El rellano. Una experiencia fetichista.
Eran las diez de la noche y regresaba a mi casa despu�s de un
duro d�a de trabajo. Vivo en el �ltimo piso de un edificio en la zona vieja de
mi ciudad, donde el ambiente a veces no es el mejor del mundo. Cuando me
dispon�a a entrar en mi casa, escuche ruidos en el tramo de escalera que conduce
a la azotea y dirig� mi mirada hacia esa zona. Vi como una sombra se mov�a y al
acercarme distingu� una silueta humana. Era una mujer de unos 30 a�os aunque su
descuidado aspecto la hac�a mayor.
Me acerque para preguntarle qu� hac�a en la escalera y,
habl�ndome en una lengua que desconoc�a, me hac�a gestos que ten�a fr�o. Deduje
que quer�a pasar la noche en nuestra escalera y en un arranque de caridad le
hice se�as para que me siguiese. Ella dud� un momento, su rostro delataba temor
ante esa invitaci�n pero al fin accedi� y me sigui�, entrando en mi casa. Una
vez dentro y con m�s luz la mir� detenidamente. Iba vestida con muchas prendas,
una encima de otra y a cu�l m�s haraposa, desprend�a un fuerte olor que denotaba
la ausencia de agua por mucho tiempo, ol�a a rancio, sudor y excremento. Ese
olor inund� mis fosas nasales dilat�ndolas enormemente. Ella se percat� y su
rostro se ilumin� con una peque�a sonrisa. Era muy guapa, morena, pelo largo y
grasiento, ojos verdes; era alta, al menos 1�70 con unas curvas pronunciadas
donde resaltaban unos grandes pechos y un culo de generosas dimensiones.
Con se�as me indic� que tenia hambre, le dije que pasara al
comedor y se sentara en la mesa. Me acerqu� a la cocina y compartimos la cena
que ten�a preparada. Com�a con avidez y durante toda la cena aproveche para
ganarme su confianza mientras no pod�a evitar sorprenderme de la gran cantidad
de olores que desprend�a su cuerpo que me imped�an poder comer con normalidad.
Cuando acabamos de cenar, me ayud� a llevar los trastos a la cocina y cuando la
mesa estaba limpia como prueba de agradecimiento me beso en la mejilla. Era la
primera vez que se acercaba tanto a mi y no pude resistir la tentaci�n de oler
su cuello, devolvi�ndole el beso. Mi polla no resisti� tantas sensaciones e
inmediatamente respondi� con una visible erecci�n. Ella lo not� y mir�ndome
fijamente a los ojos me beso apasionadamente.
La cog� de la mano y la llev� hasta la habitaci�n, all� me
sent� en la cama y se puso enfrente de m�, indic�ndome que la dejara hacer.
Empez� a quitarse el jersey y varias camisetas que llevaba hasta quedarse con un
sost�n que en su d�a fuera blanco. Estaba descosido por varios puntos y su color
era amarillento pero la mayor sorpresa fueron sus axilas que estaban pobladas de
una abundante mata de pelo negro. La cog� por la cintura y enterr� mi cara en
ellas, primero una, despu�s la otra. Desprend�an un fuerte olor a sudor rancio y
estaban tremendamente h�medas. Transcurridos breves segundos, separ� mi cara de
sus axilas y solt� una gran carcajada mientras se desabrochaba lo que quedaba de
sost�n. Dos grandes pechos saltaron ante mi cara. Eran grandes, algo ca�dos y
con una tremenda aureola marr�n coronada por unos prominentes pezones en punta
que denotaban su excitaci�n. Los acerc� a mi cara, golpe�ndome con ellos para
introducirlos en mi boca alternativamente para que los saboreara.
Ahora tocaba el turno a las prendas de la parte de abajo. Se
separ� un poco de mi y sensualmente se desprendi� de los zapatos y de los ro�dos
calcetines que llevaba puestos. Un fuerte olor subi� hasta mi nariz, era
desagradable y ni en las colonias de mi juventud hab�a olido una cosa igual.
Toda la habitaci�n se lleno de ese olor lleg�ndome a provocar alguna arcada que
intent� disimular al m�ximo posible. Sus pies eran pr�cticamente negros, con
unas u�as largas y llenas de porquer�a as� como entre sus dedos.
Sigui� con el pantal�n de chandal qued�ndose s�lo con las
bragas puestas. Eran unas bragas que ten�an que haber sido blancas alg�n d�a sin
ning�n adorno, llenas de manchas por todas partes y que apenas pod�an contener
una gran mata de pelo de su pubis que por la parte de sus ingles se juntaba con
los largos vellos que adornaban sus piernas. Creo que la situaci�n la excitaba
pues dedic� unos segundos a dar un par de vueltas de manera sensual sobre si
misma para que apreciara toda su humanidad. Su culo era grande, parte de sus
nalgas se escapaban por los costados de sus bragas y una gran cantidad de
manchas adornaban su parte posterior. No pude resistir m�s y acerque mi cara en
el canal de sus nalgas; el olor era indescriptible, una poderosa mezcla de caca
y flujo inund� mi fosas.
A ese punto mi excitaci�n era incre�ble y mi polla presionaba
para liberarse de su reclusi�n. Ella ri� de nuevo y separ�ndose de mi abrazo se
desprendi� de sus bragas y d�ndoles la vuelta las acerc� a su cara con cara de
picard�a oli�ndolas provoc�ndole arcadas. Tras esta operaci�n me las entreg�
pudiendo ver como toda su parte interior era una gran mancha, amarillenta en la
parte superior, marr�n en la inferior con abundantes restos de caca y espesos
grumos de flujo blanquezino. Las ol� degustado todo su aroma mientras ella se
dedicaba a desnudarme.
Una vez desnudos los dos nos tumbamos en la cama coloc�ndose
encima m�o para hacer un 69. Lam�, com�, chup� y ol� �vidamente todo lo que
encontr�. Pasaba mi lengua de su gran mata de pelo que rodeaba su co�o a su
vagina y a su ano. Su vagina estaba completamente mojada y su ano, muy peludo
estaba completamente lleno de restos de caca.
Ella por su parte chupaba sonoramente mi polla y mis huevos.
A un cierto punto, separ� mi nalgas y chup� mi ano, introduciendo su lengua lo
que pod�a. Cuando estuvo lubricado me penetr� con un dedo, mientras segu�a
chup�ndome hasta que no resist� m�s y me corr� en su boca copiosamente.
Ella sigui� chupando y yo hice lo mismo. Segu� con ese
maravilloso 69 alternando mis trabajos de lengua en vagina y ano. Empece a
penetrarla con mi dedo �ndice en el ano que cada vez que lo extra�a sal�a con �l
restos de caca que devoraba compulsivamente. Este masaje le provoc� que lanzase
un sonoro pedo que fue directamente a parar a mi cara, sorprendi�ndome de lo que
se abri� su ano al tir�rselo. Nos re�mos los dos y en esta posici�n empez� a
orinarse. El pip� me salpicaba cara y cuello derram�ndose en la cama. Con las
�ltimas gotas pude observar como su ano se dilataba al comp�s de varios pedos y
de repente, una cascada de caca se deposito en mi barbilla y boca. El olor era
insoportable y mi excitaci�n me nublaba la vista.
No resist�a m�s, deseaba penetrar ese sucio y oscuro ano, me
incorpor� en la cama y poni�ndola a cuatro patas la penetr� analmente. Mi polla
entr� con un sonoro "plof" en su culo ayudado por la lubrificaci�n que
proporcionaban sus excrementos. Ella empez� a gritar mientras yo aumentaba el
ritmo de bombeo en su recto. De vez en cuando de sus paredes anales se escapaban
apestosos pedos acompa�ados de caca que resbalaba por las paredes de mi polla.
Tras unos minutos saqu� mi polla de su culo, estaba completamente sucia de caca;
ella se gir� y la introdujo en su boca, mir�ndome a los ojos con sus preciosos
ojos verdes. Chup� y chup� hasta provocarme otro orgasmo que trag�
completamente, y sigui� hasta dejarme la polla fl�ccida pero completamente
limpia y lustrosa. Acaba esta operaci�n, me acerque a ella y la bese en la boca
desgustando su sabor y el m�o.
Hab�a sido genial, el mejor polvo de mi vida. Nos quedamos
dormidos sobre la sucia cama y en ese instante comprend� que ten�a a mi lado a
la mujer de mi vida, la que hoy es mi esposa.
Me gustar�a intercambiar opiniones, fotos y m�s cosas con
gente con gustos parecidos, escribir a
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