Ya hacia tiempo que yo deseaba formar parte de su staff pues
sabia que era la agencia mas grande, que mas trabajos daba, donde era sencillo
hacerse famosa, y en consecuencia ganar mas dinero. Confiaba en los halagos que
siempre recib�a mi figura alta y rubia y en el famoso versillo que tanto me
repet�an de que yo realmente me ve�a como una modelo y que rezumaba elegancia.

As� que aquella tarde me puse mi mejor conjunto de blusa y
falda larga y ce�ida, tacos, maquillaje y todo lo necesario para que a pesar de
mi joven edad me viese como una dama seductora y sofisticada. Por la mirada de
admiraci�n que note en la recepcionista cuando entre a la oficina, confirme que
hab�a logrado mi objetivo. Deb�a entrevistarme con Nilda, la due�a y gerente de
la agencia.

Tras un rato de estar aguardando a que me atendiera note que
la recepcionista realmente me miraba mucho y sus miradas no dejaban de tener una
cierta carga que me incomodo un poco. Me miraba con cierto fuego que en realidad
antes solo hab�a notado en muchachos. La recepcionista usaba el cabello corto y
tenia unos muy bellos ojos verdes, realmente pose�a una figura privilegiada y
carita de ni�a por lo que me sorprend�a que ella misma no fuese modelo. Cuando
volv� a notar que me miraba le sonre� y ella devolvi� la sonrisa en forma muy
simp�tica por lo que de pronto la incomodidad que sent�a se convirti� en una
especie de sentimiento de estar siendo halagada por la admiraci�n de aquella
chica tan bella.

Al poco rato me pidi� que pase a la oficina de Nilda. Esta se
encontraba hablando por tel�fono muy en�rgicamente tras un escritorio al final
de la amplia habitaci�n. La recepcionista me pidi� que me siente en un sof� que
all� hab�a y me ofreci� algunos bombones y algo de jugo que estaban sobre la
mesita:

Yo le di las gracias por la advertencia y mientras empezaba a
hojear una revista di un mordisco a uno de los bombones, que resulto estar
extraordinariamente bueno. La habitaci�n estaba decorada con muy buen gusto,
abundaban veladores, pinturas y espejos, estos �ltimos me llamaron la atenci�n
pero supuse que toda modelo se pasa mucho tiempo mir�ndose a si misma as� que no
pens� mas en el tema.

Algo de m�sica suave sonaba en el ambiente pero la vos de
Nilda se impon�a sobre ella. Nilda era una mujer en sus treinta y se ve�a mucho
mas hermosa en persona que lo que yo hab�a logrado prever por sus im�genes en
prensa, tambi�n se notaba mucho mas ese aire de mujer decidida y dominante que
la caracterizaba en forma tan tajante. Tras un rato de verla de reojo hablar y
estudiar sus gestos y tonos de voz, quede convencida que era una mujer
fascinante a la que dif�cilmente podr�a dejar de obedecer.

Cuando hab�a comido algo as� como el cuarto bombom y acabado
mi vaso de jugo, Nilda se acerco y me saludo. Su perfume me embargo, era una
fragancia que no conoc�a pero resultaba sumamente agradable. Note con cierta
sorpresa que ese aroma me parec�a incluso atrayente.

Para ese momento yo me estaba sintiendo un poco extra�a pero
no sabia a que atribuirlo. La salude lo mejor que pude pero ella casi no me dejo
hablar, se sent� exactamente en frente m�o y me miraba de una forma muy
particular aunque carente de todo inter�s, de hecho, parec�a que miraba a trav�s
de mi. Pronto me di cuenta de que no pod�a dejar de mirarla y que el sonido de
su voz estaba penetrando muy profundamente en mi y era lo �nico a lo que yo
estaba atendiendo, de hecho, casi no percib�a el significado de sus palabras,
pero la cadencia con la que hablaba se me estaba gravando como una canci�n.
Parec�a que la habitaci�n estaba borr�ndose y solo exist�an ella y su voz. En un
momento dado se levanto y me dijo que tenia que hacer una llamada pero que la
espere all� mismo. Volvi� al escritorio y al tel�fono. Al pararse su perfume
volvi� a impactar mis narices y ahora decididamente me encanto.

Tome un poco mas de jugo y me di cuenta de que algo no estaba
yendo bien. Me sent�a muy liviana, un poco euf�rica y mi piel empezaba a
parecerme casi electrizada. Las cosas parec�an empezar a suceder muy lentamente.

Creo que pase as� casi veinte minutos mientras Nilda hablaba.
De pronto ella se incorporo una vez mas, apret� un bot�n y casi todas las luces
de la habitaci�n se apagaron. Quedamos en una semipenumbra que me resulto
especialmente confortable. Entonces me dijo:

-Jazm�n (su tono de vos volv�a a ser muy particular), quiero
que me escuches muy atentamente, con mucha, mucha atenci�n....(se volvi� a
sentar frente m�o y a mirarme de aquella extra�a manera).....atended muy bien
mis palabras y no pienses en nada mas, simplemente atended lo que yo digo y
ac�ptalo,....aceptar lo que yo digo te garantizara el �xito en el modelaje y eso
es lo que vos queres �Verdad?.

Respond� casi como un aut�mata que si. La verdad es que
estaba empezando a sentirme como un aut�mata y esta sensaci�n se intensifico
porque Nilda no paro de decirme en ese extra�o tono que si yo hacia todo lo que
ella dec�a seria muy feliz y en realidad yo quer�a hacer todo lo que ella diga.
Luego me empez� a hacer repetir sus palabras muy lentamente, para demostrarle
que la estaba entendiendo.

No tengo idea de cuanto tiempo pase as� pero pronto me di
cuenta de que mi futura jefa me estaba haciendo algo. Pero me estaba sintiendo
muy bien, muy relajada, en realidad quer�a seguir sinti�ndome as� y La Se�ora me
aseguraba que obedecerla era la forma de sentirme cada vez mejor.

En un momento dado me dijo:

-Jazm�n, escucha muy bien esto y ac�ptalo con tranquilidad
porque todo lo estoy haciendo para que ingreses a esta agencia....(Un si Se�ora
de mi parte respondi� sus palabras)....los chocolates que comiste y el jugo que
tomaste contienen narc�ticos para que seas mas sumisa, la m�sica que estas
escuchando contiene mensajes subliminales y lo que he estado haciendo durante
las ultimas horas es hipnotizarte muy lentamente......todo esto te hace sentir
muy bien y realmente quieres obedecer todos mis deseos....ahora voy a proceder a
hipnotizarte totalmente y vos te vas a entregar en forma absoluta.....solo
desearas cumplir mis ordenes....empezaras a quedarte dormida, contare de 10 a 1
lentamente y cada vez tendr�s mas sue�o, te sentir�s mas relajada, te sentir�s
sin voluntad propia, me escucharas y har�s cuanto yo diga.

Por supuesto que yo hab�a escuchado lo que me dijo y entend�a
de que hablaba. No obstante me sent�a liviana y contenta y aunque algo dentro
m�o parec�a pedir socorro, ese peque�o germen de miedo me parec�a agradable de
sentir, pues me daba cuenta de que ese miedo estaba creciendo y que sin embargo
Nilda tenia ya poder sobre mi y que yo no podr�a escapar aunque estuviese
aterrada. Me di cuenta de que aquella hermosa y poderosa Se�ora me estaba
esclavizando y lo hacia cada vez con mayor intensidad pues no paro de hablarme y
de hacerme repetir sus instrucciones. Yo estaba ya en un profundo trance pero
era conciente de lo que pasaba, y sent�a una muy rara mezcla de emociones.
Estaba dormida o en trance pero sent�a muchas cosas: mi coraz�n lat�a a prisa,
mis piernas estaban temblando y sin que yo sepa porque, sent�a como mi sexo se
hinchaba y mojaba. Hubiera deseado apretar fuertemente mis muslo uno contra el
otro para intensificar el placer, pero en verdad me di cuenta de que mi voluntad
me hab�a abandonado totalmente y ni siquiera era capaz de decidir eso por cuenta
propia.

La Se�ora no paro de repetirme como yo la amaba y deseaba que
ella haga conmigo lo que se le antojara y del placer enorme que yo sentir�a cada
vez que tuviese contacto con ella. Finalmente me explico lo profundamente
enamorada que estaba yo de ella y yo me di cuenta de que realmente era as� y que
siempre la hab�a amado, que siempre la hab�a so�ado como mi protectora, mi
patrona, mi madre, mi ama, mi amor.

Entonces me dijo que iba a besarme en los labios y que yo
notaria que era el beso mas bello que hab�a recibido jam�s, que mientras me
besaba yo la amar�a cada vez con mas fuerza he ir�a despertando muy lentamente,
cuando estuviese totalmente despierta recordar�a todo esto y desear�a que ella
me hipnotice siempre que quisiera, para lo cual solo tendr�a que ped�rmelo y yo
entrar�a ya en trace.

Acerco su rostro al m�o y me beso con una ternura
extraordinaria. Su perfume me embriago y su piel me conquisto totalmente. Fue de
verdad el beso mas bello que sent� desde entonces y ella no paro de hac�rmelo
disfrutar, pues fue un beso muy, muy largo que empez� con un roce de labios y
finalmente cuando yo estaba ya totalmente fuera del trance se convirti� en una
sensual y paradis�aca danza entre nuestras lenguas para pasar luego a los
chupones, volver a las lamidas y repetir. a los tiernos roces.

Nilda se sent� a mi lado y me hizo acostarme con mi cabeza
apoyada en su falda, mir�ndola a ella. En esta posici�n empez� a acariciarme por
sobre la ropa lo cual me lleno de descargas de placer. Dios, realmente yo estaba
disfrutando de sus caricias. Sent�a mi concha ardiendo y mis pezones ya me
dol�an de lo erectos que los sent�a bajo la ropa.

-No puedes correrte hasta que yo lo diga �ordeno La Se�ora y
yo note sorprendida que mi cuerpo casi por explotar la obedec�a, haciendo que el
orgasmo que empezaba a llegar se frene y mi vagina arda con mayor
fuerza...parec�a ya casi doloroso y sin embargo me estaba encantando.

Entonces ella me acaricio el rostro, toco mis labios con un
dedo al que yo chupe con verdadera pasi�n. Ella entonces se quito el saco,
desprendi� su camisa, bajo un poco un lado de su sost�n y all� yo tenia a
mil�metros de mi rostro un ancho y redondo seno con pezon firme y una aureola
oscura gruesa.

Aquella teta tenia un olor particular y agradable que no
quise dejar de sentir mientras le chupaba el dedo.

-Jazm�n (me dijo ella), vos sos mi bebe y yo soy tu mama. Yo
te alimento y por eso me queres con toda tu alma. Vas a chupar ahora mi teta y
vas a desea hacerlo siempre. Realmente vas a ser muy feliz de chupar mis tetas.

Acto seguido apret� muy suavente los lados de mis labios e
introdujo su teta en mi boca.

Dios m�o aquello fue divino.

Yo mamaba como una bebita peque�a .Mis labios succionaban
aquellos pezones y mi nariz se deleitaba de su aroma a teta. No tenia leche pero
por favor como yo deseaba poder alg�n d�a beberla. Realmente yo no pod�a parar
de hacerlo y ella me miraba sonriendo mientras acariciaba mi rostro. Yo no
parpadeaba, solo chupaba aquella deliciosa teta mientras miraba la cara de mi
amada Se�ora llena de gratitud por darme de probar aquel manjar.

Mientras mamaba me di cuenta que estaba emitiendo gemidos de
placer y que mis piernas y brazos hab�an perdido toda su fuerza.

Ella me aparto con suavidad y me pidi� que me pare. Mi l�piz
de labios hab�a quedado gravado en torno a su pez�n. Con mucha lentitud me quito
la pollera, los zapatos y las medias. Cuando mi sexy tanga quedo a la vista me
tomo de las caderas y me miro con verdadero deseo directamente a la concha. Mi
tanga estaba h�meda a rebosar y yo sent�a que el calor en mi sexo directamente
me quemaba. La Se�ora se paro tras de mi y me acaricio las nalgas. Entonces nos
vi en el espejo que estaba frente nuestro y me di cuenta de lo bellas que nos
ve�amos, desee que hubiese c�maras tras los espejos y filmasen todo aquello para
que este amor se gravase para la eternidad.

Entonces La Se�ora se agacho y muy lentamente bajo mi tanga
al suelo y me la quito. El olor de mi concha empez� a llenar el ambiente pues
estaba extraordinariamente excitada. Ella se incorpor� de vuelta y olfateo el
aire con los ojos cerrados:

-Que olor mas bello (me dijo y lami� lentamente mis o�dos).

Yo solt� un gemidito de puro gusto y entonces ella deslizo su
mano entre mis nalgas y palpo directamente mi ano con sus dedos. Eso me hizo
gemir mas. Me tomo del hombro y empuj�ndome con el dedo que tenia en mi culo me
hizo subirme a una mesita y mirar a la pared que quedo a cent�metros de mi cara.

Conmigo sobre la mesita mi culo quedaba casi a la altura de
su rostro por lo que no dude de lo que ella har�a a continuaci�n. Con mucha
habilidad y siempre desde atr�s ella tomo mi concha en una mano y acerco su
lengua directamente a mi ano.

Empez� a lamerme el culo.

Jam�s imagine que pod�a sentir tanto placer en aquella parte
de mi cuerpo. Si antes estaba enamorada ahora ella era mi Diosa. Su lengua me
llenaba de electricidad desde el ano. Empec� a mover mis caderas y a agacharme
cada vez mas para que su lengua entre cada vez mas profundamente en mi culo.
Empec� a gemir mas fuerte y entonces ella directamente paso a chuparme. Mis
piernas temblaban. Yo era de ella, para ella.

En ese momento paso algo que no esperaba. La recepcionista
entro a la oficina.

Primero nos ignoro y fue a dejar unos papeles sobre la mesa.

Luego se quedo mir�ndonos desde el escritorio.

Yo me ve�a en el espejo y sabia que era hermosa y mis boca
abierta de placer, la ligera baba que me ca�a de las comisuras de mis labios y
mi culo al aire movi�ndose como ofrenda a mi amada Se�ora se me antojaba lo mas
sensual que hab�a imaginado jam�s, pero no pod�a dejar de sentir verg�enza. Casi
sin saber porque mire a la chica con suplica y le dije:

-Socorro....(yo no paraba de mover mis caderas y mi lengua en
torno a mis labios y a pesar de eso agregue)....por favor ay�dame....me est�n
violando.

Pero el placer de aquella boca entre mis nalgas realmente me
dominaba y empec� a chuparme el pulgar y gemir aun con mas fuerza mientras
bajaba la vista al suelo y deseaba que me trague la tierra.

Aquella delicia estaba durando bastante cuando volv� a mirar
a la recepcionista, la cual se hab�a quitado tambi�n la falda y las medias y
ahora se masturbaba con la muy sexy bombacha puesta mientras nos miraba. Mi
mirada se clavo en sus ojos y ninguna de las dos dej�bamos de mirarnos mientras
nos abandon�bamos al placer.

-Claro que estas siendo violada �me dijo la chica sin dejar
de mirarme-...te est�n comiendo el culo para prepararte porque despu�s la Se�ora
va a penetrarte analmente. ....te va a doler y te va a gustar
demasiado....cuando lo haga quedaras definitivamente convertida en su esclava.

De pronto mi Se�ora paro y yo me volv� a mirarla con suplica.

-Romina �ordeno a la recepcionista-, qu�tate la bombacha y
ven aqu�.

Romina se quito la ropa interior y quedo desnuda de la
cintura para abajo, como yo misma lo estaba. El aroma de su sexo llego hasta mi.
Por favor, que bien ol�a aquello, realmente me estaba gustando.

La Se�ora quito su mano de mi concha y meti� uno de sus
h�medos dedos en la boca de Romina, esta cerro los ojos, dejo caer los brazos a
los lados y chupo con deleite aquel dedo empapado de mi fluido vaginal. Ver
aquello casi me hizo explotar, gem� del puro golpe de placer se produjo desde mi
vagina al ver aquello.

Yo aun segu� de espaldas con mi culo hacia ellas. La Se�ora
toco mi concha que se abultaba bajo la l�nea de las nalgas y Romina acerco
aquella divina carita suya a mi sexo y empez� a lamer con avidez.

Grite del pacer pero pronto la Se�ora subi� a donde yo estaba
y se apoyo contra la pared. Mientras Romina chupaba mi concha ella me abrazo con
cari�o y empez� a besar mis labios. Ho Dios, aquella dulce boca estaba llena de
mi propio olor. Pero entonces mientras estaba con mis ojos cerrados sent� algo
suave contra mi rostro y un olor fuerte y poderosamente penetrante subi� desde
mi nariz a mi cerebro que venci� completo para inmediatamente bajar hasta mi
concha y hacer que la sienta ya latir con espasmos que si bien placenteros no
pod�an ser un orgasmo aun simplemente porque mi ama hab�a ordenado a mi cuerpo
que lo postergue. Aquel olor espeso y marino proven�a de la bombacha de Romina
que la Se�ora sosten�a contra nuestras narices para que la oli�ramos mientras
nos bes�bamos.

Reun� algo mas de voluntad y suplique a mi Se�ora que me
dejara acabar pero ella se neg� y apret� la bombacha contra mi nariz, justo la
parte que hacia contacto con la humedad vaginal de Romina. Yo gem� descontrolada
mientras mov�a mis caderas hacia la boca de la chica cuya deliciosa concha ahora
ol�a. Abr� mi boca en un acto involuntario y la Se�ora meti� aquella bombacha en
ella para luego cerrarme la boca.

Dios. Tener aquella prenda intima, empapada de olor y sabor a
sexo de otra mujer, en mi boca, me pareci� la experiencia mas hermosa de mi
vida.

Entonces la Se�ora empez� a decirme cuanto me gustaba el olor
a concha y tenia toda la raz�n del mundo. Me dijo que yo era lesbiana y adem�s
era su lesbiana pero me permitir�a probar otras conchas. Entonces me ordeno que
suplique para probar concha y yo empec� a rogar por concha con una desesperaci�n
muy sincera.

Entonces ordeno a Romina que pare y empez� ella misma a
desnudarse de la cintura para abajo.

�C�mo describir el aroma que ella desped�a?, �C�mo explicar
lo mas maravilloso que jam�s hayan percibido mis sentidos?. Mi Se�ora se sent�
en el sof� con la piernas muy abiertas y me ordeno que yo chupe su concha.

Es lo mas rico que he probado nunca. Literalmente yo no pod�a
parar de beberme su jugo . Sent�a mis piernas y brazos reblandecidos y que toda
yo se resum�a a una hambrienta boca que inger�a todo lo que pod�a del sexo
tambi�n femenino de su Se�ora. Ella mientras tanto se deleitaba besando los
labios de Romina con un ardor que no dejo de llenarme de celos, pero yo entend�a
ya que era su esclava y que simplemente deb�a acatar su voluntad.

Ella tuvo varios orgasmos y yo a pesar de mi boca casi
entumecida no deseaba parar. Pero al parecer ella ya extenuada me dijo que acabe
y al instante sent� mi concha explotar. El placer fue tan intenso que
literalmente doli�. Ca� al suelo gritando y cada espasmo me retorc�a como
anguilas el�ctricas. Fue una sensaci�n extraordinariamente fuerte que duro un
rato muy largo y que acabo por dejarme absolutamente sin fuerzas y sin
pensamientos, tirada en la alfombra sin ning�n control sobre mi cuerpo.

Fue el orgasmo mas arrebatador que pude sentir jam�s y
consumi� tanto de mi que quede al instante dormida. Instintivamente me puse en
posici�n fetal y pens� que me morir�a del placer pero lo acepte porque morir�a
llena de felicidad.

Mas tarde cuando despert� aquello continuo y la promesa de
Romina se cumpli�: La Se�ora se puso una pr�tesis y me penetro analmente por
primera vez en mi vida. Fue maravilloso y me permiti� ingresar a la agencia,
ganar mucho dinero y estar cerca de mi Se�ora a la que amo con todo el coraz�n.