Me llamo Diego y ten�a 18 a�os el verano en que me qued� a
dormir en casa de mi amigo Carlos por primera vez. Lo pas�bamos bien juntos y me
invit�, yo avis� a casa que no ir�a ni a cenar ni a dormir.
Carlos era de un pueblo y durante el curso estudiantil viv�a
en mi ciudad con su t�o David. Aunque hab�an terminado las clases, se hab�a
quedado hasta mediados de julio e �bamos juntos a la piscina.
Aquella noche me present� a su t�o. David era un hombre de 45
a�os muy alto y fuerte, era camionero y estaba tan cachas que parec�a que
visitaba un gimnasio todos los d�as. No era guapo, de pelo moreno casi rapado,
ten�a la nariz grande, pero sus ojos verdes le daban un aire ex�tico. Me dio un
poco de miedo pues era muy serio y ten�a algo que no s� explicar, pero que yo
relacionaba con el peligro.
Hac�a mucho calor y no hab�a aire acondicionado, solamente un
ventilador en la sala, de modo que no me pareci� raro que t�o y sobrino se
quedaran en calzoncillos para cenar. Carlos me invit� a imitarlos y aunque me
dio un poco de verg�enza, acept� y me quit� la camiseta y los pantalones.
Despu�s de todo est�bamos entre hombres y no pasaba nada. Mi amigo ten�a un
cuerpo bonito, muy parecido al m�o, sin pelos en el pecho, s�lo un poco en las
piernas. Con cintura estrecha y buenos pectorales por la nataci�n que
practic�bamos. David en cambio era un t�o con unos b�ceps impresionantes
(llevaba un tatuaje en uno de ellos) y piernas de futbolista. Una capa de pelos
negros le cubr�a el pecho baj�ndole en tri�ngulo hasta el ombligo. Ten�a una
espalda muy ancha y unos pezones grandes con la puntita erecta. Era brutote, y
todos sus movimientos muy masculinos. Durante la cena se meti� con mi pelo.
- �Ya te han dicho que pareces una nena con ese pelo? - mi
larga melena me ten�a acostumbrado a esos comentarios. Me iamgin� que Carlos que
llevaba la cabeza casi rapada no acostumbraba a llevar amigos a casa y que su
t�o era un poco borde. Cuando despu�s de cenar nos pusimos a ver la tele, lo v�
caminar hasta el sof� de espaldas, llevaba un slip blanco (amarillento digamos,
a ver si me entienden, no estaba sucio, pero mi madre lo hubiera puesto en lej�a
hac�a varios usos) que le cubr�a las nalgas gruesas y viriles, que se le mov�an
al andar.
Yo tonteaba con chicas y nos bes�bamos, pero no estaba muy
definido a�n sexualmente y ese hombre me produc�a unos sentimientos muy raros.
Me atra�a mirarlo. Estuvimos viendo una pel�cula muy tonta y aunque era la mejor
hora pues hab�a refrescado un poco, no echaban nada bueno en la tele, as� que
nos fuimos a dormir.
Pasamos por el cuarto de ba�o y Carlos y yo nos pusimos a
mear juntos, nos daba risa la abundante espuma que provoc�bamos. Era algo que
hac�amos siempre y yo estaba acostumbrado a verle la pilila, para eso �ramos
amigos. En eso entr� David y poni�ndome una mano en las nalgas dijo:
- �Me hac�is un sitio chavales? - nos apartamos y �l se puso
en el medio sac�ndose un pedazo de polla impresionante. Estaba fl�ccida, bueno,
medio morcillona pero blanda y era enorme! Carlos se re�a y golpeaba sus caderas
con las de su t�o provocando que �ste me empujara tambi�n a m�. Para que no nos
cay�ramos David segu�a sosteni�ndome por las nalgas. Su mano dura, �spera y
grande encima de mi culito suave me hizo sentir como un ni�o peque�o. David
llevaba unos calzoncillos tipo slip bastante grandes y anchos, pero Carlos y yo
us�bamos unos tanguitas que apenas ten�an una tira de el�stico por los lados y
muy ajustados, hac�an que nuestros traseros rebosaran por fuera de la tela, as�
que David me tocaba la piel y esa caricia me gustaba.. Terminamos de mear y nos
fuimos a la cama. En el �nico dormitorio hab�a dos camas peque�as y Carlos me
dijo que compartir�amos la suya. David se acost� en la otra, pero antes trajo el
ventilador pues hac�a mucho calor. No pod�a evitar medio rozarme con el cuerpo
de mi amigo, pero no hab�a nada sexual entre nosotros. Me sent�a muy a gusto a
su lado, pero era un placer basado en la confianza y la amistad. Nos dormimos
medio abrazados y riendo porque David echado en la cama culo para arriba nos
dese� las buenas noches con un sonoro pedo.
Por la ma�ana despert� mirando hacia la cama de David que no
estaba y con Carlos abrazado a mi espalda. Me ten�a bien cogido por el pecho y
me apretaba contra �l, tanto que pod�a sentir la gran dureza de su polla en la
rajita de mi culo por encima del slip. Medio adormilado me qued� un rato as�, a
fin de cuentas �ramos amigos y yo tambi�n me despertaba con grandes erecciones,
no me iba a enfadar por eso. Seguro que cuando se lo contara nos reir�amos un
mont�n. La cuesti�n es que me gustaba estar as�, sentir su calorcillo, pero era
tanto lo que me apretaba que empez� a asfixiarme. Hize un esfuerzo y me gir�
tratando de apartarlo. �Dios! Con las piernas entrelazadas y polla contra polla
qued� a escasos cent�metros de la cara de su t�o David que me sonre�a. Era �l el
que me ten�a abrazado! Quise apartarme pero no me dej�. Me miraba fijamente a
los ojos con sus grandes ojos verdes y sent� como que me hipnotizaba.
- Carlos se fue temprano a jugar un partido..., y yo decid�
hacerte un poco de compa��a...
- ...pero David..., yo...
- Shhh!... calla..., no digas nada... � acerc�ndose m�s me
dio un beso en la boca.
La sorpresa fue tan grande que no supe qu� hacer. Yo hab�a
besado a varias chicas de mi edad, pero aquel hombre me abr�a la boca con sus
gruesos labios y entraba en m� con su leng�a con mucha fuerza. Su barba de tres
d�as sin afeitar me rascaba la cara. Su olor a macho me penetraba por las aletas
de la nariz, mezcla de sudor, de pelo no muy limpio, de sexo... y me embriagaba.
Me meti� la leng�a casi hasta la garganta y sent� su saliva en mi boca. Despu�s
me daba peque�os morreos y me chupeteaba los labios, me besaba por toda la cara,
la nariz, los ojos y volv�a siempre a mi boca. No era tan malo. Al final empez�
a gustarme y not� que me empalmaba. Le rode� el cuello con los brazos y esa fue
la se�al que desat� del todo su pasi�n. Al ver que yo respond�a comenz� a
acariciarme toda la espalda y me meti� una mano por el culo. Me excit� que lo
hiciera y m�s cuando con su dedo mayor recorri� toda mi rajita roz�ndome el ano.
Despu�s medio se incorpor� y poni�ndome boca arriba en la cama baj� la cabeza
hasta mi pecho lami�ndome los pezones. Nunca me lo hab�an hecho y result�
delicioso. Me lam�a, me chupaba, mordisqueaba suavemente, iba de un pez�n a otro
y susurraba:
- Mmmmm... qu� ricas tetitas..., te las voy a chupar
todas..., mucho rato..., mmmm..., as�.... y as�..., mmm... � y lo hizo.
Estuvo varios minutos recorri�ndome el pecho de uno a otro
pez�n. El placer de sus labios y su leng�a se mezclaba con la peque�a molestia
de sus dientes mordisqueando y su barba ara��ndome, pero entonces me los lam�a y
llenaba de una dulce humedad suave que me molaba. - ...qu� guapos tienes los
pechos nenita....!
Sus palabras, habl�ndome en femenino me excitaron y me gust�
que pensara en m� como en una chica.. Mientras tanto su paquete hab�a crecido
una barbaridad y por encima del el�stico empez� a asomar una verga gigante. Yo
se la miraba cuando su cabeza rodaba a un lado para dedicarse en exclusiva a uno
s�lo de mis pezones. Se dio cuenta y sonri�. Se ech� a mi lado boca arriba y me
dijo: - Anda, s�came los calzoncillos... � yo dudaba, me daba miedo ir m�s all�
de lo que hab�amos hecho, pero deseaba mir�rsela y arrodill�ndome se los baj�
hasta los tobillos. La polla le salt� fuera del calzoncillo como una serpiente
viva, enorme. Luego fue a depositarse encima de su est�mago tap�ndole el
ombligo. Nunca hab�a visto algo as�. Era exageradamente gruesa y larga, con una
cabezota medio descapullada de color rosa fuerte. �l se quit� los calzoncillos
con los pies y cuando yo volv�a hacia arriba me encontr� con un par de huevos
gordos tan grandes como los mejores que mi madre compraba en el mercado. Peludos
e hinchados.
- Est�n llenos de leche chaval... � me dijo mir�ndome. � ...
b�samelos un poco... � me dio verg�enza y no me atrev�a a hacerlo, pero David me
cogi� la nuca con una mano y fue empujando hasta que los tuve delante de la
nariz. �C�mo explicar lo que sent� cuando le ol� las pelotas a un macho de tan
cerca por primera vez en mi vida? Me sub�a un tufillo a coj�n sudado, a semen, a
pelos h�medos, que era igual a como ol�an los vestuarios masculinos del colegio,
las tiendas de campa�a en que dorm�amos los chicos en los campamentos, las
habitaciones de mis amigos cuando saltaban de la cama al ir yo a visitarlos,
pero mientras que en �stos el aroma estaba dilu�do y era m�s suave, ahora
aquellos huevos debajo de mi nariz desped�an la esencia misma de lo masculino.
Me sent� borracho por el perfume y no protest� cuando David empuj� m�s hasta que
mis labios le rozaron un test�culo. Les d� un besito a cada uno, eran muy suaves
al contacto con mis labios. La piel se mov�a y volv� a besar. Otra vez y otra
vez. Le daba piquitos peque�os por arriba, por abajo, por el centro. Poco a poco
fui abriendo los labios y absorbiendo un poco de piel en cada beso. Se los mov�a
con la boca, notaba la dureza interior y sin saber c�mo me met� uno entero
dentro. Lo pase� por mi leng�a, lo chup� como si lo tragara (era muy grande y me
obligaba a abrir la boca hasta que me dol�a, pero me gustaba), recuerdo que
cuando me lo saqu� para meterme el otro pens�: �Dios m�o, es verdad, est�n
llenos de leche!... le estoy chupando los cojones a un t�o!� Estaba as� muy
entretenido con las bolas rugosas y peludas cuando lleg� a mi nariz otro aroma
m�s fuerte. M�s salvaje, me golpe� potente en la nariz. Era como cuando me hac�a
una paja sentado y me inclinaba para oler mi polla descapullada, pero mucho m�s
fuerte. A m� siempre me hab�a encantado mi propio olor, pero jam�s pens� que el
olor de otro t�o fuera tan apasionante. Se parec�a pero no era igual, ten�a su
propia personalidad, era una emanaci�n muy animal, muy directa, dulzona y
almizclada me llenaba el hocico de placer. Mir� hacia arriba y la v�. La gorda
cabeza roja quer�a salirse de la piel de lo hinchada que estaba y no pod�a. Me
dio pena, sub� lamiendo toda la columna de carne hasta que llegu� a la punta y
rode�ndola suavemente con mis labios la ayud� a desnudarse baj�ndole la piel.
Joder! Era tan suave, tan sedosa, nunca hab�a tenido algo tan terso en mi boca,
parec�a terciopelo. La moj� y envolv� mi leng�a alrededor. Le daba vueltas, la
lam�a, la chupeteaba. David suspir�.
- Ya era hora nena..., ven ponte as�..., las rodillas a cada
lado de mi pecho..., eso es..., mirando para los pies... as� puedes seguir con
tu golosina... � me puse como ped�a y me agach� para recoger entre mis labios
otra vez a la descomunal pija en erecci�n. Al hacerlo baj� las caderas y apoy�
mis huevecillos en la parte alta de su pecho, casi sent�ndome en su cara. Estaba
tan entretenido mamando, saboreando, lamiendo la gotita que le sal�a por la
punta, intentando trag�rmela toda hasta que me ahogaba y me daban como arcadas y
ganas de vomitar, aprendiendo a respirar por la nariz cuando me la com�a toda,
que apenas me d� cuenta del trabajo que estaba recibiendo mi culito. Recuerdo
que cuando consegu� que me tocara la garganta, me qued� muy quieto sinti�ndo
c�mo la serpiente se acomodaba en su nido, mi labio inferior llen�ndose de los
pelos negros ensortijados y duros que ven�an del ombligo, el superior apretando
la bolsa donde comenzaban los test�culos, toda la boca muy abierta absorbiendo
la base peluda que era lo �nico que quedaba fuera, llen�ndome la abertura por
encima de la leng�a, me llegaba a las am�gdalas y empujaba la glotis
atiborr�ndome el paladar de carne dura y suave. Me qued� as� muy quieto
sinti�ndola toda y entonces not� la humedad en mi ano, los pinchazos de la barba
en mis nalgas. Me las hab�a apartado con las dos manos dejando al descubierto mi
orificio m�s �ntimo y me daba profundos leng�etazos, desde el nacimiento de mis
pelotas hasta el final de mi espalda. El t�o de mi amigo ten�a su polla bien
metida en mi boca hasta los huevos y me daba sedientas y hondas leng�etadas
h�medas que me provocaban un intenso placer. Se deten�a, cruzaba sus manos
encima de mis caderas y me aplastaba el trasero contra su cara y yo sent�a su
barba pinchando alrededor de mi ano y en el centro sus labios que besaban, su
leng�a que entraba y sal�a r�pida. Me gustaba, me gustaba mucho! Volv� a la
tarea y se la com� con voracidad, le hab�a crecido mucho y estaba en todo su
esplendor, dura, erecta y bien mojada por mi saliva.
Yo no hab�a pensado en lo que pasar�a despu�s, simplemente me
hab�a dejado llevar por el momento, as� que cuando me dijo:
- Nena..., no aguanto m�s..., te la quiero dar por el culo...
Me asust� y girando la cabeza lo mir� sorprendido. Sali� de
debajo de m� y me dej� a cuatro patas encima de la cama. Me abri� las piernas,
cogi� la almohada y me la puso debajo de la polla, esto provocaba que mi trasero
quedara bien levantado y expuesto, como ofreci�ndose. Con un hilillo de voz le
dije:
- ...no..., David..., no quiero...
- Claro que quieres..., lo est�s deseando!
- ...yo..., no..., me vas a hacer da�o...
- No, te lo har� despacio � con sus dedos me abr�a el
agujerito y era raro pero no me dol�a.
- ...por favor..., por favor..., tengo miedo...
- Vamos a hacer una cosa..., te meto la punta nada m�s..., si
te duele me lo dices y te la saco �OK?
- ...
- Dicen que se siente un gran placer..., que el que lo prueba
repite..., te lo voy a hacer con mucho cari�o..., �vale?
- ...no s�...
- Venga hombre..., te lo mojo bien as�...
Me escupi� un chorrito de saliva que me refresc� el ano y me
meti� un dedo, despu�s otro. Me lo estuvo trabajando un rato hasta que me
afloj�. Nunca me hab�an dedeado y me gust�. Cuando sent� que me apuntaba la
polla directamente a la puerta y me toc� el ojete con la punta, apret� el culo
mucho, pero �l hizo fuerza y oblig� a que mi anillo se abriera. Yo sent�a c�mo
mi esf�nter le aplastaba la cabeza y �sta se estrechaba y contra�a para entrar.
Empuj� un poquito y todo el glande se col� dentro de m�. Hasta ese momento no
pasaba nada, era un deslizarse suave de la piel del glande en la peque�a boca de
labio redondo de mi trasero, que se abr�a para recibirlo. Pero cuando pas� la
cabeza y mi culito se estrech� para volver a su posici�n natural, se encontr�
con la gruesa columna dura del cuerpo de su pene.
- ...ay..., ayyyy..., me duele...
- Shhhh... aguanta un poco.
- ...no..., no puedo..., me duele!...
- Calla, un poquito m�s..., toma! � empuj� y me la meti� de
un envi�n hasta la mitad. Comenc� a gritar y a chillar.
- ...ayyyy...., ayyyya..., ay..., s�camela, no puedo
aguantar!..., ay... s�camela..., s�camela por favor...! � Era horrible sentirme
tan abierto por detr�s, como si me estuvieran metiendo el mango de un remo o un
bate de b�isbol. Me puse a llorar y mis gruesos lagrimones se derramaron sobre
la cama - ...me dijiste que me la sacar�as...!..., por favor..., me duele..., te
lo suplico...
Yo chillaba tanto que David temi� que me oyeran y para
solucionarlo se mont� encima de mi espalda y me hizo girar la cabeza, con su
boca busc� la m�a y me la tap� con sus labios h�medos. Me meti� la leng�a
enseguida y yo dej� de gritar. Mientras me besaba sent� c�mo la pit�n se
deslizaba m�s y m�s adentro. El dolor remiti� y se transform� en una gran
molestia que me llenaba todo. Con peque�os movimientos de cadera me empotr� su
miembro hasta los cojones. Ya hab�a llegado al l�mite y gracias a mi propia
saliva en su vergota y a la suya en mi orificio, no pude detener la invasi�n. Su
pecho peludo pegado a mi espalda me daba morbo, me gustaba. Su boca rodeada de
aquella sombra de barba me chupaba la leng�a, sus manos metidas debajo de mi
pecho me pellizcaban los pezones..., me afloj� del todo y lo dej� salir un poco,
volver a entrar, volver a salir..., un latigazo de placer me lleg� al cerebro, y
luego poco a poco �l fue aumentando la velocidad. Cuando emit� mi primer gemido
de gusto, �l dej� mi boca y poni�ndose de rodillas entre mis piernas abiertas
comenz� a follarme con m�s ganas
- �Lo ves...? sab�a que te iba a gustar..., putita...
- ...ahhhh,... ahhh...,
Me colmaba el culito que se abr�a mucho para recibir su gran
polla. Con movimientos precisos met�a y sacaba, met�a y sacaba, met�a y
sacaba..., sin darme tregua. Me dijo:
- Nena..., me das mucho gusto... � y bajaba hasta mi pelo con
una de sus manos y me lo cog�a y enredaba entre sus dedos. Mi larga melena rubia
y mi postura a cuatro patas como una perrita, con las piernas abiertas y el
pecho y la cabeza sobre el colch�n, los brazos abiertos descansando a ambos
lados de mi cabeza, donde s�lo el culo sobresal�a m�s alto que el resto gracias
a la almohada, me hicieron pensar que as� era como sent�a una mujer cuando la
penetraban y me calent�. Pens� en Carlos, en mis amigos, en mis padres, si me
vieran ah� dej�ndome montar por aqu�l camionero de 45 a�os. Me dio verg�enza y
me excit� m�s. Ya no le puse ninguna resistencia, al contrario, trataba de
levantar m�s el culo para que me entrara directamente toda, hasta las pelotas. Y
lo consegu�. En cada embestida los pelos negros y gruesos de encima de su polla
se pegaban a mi rajita, los test�culos bamboleantes me golpeaban por atr�s como
campanas y me recordaban a cada golpe lo que me estaban haciendo.
David se ech� encima de mi espalda y volv� a sentir su pecho
peludo sobre mi espalda suave. Acerc� la cabeza a mi nuca y me la bes�, luego
subi� hasta una oreja y me la chup�. Me ol�a el pelo, me besaba la nuca y volv�a
a chupetearme el l�bulo de una oreja. El que no lo ha experimentado nunca, no
sabe el placer que se siente cuando un hombre peludo te tiene bien ensartado por
el culo con una enorme polla que mete y saca mientras te chupa una oreja. Te
cagas de placer. Te entregas y quieres que no termine nunca. As�, boca abajo,
con �l encima, levant� un brazo y dirigi�ndolo a mi nuca toqu� la suya que
estaba encima. Le toqu� el pelo y le acarici� la cara, la barba.
-�Te gusta..., eh...? nenaza...
- ...s�..., me gusta...
- A m� tambi�n..., joderte es de lo mejor que me ha
pasado..., tienes un culito tan suave..., tan redondito..., te lo voy a llenar
mucho..., te lo voy a llenar siempre que t� quieres... �vale?
- ...mmm..., s�...
- Ahora date la vuelta..., sin sacarla..., pon las piernas
encima de mis hombros..., as�..., muy bien..., quiero verte la cara mientras te
la meto...
Me hizo girar y al hacerlo se me sali� toda, pero aunque
sent� enseguida un gran vac�o, David mir�ndosela y ayud�ndose con una mano
volvi� a dirigir el monolito de carne dura y caliente al centro de mi culo,
volvi� a escupir en mi ojete y apuntando hacia abajo y hacia delante me penetr�
otra vez, ahora mir�ndome a los ojos.
Despu�s me bes� los tobillos y me acarici� los muslos por
dentro acerc�ndose a mi polla. Yo parec�a un beb� al que est�n cambiando los
pa�ales, con los huevotes al aire. La �nica diferencia era que ten�a el culo
abierto y recib�a la pijota del camionero bien adentro. Verlo as�, de frente a
m�, con el tatuaje de su b�ceps que se ensanchaba a cada movimiento, con el
deseo en los ojos brillantes y verdes, hizo que me arrebatara y le rodeara el
cuello con los brazos. �l me estaba gozando y yo deseaba hacerlo feliz, me
sent�a tan agradecido por lo que me estaba haciendo que levant� la cabeza y lo
bes� en la boca, con amor.
A pesar de que �l se manten�a muy macho, goz�ndome sin que se
moviera un m�sculo de la cara, reconcentrado en su placer, moviendo las caderas
cada vez m�s fuerte, not� que se volv�a loco de pasi�n y arremet�a contra m� con
m�s fuerza. S�lo mov�a las caderas penetr�ndome, pero a una velocidad ahora
salvaje.
- Te estoy jodiendo viva..., nenita.., toma polla..., culito
hambriento..., toma polla...!
- ...aahhh..., mmm...
La formidable serpiente pit�n chocaba con mi pr�stata a cada
embestida y el placer era tan grande que casi perd� el conocimiento cuando sin
tocarme ni una vez sent� que me corr�a encima de mi pecho. Desde el cuello hasta
el ombligo fui escupiendo el mejor orgasmo de mi vida y me ba�� de mi propia
leche.
Ver esto lo excit� y me sac� la estaca de golpe, r�pidamente
puso las rodillas a ambos lados de mi pecho y escupi�ndose en la palma de su
mano derecha, se la mene� delante de mi cara. Era hermoso contemplar su miembro
tan gordo y largo a escasos cent�metros de la nariz.
- Abre la boca..., te voy a dar un regalo..., blanco y
bonito..., abre m�s... as�...
Lo esper� con la boca abierta mientras o�a el CHAS! CHAS!
CHAS! de su mano mojada frotando la polla ensalivada y descubierta. Ahuecando la
palma de mi mano le sostuve las pelotas enormes y mucho m�s duras ahora. Mi mano
parec�a peque�a debajo de los hinchados test�culos del toro. Entonces emiti� un
suspiro salvaje y se corri� en mi cara.
El primer chorro me lleg� al pelo, el segundo a la frente y
la nariz, el tercero muy grueso todav�a dispar� encima de mi leng�a y me entr�
hasta la garganta. Acerqu� mas la boca abierta a la punta y siguieron cuatro,
cinco, seis chorritos peque�os e hirvientes que me llenaron la boca de leche
sedosa y blanca, espesa, muy espesa y tan calentita!
- Uffff...! qu� gusto chaval...! me has vaciado..., ahora
b�betela..., tr�gatela toda...
Yo deglut� el jugo masculino que ten�a en la boca y me
relam�. Estaba �cido y me picaba un poco la leng�a, pero era lo que le hab�a
salido de los huevos al macho que me hab�a desvirgado y me sent�a tan feliz y
agradecido que lo beb� sin rechistar. �l hizo una pinza con el �ndice y el
pulgar y recogi� el resto de mi cara d�ndomelo para que le chupara los dedos.
Luego reparti� mi propio semen encima de mi pecho
esparci�ndomelo por las tetillas, hasta que finalmente me dio un tierno y
cari�oso beso en la boca. Finalmente se ech� de espaldas, sudoroso a descansar y
yo apoy� la cabeza encima de su pecho enmara�ado, oliendo todo lo que sub�a de
sus peludos sobacos, el fuerte olor del hombre al que le hab�a dado todo mi amor
y que me hab�a llenado con el suyo.
Luego volvimos a hacerlo yo de pie y apoyando las manos
inclinado encima de la mesa del comedor mientras �l me atravesaba por atr�s. As�
nos encontr� Carlos. Luego me enter� que el t�o ya hab�a seducido al sobrino y
se lo montaban juntos. Pero eso es otra historia.