A mis treinta a�os y 29 de mi esposa, nunca hab�amos mostrado
nuestra atracci�n por personas del sexo opuesto cuando est�bamos juntos, exist�a
un acuerdo mutuo para respetarnos, es decir, que cuando pasaban chicos guapos
del tipo de ella, nunca me dec�a que le gustaban y viceversa. Vivimos en un
segundo piso de la casa de mis suegros y por lo general los muchachos m�s pasan
en casa de sus primos de su misma edad. Pero una noche le propuse tomar unos
tragos en el balc�n de y que se pusiera una batita peque�ita un poco
transparente de color amarillo con una tanguita del mismo color de seda muy
transparente.

As� lo hicimos y a partir de las 9 de la noche nos acomodamos
en el balc�n a pasarla bien. Compr� dos botellas de vino afrodisiaco. Debo
indicar que el balc�n es enrejado, o sea que de abajo se puede ver todo hacia
arriba. Estando los dos de pi�, mi mujer arrimada al balc�n y yo frente a ella
en la puerta conversando animadamente al calor de los tragos, cuando nos dimos
cuenta que los hombres pasaban por la acera y miraban insistentemente hacia
arriba. Mi mujer me dice que por que miraban esos hombres. Enseguida capt� la
situaci�n. Le dije que se quedara as� y baj� a la acera mirando hacia el balc�n
y descubr� algo que inmediatamente me hizo tener una erecci�n.

Lo que los hombres miraban era el calz�n de mi mujer . Tengo
que reconocer que nunca hab�a pasado por esto y lo que sent� me asust�. Siempre
he sido muy celoso y odio cuando miran mucho a mi mujer, pero esta vez
experiment� una sensaci�n indescriptible. Continu� mirando disimuladamente y le
dije que se ponga de frente al balc�n y que suba una pierna en el murito de
cemento, as� lo hizo y me regal� un paisaje de maravilla. Se le ve�a el
calzoncito y a pesar de la poca luz del balc�n se notaba claramente el bulto de
los pelos. Era rico observar esa maravilla. Pero he de decirles que mi esposa no
es una belleza, no es fea pero tampoco una reina, lo que resalta de ella son sus
piernas perfectas de muslos y delgadas de mujer normal, es de cintura estrecha y
caderas muy atractivas, de abdomen plano y senos grandes pero no demasiado. En
su cara tiene una boquita de labios rojos, siendo el de abajo m�s grueso, que
cuando la beso me lo como y lo chupo con deleite.

Cuando besa me lo pone entre mi boca y me saca la lengua. La
verdad es que besa casi mamando. Bueno, despu�s de mirarla bien le ped� que se
vire despacio y que arrime las nalgas al balc�n y suba una pierna hacia atr�s,
es decir, hacia el murito de cemento. Lo hizo y pude ver su calzoncito metido en
la raja de las nalgas. Era precioso mirar esas nalguitas separadas por el
calz�n. Al subir a la casa me sali� una idea y le pregunt� que qu� sent�a al ser
mirada por otros hombres. Su respuesta fue sincera: hemos quedado en que nos
respetar�amos y si te digo algo no te va a gustar. Le respond� que no se
preocupara, que por esta vez me sent�a complaciente y que no hab�a nada malo en
confesar de mutuo acuerdo nuestras emociones, pero solamente por esta noche.
Parece que despert� sus instintos de mujer y dio rienda suelta a su verdadero
yo, tanto tiempo reprimido por una mala concepci�n de mi parte en lo que se
refiere a la mal llamada fidelidad.

Empez� diciendo, sigamos tomando y m�s tarde te cuento todo,
aunque debo confesarte que me he puesto un poco nerviosa por esta situaci�n. A
la media hora estaba muy entonada por el vino y me puso las manos en los hombros
pero separada de m�, con lo que mostraba m�s su calz�n a los que pasaban y
miraba hacia abajo nerviosamente. Cuando pasaban mujeres se pon�a recta. Se tom�
un nuevo vaso de vino y dijo que estaba riqu�simo y que por precauci�n fuera a
comprar otra botella (la tercera). Al bajar mir� hacia arriba y hab�a puesto una
pierna en el murito mostrando su tanguita amarilla. Me demor� unos diez minutos
y me qued� parado en la esquina viendo algo fuera de lo com�n. En la acera de mi
casa estaba un hombre hablando con mi esposa y ella segu�a en la misma posici�n.

El tipo era de unos 40 a�os, color trigue�o, de un metro
setenta y cinco cent�metros m�s o menos. Al avanzar hacia la casa, �l se
despidi� de mi mujer y se fue calle arriba. Sub� y le pregunt� que pasaba
dici�ndome que ese hombre hab�a sido su profesor en el colegio y se acerc� a
saludarla. Yo le dije que porque hab�a subido la pierna si sab�a que se ve�a el
calz�n. Su respuesta fue asombrosa. Me dijo, vamos a hacer lo que quieres si
todav�a est�s de acuerdo en que te cuente mis sentimientos. Le dije que si, que
mejor fuera que me contara todo y no que tenga escondidos sus secretos. Tom� un
nuevo vaso y confes�: a toda mujer le gusta ser coqueta, admirada y deseada por
los hombres, pero por el tab� que hay que debemos ser fieles y toda esa sarta de
mentiras una se limita a esconder sus emociones y deseos.

Cuando estaba en el balc�n, yo sab�a que estaba mostrando el
calz�n y cuando los hombres me miraban sent�a una sensaci�n morbosa y deliciosa.
Ese profesor del colegio, en el sexto curso comenz� a molestarme, siempre me
dec�a que era su alumna favorita y como tu siempre me dices que con solo mirarme
las piernas se te para el pene, parece que a �l le pasaba lo mismo. Una vez en
el patio del colegio, en la hora de educaci�n f�sica, se sent� en un banco a
mirarnos hacer los ejercicios de tocarse los pies con la punta de los dedos y al
agacharnos mostr�bamos todo el rabo, pero con el short puesto.

A mi me gustaba usar esos shores apretados y peque�itos, yo
sab�a que ten�a buenas nalgas y mis piernas atra�an las miradas de muchos.
Cuando me d� cuenta que el profesor estaba detr�s de m�, a unos cinco metros, me
dio ganas de provocarlo y disimuladamente me sub� m�s el short, al agacharme en
el ejercicio, abr� las piernas despacio y le mostr� el rabo. De reojo vi que el
profesor se acomodaba el pantal�n por la bragueta, estoy segura que echaba humo
el pobre. Al terminar la clase �l me llam�, me acerqu� y me dijo con voz
nerviosa que estaba preciosa y que me anotara para el concurso de piernas
bonitas del colegio, me sent� al lado de �l y le dije que no me gustaba eso y
estir� las piernas mirando hacia delante. Yo se que soy muy peluda y se me hace
un bulto en el short.

El tipo me ten�a clavada la mirada en mi entrepierna y vi
clarito como se le aumentaba su bulto en el pantal�n. Me sent� feliz de ver lo
que yo era capaz de provocar. Me levant� y me fui movi�ndome m�s de lo normal.
Bueno, este profesor me asediaba todos los d�as hasta que una vez me encontr� en
el bar y me invit� una soda y s�ndwich, nos sentamos en un banquito y se lanz�
decididamente a conquistarme. Me dijo que cuando me decid�a a salir con �l a la
playa y que me ten�a un regalo para d�rmelo. Sac� una fundita y me la entreg�
disimuladamente. Discretamente la abr� era un bikini rojo pero muy peque�ito, le
pregunt� que con que fin hacia eso y respondi� que estaba maravillado de verme
en short y que con ese bikini deber�a verme m�s hermosa. Por seguirle el juego
le dije que iba al ba�o a med�rmelo y me fui.

Al regresar esta ah� y pregunt�, si me lo hab�a medido, le
dije que lo ten�a puesto. Me dijo que si por encima del calz�n o sin calz�n y al
decir esto estaba nervios�simo. Respond� que el calz�n estaba en mi cartera.
Astutamente expres� que no me cre�a. Abr� la cartera y se lo mostr�. Esto fue el
colmo. Con voz ronca me cont� que estaba enamorado de m� y que cuando me ve�a en
short en el colegio se me notaba un bulto enorme entre las piernas y pregunt�
con ansias. Dime, lo que se te ve que es. Para provocarlo m�s y hacerlo sufrir
le dije que era de todo, dijo que es todo, respond� todo pues, pelos y carne .
Mirando al cielo exclam�, dichoso el hombre que ponga sus labios en esa pelaz�n.
Yo me re� y le devolv� el bikini, ya sab�a que lo que �l quer�a era cogerme.
Bueno se cans� de buscarme e insistir y no me busc� m�s. La verdad es que me
daba miedo darle m�s chance porque era casado y lo que el quer�a yo no se lo iba
a dar ni de broma.

A todo esto yo estaba con el pene que hac�a erupci�n y mi
mujer me pregunt� que me notaba excitad�simo y confes� que su historia me hab�a
calentado bastante. Mi esposa dijo, oye, parece que te ha gustado imaginarme con
otro hombre. Me qued� callado mir�ndola a los ojos y acept� que era una
experiencia que no hab�a pensado ni remotamente. Seguimos conversando de otras
cosas, cuando de pronto pasa nuevamente el profesor y mi mujer le pregunta
coquetamente que en que andaba. El profesor Teddy (as� se llamaba) habl� que
buscando a unos amigos para tomar unos tragos pero que no los hab�a encontrado y
no sab�a done ir a estas horas. En ese momento a mi mujer se le prende una idea
y me dice: que te parece si lo invitamos un rato. Bueno, parece mentira que yo
haya echo eso pero acept�.

El se hizo el remol�n pero subi�. Mi mujer nos present� y por
causa del vino no nos percatamos o nos olvidamos que ella andaba con una ropa
casi transparente. Nos sentamos en la sala y �l propuso traer otra botella pero
de whisky. La trajo a los diez minutos nos pusimos a tomar y conversar cuando de
pronto llamaron de abajo a mi mujer y ella se asom� al balc�n inclin�ndose m�s
de la cuenta con lo que mostraba el calz�n transparente.

El profesor estaba sentado precisamente frente al balc�n y
clav� la mirada en ese calz�n servido en bandeja (tanto tiempo que quiso verlo y
ahora lo ten�a a su disposici�n). Yo me hice que iba a traer hielo para que
pudiera admirar a sus anchas ese rabito que lo estaba provocando. Al regresar
not� el bulto en su pantal�n y me sonre�. Yo estaba igual de excitado que �l.
Sal� al balc�n pidi�ndole disculpas por dejarlo solo un momento y le dije a mi
mujer que ten�a clavada la mirada del profesor en su calz�n, me dijo "lo tengo
muertito" y despu�s me pidi�, oye, sigamos a ver hasta donde llega �l, y si te
propone que le des tu chucha tu que har�as.

Me qued� mirando y respondi� que no sab�a. Yo respond� con
estas palabras. Bueno, hagamos una cosa, yo me voy a hacer el borracho para ver
que pasa. Ella dijo, y si pasa lo inevitable, bueno dije, si tu quieres lo
haces, y ella dijo, que si quiero, estoy dese�ndolo con todas mis fuerzas, mira,
nunca te he puesto los cuernos, pero esta vez es con tu consentimiento y es
solamente una vez. A estas alturas mi paloma estaba que echaba humo y mi mujer
me dijo, hazte el borracho y en media te haces el dormido. As� quedamos,
seguimos tomando y lentamente cerr� los ojos, el se alegr�. Al lado de la silla
de Teddy, estaba el equipo de m�sica, mi mujer se levant� a poner m�sica suave y
se puso de espaldas a �l. Teddy le ten�a la mirada clavada en su calz�n, se
levant� y le pidi� que bailaran. Astutamente mi mujer le respondi� que espere
que mi marido se duerma bien. Se sentaron juntos y Teddy empez� a decirle que
estaba enamorado de ella, que siempre lo tuvo loco y tantas cosas que dice un
hombre cuando tiene a una mujer casi lista para ser penetrada. En eso me mov� y
me puse en una posici�n precisa para observar todo. Sali� una canci�n lenta y
empezaron un baile. La tom� de la cintura peg�ndola a su cuerpo y hundi� la cara
en el cabello de ella.

Poco a poco le baj� las manos de la cintura hasta llegar al
comienzo de las nalgas. En el o�do le susurraba que era la mujer m�s linda de la
tierra y etc., etc. Termin� la canci�n y mi mujer fue a poner otra m�sica. Teddy
se puso detr�s de ella sent�ndose en el brazo del mueble. Solamente lo separaba
del rabo de mi mujer unos treinta cent�metros, la tom� de la cintura y la atrajo
hacia �l peg�ndosela a su cuerpo, justamente quedaba el pene de Teddy en la
rajita de las nalgas de mi mujer. Ella se peg� m�s a su futuro amante y gir� la
cabeza hacia ese hombre. Desde esa posici�n, se le Teddy se le prendi� en la
boca haci�ndola gemir de placer, le levant� la bata y mand� una mano hacia su
chucha, la sobaba por fuera del calz�n dici�ndole, que ricos pelos mi vida, al
fin te tengo para mi solito, tantos a�os dese�ndote que me parece mentira que te
tengo aqu�. Luego se arrodillo y lentamente saboreando su conquista, le baj� el
calz�n, encontr�ndose con una monta�a de pelos y en el centro de ellos, una
rajota roja y mojada completamente. Se peg� a mamarla y mi mujer gem�a
despacito, lo apretaba m�s a ella y le sobaba el cabello. Luego se baj� el
pantal�n r�pidamente ayudado por mi mujer que le dec�a, ap�rese profesor porque
mi marido puede despertarse.

Mi flaca le sac� el calzoncillo y lo halag�, profesor, me ha
dejado sorprendida. Ten�a un pene delgado, curvado hacia el lado izquierdo pero
sumamente largo, tanto es as� que cuando mi mujer se lo meti� a la boca muy
golosamente, le lleg� hasta la garganta porque tosi�, todav�a le quedaba medio
pene afuera. Con los ojos semicerrados pude ver que a mi mujer le hab�a gustado
esa verga largota, le besaba la cabeza bajando hasta las bolsas, le lam�a los
pelos y se lo volv�a a meter a la boca. El se sent� en el mueble y de la mano la
atrajo hacia �l, pero antes le dio la vuelta y la puso de espaldas. Mi flaca se
sent� en sus rodillas y Teddy le mand� la mano derecha a sus nalgas, meti�ndole
el dedo en la rajita de ese culo que hasta esa noche solo hab�a sido m�o. Le
mov�a el dedo de arriba hacia abajo y mi mujer para excitarlo m�s le mov�a las
caderas. Yo estaba mojado completamente. Despu�s teddy la sent� encima de �l y
le besaba y mord�a el cuello, mi mujer gem�a de placer. As� sentada el pene de
teddy se le sal�a por entre las piernas de ella hasta casi su ombligo le
llegaba.

Ella se levant� un poquito, estir� la mano hacia atr�s y con
parsimonia se lo coloc� donde quer�a tenerlo-en su chucha-. Teddy le dijo que
as� no pod�a moverse y se levantaron, la puso en el respaldar del mueble y la
cabeza donde uno se sienta con lo cual mi mujer quedaba en una posici�n tan
rica. Ten�a las nalgas bien levantadas y ella abri� las piernas mostrando toda
su chucha, lista a ser penetrada por esa verga delgada pero inveros�milmente
larga. Cuando Teddy se la meti�, mi mujer suspir�, el continu� y se la meti�
hasta la mitad y comenz� el saque-mete, pero poco a poco se la met�a m�s hasta
que mi mujer le dijo que se la meta toda, �l la complaci� y mi mujer peg� un
grito de dolor. Me "despert�" y ese pobre hombre casi se muere del susto. Le
sac� la verga a mi mujer y se puso blanco, que daba risa verlo. Me hice el
sorprendido y pregunt�, que es esto, mi mujer vino hacia m� y dijo, mi amor, m�a
es la culpa, yo lo provoqu� y el como hombre respondi� a mis insinuaciones.

El segu�a ah� parado totalmente desnudo. Me hice el borracho
y le dije a mi mujer, que sea la �ltima vez que lo haces. Teddy empez� a decir,
amigo, disc�lpeme, ya me voy. Yo respond�, si ya empezaste tu juego, ahora
term�nalo pero con mi ayuda. Se qued� pasmado y no cre�a lo que estaba oyendo.
Me desnud� y me sent� en el mueble diciendo a mi mujer, quiero que me mames la
verga. De espaldas a �l mi flaca estaba sonriendo. Se puso de rodillas y se me
prendi� en la verga. Teddy segu�a detr�s de ella mir�ndole el rabo. Cuando ella
empez� a meterse mi verga en la boca, al mismo tiempo mov�a las caderas y
levantaba m�s las nalgas mostr�ndole nuevamente a Tedyy todo lo que ten�a por
ense�ar. Le dije al profesor, d�mosle gusto a esta mujer para que se sienta
bien. De todos modos ya la culeaste, pues contin�a. Cuando �l se arrodill�
detr�s, ella como la vez anterior, estir� un brazo cogi�ndole la verga y se la
puso en la chucha.

Teddy no esper� m�s y se la mand� hasta la mitad y conforme
la embest�a se la met�a m�s hasta que le entr� completamente. Esa mujer gritaba
de gusto, pon�a los ojos en blanco y dec�a unas palabras que no entend�a, estaba
fuera de control. Se par�, le dijo a Teddy que se acueste en el suelo, se puso
encima de �l y me orden� que yo me ponga frente a ella, bueno, se me peg� en la
verga y se la meti� en la boca, Teddy le puso su verga en la chucha y ella se
sent� meti�ndosela hasta el fondo, ya no le dol�a. Parec�a loca gritando y
movi�ndose. Me mord�a las pelotas, se echaba mi leche por la cara y gritaba, ay,
que rico, que rico, que rico, Teddysito por favor no me la saques, m�temela m�s
por favor, hazme tuya totalmente, cl�vamela m�s y as� una serie de locuras. En
eso se me vino el chorro de leche y mi mujer me succionaba la verga como
orde��ndome. Yo me preocup� porque Teddy tambi�n acab� y ella no. Cuando se dio
la vuelta y dijo, tengo dos vergas y no me hacen acabar.

A Teddy empez� a baj�rsele el pene cuando mi mujer se la
meti� en la boca nuevamente y le hizo un trabajo de artista que al poco tiempo
otra vez se le par�. Ahora mi flaca se levant� y nosotros tambi�n cuando me
abraza y empieza a besarme en la boca que hizo que se me parara, con una mano se
la puso en la chucha y se la coloc� en su hueco y hasta el fondo, le dijo a
Teddy, siempre deseaste mi culo, pues ahora es todo tuyo, has con el lo que
quieras, pero hazme acabar , pero m�temelo despacito. Su profesor se acerc�, se
arrodillo y le puso la lengua en el rabo, la mam� un buen tiempo, le meti� un
dedo despacio y mi mujer le dijo, yo no quiero tu dedo, quiero tu verga Teddy.
Bueno el profesor me mir� y respondi�, si as� lo quieres ah� va. Cuando mi flaca
sinti� la verga adentro, grit� nuevamente de dolor, pero dijo, no importa ya me
pasar� pero sigue por favor. Me ped�a que se lo meta m�s y me com�a la boca, me
pidi� que le sobe las tetas.

Teddy le dijo, vamos a ver si no acabas y lo meti� todo hasta
el fondo, lo que la hizo gritar pero se mov�a m�s y m�s. Le pidi� a teddy que se
la saque y se la meta de un solo golpe, ya no le dol�a, pero me apart� y se puso
de rodillas, Teddy hizo lo mismo y la penetr� por el culo con todas sus fuerzas
haci�ndola estremecer de placer y dolor al mismo tiempo, al poco rato
desesperada gritaba con los ojos cerrados arqueando la espalda, se retorc�a de
placer hasta que con un grito sordo dijo ahhhhhhhhh, que rico Teddy. Se fue al
ba�o y al salir nos dijo, bueno, que tal estuve. Teddy la mir� fijamente y
respondi�, nunca en mi vida me he culeado a una mujer tan arrecha y tan rica al
mismo tiempo. Se sent� en las piernas de Teddy y le dec�a en voz baja al o�do,
es que esa verga me llegaba tan adentro que me hizo sentir tal arrechera que
quer�a que se nunca se acabara. Teddy, la verdad es que culeas riqu�simo,
dichosa tu mujer.

Te parecer� raro pero mi mujer nunca se pone tan arrecha,
parece que no le gustan grandes sino peque�as. Mi mujer le dijo, mi amor, cuando
ella no lo quiera hacer, pues venga que aqu� lo espera esta y se tocaba la
chucha por encima del calz�n. Nos re�mos de sus palabras y le propuse a Teddy
que como mi verga no era tan grande, quiz�s le guste a su mujer, el tambi�n ri�
y me dijo que iba a hacer la prueba. Bueno, a la semana me llam� diciendo que su
mujer hab�a aceptado conocerme, que �l hab�a hecho lo mismo que hice yo, es
decir, hab�a empezado a decirle que ten�a una fantas�a de verla culear con otro
hombre y la idea le gust�. Fuimos el s�bado a la casa de teddy y la verdad es
que la mujer era un bomboncito, de piel blanca pero bronceada, (mi mujer era
trigue�a), bajita, con pelo corto. Usaba una blusita negra y faldita blanca
apretada, con una abertura a los lados. El calz�n se le ve�a clarito, era de
color negro tipo tanga. Bueno, me gust� tanto que enseguida nos entendimos. Fui
donde Teddy y le dije que si no hab�a problema que fueramos ella y yo a
conversar al cuarto y ellos en la sala, que me respondi�, es toda tuya viejo,
pero eso s�, cul�ala bien para que esta noche no me pida nada, que yo con tu
mujer vamos a filmar una pel�cula porno tres X.

A las dos horas sal� de ese cuarto con mi amante, que por
cierto fue maravillosa, creo que mejor que mi flaca, le hice lo mismo que Teddy
a mi mujer, no le perdon� la boca, ni el culo, pero faltaba el tr�o, pero
sorpresa, al ir a la sala mi mujer y Teddy segu�an culeando a m�s y mejor, la
ten�a patas al hombro en el filo del mueble sof� y con sus manos le sobaba las
tetas. Nos quedamos viendo desde el comedor y la mujer de teddy dijo, es un
salvaje en la cama, a mi me gustan delicados como t�, no se c�mo tu mujer goza
tanto con �l, le respond� que as� eran los gustos. Pero en eso Teddy viro a mi
mujer y como en mi casa, se lo mand� por el culo, esta vez no grit�. Estaban
acostados, ella ten�a toda esa palanca dentro del culo y �l la besaba en la boba
(si les dije que mi mujer besa mamando y saca la lengua para que se la coman),
bueno eso le estaba haciendo e Teddy. Tanto ver eso, nos dio otra vez ganas y
rumbo a la cama a culearme ese bomboncito.

Todos los meses nos reunimos en la casa de �l o nos vamos a
un motel. Una vez la culeamos a la mujer de teddy entre los dos, as� como le
hicimos a la m�a y la verdad es que ella se port� igual de arrecha que mi flaca.

Esto es de la vida real y lo seguimos haciendo siempre, pero
nuestras vidas contin�an normales. Es preferible hacerlo con alguien conocido y
sin correr peligro que tu mujer lo haga a escondidas de ti.

Rodrigo