Cap�tulo V
Despert� de la siesta y el a�n segu�a durmiendo. Ya era casi
de noche, com� algo r�pido y me puse a leer un libro. Pronto el despert�, no
cruzamos miradas. El ambiente estaba pesado. Tambi�n comi� algo y se puso a leer
el diario. Nos quedamos leyendo cada uno lo suyo hasta tarde. Ten�a el ano
irritado, dolorido, me lat�a.
Luego cada uno se fue a dormir sin despedirnos. Record� las
im�genes de la tarde, record� el dolor y el sometimiento que sent�. No hubo
placer de mi parte, pero observ� que esos recuerdos me produjeron una erecci�n.
Al otro d�a nos levantamos, desayunamos y fuimos a la playa.
Una vez instalados el abri� la conversaci�n.
Siento que haya resultado como result�, pero yo estaba
demasiado caliente como para detenerme. Ten�s que comprender que no se puede
llegar hasta un punto como el que llegamos, sin terminar como terminamos, dijo
en tono reflexivo
Talvez yo no tenga experiencia, pero pudiste darme mas
tiempo, pudiste dialogar mas.
Si no lo hac�amos de esta forma, no lo hac�amos mas, adem�s
toma en cuenta que solo estaremos 2 semanas en la costa, dijo.
Hijo, no quiero avasallarte, pero me gustar�a que disfrutes
de esta experiencia, quiero hacerlo otra vez, pero esta vez quiero que vos lo
disfrutes.
Imposible, con ese monstruo que ten�s!, olvidate
Podemos tomarnos mas tiempo, conf�a en mi, se que te va a
gustar.
No se porque pero esta �ltima frase me calent�, de todas
formas mi ano todav�a me ard�a, as� que no di respuesta alguna.
A la tarde, de regreso de la playa pasamos por una lencer�a,
en cuya vidriera se exhib�an conjuntos de tanga, corpi�o, portaligas, etc.
Nos paramos a mirar. Mi padre me mir� y con una amplia
sonrisa me dice:
No te gustar�a vestirte de mujer y ser mi putita?
Lo mir� con furia, pero no pude resistir la tentaci�n de
re�rme, no pod�a creer lo zafado que era, hac�a 24 horas que me hab�a casi
violado y ahora alegremente me propon�a una aventura sexual.
Nos re�mos juntos un buen rato, y el insisti� con su
propuesta.:
Me gustar�a que uses ropa interior de mujer y seas mi putita.
Lo mir�, mir� un conjunto de ropa interior color negro con
portaligas que ten�a un maniqu�, me puse rojo de la verg�enza y la calentura que
me provoc�, sent� unas tremendas ganas de jugar con ese enorme pene, y hasta
talvez intentar ponerlo nuevamente en mi ano.
Porque no?, le dije, pero esta vez sin presiones.
Sin presiones, me contest�.
Como vamos a hacer para comprarlo? Dije
Digamos que le vamos a hacer un regalo a alguien, pero mejor
voy a entrar solo.
Llegamos al departamento con la ropa, la dej� en una mesa, me
mir� y mir� la caja en la que ven�a, yo le dije:
Ni lo sue�es, por lo menos necesito 3 d�as para recuperarme.
Cenamos en casa y fuimos a dormir.
Cap�tulo VI
Me despert� cierta ternura el hecho que durante 2 d�as no
haya ni insinuado la posibilidad de tener sexo nuevamente.
Era la tercera noche, volv�amos de cenar y yo ya me sent�a
muy caliente, el dolor y el ardor ya hab�an desaparecido por completo, con lo
cual decid� darle una sorpresa.
Entr� al ba�o con la ropa interior de mujer escondida y sal�
vestido con corpi�o, una tanga que se me met�a en la raya del ano y dejaba mis
nalgas al descubierto, unas medias hasta los muslos sostenidos por unas
portaligas y unos zapatos altos que el hab�a conseguido.
Me mir� a un espejo y parec�a una mujer, el �nico problema es
que estaba al palo y no pod�a ocultarlo.
Sal� del ba�o y se qued� inm�vil mir�ndome.
Parec�s una puta!, me dijo asombrado
Soy tu puta, le dije con voz resuelta
Me acerque a el, le di un beso en la boca y luego me
arrodill�, le tom� el pene y comenc� a chuparlo.
Ayyy, mi putita, que bien que me lo chupas, ayyyy, siiiii,
chupame, chupame.
Luego de una buena mamada, fui a la cama, me puse en cuatro
patas, me corr� la tanguita para un costado y le ped� que me chupe el agujero
del ano.
Hizo lo que le ped�, los dos est�bamos al palo.
No puedo mas, me dijo, te lo quiero poner.
Trae la vaselina, le dije.
Trajo la vaselina y comenz� a untarme como la otra vez, pero
ahora los dedos entraban mucho m�s f�cil. Yo me pude relajar mejor y el se tomo
mas tiempo para dilatarme.
Luego que los 2 dedos de el jugaban c�modamente en mi ano, se
puso en posici�n detr�s de mi, se unt� vaselina en el pene, y procedi� a la
penetraci�n.
Por favor, despacio, le dije
Apoy� la cabeza en mi agujero pero no avanz�. Nuevamente
introdujo los 2 dedos y volvi� a tomar su posici�n. Esta vez la cabeza de su
pene entr� con m�s facilidad. De todas formas me doli� bastante y le ped� que lo
sacara. El lo hizo de inmediato y comenz� su trabajo nuevamente con los dedos.
Ya entro la cabeza, no va a ver problemas si aguantas un
poco, quiero verte gozar.
Dale, met�melo, le dije
Volvi� a intentar la penetraci�n muy suavemente. Su enorme
instrumento comenz� a penetrarme, y el dolor nuevamente me invadi�. Pero esta
vez era un dolor soportable.
Te duele?, me dijo
Si, me duele, conteste
Quer�s que te lo saque?
No, no, puedo aguantar, dale, metelo un poco mas
Lo introdujo un poco m�s, y r�pidamente estaba totalmente
adentro.
Ayyy dios mio, entr� todo, dije
Te duele?, pregunt�.
Duele, pero est� pasando, me gusta tenerte adentro
Ayyy, siiii, me gusta cogerte
Dale, movete, cogeme, soy tu puta
Siiii, sos mi puta, sos mi putita caliente!
Ayyy, que terrible pedazo que tenes, que duro, que grueso
Vos me lo pones as� de duro, porque sos una perra calienta
pitos
Ayyyy, papa, dame mas, dame mas, que acabo
Toma, puta, toma, puta, toma
Agarr� mi pene con fuerza, lo masaje� un poco y acabe de una
forma genial, con ese enorme monstruo adentro que presionaba mi pr�stata
mientras eyaculaba.
El sigui� bombeando, haciendo m�s y m�s presi�n.
Dame, papa, dame tu leche, dije
No putita, voy a hacerlo durar, porque quiero que acabes otra
vez.
No voy a poder, dije
Si, que vas a poder, porque sos mi perrita, y mi perrita
acaba cuando yo le digo
En ese momento comenz� a tirarme del pelo y a met�rmelo mas
adentro, me pon�a ese grueso sable hasta que los test�culos golpeaban contra mis
gl�teos, estaba como loco. Eso hizo que se me vuelva a parar. Cuando vio mi
erecci�n, comenz� a pegarme con la palma de la mano en las nalgas y me dec�a:
Ves putita que estas otra vez caliente, vez putita que vas a
acabar otra vez.
Esas palabras me pusieron otra vez a mil, y realmente estaba
otra vez para acabar.
Metemelo mas, cogeme, rompeme bien el culo, abrimelo todo,
haceme mierda como la otra vez, rompeme el culo bien roto hijo de puta.
Mis palabras lo pusieron m�s loco a�n y comenz� a pegarme m�s
fuerte en las nalgas y a tirarme m�s del pelo.
Ayyyy, siiii, haceme mierda, ayyyy, siiii, no puedo mas,
ayyyyy, ya estoy, ya estoy, ya estoyyyyyyyy
Siiiii, mi perra puta, ya estoy yo tambi�n, siiii, siiii,
siiiii, ahhhhhhh
As� fue que acabamos juntos en esta tremenda cogida. Ca�mos
en la cama y no nos movimos m�s. Est�bamos extenuados. Finalmente nos quedamos
dormidos.