberto, -divi�rtanse - nos dijo y cerro la
puerta tras ella.

Aun pude escuchar que bajaba las escaleras e iba a la sala,
no pod�a creerlo, me estaba dando permiso de hacerlo en la casa, -tu mama es
incre�ble me dijo Roberto- y vaya que lo era, aun no diger�a completamente lo
que hab�a pasado cuando me vuelve a tomar y continua sus embestidas, por mas que
quer�a ser discreta y no hacer ruido, no pod�a evitar emitir sonidos de placer
ante lo que me hacia, se detuvo un momento para bajar a tocar mi cl�toris con su
lengua, al primer contacto con ella, me estremec�a, no tarde mucho en venirme,
me acariciaba de forma sublime, cambiamos varias veces de posiciones, me gustaba
en especial cuando yo estaba sobre el, de frente, pod�a controlar el ritmo de la
acci�n y acariciarlo al mismo tiempo, as� como el tambi�n pod�a tocarme mas
f�cilmente, lograba sentir que su velocidad cada vez aumentaba y me dec�a que
estaba a punto de explotar, de un segundo a otro comenc� a sentir una gran
inundaci�n dentro de mi, tampoco pod�a creerlo, se estaba viniendo dentro de mi,
mi primera reacci�n fue de preocupaci�n, ya era demasiado tarde, me separe de el
pero aun me sent�a totalmente llena, me daba miedo salir con un domingo siete,
el r�pidamente se dio cuenta y me tranquilizo mucho dici�ndome que era est�ril,
y que no me preocupara de nada, y realmente si me quito un peso de encima,
despu�s del susto continuamos con algunas caricias y arrumacos hasta que ambos
quedamos dormidos.

Al despertar todo me hab�a parecido un sue�o, pero despu�s de
unos momentos me di cuenta que hab�a sido real, estaba casi desnuda, solo tra�a
una panty y pod�a aun oler el aroma de Roberto en las sabanas, me sent�a en
�xtasis, en eso entra mi mama al cuarto y recuerdo r�pidamente lo ocurrido
antes, me saluda muy cari�osamente acerc�ndose a mi y d�ndome un beso en la
mejilla, con una sonrisa se sienta a mi lado y me pregunta que me hab�a
parecido, no pod�a negar que estaba feliz, en mi rostro seguramente se reflejaba
tal felicidad, me dijo que me diera un ba�o y bajara a desayunar por que ya era
tarde, sin embargo aun me sent�a muy extra�a as� que antes de que mi mama
saliera del cuarto le pregunte al respecto, ella me dijo que no hab�a problema,
que ya era toda una mujer y que me considerara ahora mas una amiga adem�s de
hija y que no nos ocultar�amos nada, eso me dio mucho gusto, a partir de ese
momento mama y yo hemos sido eso, excelentes amigas que se

A partir de ah� mi vida ha sido mucho mas entretenida, la
relaci�n con mama se fortaleci� en gran medida y ambas compartimos todo sin
tab�s ni secretos, expresando nuestra sexualidad sin tapujos.

Espero que mi relato les haya gustado, y me escriban sus
opiniones, mi correo es
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