David Estaba desesperado, dio vueltas en la cama toda la
noche mientras pensaba desconsolado:

Esta historia comenz� hace algunos a�os; David era un chico
como otros tantos, solo algo lo hacia diferente: su gusto por otros chicos. Este
problema no paso a mayores, hasta que conoci� a Romeo, su vecino. En ese
entonces David apenas tenia 16 a�os, iba saliendo de su casa cuando tropez� con
�l; era el chico m�s guapo que jam�s hubiera conocido, media 1.85, tenia
complexi�n mediana, bajo su ropa se alcanzaba a distinguir un cuerpo firme y
definido, su piel era api�onada, sus ojos verdes oscuro y su cabello era casta�o
oscuro, muy corto. David se le quedo mirando estupefacto mientras lo ayudaba a
levantarse

- Disculpa � Exclamo Romeo mientras le tend�a la mano a David
y lo ayudaba a levantarse � Debo tener mas cuidado

- No te preocupes � Respondi� David embobado - �Eres nuevo en
el edificio verdad?

- Si, nos cambiamos hace un par de d�as �Por cierto! Me llamo
Romeo � Y le tendi� la mano a David

- Yo soy... David... Mucho gusto � Y correspondi� el saludo �
Si se te ofrece cualquier cosa yo vivo enfrente

- Gracias � Bueno, hasta luego David � Y mientras dec�a esto
se alejo por las escaleras

David paso toda la ma�ana pensando en su nuevo vecino, no
pod�a olvidar su rostro, sus ojos, su aroma, sus manos... Durante todo el d�a
estuvo record�ndolo, pero no sabia que otra sorpresa lo esperaba. En la
biblioteca volvi� a encontrarse con el encantador muchacho de la puerta de al
lado. David no pod�a creerlo �Romeo estudiaba en la misma escuela que �l! Sin
perder tiempo se acerco a saludarlo nuevamente.

As� fue como empez� la amistad de estos dos, a partir de ese
d�a eran inseparables, iban juntos a todos lados; incluso llamaba a Romeo
"Sempai" por que era le llevaba un a�o e iba un grado mayor en la escuela
(Sempai es el termino japon�s para un compa�ero estudiante mayor) David se
sent�a en la gloria, pero en el fondo estaba insatisfecho pues a pesar de estar
cerca de Romeo, sabia que no pod�a tener nada con el, as� que se resigno y se
conformaba solo con tenerlo cerca; As� duraron por casi dos a�os. Hasta que una
jugada del destino propiciar�a un cambio muy radical en la situaci�n.

El pap� de Romeo iba a ser transferido en su trabajo, y la
familia de Romeo se cambiaria de casa nuevamente. Cuando David se entero la
noticia le cayo como balde de agua fr�a, no esperaba eso, tenia que hacer algo,
las cosas no pod�an quedarse as�.

Una noche antes de que Romeo se fuera para siempre David
estuvo dando vueltas en la cama mientras pensaba la manera de decirle a Romeo lo
que sent�a, pero tenia miedo de ser rechazado. Aquella noche no durmi�, solo la
fr�a claridad matinal logro calmarlo un poco, pero las dudas segu�an ah�.

Arm�ndose de valor fue a casa de Romeo, aqu�lla ma�ana
estar�an solos, pues su familia se hab�a adelantado, Romeo tenia que hacer
algunos tramites en la escuela. David sabia que el momento apropiado era ese.
Con decisi�n llamo a la puerta pero no hubo respuesta; llamo un poco mas fuerte,
fue entonces que oy� la dulce voz de Romeo:

- �Qui�n es?

- Soy David... tengo que hablar contigo...

- Pasa...

David no espero mas, y entro a la casa, no era la primera vez
que estaba all�, pero le pareci� que el lugar estaba muy vaci�, era obvio pues
ya se hab�an llevado la mayor�a de los muebles, mientras reflexionaba en eso,
Romeo le llamo de nuevo:

- Estoy en mi cuarto, pasa

David entro al cuarto, casi inocentemente, y se encontr� con
la sorpresa mas grande de su vida, al menos hasta ese momento, Romeo llevaba
solo puesto un b�xer azul marino, y al parecer acababa de ba�arse, pues sobre su
piel aun quedaba algunas gotas de agua, que brillaban con la luz matinal y le
daban un aspecto muy sensual. David se sonrojo inmediatamente, e intento
esconder la creciente erecci�n que la imagen le produjo

- �Por qu� tenia que estar as�? � Pens� � Esto solo har� las
cosas mas dif�ciles...

Romeo se le quedo mirando intrigado

- Bueno, �Dime que era tan importante? � Y mientras dec�a
esto se secaba con la toalla

David tomo aire y acerc�ndose a Romeo le dijo:

- No se como vayas a reaccionar, pero... Ya no puedo mas...
Romeo yo... �No quiero que te vayas! � s�bitamente su voz comenz� a quebrarse, y
por su mejilla corri� una lagrima - Te amo, me enamore de ti desde el primer
momento en que te vi, no quiero perderte, y tal vez me odies por haberte dicho
esto, por no quer�a que te fueras sin que lo supieras

Al terminar de hablar David se lanzo hacia Romeo y lo abrazo
tan fuerte como pudo. David espera una reacci�n negativa, sin embargo Romeo
correspondi� el abrazo, primero como un amigo, pero lentamente comenz� a
convertirse en otra cosa.

Al sentir la pasi�n de aquel abrazo, David levanto la mirada
y se encontr� con la hermosa mirada de Romeo. En el rostro de David estaba
dibujada la duda; Romeo adelant�ndose respondi� juntando sus labios con los de
David.

David nunca se habr�a esperado esto, no sabia como
reaccionar, lo �nico que sent�a con claridad eran los labios de Romeo bes�ndolo,
era lo que siempre hab�a deseado, pero esto no fue todo, tras los tibios labios
de Romeo tomaron camino sus ardientes manos acariciando el cabello y el rostro
de David. Aquellas manos que tanto hab�an sido deseadas estaban ahora sobre su
piel, el limite fue cuando aquellas caricias se colaron por debajo de la camisa
de David, quien al sentir ese sensual contacto se sinti� en el nirvana del
placer. Poco a poco cada una de las sensaciones que Romeo le brindaba lo fueron
enervando hasta que ya no era el mismo, solo era instinto y pasi�n, y una pasi�n
que solo se sacia con el sabor del sexo. Romeo se separo de David, le quito la
playera y se puso detr�s de el, ya sin la barrera de la ropa el contacto fue mas
ferviente aun, mientras Romeo besaba el cuello y orejas de David, sus manos se
deslizaron a trav�s de su definido y lampi�o pecho, pellizcaron esos erectos
pezones y jugaron con su ombligo. David a su vez se dedico a acariciar las manos
y los brazos de Romeo, unos brazos firmes, s�lidos, musculosos, cubiertos por un
suave y delgado vello.

- Ya estas mas tranquilo �Verdad? � Le susurro al o�do Romeo
a David.

David se detuvo un segundo y volvi� su cabeza para ver el
rostro sonriente de Romeo. Sus miedos y dudas se hab�an disipado, como si nunca
hubieran existido. Con esto en mente David tomo un poco el control y beso a
Romeo nuevamente, los labios de David comenzaron a recorrer esa arom�tica y
masculina piel que le pertenec�a a Romeo, beso aquel cuello firme, los hombros
rectos, el pecho cubierto de Vello. Lami� y mordisqueo los oscuros pezones y
continuo bajando por la delgada e incitante l�nea que el vello marcaba, aquella
l�nea que formaba un oscuro camino oculto solo por la ropa interior de Romeo,
pero esa prenda no pod�a ocultar la monstruosa erecci�n que el muchacho pose�a.
David se hinco, tomo aire y se preparo, con suavidad le quito los boxers a
Romeo, descubriendo un pene de 22 cms, grueso y venoso; lo olisqueo un poco y su
aroma le pareci� �nico y exquisito, dirigi� sus manos a los test�culos, y los
acaricio, eran suaves como la seda y firmes; David tomo con una mano la base de
aquel majestuoso tolete y respirando profundamente se lo llevo a la boca.

David nunca imagino que una verga pudiera saber tan
exquisito, tampoco sabia que pod�a tener vida, pues aquel miembro de
proporciones poco comunes palpitaba con una fuerza inusitada.

Romeo comenz� a gemir al sentir el ataque bucal de David,
aquella boca era tan caliente que por poco lo quema, pero el muchacho sin duda
mamaba fenomenal, ya que Romeo se pellizcaba los pezones y se retorc�a como
nunca. Esta reacci�n provoco que David volviera su mirada hacia Romeo, lo vio
como nunca gimiendo, retorci�ndose de placer, y lo mas le sorprendi� a David fue
que era el la causa de todo aquel placer, lo que lo incito a esmerarse en
aqu�lla mamada, poniendo su boca a trabajar el doble y sus manos a masajear ese
terso trasero.

Romeo se rindi� al sentir aquella estupenda mamada, y comenz�
a arrojar una gran cantidad de caliente y espesa leche que David trago goloso.
Romeo se separo con algo de brusquedad de la boca de David y se tiro en la cama
intentando recuperar el aliento; Entretanto, David aun se relam�a para degustar
las pocas gotas de esperma que escaparon de su boca.

David se levanto del piso y contemplo la belleza que estaba
frente a el: Romeo desnudo, con el cuerpo cubierto de unas peque�as gotas de
sudor, su respiraci�n agitada hac�an que su vientre y pecho se contrajeran
marcando una mas sus m�sculos; por ultimo aquella mirada verde, encendida de
placer que hacia temblar a David.

De un r�pido movimiento Romeo se levanto de la cama, y con un
gesto insinuante le pidi� a David que se acercara, el chico obedeci� acercando
sus sedientos labios a los carnosos de Romeo, por un momento se besaron
nuevamente, y mientras lo hac�an Romeo fue recostando a David en la cama

David se dejo llevar, pues noto que Romeo sabia bien lo que
hacia, de esa manera fue Romeo quien se encargo de terminar de desnudar a David.
Romeo se subi� en David y lo beso, haciendo que el contacto piel a piel fuera
m�s excitante aun, cada movimiento estaba lleno de placer y sensualidad, se
revolcaron en la cama bes�ndose, sinti�ndose uno, sus lenguas, al igual que sus
miembros se acariciaban con tanta lujuria que el contacto parec�a incluso
doloroso. Los labios de Romeo comenzaron a bajar por la piel de David, justo
como hab�an hecho sus manos antes, cada uno de sus sentidos estaba concentrado
en hacer gozar a ese rubio muchacho que yac�a bajo el, con delicadeza y ternura
movi� sus labios por cada mil�metro de aqu�lla blanca, suave y joven piel. David
no pudo hacer menos que empezar a gemir complacido al sentir aquellos labios,
pero su placer aumento mil veces mas cuando romeo comenz� a usar la lengua,
aquel pedazo de tibia, h�meda y suave carne serpenteo por el cuello, pecho, y
vientre de David trazando un brillante sendero de humedad. Al fin Romeo se
detuvo justo sobre el pene de David; era un miembro bastante respetable: 19 cms,
rubio y de un grosor normal, pero sin duda lo mas exquisito era su aroma, el
aroma de un ni�o que se vuelve hombre; Romeo medito todo esto mientras le
dirig�a una mirada picara a David, quien correspondi� con una sonrisa y un gesto
de placentera sorpresa cuando vio, y sinti�, como Romeo se tragaba su rubio
miembro.

David nunca hab�a sentido algo igual, la c�lida boca de Romeo
le dio la bienvenida, al mismo tiempo que su lengua lo ba�aba de placer y los
dientes y labios terminaban el regalo dando suaves apretones y mordiscos que
hicieron a David temblar. David comenz� a acariciarse el cuerpo, llevando con
frecuencia sus manos hacia la cabeza de Romeo, David sent�a un extra�o placer al
acariciar ese negro cabello casi a rape que Romeo tenia.

Romeo noto el placer que le causaba a David y no pudo evitar
sonre�r al saber que ni siquiera hab�a comenzado. Con una habilidad experta,
Romeo deslizo su dedo �ndice hasta el culo de David y sin previo aviso comenz� a
hundirlo suave pero firmemente en aquel apretado agujero. David al sentir el
ataque grito y apret� el culo, pero Romeo separ�ndose un poco de aqu�lla
deliciosa verga le dijo:

- Rel�jate, al principio duele, pero lo vas a gozar despu�s

Al escuchar esto David se tranquilizo un poco, y comenz� a
sentir un extra�o placer al sentir el dedo de Romeo en su ano, relajado por la
mamada y el primer dedo; de esta manera Romeo no encontr� mayor oposici�n o
problema al insertar el segundo y tercer dedo, al contrario, David hab�a
comenzado a apretar el ano r�tmicamente proporcion�ndose mas placer. Esta
combinaci�n fue suficiente como para hacer a David alcanzar el orgasmo mas
fuerte que hubiera sentido en toda su vida. Romeo noto las cada vez mas fuertes
pulsaciones en la verga de David, as� que se la meti� toda a la boca, acto
seguido David comenz� a eyacular gritando y gimiendo como un poseso, cada chorro
de blanca leche fue tragado �ntegramente por Romeo, quien al terminar su fest�n
se levanto sonriente retirando sus dedos del dilatado ano de David. Romeo se
recost� a un lado de David, y dejo que tomara un poco de aliento

- �Estas listo David? � Pregunto Romeo con un tono entre
cachondo y tierno

- �Qu� vas a hacer? � Respondi� David algo asustado

- Te voy a llevar al cielo con mi verga... te la voy a meter
y te voy a hacer gozar como nunca

- �Me va a doler? � Pregunto asustado David

- Solo un poco al principio, pero si soportas veras como te
gusta... no tengas miedo, conf�a en mi � Fue la respuesta de Romeo

Con estas palabras David se tranquilizo y accedi�. Romeo
llevo su dedo medio hasta la boca de David, quien comenz� a mamarlo como si
fuera la verga de Romeo; con la otra mano, Romeo tomo la pierna derecha de David
y la alzo un poco, y sacando su dedo de la boca de David lo llevo hasta el
virginal ano para usar la saliva como lubricante. Romeo puso su inmensa cabeza
en la entrada, David al sentir el contacto tembl� de miedo y ansiedad a la vez

- Solo rel�jate y afloja el culo, yo me encargare de lo dem�s
� Exclamo Romeo.

Y sin decir mas comenz� a penetrar el estrecho ano de David;
quien al sentir la brutal presi�n dio un grito de dolor, grito que Romeo callo
con un profundo beso mientras continuaba avanzando.

El ano de David era estrecho, pero incre�blemente caliente,
Romeo tuvo problemas en avanzar, pues David se estaba poniendo nervioso. Romeo
tomo la decisi�n de detenerse un segundo y comenzar a masturbar y acariciar a
David hasta que se tranquilizara.

David al sentir el contacto comenz� a relajarse y sin darse
cuenta la verga de Romeo comenz� a entrar mas y mas profundo hasta que sinti� en
las nalgas el vello pubico de Romeo

- �Ves? Era solo cuesti�n de que te relajaras... ahora
comienza la diversi�n

Romeo comenz� a arremeter suavemente, gozando cada acometida
lenta y sutilmente, David ya no estaba asustado, por el contrario estaba gozando
como nunca, la sensaci�n de un pene en su culo era algo �nico, y tomando en
cuenta que no era cualquier pene, era el pene de Romeo, su ser amado, su
"Sempai", el placer se multiplico por mil.

El estrecho ano de David era lo mas delicioso que Romeo
hubiera sentido, apretaba exquisitamente, no hab�a desvirgado un culo mas
delicioso en toda su vida, este placer lo llevo a aumentar la fuerza de sus
arremetidas. David, tambi�n estaba gozando, el sentir la verga de Romeo dentro,
sus bolas chocando contra sus nalgas una y otra vez, la piel caliente de Romeo,
sus manos masturb�ndolo y acariciando su pecho, su caliente aliento en su
cuello, estaba en la gloria, el placer que sinti� en ese momento no se comparaba
con ning�n otro, Romeo le brindaba una sensaci�n de bienestar, se sent�a
completo, lleno, feliz. Esta sensaci�n se volvi� cada vez mas y mas fuerte hasta
que desboco un orgasmo mas poderoso que el anterior, los chorrazos de esperma le
llegaron hasta el rostro

Todav�a gimiendo y resintiendo el orgasmo, David volvi� su
mirada a Romeo, lucia extra�o, casi demon�aco, sus verdes ojos solo reflejaban
la pasi�n mas primal, su piel estaba cubierta de sudor, sus m�sculos estaban
tensos, cada vena se notaba visiblemente y un gutural sonido escapaba de su
boca. David se asusto al ver a Romeo as�, pero Romeo lo sujet� por el brazo y no
permiti� que se alejara. De un brusco movimiento Romeo puso a David boca arriba
con las piernas abiertas, y en alto. Romeo se puso entre las piernas de David y
coloco su verga justo en la entrada de su culo.

La erecci�n de David desapareci�, estaba aterrado, quer�a
huir, pero Romeo, no se lo permiti�, asi�ndolo fuertemente por los brazos. Romeo
comenz� a gru�ir, y moviendo su cadera con violencia encajo de tres empellones
toda su monstruosa verga en el culo de David.

Romeo comenz� a arremeter fren�ticamente contra el culo de
David, quien a pesar de estar sufriendo un poco. Para su propia sorpresa el
placer comenzaba a invadirlo de una manera extra�a e inexorable al sentir la
violenta penetraci�n de Romeo. Nuevamente tuvo una firme erecci�n, al contemplar
ese nuevo aspecto de Romeo, violento, salvaje. David se sent�a casi violado,
pero le gustaba de esa manera, era un poderoso contraste que le brindaba su
amante, pasar de la ternura a la brutalidad en un momento. David meditaba esto,
mientras observaba las contracciones de cada uno de los m�sculos de Romeo, y
sent�a el sudor fri� cayendo desde el cuerpo de su amante hasta el suyo

Despu�s de quince minutos, la fren�tica penetraci�n de Romeo
segu�a, David no sabia si podr�a soportar mas placer, ya se hab�a venido 3
veces, tenia el pecho ba�ado en semen, y sudor al igual que romeo. Fue en ese
momento que sinti� algo incre�ble, el de por si ya grueso pene de Romeo, comenz�
a engrosarse mas, al mismo tiempo que un gru�ido animal escapaba de la boca del
chico. Romeo no pudo contenerse mas, y extrajo su morada cabeza del culo de
David y comenz� a lanzar una multitud de disparos de blanca crema masculina
hacia el pecho y la cara de David, quien los recibi� gustoso.

Al terminar su orgasmo Romeo se desplomo exhausto sobre el
cuerpo de David, y acerc�ndose a sus labios lo beso nuevamente.

Durante toda aquella ma�ana se revolcaron por el cuarto de
Romeo, bes�ndose, haciendo realidad sus deseos, pues sab�an que no podr�an
volver a hacerlo, al menos no de la misma manera.

De esta forma fue que David y Romeo tuvieron un placentero
adi�s que aun perdura en sus memorias.