Llegu� a casa de mis t�os, junto con mis padres, ayer por la
tarde. Llegamos realmente agotados, pues nos trasladamos hasta aqu�, Veracruz,
desde Guadalajara, as� que yo solo cen� y me recost�, quedando profundamente
dormida, mi hermano no lo hizo as�...Algo me hab�a despertado, vi el reloj, eran
las 11 PM. Pronto, comprend� que era lo que me hab�a puesto alerta... m�s all�
de la puerta de la habitaci�n contigua algo rechinaba...
Estaba seguro de saber lo que era... Era la habitaci�n de mi
prima Yolanda, de 13 a�os...
La puerta del cuarto de mi hermano estaba abierta, en cambio,
la del de Yolanda estaba cerrada y las luces estaban apagadas.
Del otro lado, en el patio, hab�a una peque�a ventana, desde
donde podr�a ver sin ser vista, as� que, descalza, corr� para ver lo que pasaba,
enloquecida por verlo, digo.
Abr� la puerta con sumo cuidado, corr� los pasadores, y sal�
a la fresca noche.
Luego, me asom� en la peque�a ventana... Lo que vi me dio
unas ganas tremendas de masturbarme, puesto que mi prima le estaba dando sus
peque�as nalgas a mi hermano, de 19 a�os...
La ni�a ped�a enloquecida que le llenara el ano, m�s ,m�s y
m�s.
Se llevaba las manos a las coletas de cabellos casta�os...y
se pon�a cada vez m�s roja...
-Sssiiii...ssiiii! Mart�n!!!! La pija te lateee!!!! No
aguantoooo!!!!! Palpita mucho... Ssiii
Mart�n estaba con la cara de loco pervertido, d�ndole m�s al
ardiente culo de la peque�a, que no hac�a m�s que pregonar los latidos
enloquecedores de la pija que la enculaba...
La ni�a , fren�tica de pervertidor morbo, se empez� a
masturbar como posesa, d�ndose azotones en la cabecera de su cama, con la pija
bien adentro.
-M�s, Mart�n!!!! Me vuelvo locaaaa!!!!!! Locaaa!!!!
AAAAGGGHHH!!!!
Mart�n, con la pija roja como tomate, empez� a sacudirse y a
hacerle c�rculos en el ojete a la mocosa, que estaba enardecida.
El ano de la ni�a palpit� m�s ,hasta que Mart�n no aguant� y
se corri� en el ano de Yoli.
La ni�a, al sentir la leche en su culo, puso una cara de
morbo ,roja y con los labios hinchados, y una vena en el cuello saltada de los
orgasmos.
Al otro d�a, todo transcurri� normal, curiosamente la ni�a no
tuvo molestias para caminar, despu�s de tener esa tranca ensartada en el ano.
Otra vez, llena de morbo de voyeurista, esper� a que
anocheciera para ver el espect�culo, que seguramente tendr�a lugar cerca de la
media noche, cuando mis padres y mis t�os iban a las oficinas comerciales de
Veracruz.
Dieron las once, pero mi prima estaba cenando y Mart�n, mi
hermano, estaba viendo el f�tbol en la sala.
Pronto, y curiosamente, los dos acabaron y se fueron a
"dormir".
Todo empezaba de nuevo...
Esper� un rato para no ser obvia. No lo fui, despu�s de cinco
o seis minutos ,asom� mi cara por la ventana. Ah� estaban de nuevo...
La ni�a con los ojos en blanco y la cara de rojo, sus venas
saltadas...
-Mart�iiinnnn!!!!! Quiero que lata m�s!!!!!! Hazlo, hazlo y
te prometo que apretar� m�s el ojete!!!!
Yolanda, aunque peque�a, ya sab�a como enloquecer a un hombre
con el ano, apretando y cerrando, apretando y cerrando...
Segu�a moviendo el culo. Mart�n estrujaba las nalgas blancas
y tersas de la ni�a. El ano se pon�a morado y liso cuando Mart�n hac�a el
enloquecido vaiv�n que ten�a a la ni�a como loca.
La pobre Yolanda ya no ten�a forma de recuperar su cordura,
pues el morbo la cegaba, la �nica salida era el orgasmo, si el orgasmo no
llegaba, estaba segura de que la ni�a se iba a volver loca...
Masturb�ndose con una pija en el rabo, la ni�a se derret�a
una y otra vez en orgasmos que la pon�an cada vez m�s roja. En una de las
corridas, la ni�a se llev� la mano a una vena de la frente que ya se ve�a morada
y grotescamente saltona.
El culo de Yolanda lat�a casi bajo la voluntad de su peque�a
due�a, quien meneaba su culo blanco para ensartarse m�s la pija de mi hermano.
Despu�s, la ni�a no aguant� ni un solo latido m�s. Ahora si
estaba roja completamente, y se agarraba la cabeza de forma indecente, como si
ya no pudiera m�s con el sexo anal.
Mart�n le llen� el ano de leche y la ni�a al instante se puso
como loca a brincar sobre la pija mientras se le enterraba m�s al fondo o casi
se sal�a de su ojete.
As� termin� esto, una chamaca loca, morbosa y calenturienta,
bien enculada y enrojecida de los orgasmos.
Llegando a Guadalajara, practicar�a todo esto con mi novio,
pues las caras rojas de mi primita me dieron ganas de tener una pija ensartada
por detr�s.