Relato: LA HERENCIA DEL DESTINO Parte II LA HERENCIA DEL DESTINO
Parte II
Continuando con Rebeca le dir� que ella me tuvo la confianza como para darme lo poco que hasta ese momento hab�a logrado escribir sobre su infancia y saber mi opini�n sobre ello..... antes de relatar aqu� lo que me ha referido despu�s de las ricas cogidas que tenemos, quisiera ceder por respeto a ella, este primer espacio para plasmar en sus propias palabras lo que ella inicialmente empez� a escribir..... tratare de transcribirlo �ntegramente, solo hice algunas correcciones con su pleno permiso, esas correcciones son adaptaciones de lo que estoy seguro paso en esos momentos pero que ella no supo explicar... digo estoy seguro pasaron as� porque en las palabras de Rebeca se adivina.
Esta es su historia......
�Mi nombre es Rebeca..... quisiera hacer una recuento de los pedazos de mi vida..... he decidido intentar escribir sobre mi infancia y los pocos recuerdos que tengo sobre mi familia, en especial sobre mi madre..... hoy en d�a, soy una ama de casa, esposa y madre de una hermosa jovencita de 12 casi 13 a�os llamada M�nica y de un chico de 8 a�os un poco mimado llamado Ricardo.
Estoy casada con �ngel, un hombre de 48 a�os que se dedica a las importaciones y exportaciones, soy su segunda esposa, tenemos 13 a�os de casados; Escribo esto no para justificar lo que he hecho, escribo solo mis recuerdos y espero lo comprendan..... disculpen mis faltas de ortograf�a, por circunstancias que no vienen al caso (al menos por el momento) a duras penas pude terminar la secundaria (como muchas mujeres del pueblito de donde soy).
Nac� en un pueblito del Estado de Coahuila, no dir� su nombre pues me gustar�a mantener un poco mi privacidad..... es un pueblo muy peque�o, de casas miserables, la mayor�a construidas de adobe y calles llenas de polvo, ubicado a 30 kil�metros de la ciudad de Torre�n. Somos cuatro hermanos, mi medio hermano Gamaliel es el mayor y me lleva 9 a�os, luego sigue Gabriela que me lleva 5 a�os, luego yo y la menor es Vecky que tambi�n es mi medio hermana a ella yo le llevo casi 12 a�os. Mis padres fueron Melit�n y Victoria..... �l era un maestro rural de primaria venido a menos, alcoh�lico y dominado por la amargura que le provoco el abandono de mi madre..... ella era una mujer que abandono a su familia para irse con un camionero, de los que llegaban de otros lugares a comprar las cosechas de mel�n y de sand�a que los ejidatarios de mi pueblo producen en el verano de cada a�o..... en aquel tiempo yo ten�a apenas 8 a�os, Gabriela ya andaba en los 13 y Gamaliel 17.
Mi padre conoci� a mi madre en Monterrey de donde ella era originaria�. Cuando era �poca de vacaciones en la escuela primaria del pueblo donde mi padre trabajaba, �l se dedicaba a llevar cargamentos de sand�a y de mel�n a la Sultana de Norte (as� se conoce tambi�n a la ciudad de Monterrey)..... ah�, en el municipio de Santa Catarina instalaba con permiso del Cabildo una enramada para vender al menudeo la fruta que llevaba, era una forma de ayudarse a ganar dinero en �poca de vacaciones.
En aquel entonces mi padre ten�a 28 a�os, mi madre apareci� en su vida de repente, �l vio llegar a la enramada a una muchacha morena de 19 a�os, de formas turgentes y mal vestida que llevaba de la mano a un ni�o de 4 a�os sucio y de labios partidos (ese ni�o era mi medio hermano Gamaliel). Mi padre se enamoro de ella, supo que a pesar de ser tan joven ya era madre soltera y que viv�a con sus abuelos pues sus pap�s se hab�an ido al otro lado buscando el sue�o americano.
Mi madre viv�a en una de las colonias que estaban sobre el cerro de Santa Catarina y de tarde en tarde bajaba al puesto de ventas porque a mi padre se le hizo costumbre regalarle fruta y aparte ella le ayudaba en la venta�.. al finalizar la temporada mi pap� le propuso se fuera con �l al pueblito, le dijo que aceptar�a a su hijo como propio, ella acepto y as� fue como se inicio nuestra familia.
Con el correr del tiempo venimos al mundo Gabriela y yo, por viejas fotograf�as que mi padre conservaba mantuve un poco el recuerdo de mi madre..... los comentarios de mi abuela despu�s que mi mam� abandono a mi padre eran de que era una vieja �cabrona� que nunca le hab�a dado confianza, dijo seg�n ella que cuando la cabra es cerrera siempre tira pal monte.
Mi madre no era muy bonita de la cara, Gabriela y yo nos parecemos mas a la familia de mi pap�, lo que si la distingu�a a ella y que eran los problemas de mi padre, es que ten�a un cuerpo agraciado y lleno de formas que provocaban comentarios obscenos de los hombres del pueblo, en los retratos que de ella ten�amos se le ve una mirada sensual, provocadora, sus labios no s� c�mo explicarlo pero al ver a mi hija veo que heredo esa mirada y esos mismos labios.
Los pocos recuerdos que tengo de ella son muy difusos, el que m�s me persigue es donde yo me veo en un cami�n jugando y a un lado mi madre, montada a horcajadas sobre un hombre que no era mi padre, con sus senos desnudos, moviendo agitada sus caderas y gimiendo, no s� porque yo no estaba asustada o porque me veo en ese recuerdo como si a mi lado no pasara nada, seria porque a lo mejor ya hab�a visto y escuchado otras veces esa escena y ya me hab�a acostumbrado al punto que eso me parec�a normal, claro en mi inocencia no comprend�a a cabalidad que era lo que ocurr�a a escasos cent�metros de mi. Al pasar el tiempo llegue a comprender que en esos momentos era cuando mi madre se entregaba a su amante, con la misma pasi�n, con la misma lujuria que a m� se me despierta cuando me entrego a un hombre, podr�a decir que esos fueron mis primeros contactos con el sexo, aunque no alcanzara a entender en toda su magnitud como me ocurre hoy en d�a.
He de confesar que de mi padre fue de quien escuche por primera vez la palabra puta, cuando en ocasiones, embriagado por el alcohol y echado sobre la mesa de la cocina rumiaba su desdicha y repet�a constantemente entre sollozos como un ternero abandonado..... __Puta, Puta eres una Puta, yo te hubiera perdonado, te perdone muchas veces, porque me dejaste, porque te fuiste rameraaaaahhhhhhhggggggghhhh.
En mi inocencia infantil no comprend�a lo que significaban sus palabras, me asustaba cuando tomaba y se pon�a as�, sab�a que mi mam� de repente un d�a hab�a desaparecido, y que desde ese d�a mi padre perdi� la cordura y se tiro al vicio, su car�cter cambio, dejo de ser el padre amoroso que siempre fue y viv�a lleno de amargura, maldiciendo la huida de mi madre y desquitando en ocasiones con nosotros su frustraci�n.
Mis hermanos y yo crecimos a la deriva, con una vida escasa de amor, mi pap� nos maltrataba por cualquier motivo, a mi medio hermano Gamaliel le pegaba con la cuarta (especie de l�tigo peque�o que usaba mi abuelo con una mula) cuando se enteraba que no hab�a ido a la escuela t�cnica o cuando descubr�a que hab�a fumado y adem�s por otra raz�n muy fuerte�� porque Gamaliel le recordaba a mi madre.
A Gabriela y a m� nos dec�a a cada rato que nos parec�amos a ella. Recuerdo vagamente cuando yo ten�a como 10 a�os, un d�a en que como siempre me hab�a ido a dormir temprano, serian como las 12 de la noche que me despert� por unos gritos que proven�an de la cocina, me levante despacio sin hacer ruido..... ah� parado frente a la mesa desvencijada de la cocina, con sus pu�os cerrados apoyados sobre la mesa y una botella semi vac�a a un lado, estaba mi padre embriagado y con la cara roja del coraje que tenia, Gabriela frente a el estaba callada mirando hacia el piso, parec�a llorar en silencio mientras mi pap� le dec�a esa palabra que tantas veces le llegue a escuchar.....
__eres una Puta... te pareces a tu madre, t� y tu hermana salieron como ella...... __seguro ya te meti� la verga ese cabr�n verdad..... __!!!!contestame!!!! grito mi padre mientras golpeaba la mesa con su pu�o. Gabriela segu�a callada sin decir nada..... __puta, eres una puta.....
__pero pap�.... balbuceo Gabriela.
__que pap� ni que ocho cuartos..... __estabas ah� atras en el patio, con las chichis de fuera mam�ndole la verga a Don Javier..... __y no me digas que no, no lo niegues yo te vi, no seas como tu madre de mentirosa.... __pero ahorita vas a ver..... no te van a quedar mas ganas de andar de puta...... y agarrando a Gabriela del cabello la meti� a jalones al cuarto donde el dorm�a.... escuche el sonido que hacia la cuarta al golpear contra el cuerpo de Gabriela.... sus gritos de __ayyy, ayyyyy no pap� no por favor..... y las palabras de mi padre..... __esto es por andar de puta.... y de nuevo golpes y gritos que no se por cuanto tiempo se repitieron..... yo estaba muy asustada, tal parec�a que mi pap� al haber descubierto a Gabriela mam�ndole la verga a Don Javier el del billar, descargaba en ella le recuerdo amargo que tenia de mi madre.
De pronto todo se volvi� silencio, o� a mi padre salir dando un portazo, asustada entre a su cuarto y vi a Gabriela en un rinc�n con su ropa desgarrada sollozando, en sus brazos y en sus piernas se ve�an las marcas de los latigazos que le hab�a dado mi pap�....
__Gaby, Gaby la llame, pero no me contesto..... __manita (diminutivo de hermanita) estas bien?.... la ayude a levantarse ella sollozaba en silencio..... __mi pap�? Pregunto..... __ya se fue manita anda vente v�monos a la cama.... __Gamaliel? Me volvi� a preguntar..... __Gama no ha llegado, le dije.... y ayud�ndole a levantarse la gu�e hasta nuestro cuarto y la hice recostarse, la ayude a quitarse su ropa y ponerse su bata de dormir.... en su cuerpo se notaban las huellas de la golpiza que le hab�a dado mi pap�.... sent� mucho coraje, coraje al entender a mi corta edad que mi pap� se desquitaba en nosotros lo que le hab�a echo mi mam�..... porque a ella nunca la golpeo?..... el sabia bien que mi mam� lo enga�aba..... entonces.... Porque a ella nunca le dijo nada?
Seria el abandono en el que est�bamos, no lo s�, tal vez ser�a que los hermanos solo nos ten�amos a nosotros y que procur�bamos darnos ese amor del que carec�amos, mi hermano nos cuidaba nos consegu�a de comer, nos mimaba, hab�a mucha uni�n entre nosotros, dorm�amos los tres en un cuarto miserable, con piso de tierra, alumbrado solo por un foco que colgaba de la manchada pared, Gabriela y yo en una Cama y a un lado en un camastro de madera m�s bajo mi hermano, mi padre dorm�a en otro cuarto en el que se encerraba sin hacernos caso, abrazando siempre sobre su pecho una botella siempre semi vac�a de alcohol de ca�a y roncando como una bestia.
As� transcurr�a nuestra vida..... cuando mejor la pas�bamos era cuando mi pap� nos llevaba a visitar a los abuelos, ya sea por alguna reuni�n familiar, por la celebraci�n de San Jos� que era una tradici�n impuesta por mi abuelo el 19 de marzo, por el cumplea�os de alguien o por las fiestas navide�as, estas visitas en ocasiones se volv�an amargas, pues a veces a alguien se le ocurr�a preguntarle a mi padre si sab�a algo de Victoria mi madre, cuando eso pasaba sab�amos que era inevitable que ese d�a pap� tomar�a hasta perder la conciencia y que acabar�a tirado en la esquina de la cuadra ba�ado en su propio vomito.
Una noche me despert� asustada, me parec�a escuchar a mi hermana gemir, como inquieta o agitada, por un momento pens� que tal vez se sent�a mal o que tendr�a pesadillas, al voltear hacia su lado e intentar moverla para ver que le pasaba, note su lugar vac�o.....donde estaba?......quien gem�a as�?.....extra�ada me medio incorpore tratando de acostumbrarme a la oscuridad y tratando de descubrir de donde proven�an esos quejidos suaves, esos susurros que se me figuraban voces que tem�an ser escuchadas, en la penumbra de ese cuartucho levante mi cabeza, trate de ver si estaba mi hermano en su camastro y alcance a distinguir dos cuerpos, uno encima del otro, tapados totalmente por una sabana delgada, movi�ndose, gimiendo, agitados. En la oscuridad yo miraba asustada esos bultos, llena de curiosidad, trataba de adivinar que ocurr�a bajo esa sabanas, me intrigaba saber porqu� motivo mis hermanos gem�an de esa forma, parec�a que bajo las sabanas mi hermana Gabriela estaba abrazada encima de mi hermano.....porque parec�a que se besaban? Aguante la respiraci�n fingiendo dormir, de repente vi que la sabana se mov�a y aparec�a el rostro de mi hermana, mir� hacia donde yo estaba, los dos guardaban silencio, estaban quietos volteando hacia m�, asustada de que me descubrieran despierta, entrecerr� mi ojos, vi sus rostros muy juntos, me d� cuenta que mi hermana Gabriela estaba encima de mi hermano echada sobre su pecho, con sus piernas a los costados de �l, a horcajadas, como si montara a caballito, me pareci� que ellos trataban de adivinar si yo estaba despierta, algo se dec�an entre ellos, de repente mi hermana se bajo del cuerpo de mi hermano !!!estaba desnuda!!!! �..se acerco a mi despacio, yo me hice la dormida, puso su mano sobre mi hombro y me movi�, me susurro cerca a mi o�do....
__Rebe, Rebe estas despierta?..... Yo fing� dormir, ella al darse cuenta que no le contestaba volteo hacia mi hermano y susurrando le dijo....
__Esta dormida, y r�pido volvi� a meterse bajo las sabana del camastro de mi hermano, o� como se re�an despacio, susurraban, gem�an, el camastro rechinaba, se mec�a al movimiento de sus cuerpos, se besaban agitados y gem�an ....despu�s de unos instantes mi hermana sin bajarse de mi hermano se enderezo, la sabana se hab�a deslizado la ve�a ah� desnuda montada sobre el cuerpo de mi hermano, con su piel brillante por la poca luz de la luna que entraba por la ventana, vi las manos de el acariciandole con lujuria, las chichis y ella moviendo su cadera hacia adelante y hacia atras y luego arriba abajo con su cabeza echada hacia atr�s mordi�ndose los labios para contener sus gemidos, o� un resoplido de mi hermano y un quejido profundo y lastimero de mi hermana, despu�s todo quieto, silencio, respiraciones agitadas, las manos de mi hermano entre el pelo de ella y bes�ndola con frenes�, o�a el ladrido de los perros en la calle, en la penumbra mi hermana se levanto, vi la verga de mi hermano fl�cida ca�da sobre su ingle, h�meda, brillante con restos de semen, mi hermana saco de abajo de la cama un papel sanitario lo paso por entre sus piernas, desenroll� otro pedazo y se agacho a limpiarle la verga a mi hermano pero �l la detuvo y agarr�ndola del cuello la hizo bajar su cabeza, ella se r�o __hay papito no tienes llene jijijijijijijijijiji ��y vi como con sus manos agarro la verga de mi hermano y con su lengua la empez� a recorrer limpi�ndosela. Despu�s le dijo.... __ya ya basta ya tengo sue�o..... se levanto se puso sus pantaletas y la camiseta ra�da que usaba como pijama, vino a nuestra cama se cercioro que estuviera yo dormida y en un instante tambi�n se quedo dormida.
Inquieta, yo no alcanzaba a comprender la magnitud de lo que hab�a visto, estaba asustada, hab�a sido testigo de la mutua entrega entre mis hermanos, desde cuando ocurr�a? y si la deja embarazada? Si mi pap� los descubre los mata, a cada instante me asustaba mas, volte� a ver a Gabriela, dorm�a apacible, no sab�a qu� hacer, me cubr� totalmente con la sabana tratando de ocultar mi agitaci�n, un fuerte olor impregno mi nariz, vagos recuerdos vinieron a mi mente, era un olor similar al que percib�a en el cuello y pelo de mi madre cuando me cargaba de regreso a casa, despu�s de entregarse a su amante en la cabina de ese cami�n, era un olor extra�o, me agradaba, sent�a como se introduc�a en mi nariz y se impregnaba en mi mente, me hac�a sentir sensaciones nuevas... era el olor del sexo, la transpiraci�n del deseo desatado, de la entrega obscena, del gozo de la carne, era la liberaci�n del morbo interior a trav�s de la piel. Ese olor me ha acompa�ado toda mi vida, desde mi infancia, ustedes saben que habemos mujeres, no s� si todas, que la excitaci�n y el deseo nos hace secretar ciertas hormonas como las perras en celo, y que esas hormonas combinadas con el olor del macho que nos posee se nos impregna en la piel. As� ol�a mi hermana, as� ol�a mi mam�, as� llegue yo a oler muchas veces, y en algunas ocasiones me doy cuenta que mi hija huele as�, a hembra en celo.
No supe a qu� horas me quede dormida, pensando no se qu� cosas y so�ando escenas que me inquietaban. Al otro d�a despert�, eran las 11 de la ma�ana, me incorpore, la cama de mi hermano estaba ya tendida, era lunes record� que ya no hab�a clases, el viernes hab�amos salido de vacaciones, mi hermano, supuse yo, se habr�a ido con el abuelo al corte de mel�n, mi pap� seguro estar�a ya en el billar de al lado empuj�ndose las primeras cervezas del d�a, o� a mi hermana en la cocina trasteando y con la m�sica a todo volumen, canturreando una canci�n de los Bukis, me levante, sobre el piso estaba la ropa que Gabriela usaba para dormir, quise buscar rasgos de la noche intensa que ella hab�a vivido, pues por un momento pens� que hab�a sido un sue�o m�o, pero no, bajo la cama descubr� el papel de ba�o que ella hab�a usado para limpiarse, estaba semi duro, amarillento, lo agarre lo vi de cerca, ol�a como la letrina que ten�amos atr�s en el patio, sab�a que eso era el semen de mi hermano, el semen que ella se hab�a limpiado, lo tire bajo la cama, limpi�ndome la mano con asco, que iron�a, no imaginaba que esa mancha, en forma de liquido espeso, en un futuro, muchas veces iba a terminar en mi boca y en mi estomago y que en poco tiempo eso iba a empezar a ocurrir.
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Relato: LA HERENCIA DEL DESTINO Parte II
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