Les contar� la peor fechor�a que he comentido en mi vida...
Yo trabajo en una oficina en una importante ciudad, en
ocasiones, por cuestiones de trabajo, debo quedarme fuera del horario normal de
labores. En ocasiones, es molesto tener que permanecer s�lo puesto que nadie
est� haci�ndome compa��a.
Durante esas largas jornadas de soledad en la oficina,
siempre viendo por mi ventana para ver si no pasa alguien a quien convecer de
que me haga compa��a (aunque el trabajo siga si salir).
Por mi ventana se puede observar a todas las personas que
transitan la avenida, en realidad no son muchas porque no es muy transitada. Sin
embargo, debo mencionar que he logrado ver muchas muchachitas guapas que pasan
las cuales viven en los alrededores.
En especial hay una, no s� ni nunca supe como se llama, pero
eso s�, desde que la v�, se me antojo pues es un bomb�n de mujer. ES moreno,
delgada con unas tetas bien hechas y un lindo trasero, pelo lacio largo de color
negro y una cara de angelito, como de 1.70 mts. de estatura. Desde que la v�, se
volvi� due�a de mis fantas�as masturbatorias m�s frecuentes. Ah como so�aba con
poseer esa ni�a, calculo que tiene unos 18 a�os m�s o menos.
En una ocasi�n pens� que trabajaba en una casa de citas
porque la v� salir de una colonia, s�la y a altas horas de la noche. A partir de
ese momento, me propus� descubrir que onda con ella y me d� a la tarea de
cazarla para descubrir si tal vez, por algunos pesos, podr�a cumplir mi deseo de
fornicar con ella.
En esas fechas segu�a trabajando hasta tarde y me esperaba
hasta que aproximadamente diera la hora para ir a ver si la localizaba en la
colonia donde la hab�a visto sin �xito alguno.
Total, para no hacerla cansada, un buen d�a (o mejor dicho
buena noche), me tuve que quedar un poco m�s tarde de lo habitual. Ya casi para
retirarme, encend� un cigarro y sal� a la puerta (para no dejar el olor a t�baco
en la oficina) y cual es mi sorpresa cuando a lo lejos veo que viene caminando,
s�la.
Me puse demasiado nervioso y me pregunt� si ser�a la
oportunidad tan deseada de tener un buen sexo con esa criatura. Como pude, me
arm� de valor y sal� para enfrentarla.
Cu�l ser�a mi sorpresa al ver que ven�a completamente drogada
o ebria, no s�, pero al acercarme not� algo extra�o. Al momento ella se alej�
pero iba tan est�pida que no pudo decir nada, ni correr ni gritar. Entonces, me
acerqu� y le dije: "mmmm, est�s muy mal, sabes" Ella s�lo logro asentir
asustada. Yo le dije: "D�nde vives, te pasa algo" y ella no dec�a nada. Fue
entonces cuando aprovech� la situaci�n y le dije: "Est� mal lo que haces, tendr�
que denunciarte con la polic�a o con tu familia".
Cuando dije eso, se espant� y trat� de huir. Entonces la tom�
del brazo y le dije: "Ah, con que esas tenemos, ahora veras, te detendr� y
cuando pase una patrulla te delatar� y ser� peor para t�".
Al ver mi determinaci�n, respondi� que por favor no lo
hiciera y call�, yo hart� de ver que no reaccionaba y a la expectativa de que en
verdad pasar� alguien le dije: "Bueno, ven s� como bajarte para que no est�s tan
mal"; acto seguido, la jale hacia dentro de la oficina y observ� que no hubiera
nadie, cerr� la puerta y sonre�.
Como casi todas las luces estaban apagadas, era m�s tentadora
la acci�n. Aprovechando la sitaci�n no di oportunidad de nada, ella caminaba
hacia delante, yo detr�s de ella. Entonces la abrac� por la espalda agarrando
las tetas que tanto llamaban mi atenci�n y le dije al o�do: "No hagas
pendejadas, nadie te va a creer, mejor disfruta un rato y nada malo te va a
pasar". Lo sorprendente es que lo dije, pero ella ni siquiera hizo el intento de
soltarme o decir nada. Comprend� que iba hasta la madre de drogada o quien sabe
que demonios.
Al ver que no hab�a respuesta ni nada, la conduje lo m�s
lejos de la puerta y de las ventanas a un cub�culo donde hab�a escritorios y una
banca larga. Yo me sent� sobre el escritorio y a ella la par� enfrente de m�.
Ten�a la vista perdida. Fue entonces cuando, sin siquiera besarla, comenc� a
desnudarla. Mi morbo era tanto que s�lo quer�a verla desnuda y poder penetrarla.
R�pidamente comenc� a desnudarla y ella no se resist�a; a�n
recuerdo que bella ropa interior tra�a. Era un sost�n blanco tipo sport y unas
bragas bonitas, chiquitas sin llegar a ser tanga. Su cuerpo era espectacular.
Cuando quit� el brasier y vi sus tetas casi me vuelvo loca. Era un hermoso par
de tetas moreno claro, con pezones peque�os y levantandas. Las tom� con mis
manos y las acarici� y chup� como desesperado, a lo cual ella s�lo respondi� con
suspiros breves, de excitaci�n leve.
Despu�s, mientras besaba ese hermoso par de tetas comenz� a
sobarle el trasero. Que delicia, estaba tan durita que al parecer la chava no
ten�a mucho kilometraje recorrido. Fue cuando no pude m�s. En esos momentos,
termin� por desprender sus bragas, vi como su cosita ten�a vellos y la sent�
ahora a ella sobre el escritorio. R�pidamente saqu� mi pene, algo modesto, y se
lo met�.
Al principio creo que ambos nos lastimamos porque ella estaba
seca, pero al comenzar el mete-saca, empez� a ponerse mejor la cosa. Ella,
estaba como ida, s�lo suspiraba y me abrazaba. No sab�a que hacer. Sus tetas se
mov�an al ritmo de las embestidas y el calor nos empezaba a afectar ya que
comenzamos a sudar. Yo no lo pod�a creer, estaba cogi�ndome a esa chulada de
vieja. La primera descarga m�a vino a las 10 minutos de haber iniciado, en
verdad estaba demasiado excitado de poseer a esa chica. No pude contenerme y
termin� dentro de ella, para culminar y sentir el placer total.
Me retir� y hab�a guardado mi pene. Pensaba !wow, que cogida�
Ella se incorpor� del escritorio y al verla, mi pene volvi� a pedir batalla. En
realidad, no s� de donde saqu� fuerzas pero volv� a la carga. La tom� la volti�
y empez� a darle de a perrito, tratando de met�rsela por el culo. En esta
ocasi�n ella jimi� y trat� de zafarse sin �xito alguno. Tuve que taparle la boca
porque se estaba quejando mucho. Sin darme cuenta, ya la hab�a perforado
completamente por el trasero. No s� como fue que entr� tan r�pido, quiz� por eso
se quej�. Y mientras la cog�a por el culo, ella se echaba unos pedos y gem�a
mucho. Yo la tom� como si fuera una potranca, la jale del cabello y segu�
d�ndole por el culo. En esos momentos, se notaba m�s avivada que hacia ya
algunos minutos, pero segu�a sin decir ninguna palabra.
Total, despu�s de coger, volv�a a venirme dentro de ella.
Pude observar a media luz, como un hilillo de sangra sal�a de su trasero
destrozado. Al terminar, me retir� a lavarme el pene al lavadero m�s cercano y
le avent� su ropa para que se vistiera.
Cuando regres� estaba lista, con la mirada perdida y en
silencio. Yo s�lo le advert� que no le conven�a decir absolutamente nada de lo
ocurrido porque la delatar�a por consumir drogas con su familia y con la
polic�a.
Despu�s de todo, salimos ambos sigilosamente entre la noche y
cada quien tom� su rumbo. En los d�as posteriores la segu� observando, pero
parec�a como si nada hubiera pasado o como si no le importara saber que pas� esa
noche.