Sexo con mi ex
Pese al enorme resentimiento que guardaba contra su ex
esposa, tuvo que ir al llamado: "me urge hablar contigo en persona, debemos
hablar y ver de que forma componemos un asunto delicado �entiendes?". El s�bado
ah� estaba tocando el timbre de la que anta�o fuera su casa, volvi� a sentir
rencor por la forma en la que aquella mujer lo hab�a despojado para aceptar
firmar el divorcio; sus hijas hab�an salido al cine y su ex sali� a abrirle, por
la humedad del pelo se notaba que se acababa de ba�ar, adem�s de que ten�a una
bata de ba�o puesta; entraron y fueron a la sala, ah� hablaron: "mira te voy a
hablar claro, quiero que cooperes, se trata de los terrenos que le ayudamos a
comprar hace a�os al compadre Carlos y que nunca nos pag�, supiste que se muri�
hace poco, y seg�n el testamento el costo de esas tierras su segunda esposa te
lo tiene que entregar a ti para que ella pueda vender todo lo dem�s, s�lo a ti,
y si te acuerdas ambos aportamos dinero para ayudar a ese cabr�n del compadre,
�recuerdas?".
En ese momento todo el odio revivi� dentro de �l, su ex mujer
lo hab�a despojado, completamente, como condici�n para firmarle el divorcio, y
�l, muy pendejo, tuvo que aceptar; las casas, los autos, las inversiones,
maquinaria, negocio, todo, completamente todo se lo habia quitado, intent�
controlarse y decirle que se acordara de que lo hab�a dejado en la calle,
textualmente, cuando se separaron, pero de repente le vino a la mente una idea,
sab�a la enorme ambici�n de su ex mujer, y se propuso sacarle provecho:
--"Y dime �a cu�nto asciende el pago?, digo, si se puede
saber".
--"Son en total diez millones de pesos, es el costo total de
las tierras donde est� el rancho de tu fallecido compadre, te propongo ir al 50
por ciento, cinco y cinco para cada quien, es mucho dinero �no?, digo, con eso
de seg�n t� est�s en la calle, porque eso no es cierto, vives en un departamento
de lujo, ya tienes otra mujer, y acabas de comprar coche, �o no?".
--"Pues si, pero nada de eso me cay� del cielo, trabajo muy
duro, y lo sabes, hace seis a�os t� me dejaste en la calle, s�lo pude llevarme
mis libros y mi ropa, y viv� en la miseria, rentando dos cuartos donde ni
siquiera ten�a cama para dormir".
--"Pero yo no te obligu�, te fuiste por tu voluntad, firmaste
en el juzgado por tu voluntad, no te puse una pistota para que aceptaras las
condiciones, �o si?". Quiso decirle que acept� todo porque ya no la soportaba,
porque estaba enfermo, porque durante 20 a�os vivi� enga�ado y sujeto a su
voluntad, destinado a generar dinero, dinero que iba directo a las cuentas
bancarias de esa mujer, pero se contuvo:
--"No tiene caso regresar al pasado, te propongo que los
porcentajes de ese dinero sean as�: 80 por ciento para mi y 20 por ciento para
ti, �qu� dices?".
--"�Est�s loco!, de ninguna manera, 50 para cada quien, eso
pusimos, eso que nos regresen"; "ni madres!, 70 para mi y 30 para ti, adem�s t�
no necesitas dinero, a ti te sobra, acepta"; "que no, te digo, tampoco t�
necesitas dinero, ya tienes varios negocios, que quede en 60 para ti y 40 para
mi, y ni un centavo m�s, tienes que aceptar, anda".
Sinti� que hab�a hecho caer en la trampa a su ex mujer: "pues
no, tu no vas a hacer nada para embolsarte dinero que ya cre�as perdido, �no?,
75 para mi y 25 para ti, y como dices: ni un centavo m�s, son dos y medio
millones para ti sin meter un dedo, yo tengo que hacer los tr�mites, ir a
Michoac�n las veces que sea necesario, contratar abogado, visitar juzgados,
esperar citaciones, todo eso; en cambi� t� nada, de los 50 mil pesos que
invertiste hace a�os vas a recuperar mucho m�s, mucho m�s; adem�s tengo otra
condici�n indispensable".
Al momento se quedaron callados mir�ndose fijamente y se
levantaron de los sillones; �l fue en busca de un vaso para servirse un trago;
ella subi� a su rec�mara. Minutos despu�s �l tomaba despacio de su vaso cuando
ella regres� y se sorprendi�: ven�a vestida con una coqueta bata de dormir casi
transparente, que dejaba ver sus tetas bien formadas y m�s abajo los muslos
blancos, regordetes pero moldeados y en la zona del sexo un tri�ngulo oscuro de
tela, era una tanga negra de sat�n negro; sonri�, su ex mujer se propon�a
chantajearlo con sexo, la dej� dar el siguiente paso.
La mujer se sent� frente a �l y como sin darse cuenta cruz�
las piernas dejando ver la desnudez de sus muslos carnosos y fijando la mirada
en �l le dijo: "bueno supongamos que acept� los porcentajes que planteas, �cu�l
ser�a esa condici�n indispensable?".
--"Por principio de cuentas dime si aceptas el porcentaje que
le corresponder� a cada uno, eso antes que nada", la mir� dudar, pero sab�a que
ella aceptar�a:
--"Bueno pues, no quiero peleas, t� 75 por ciento y el otro
25 para mi, t� asumes los gastos y me entregas mi dinero, �qued� claro?, ahora
dime qu� m�s quieres". Es eso la mir� abrir las piernas y hacer m�s evidente la
abertura de la bata a la altura de sus chiches.
--"Bueno, antes que nada quiero que guardes silencio, s�lo
escucha; hace mucho tiempo que nos separamos, en la actualidad debes tener novio
o pareja fija con quien coger, yo tambi�n, lo acepto, vivo con una chica y en lo
sexual me va de maravilla; y recuerdo que desde nuestros primeros a�os de
matrimonio siempre quise, y te ped�, hacerte el amor por atr�s, por el ano, t�
siempre te negaste �recuerdas?, a pesar de que siempre nos entendimos bien en
cuanto al sexo, no te puedes quejar �verdad?, bueno pues ahora quiero que me des
tu culo, s�lo as� aceptar� meterme en ese l�o legal, si no aceptas pues que todo
se lo lleve el diablo, �qu� dices?".
--"Te conozco, y muy bien, ya sab�a que ibas a pedirme ese
tipo de porquer�as, siempre te gust� acostarte conmigo; en cuanto a si tengo
novio o pareja, te equivocas, hace m�s de un a�o que no tengo relaciones, te lo
aseguro. Y en cuanto a mi cola, pues aunque no lo creas, mi ano sigue siendo
virgencito, como nuevo; nunca me gusto hacerlo as�, siempre tuve miedo al dolor
y t� lo tienes�, ya sabes� grande; a veces lo intentaste �recuerdas?, nos
acost�bamos de lado, t� atr�s de mi y te sent�a ah�, tu palote en mi colita,
presionabas un poco y empezaba el dolor, entonces me negaba �recuerdas?, pero
ahora que estamos en esto� tal vez aceptar�a, con una condici�n de mi parte,
ahora t� calla; yo hablo y tu escucha; cuando est�bamos casados siempre me gust�
la forma como me hac�as el sexo oral, eras divino mamando mi panochita, me
volv�as loca chupando mi gatita, mi orgasmo era incre�ble� hummm, mamas como
nadie recabr�n, bueno de eso se trata: t� me mamas el conejo hasta que me venga
y te doy mi culo, �aceptas?", dijo la mujer sonriendo.
Ya no se dijeron nada m�s, la vio levantarse para poner el
seguro de la puerta y volver al sof� donde se sent� colocando una pierna en cada
brazo del sill�n; la mir� fascinado por el buen cuerpo que conservaba a sus 48
a�os: sus muslos carnosos y sin vello, el vientre plano mostrando s�lo la
cicatriz de una ces�rea y arriba los senos peque�os pero firmes; y mientras se
arrodillaba entre los muslos apetitosos de su ex, y ella se abr�a con los dedos
la orilla del calzoncito negro, record� �l que a ella le fascinaba que le
chupara el cl�toris, que centrara en ese lugar los labios y la lengua para lamer
y succionar el sensible y duro bot�n.
En esos pensamientos estaba cuando la voz de la mujer lo
apur�: "anda, qu� esperas, ya estoy chorreando jugo y m�s caliente que una
plancha, m�mame la raja como s�lo t� sabes hacerlo", y procedi� con lentitud
extrema a acercar su cara hasta casi tocar con la boca la raja abierta y rosada,
olorosa a pesar del ba�o reciente, los labios externos que ella manten�a
abiertos y aquellos otros labios, m�s peque�os y delgados, tambi�n rosados, casi
rojizos; entonces peg� su boca a esa otra boca, recorriendo con suavidad la raja
de abajo hac�a arriba, dos, tres veces, y cuando ella empez� a gemir y suspirar,
subi� con la lengua en busca del cl�toris para encontrarlo erecto; en ese
momento su ex mujer le suplic�: "ah� papa�to, s�lo ah�, qu�date ah�, no lo
sueltes, por piedad", pero no, s�lo leng�ete� la sensible zona, para luego
volver a la raja y titilar la abertura vaginal, pero s�lo un poco, de nuevo
subi� y entonces s�, labios y lengua se pegaron al bot�n duro y erecto, y chup�
y chup� con fuerza hasta que ella, desde lo m�s profundo de s� exclam�:
"aaaaahhh, papacito, as�, as�, ch�pame toda, ch�pame la vida que me
veennnngoooo", sigui� mamando y removiendo labios y lengua sobre el inicio de la
pepa y en el momento del orgasmo entre gritos la mujer volvi� a suplicar: "ya me
viene, me viene, dame verga, la quiero sentir mientras me vengo, anda, por
favor, tantita de tu vergota papacito lindo", y se levant� en el acto para
sepultar el duro garrote en esa cueva caliente y l�quida mientras ella brincaba
con su cuerpo sobre el sill�n y�ndose al cielo, o si no al cielo, muy lejos,
bastante lejos, porque al final se qued� como muerta.
La dej� terminar y regresar al mundo de los vivos s�lo para
decirle: "bueno, yo ya cumpl�, ahora te toca a ti". Ella desganada pero
obediente cambi� de posici�n y de rodillas en el sof� le ofreci� las nalgas,
ella misma se las abri� dici�ndole: "despacio, por piedad, hazlo con cuidado, no
me lastimes mucho", pero quiz� estaba equivocada pues �l ya le apuntaba el
mojado glande en el sonrosado conjunto de pliegues y no la dej� pensar mucho
puesto que agarrado a sus carnosas nalgas ya le empujaba la verga de manera
firme sobre el ojete. Ni cuenta se dio ella cuando la verga le empez� a entrar,
pues ya el glande estaba rodeado de carne de su culo cuando se atrevi� a
preguntar: "todav�a no �verdad?, todav�a no lo metes, hazlo despacio que me
puedes lastimar", y se equivocaba pues ya media verga estaba dentro de ella, eso
s�, �l sent�a la dura presi�n del anillo de pliegues en el garrote, pero ya la
ten�a bien cogida; entonces se la dej� ir entera, por completo, tan adentro que
ella gimi� un: "huummmmjjjjummm, �qu� haces?, �ya?, �verdad?, ya lo� metiste,
�verdad?", cuando los dos cuerpos se pegaron: �l con su bajo vientre en las
nalgas abiertas de la mujerona; ella sintiendo los huevos pegarle en la raja de
la pepa, el hombre se detuvo disfrutando de la deliciosa presi�n del culo y de
la indescriptible calidez de ese agujero tantos a�os negado, para luego de
minutos empezarse a mover, pero no suavemente, sino con fuerza, con violencia,
yendo afuera y dejando s�lo la cabeza dentro del hoyo caliente de ese culo que
se hab�a quedado sin pliegues; luego hac�a adentro llev�ndose la carne rojiza
del ano hasta dentro del intestino; y as� una y otra vez, sin importarle que
ella gritara: "ya� ya no, por favor, me matas, ya no, termina por piedad, me
destrozas, no, ya no", pero �l quer�a desquitarse de tantas afrentas que
arremet�a con violencia sobre esas nalgas carnosas que brincaban con cada
metida, hasta que luego de minutos eternos se qued� quieto y en el momento
siguiente empez� a eyacular, primero un chorro fuerte, luego los sucesivos
intensos e intermitentes, haciendo, ahora s�, gozar a su ex mujer: "hummm
papa�to que rico te vienes, siento los chorros, los chorros de mocos, dame m�s
chiquito lindo, que rico siento en mi cola, adentro, palpita tu vergota dentro
de mi, que rico, que necia fui al negarte ese placer tan intenso", pero �l ya no
la escuchaba pues tambi�n se hab�a ido lejos mientras segu�a embistiendo el
agujero distendido y viscoso de su ex mujer, pero al final, cuando s�lo alg�n
estremecimiento de su garrote hac�a palpitar el intestino lechoso de su ex
mujer, �l se qued� pegado a esas nalgas ricas y recarg� su cuerpo sobre la
espalda de la mujer que lo buscaba volteando la cara, como para besarlo.
Minutos despu�s se enderez� y sac� lentamente el garrote para
dejar abierto el agujero antes apretado y cuando mir� que el culo se cerraba un
chorrito de semen escap� para escurrir hac�a abajo; se retir� al sanitario
dejando desfallecida a su ex mujer, desmadejada sobre el sof�.
Cuando regres� encontr� a la mujer con la actitud inicial:
desafiante y orgullosa; llena de vanidad y sin mover un m�sculo de su rostro; se
despidieron con un fr�o apret�n de manos.
Tres meses despu�s regres� a esa casa para entregar el cheque
bancario, su ex lo recibi� de nuevo fr�a e impersonal, luego de que ella
revisara el documento que le adjudicaba una buena cantidad de dinero estaba por
abandonar ese lugar cuando su voz lo detuvo en la puerta: "oye, antes de que te
vayas, �no quieres una compensaci�n por tus servicios?".
--"�A qu� te refieres?".
--"A esto", y la vio darle la espalda y mostrarle las nalgas
desnudas.
--"�De nuevo me quieres dar la cola?, o �es que a ti ya te
gust� culear?", le dijo sonriendo.
--"Pues digamos que ambas cosas �quieres?, adem�s tengo otro
negocio que proponerte".
Acto seguido la sigui� rumbo a la rec�mara.
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