Hola.
Soy Andr�s, nuevamente.
En esta oportunidad voy a comentarles lo que me sucedi� hace
unos a�os.
Os recuerdo que tengo 36 a�os, soy de piel canela, cabellos y
ojos negros, complexi�n gruesa, 1, 78 de altura y 86 kilos de peso.
En el momento de los sucesos tenia 24 a�os y era m�s delgado.
Caminando hacia mi casa, esperaba la oportunidad de poner
pasar una avenida muy congestionada de coches y miro detenidamente al conductor
de un coche negro de ultimo modelo.
Era un hombre de unos 58 a�os, blanco, canoso, robusto, de
lentes y a primera vista algo atractivo.
En esa situaci�n no se puede hacer m�s nada, sino verlo
pasar.
Al cabo de unos d�as, me sucede lo mismo. Veo el coche con el
mismo conductor. Ahora se da cuenta de mi mirada y queda intrigado. Me doy
cuenta que se acerca a la acera, detiene el coche y voltea a verme, y sigue su
marcha. �Desilusi�n total!
Por coincidencia o destino, lo vuelvo a ver varios d�as
despu�s. Ahora, como la vez anterior, me mira y da la vuelta a la manzana y pasa
a mi lado muy despacio. Repite la operaci�n y se detiene, me pregunta si lo
conozco y yo nervioso le digo que no. Pense para m�: OJALA
�Por que me miras tanto?
No lo miro a Ud., sino a su coche.
�Que tiene mi coche?
Es muy bonito y moderno. Ac� no se ven a menudo de esta
clase.
�Te parece?
S�, claro.
�Entonces solo mirabas mi coche?
Si
Me pareci� que me mirabas a m�.
S� Ud. va dentro, l�gicamente tengo que verlo, �no?
Claro. �Para donde vas?
A mi casa
�Te llevo?
No es necesario, estoy muy cerca.
Adem�s de estar nervioso, me dio susto tantas preguntas a la
vez. Se puso muy "inquisidor", preguntando muchas cosas y eso no me gusto. Por
eso decline su invitaci�n de llevarme a mi casa. Pero insisti� alegando que le
parec�a haberme visto en otra parte de la ciudad (el viejo truco), que estaba
seguro que me conoc�a de alguna parte, que no �ramos unos extra�os, y muchas
cosas m�s. Tanto insisti� que acepte.
Estabamos muy cerca de mi casa, faltaban dos calles. Paso
varias veces por la puerta de mi casa y no se detuvo.
Dimos varias vueltas en mi barrio. Sigui� con las preguntas:
a que me dedicaba, donde estudiaba, como era mi familia, y muchas cosas m�s.
Pense que no era buena idea seguir en el coche y le dije que
me dejara ah� mismo. Que quer�a bajarme.
Dame tu tel�fono. Me dijo
�Para que?
Para hablar contigo. No quiero quedarme con la duda de
saber de donde te conozco.
Ya sabes muchas cosas de m�, de que m�s quieres hablar.
�Me lo vas a dar o no?
Bueno, es...............
Le di el numero del tel�fono porque me gustaba mucho, pero no
me gustaban tantas preguntas.
A los 20 minutos de estar en casa, me llamo.
Hola, Soy Alfonso.
�C�mo estas?
Bien, con ganas de hablar contigo.
�Estas confirmado que el numero de tel�fono era correcto?
En parte si, tambi�n porque quiero verte otra vez y que
hablemos con m�s tranquilidad.
Creo que ya hemos hablado bastante. Adem�s yo no s� nada de
ti.
Por eso es que quiero verte.
Bueno, �cu�ndo?
Quedamos en vernos unos d�as despu�s. Me dijo que tenia mucho
trabajo y que el fin de semana tendr�a libre.
Me recogi� cerca de mi casa. Al montarme en su coche me dio
una palmada en la pierna diciendo con una sonrisa preciosa:
Hola, �c�mo estas?
Hola, bien gracias.
Empezamos a dar vueltas por la ciudad. Hablando de cosas sin
importancia. Y otra vez las preguntas. En definitiva me acorralo a preguntas y
al final me pregunto que si era gay. Le dije que si, que me gustaba mucho. Dio
la impresi�n de haberlo ofendido, se puso muy furioso, me dijo que tenia un hijo
de mi edad, que si yo cre�a que �l era gay, que podr�a ser mi padre, y un mont�n
de cosas m�s. Eso me descontrolo mucho. Tenia esperanzas de hacer algo con �l,
pero ante esa reacci�n decline todo. Le ped� que me llevara a mi casa y dejar
las cosas as�, cada uno por su lado y aqu� no ha pasado nada.
Entonces se puso en plan psic�logo. Que quer�a seguir
hablando conmigo para saber que me pasaba, �l porque de mis gustos hacia una
persona mayor. Le dije que dejara el tema. Que no tenia m�s ganas de hablar con
�l.
Y sucedi�: me tomo de la mano y con intenciones de
tranquilizarme, me dijo que le interesaba mucho hablar conmigo de ese tema. Que
quer�a informarse por si a su hijo le pasar� lo mismo, se invento un cuento muy
enredado y yo de tonto acced�.
Con la excusa de la hora de comer me invito a almorzar en una
de las playas cerca de mi ciudad. Hay un trayecto de 20 minutos en coche hasta
ese sitio. Cogimos camino para all�. En el camino me tomaba de la mano y dec�a
cosas m�s relajadas. Su actitud me desconcertaba.
Luego de la cena, tomamos rumbo vuelta a casa y en el
trayecto se destapo: declaro que le gustar�a saber que se siente hacerlo con un
hombre. Que nunca lo hab�a hecho con alguien del mismo sexo. Y empezaron
nuevamente las preguntas pero ahora con un tono morboso. Que se sent�a, si era
sabroso, si era agradable y cosas por el estilo.
Tome confianza y le mande la mano a su paquete. Para mi
sorpresa la conversaci�n morbosa lo tenia excitado y su miembro estaba duro.
�Quieres saber que se siente?
�Qu� me vas a hacer?
�Todo lo que te gusta!
Se la saque del pantal�n y vaya sorpresa. La tiene peque�a
(14 cm.) y gorda, coronada con una cabezota bonita. Me la met� en la boca y
suspiro. Aseguro ser la primera vez que se la chupaba un hombre. Lo dude un
poco.
Busco un camino secundario a la autov�a y aparcamos. Reclino
el espaldar de la silla del conductor y qued� tendido. Eso facilito mi chupada,
abr� completamente su pantal�n y lo baje hasta los tobillos, aparecieron dos
hermosos huevos peludos, piernas gruesas lampi�as. Le quite los zapatos pero no
me dejo quitarle los calcetines, me pareci� raro pero no le di importancia.
Chupaba sus huevos uno a uno, sub�a mi lengua por su miembro
hasta meter la cabeza en mi boca, succionaba con fuerzas, bajaba un poco m�s y
volv�a a succionar, as� hasta trag�rmela completamente. Sub� la camisa a la
altura de sus hombros y admire un t�rax bell�simo, lleno de pelos lisos negros y
blancos que cubr�an tanto sus pectorales como su barriga redonda. Tenia una
cicatriz al lado derecho de su barriga, la cual lam� con gusto. Sub� hasta sus
tetillas duras que rode� con mi lengua varias veces. Bese su cuello grueso y
firme. Con sus manos gui� mi cabeza hasta su miembro para chup�rsela nuevamente.
Abri� un poco sus piernas y puso la derecha del lado del pasajero, as� pude
lamer bajo sus huevos y rozar su ano. Al principio no le gusto que lo tocara
ah�, pero m�s pudo el placer que sent�a y pidi� que lo repitiera.
Estuve chupando verga, huevos y ano por 10 minutos. Me pidi�
que parase un poco. Pens� que quer�a penetrarme. Pero estaba cogiendo fuerzas
para aguantar m�s la chupada que le estaba dando.
Ante la cara de placer que tenia, aceler� el ritmo de las
chupadas y consegu� que se corriera en menos de tres succionadas. Trague toda su
esperma blanca y salada. Como relajaci�n, empece a pasarle la lengua por sus
hermosas huevas vac�as, las recorr�a pasando sus vellos por mis dientes.
Quedo con los ojos cerrados y un gesto de satisfacci�n total.
Teniendo en cuenta la cantidad de semen expulsado, conclu� que hacia mucho
tiempo que no tenia relaciones sexuales. Encendi� un cigarrillo y me dijo que le
hab�a gustado mucho. Que nunca imaginaba que fuese tan bueno el sexo con otro
hombre. A lo cual respond� que eso era el principio, que le podr�a ense�ar otras
formas de placer igualmente buenas.
Se acomod� el pantal�n y salimos para casa. En el camino me
charl� ciertas cosas de �l. Al fin hablamos de otro tema.
Es casado, con dos hijos (un var�n y una hembra), una empresa
propia de calzado. Su esposa sufre una enfermedad terminal que no le permite
hacer nada.
Me dejo en la puerta de mi casa y quedamos que me llamar�a
cuando pudiera. Yo no tenia su tel�fono pero tenia idea de donde trabajaba.
De esta forma comenz� una relaci�n un poco extra�a. Esto se
los explicar� en un nuevo relato.
Gracias,
Andres.