Mi peculiar historia. Por Kenias
Hola, mi nombre es Norma, ahora tengo 26 a�os, pero lo que
les contar� sucedi� hace 14 a�os yo andar�a por los doce a�os, mi cuerpo no era
nada espectacular para una ni�ita de esos a�os, mis pechos eran chiquitos, como
limones o menos, mi pubis estaba colmado por una pelusilla casi transparente que
promet�a ya los matones de vellos p�bicos que tengo ahora, pero en fin, mi
cintura era delgada y ya ten�a unas nalguitas paraditas y duras como corresponde
a una preadolecente.
Cierta ma�ana de domingo, despert� como asustada porque me
hab�a quedado dormida hasta tarde y mi padre hab�a salido y mam�, mi hermano y
yo �ramos los �nicos en casa, la falta de sonidos me quit� el sue�o, me levant�
socarrona y me dispuse a ir a orinar, cuando sal�a de mi rec�mara, escuch�
algunos sonidos raros que proven�an de la rec�mara de mis padres, as� que sin
saber porque, me acerque un poco a la puerta que estaba entreabierta y observ�
algo que me dej� helada, mi hermano Daniel, estaba acostado sobre la cama con el
pantal�n de la pijama hasta los tobillos y con el pene totalmente erecto (luego
les contar� que ya hab�a visto a mi hermanito toquetearse el pene hasta
eyacular), mientras tanto, mam� en cuclillas y a horcajadas sobre �l, tratando
de meterse el pene en la vagina llena de pelos, totalmente desnuda sudaba de lo
caliente que estaba, como hipnotizada permanec� mirando aquella escena que no me
cab�a en la mente, pero que manten�a mi total atenci�n, de pronto mam� logr�
meterse el corto pero muy grueso pene de mi hermanito, entonces comenz� un
vaiv�n r�tmico adelante y atr�s con sus caderas, mientras tomaba las manos de
Daniel y las colocaba furiosa sobre sus propios senos, mi hermano estaba
extasiado con lo que mam� le estaba haciendo, arqueaba su cuerpo para poder
meterle a mam� el pene mas adentro, en ese justo momento y sin saber porque mi
mano se dirigi� a mi entrepierna, y comenc� a acariciarme el pubis por encima de
mi pijama, record� que no usaba pantaletitas para dormir, entonces met� la mano
debajo del el�stico de la cintura, dejando que mi mano se paseara por mi lampi�o
triangulito, not� como mi vulva estaba medio mojada por la escena de que era
testigo, abr� las piernas lo m�s que pude y me toque la vagina a mis anchas,
asust�ndome un poco porque me estaba manando un l�quido viscoso, saque la mano y
la mir� pensando que era mi regla porque aunque no me llegaba todav�a, mis
amigas me hab�an platicado que pod�a ser en cualquier momento, me tranquilic�
porque el l�quido era transparente, e instintivamente llev� mi mano a mi nariz
para aspirar por primera vez ese olor a calamar que tenemos las mujeres desde
los primeros a�os, segu� mirando hacia el interior de la recamara de mis padres,
ahora mam� estaba movi�ndose compulsivamente mientras mi hermanito ve�a sus
senos saltar con el movimiento, entonces como resorte Daniel se medio incorpor�
grit�ndole a mam� que se iba a "venir", mam� trat� de detenerse, pero de lo
caliente que estaba sigui� sus movimientos, en tanto mi hermanito puso los ojos
en blanco y dej� escapar un gritito ahogado de placer, estaba llen�ndole las
entra�as a mam�, a su propia madre, de la leche adolescente, pues entonces �l
ten�a tan solo 14 a�os, en ese momento mi mano no descansaba frotando
fren�ticamente mi vagina externa, con el l�quido lubricante, y de pronto uno de
mis dedos se ator� inexplicablemente para m� en los pliegues de mi vulva
meti�ndose un poco en mi orificio vaginal, lo que me caus� un poco de dolor que
me hizo dejar escapar un grito que puso en alerta a mam� y a mi hermano, antes
de que yo reparara en que me hab�an escuchado, mam� estaba en la puerta y
abri�ndola me atrap� con la mano metida entre las piernas y con una cara que
seguramente le dej� claro que yo hab�a estado presente en sus "jueguitos" con mi
hermanito, yo me qued� como piedra, no atin� a sacarme la mano de dentro de mi
pantal�n del pijama, y ella me tom� de la mano que ten�a libre, me indic� que me
incorporara y me fuera a mi cuarto y ya all� ella hablar�a conmigo, yo obedec�
asustada, mientras de reojo pude notar que Daniel se limpiaba los restos de
semen y l�quido vaginal de mam�. Me encerr� r�pidamente en mi rec�mara, asustada
como estaba comenc� a llorar, por el desconocimiento de lo que mam� me har�a por
haberla descubierto en su "actividad" con mi hermanito.
No tard� mucho en regresar a mi cuarto, toc� con prisa, yo
abr� la puerta para que entrara, ella llevaba ya puesta una bata larga que
cubr�a su cuerpo, al entrar cerr� la puerta tras de s�, y con una actitud de
complicidad que me extra��, se sent� a mi lado en la cama, y acarici�ndome la
cabeza, me mir� profundamente diciendo: -mira hijita, lo que acabas de ver es
solamente un juego, tu hermanito vino a mi cama cuando yo todav�a no me
levantaba y entonces comenzamos a jugar, te quiero pedir que no le digas a nadie
lo que viste, menos a pap�, pues se enojar� con nosotras y ya no voy a poder
seguir jugando con Danielito como lo viste- y con una cara de duda, mam�
recapacito un segundo y luego me dijo: vamos, creo que es hora de que te diga la
verdad Normita, mira estoy segura de que no me creiste lo del juego con tu
hermanito, pues bien te dir� algo entre mujeres, a nosotras nos gusta ese tipo
de juegos, con un hombre o entre dos mujeres, es algo rico que tambi�n a ellos
les gusta, d�jame explicarte, cuando tu crezcas vas a sentir lo mismo que mam� y
entonces tendr�s que tener un amiguito que te haga el "jueguito" que le ense�e a
Daniel, me entiendes?-si mami, contest�- entonces, me dijo, a pap� le gusta
jugar conmigo igual, pero �l es mayor y sus juegos son de mayores, yo no estaba
entendiendo nada, solo miraba fijamente a los ojos a mam� y asent�a con mi
cabeza cada vez que ella me preguntaba algo, creo que se dio cuenta, porque de
pronto me dijo: - mira Normita, te tengo que demostrar un poco como se juega
este jueguito, si? �ok, mam�- le contest�, est� bien, me dijo, entonces s�cate
ese pantal�n y te digo, al tiempo que me ayudaba a sacarme la prenda por los
tobillos, dej�ndo al descubierto mi desnudez de la cintura para abajo, luego me
sac� la playerita de algod�n con la que acostumbraba dormir, al instante, mam�
puso su mano sobre mis pechitos, sonriendo me dijo:-ay hijita si ya estas
desarroll�ndote muy r�pido, no me hab�a dado cuenta, a ver abre las pernitas
para que mami pueda verte si ya tienes vellitos, observ� detenidamente mi pubis,
y luego emiti� su verdicto: -no, todav�a no te salen pero ya tendr�s luego, y
frot�ndome delicioso los labios vaginales, se dio cuenta de que estaba todav�a
h�meda por el frotamiento, -ah chiquita, si que saliste caliente como pap� y
mam�, creo que el tratamiento que te tengo que dar es mucho m�s fuerte que el
que le d� a tu hermanito, entonces, me dijo �rel�jate Normita, abre las piernas
y deja que mama te haga si?, yo s�lo asent� con la cabeza entonces ella comenz�
a frotar los dedos entre mis piernas caus�ndome un placer enorme, provocando que
instintivamente moviera mis caderas de manera circular, entonces me dijo que iba
a hacer un experimento, y diciendo y haciendo comenz� a abrirme los labios de la
vulva, revisando entonces a sus anchas, reconoci� el meato urinario, luego mi
cl�toris, el cu�l froto suavemente, provoc�ndome las sensaciones m�s
indescriptibles que yo hubiera sentido hasta esa edad, luego se detuvo en la
entrada de mi vagina, tocando el himen, entonces comenz� la tarea de meter el
dedo �ndice para, lo que ella dijo, era el cuidarme para que no me doliera "la
primera vez", yo abr�a mis piernitas lo m�s que pod�a, mareada por las
sensaciones nuevas que mam� me estaba ense�ando, -Te gusta hijita? �si mam�,
s�guele- trat� de meter el dedo pero mi himen virginal se lo imped�a, as� que se
conform� s�lo con frotar mi cl�toris hasta que comenc� a sentir que algo enorme
estaba por estallar en mi interior, y as� fue, mi propia madre me provoc� el
primer orgasmo de mi vida, el m�s sublime que he sentido, sin saber porque, me
relaj� tanto despu�s de ello, que incluso dej� escapar un chorro de orina, lo
que fue atendido de inmediato por mam�, pegando su boca a mi vulva, bebi� toda
mi piss, d�ndome m�s placer todav�a, yo no se porqu� dej� de orinar hasta que mi
vejiga se desaloj� por completo, y mam� disfrut� mucho de mi piss, entonces me
incorpor� pregunt�ndole si estaba enojada por que le hab�a orinado la boca, ella
me sonri� amorosa y me dijo que era lo m�s lindo que yo le hab�a dado en mi
vida, entonces not� como su rostro estaba rojo y alterado, pues la primera clase
sexual para su hijita la estaba poniendo otra vez caliente. Se disculp� conmigo
y sali� de mi cuarto, no sin antes hacerme prometerle que no se lo dir�a a
nadie, pero que entre nosotras seguir�a la clase de sexo.
Yo le contest� diciendo que estaba de acuerdo. Me qued� como
drogada sobre la cama, volvi�ndome a dormir un rato. Luego fue mi hermanito
qui�n me despert� para almorzar, pues hac�a rato que estaban llam�ndome y yo no
despertaba. Un poco turbada me levant�, me di un duchazo, y luego me dirig� al
comedor, all� estaba pap�, con su sonrisa de siempre, mam� me miraba con una
sonrisa c�mplice indic�ndome donde deb�a sentarme a comer, mientras Daniel dec�a
que era dif�cil despertarme, mam� le pidi� que no me molestara, y nos sentamos
en familia a consumir el almuerzo. As� pasaron algunas semanas, entre
masturbaciones de mam� y las ma�anas en que mi hermanito y ella se daban a la
tarea de seguir sus juegos, mam� insist�a en que Daniel no deb�a saber nada de
nuestro encuentro y menos que yo estaba enterada de sus actividades en la cama
de mis padres. Un d�a, me despert� con la mano de mam� entre mis piernas y su
boca succion�ndome los pezones, a m� me encantaba, pero cuando mi madre se dio
cuenta de que estaba despertando, detuvo su deliciosa actividad, para indicarme
que este d�a comenzaba una nueva etapa para m�, yo no le comprend�a del todo,
pero ella me explic�, mira hijita- dijo- creo que te estoy llevando muy r�pido
por el mundo del sexo y tu no has recibido ninguna gratificaci�n de verdad, as�
que hoy te llevar� con el doctor para que te rompa la virginidad y puedas
sumarte con tu hermanito a nuestros juegos, y as� disfrutes t� tambi�n de su
verga, esas palabras me sorprendieron, pero me animaron mucho tan s�lo de pensar
que Danielito me iba a meter su vergota, -mam�- le inquir� extra�ada- entonces
Danielito me va a meter su "cosa"?, -bueno, me dijo, tal vez, pero lo que si es
seguro es que te vamos a dar lo que no te imaginas.
Mas tarde llegamos a la salita de espera del m�dico que
frecuentaba la casa, un hombre de unos 35 a�os, cuerpo atl�tico, y bien
parecido, la cita fue muy exacta, mientras la enfermera nos indicaba que ya
estaba listo el doctor, �l mismo abri� la puerta para recibirnos. Pasen ustedes-
dijo atento- las estaba esperando, en que puedo servirle se�ora?. Mam� dudo un
poco y luego en tono de preocupaci�n le dijo al m�dico que estaba pensando en
que ser�a mejor para todos (�?) que debido a que yo estaba desarroll�ndome muy
pronto, que me retirara el himen quir�rgicamente, a lo que el hombre respondi�
que no ten�a ninguna objeci�n pero que era mejor para una mujercita de mi edad,
que fuera de manera natural deshacerme de aquella "molestia" de la que estaba
hablando mam�. Yo no entend� el significado de sus palabras, pero pronto mam� le
pidi� que me revisara para que fuera �l quien decidiera, pues ella consideraba
que era el momento, acababa de cumplir reci�n los trece a�os, y ser�a mejor que
fuera cuanto antes.
El doctor me dijo con tono amable que me quitara la ropa
detr�s de un biombo que ten�a para eso, y luego me deber�a poner una rara bata
blanca que se abrochaba por la espalda, entonces ya desnuda y medio cubierta por
la batita en cuesti�n, el doctor me indic� que me recostara en la mesa de
exploraci�n, y colocando mis pies en un lugar especial, justo a los lados, mis
piernas quedaron totalmente abiertas dejando expuesta mi vulva a los ojos del
m�dico, entonces con tono profesional, le dijo a mam� que observara mi tierna
vaginita, y que lo pensara mejor, pero que si era su deseo, entonces el s�lo
acatar�a sus �rdenes, mam� s�lo se encogi� de hombros y el doctor comenz� su
"labor" liberadora, tom� algunos instrumentos desconocidos para m�, eran fr�os,
sent� que me puso algo l�quido y helado sobre mi pubis y lo extendi� hasta mi
ano, empec� a sentir raro entre mis piernitas, como si creciera de tama�o o algo
as�, entonces mam� llam� aparte al m�dico, pidi�ndole que si no estaba de
acuerdo que fuera �l quien rompiera de manera "natural" mi himen, el doctor me
mir� desde el fondo del consultorio y casi le pude ver el brillo en los ojos que
denotaba su calentura por tan agradable tarea, as� que se acerc� hasta donde yo
estaba y probando si ya estaba haciendo efecto la anestesia local que me hab�a
aplicado lo vi con asombro desabrochar su cintur�n y bajarse los pantalones,
para luego liberar un pene enrome que luchaba por salirse de la trusa, al tiempo
de recorrer el el�stico de la prenda, su verga salt� haci�ndome sentir
extra�amente un latido en plena vagina, luego se acerc� llamando a mam�,- mire
se�ora quiero que sea testigo de la p�rdida de la virginidad de su peque�a
hijita, ay�deme, mam� se acerc� y me tom� de la mano dici�ndome esto tal vez te
duela un poco hijita, pero pronto me lo vas a agradecer, casi no sent�a que la
punta del pene del doctor se hab�a recargado en mi panochita, y estaba tratando
de abrirse paso, ya para entonces mi adormilada puchita estaba mojad�sima pero
por le anestesia la sensaci�n era casi imperceptible, el doctor hizo un esfuerzo
por meterme su verga, cuya cabeza estaba amoratada y dur�sima por su excitaci�n,
y rezumaba l�quido preseminal por la punta, yo la verdad la �nica verga que
hab�a conocido hasta ahora era la de mi hermanito Daniel, por lo que la del
m�dico me pareci� enorme, pero tom� valor y sin saber lo que en realidad iba a
suceder, apret� la mano de mam� y le dije al m�dico:
h�galo doctor yo no me voy a mover, creo que eso hizo que el
m�dico se calentara mucho m�s y termin� por venirse en la entrada de mi
vaginita. A pesar de que esto le hab�a dado placer, hizo una mueca de disgusto,
y se dirigi� a mam� dici�ndole que tal vez luego tratar�a de terminar su tarea,
pero que por lo pronto, deber�a ense�arme como aflojar los m�sculos vaginales
para que la labor fuera menos dura. Mi madre acept� de buena gana la indicaci�n
del doctor, y le pregunto si deber�a tomar alg�n medicamento mientras tanto.
El doctor le dijo que solamente tratara de hacerlo con los
dedos y que me ense�ara como, mi madre le pidi� algunas explicaciones m�s as�
que el galeno, se acerc� a mi entrepierna y cerrando el pu�o dej� el dedo medio
extendido dici�ndole a mam� que as� lo deber�a hacer, entonces inserto la punta
del dedo en mi interior, sin que yo sintiera molestia alguna, meti� de un solo
tir�n todo el dedo y luego se dio a la tarea de meterlo y sacarlo, eso si que lo
sent� y arque�ndome de gusto, abr� y cerr� incontrolablemente las piernas, para
aquel dedo intruso hiciera de mi lo que quisiera. Como una gran luz centelleante
me vino un orgasmo provocado por el m�dico que ten�a la orden de romperme, pero
no me import�, as� que lo disfrut�, mam� se dio cuenta haci�ndole ver al m�dico
la necesidad de hacerme mujer lo antes posible.
Esa tarde regresamos a casa, durante el viaje mam� trat� de
explicarme que lo que ella quer�a hacer era algo muy lindo, darle a su hijita la
oportunidad de experimentar el sexo a muy temprana edad. Cuando llegamos a casa,
nos dimos cuenta de que mi pap� no hab�a llegado y que s�lo la luz de la salita
estaba encendida, all� estaba Danielito mirando la T.V. pero con una expresi�n
que denotaba que no se dio justa cuenta de que hab�amos llegado. Mam� entr�
primero y descubri� que Danielito miraba una pelicula porno, se trataba de un
hombre de unos 38 a�os que copulaba a una ni�a de aparentemente 14 o menos a�os,
pues su pubis estaba totalmente sin vellitos, ella no ocultaba su excitaci�n
arqueando su cuerpecito, mientras el padre le repet�a que era el mejor regalo de
d�a del padre que le hab�a dado. Danielito dio un salto en la butaca, mientras
buscaba sobresaltado el control remoto de la video, pero en su torpe movimiento,
se puso de pie y ambas nos dimos cuenta de que ten�a los pantalones y la trusa
hasta debajo de las rodillas, y su verga estaba completamente parada. No atin� a
decir nada, solamente se sent� con una cara de asombro, mientras mam� lo trat�
de calmar, dici�ndole que no se apurara, que ya yo sab�a algo m�s de sexo.
A decir verdad, mi hermanito con sus 17 a�os ten�a una verga
enorme, o por lo menos a mi as� me lo pareci�. Danielito trat� sin �xito de
subir su pantal�n, pero su miembro lo traicionaba, porque le impidi� el paso.
Mam� entendiendo su apuraci�n, le dijo que tal vez ser�a bueno que aprovecharan
su erecci�n para ense�ar a su hermanita. Y diciendo y haciendo, tom� el miembro
de mi hermanito, y comenz� a frotarlo de arriba hacia abajo, mientras me
indicaba que me acercara para poder ver mejor. Yo obedec� al instante,
arrodill�ndome frente a Danielito, por lo que su miembro qued� a la altura de mi
rostro. El ver aquella verga tan cerca de mi cara, y por el delicioso olor
almizclado, as� como por el brillo en la punta, debido a que ya mi hermanito se
hab�a estado frotando, mi entrepierna se comenz� a humedecer, exactamente igual
que en el consultorio del m�dico. Mam� indico a mi hermano que se acercara m�s
para que su hermanita pudiera tener ese rico palo en su boquita. Yo sin saber
porque, entend� el mensaje y de inmediato met� la cabeza amoratada de mi hermano
dentro de mi boca. Era la primera vez que sent�a un pene entre mis labios, pero
vayan ustedes a saber porque, no dud� ni un instante en succionar aquella paleta
que se me ofrec�a.
Casi al instante de meterme el pene de Danielito, sent� como
a borbotones le sal�a lo que despu�s me enter� que era semen. Yo por no se que
razones, me tragu� todo cuanto pude, aunque lo dem�s se me escurr�a por las
comisuras de los labios. Mam� hizo una mueca de disgusto para mi hermanito,
reproch�ndole porque no se hab�a podido aguantar. A lo que �l contest� que no se
preocupara pues enseguida se le pondr�a duro otra vez, lo que en efecto
suscedi�. Mi madre ten�a decisi�n de verdad, pues pronto not� como se levant� un
poco la falda para llevar sus dedos hasta la orilla de la pantaleta y comenz� a
frotarse con fuerza, lo que le hizo emitir unos gemidos sonoros. La verga de mi
hermano estaba otra vez dur�sima como palo, entonces mam� me indic� que me
quitara la pantaletita y me sentara sobre el miembro de mi hermano, yo obedec�
ciega de ardor, me puse de espaldas a mi hermano y coloqu� aquel pedazo de carne
entre mis piernas pero sin meterlo, mam� entonces se detuvo en su deliciosa
labor y se acerc� a nosotros, para ayudarnos, acomodando el pene de mi hermano
entre mis piernas e indic�ndome como sentarme sobre �l y cerrar las piernas para
que quedase atrapado y comenc� as� a moverme de adelante hacia atr�s, sinti�ndo
lo que nunca antes con la tibieza de aquel palo contra mi casi imberbe conchita.
Mientras nuestra madre no sac� la mano de entre nuestras
piernas movi�ndolo cont�nuamente, hasta que me hizo sentir algo que nunca antes
hab�a experimentado, el primer orgasmo con un pene entre los labios vulvares. Al
mismo tiempo mi hermano solt� chorros de leche hirviendo, que me mojaron por
completo escurri�ndose por mis piernas hasta mis zapatos.
Yo ya no sab�a que hacer estaba calient�sima, as� que le ped�
a mam� que dejara que fuera Danielito el que me quitara aquella horrenda
virginidad. Mam� tal vez not� mi desesperaci�n y solamente atin� a decirle a mi
hermano que ella dir�a como para que no me lastimara. Entre los dos me pusieron
sobre el sill�n boca arriba con las piernas abiertas totalmente, me levantaron
la falda escolar y Daniel se coloc� exactamente entre mis piernas, pegando su
pubis al m�o, coloc� la punta de su falo directo en la entrada de mi rajadita.
Apunt� directo hacia mi himen y comenz� torpemente a empujarlo lo que me produjo
una punzada. Mam� lo not� y detuvo a Daniel, entonces, ella misma tom� el pene
de mi hermano y lamentando haber pensado que era mejor que el m�dico me
desvirgase, se alegr� de que su propio hijo me proporcionara la puerta para el
disfrute sexual que tanto deseabamos ambas.
Poco a poco aquel pedazo incestuoso de mi hermano comenz� a
abrirse paso entre mis labios menores, mi himen fue el muro que detuvo su
embestida, pero mam� estaba decidida a permitirme aquel gozo, entonces empujando
por las caderas a Daniel, acomod� la punta de su deliciosa verga en el orificio
exacto de mi himen, al tiempo de pedirme que no llorara si me dol�a un poco,
sent� que mi hermano me part�a en dos pues de una sola estocada me estaba
llegando a lo m�s profundo de las entra�as, el dolor era casi insoportable,
sent� que el coraz�n se me sal�a por la boca, mam� hizo a un lado mis labios
vaginales para frotarme amorosamente, mientras le indicaba a mi hermano que
hiciera el movimiento de mete y saca que yo verdaderamente deseaba. Mam� nos
explic� que muchos hombres cometen el error de detenerse cuando acaban de
desvirgar una panochita tan peque�a como la m�a pero que eso era precisamente lo
que no deb�a hacer, pues el dolor desaparece m�s pronto cuando el movimiento de
coger se inicia cuanto antes.
Daniel parec�a entenderlo pues no se detuvo ni un instante,
lo que me proporcionaba un poco de alivio, ya mi vagina comenzaba a manar los
jugos que permit�an que la verga de mi hermanito entrara y saliera a su antojo.
Del centro de mi ser comenz� a salir una luz enorme que llen� mi visi�n
haci�ndome sentir un orgasmo casi inmediato, seguido por otros m�s, mientras mi
hermano se convulsionaba presa del deseo as� como por la inminente venida que le
hab�a provocado mi virginal co�ito, ahora roto por su propio hermano. Mientras
la leche hirviendo de mi hermanito llenaba mis entra�as, mam� no hab�a estado
inactiva y ya se hab�a desprendido de sus propias pantaletas y ten�a tres dedos
metidos hasta el fondo de su gruta, los que sal�an y entraban totalmente
empapados por la calentura que le provocaba ver a sus dos hijos copulando
ferozmente. Cuando se dio cuenta de que Daniel hab�a descargado en mi interior,
se alarm� y le dijo que me sacara su miembro de inmediato y yo que me lavara
cuanto antes, obviamente mi inexperiencia provoc� que con torpeza me tratara de
sacar toda la leche que aquella relaci�n incestuosa me hab�a dejado dentro, pero
por azares del destino, no qued� aquella ocasi�n pre�ada.
Cuando sal� del inodoro, grande fue mi sorpresa encontrar a
mam� sentada a horcajadas sobre Danielito, y habi�ndose apoderado de su verga se
la hab�a metido hasta el fondo movi�ndose como loca de atr�s hacia delante,
puedo asegurarles que se hab�a venido como cinco veces mientras Daniel le daba
su sexta entrega.
Esa misma noche, pap� lleg� m�s temprano que otros d�as, para
nuestra fortuna, cada uno hab�a ido a su habitaci�n, mientras mam� recib�a a
nuestro padre en la salita, dici�ndole que hab�a sido un d�a muy dif�cil para
ella, mi padre contest� sin inter�s pues estaba muy cansado, y quer�a ir a
acostarse, adem�s de que estaba sumamente caliente, y tom�ndole la mano a mam�
se la llev� a la altura de su bragueta haci�ndola que sintiera su dureza, mam�
mostr� ese extra�o brillo en los ojos que yo not� cuando me indicaba que dejara
a Danielito que me penetrara. Yo estaba viendo la escena desde la puerta
entreabierta de mi habitaci�n, y mientras mi padre trataba de levantarle la bata
a mam�, la besaba por todas partes, metiendo la mano por la abertura de sus
senos, le desabroch� la bata y dej�ndola caer al suelo se dio cuenta de que mam�
estaba completamente desnuda debajo, lo que lo hizo casi gritar de placer, pues
le promet�a toda clase de goces en la cama, como mam� siempre se los daba. Por
mi parte, esos escarceos de mis padres me estaban poniendo h�meda entre las
piernas, y sin saber como, llev� mi mano hasta mi todav�a adolorida conchita,
acarici�ndome los incipientes vellitos p�bicos, buscando ya con avidez el centro
de placer, que agradec�a a mi madre y hermanito hab�rmelo ense�ado. Encontre
pronto mi cl�toris que estaba durito, y dicho sea de paso, hab�a notado que era
algo largo, algunas veces llegu� a pensar que yo era hombre y ten�a pene en
lugar de mi hermosa conchita, pues mi cl�toris sobresal�a de entre mis labios
mayores, casi como un peque�o pene con su glande descubierto, por lo que en ese
momento no me fue dif�cil encontrarlo y comenzar a frotarlo, haci�ndome abrir de
inmediato las piernas a todo lo ancho, para meterme luego un dedo en mi puchita.
Abajo, mis padres hab�an pasado de las caricias sencillas a
las lujuriosas, pues mi pap� ahora ten�a la verga fuera, y ten�a metida la mano
entre las piernas de mam� movi�ndola convulsivamente de afuera hacia adentro lo
que denotaba en mi madre una calentura trepidante.
Mam� por su parte tenia perfectamente asido a mi padre por la
verga movi�ndosela de arriba hacia abajo, y apretuj�ndose contra la mano da
pap�, en ese momento mam� grit� que estaba por venirse, pidi�ndole a pap� por
compasi�n que no parase de aquel ritmo entre sus piernas, mam� grit� por fin que
iba a orinarse y diciendo y haciendo, abri� las piernas dejando que pap� metiera
a su antojo dos o tres dedos en su golosa panocha, mientras de su orificio
comenzaron a salir chorros interminables de orina que mojaban la mano de pap�,
mi mano no estaba ociosa, pues trat� de imitar a la mano paterna y met� entonces
dos dedos hasta el fondo, mientras mam� se corr�a a chorros de orina y l�quido
lubricante, pap� sac� los dedos de su conchita s�lo para llev�rselos a la nariz
y luego a la boca, su lengua sali� para degustar el salado l�quido que hab�a
obtenido de mam�, y mientras lo lam�a, mam� se desencajaba hasta casi caerse por
efecto del tremendo orgasmo que pap� le hab�a proporcionado, mientras mi mano
hac�a lo suyo, provoc�ndome una excitaci�n terrible, que desde luego no se me
calm� del todo a�n cuando me hab�a venido en mis dedos, con los ojos
entrecerrados por la calentura me levant� del suelo apresuradamente, pues mis
padres hab�an recuperado la cordura y se dirigian a la planta alta, yo
torpemente me levant� para ir a mi cama, pero no pude conciliar el sue�o,
pensando en aquel palo paterno que me estremeci� solo al verlo, casi de
inmediato sent� ganas de orinar, as� que me levante para ir al ba�o, pero mi
sorpresa fue may�scula cuando al pasar por la habitaci�n de mis padres, v� a
mam� acostada sobre la cama, con las piernas al aire y las rodillas a la altura
de sus hombros mientras pap� trataba de penetrarla y ella con los ojos de
lujuria le ped�a que lo hiciera, yo me qued� helada al ver aquella escena, la
verga da pap� hab�a adquirido enormes dimensiones, o al menos as� lo cre� en ese
momento, al tiempo de penetrar a mi madre, pap� solt� un quejido de placer,
desde donde yo estaba con la puerta abierta, pod�a ver los peludos labios
vaginales de mam� aceptando la cabeza de la verga de pap�, en el mismo instante
en que pap� meti� de un solo tajo su palo en mam�, yo sent� vibrar mi propia
vulva, recordando la verga de Danielito, y de manera inconciente, envidie a mam�
por poder gozar de aquel palo que ahora la atravesaba, y sin darme cuenta, tal
vez por mi excitaci�n, solt� la orina que ten�a guardada en mi vejiga, all�
mismo en el pasillo frente a la puerta de la rec�mara de mis padres, orinarme me
produjo un enorme placer, pues al sentir el c�lido l�quido correr entre mis
piernas y mojar mis pies desnudos, me hizo so�ar despierta, pensando en que
aquella verga me penetraba a m� y no a mi madre, llev� entonces mi mano hasta mi
mojada pantaleta y comenc� a frotarme de nuevo la vulva, estaba resbalosita,
mojada por el or�n, met� un dedo dentro lo que me hizo venirme una y otra vez,
al final de ese orgasmo, recobr� la conciencia y asustada, me hice a un lado de
la puerta, mis padres estaban ensimismados con su cogida, por lo que no notaron
mi presencia, yo por mi parte, me acerqu� al ba�o para tomar una toalla y secar
mi meada del suelo y luego me ase�, sentada en el inodoro, pensaba en la escena
que acababa de presenciar, y cre� que yo estaba hecha para el sexo, que nunca
har�a otra cosa que coger, me levant� y fui a dormir, estaba cansada por las
experiencias del d�a, tuve buen cuidado de no entorpecer la placentera actividad
de pap� metido hasta los test�culos en mam�, me fui a la cama y dorm� hasta la
ma�ana siguiente en que como siempre, Daniel, me trataba de despertar,
dici�ndome que mam� estaba abajo y nos esperaba a desayunar.
Al ver a mi hermano alli justo junto a mi cama, me dieron
muchas ganas de contarle lo que hab�a visto esa madrugada, as� que se lo cont�
mientras me levantaba, parece que mi relato calent� a mi hermanito, porque not�
que debajo de su pantal�n su verga estaba parada, la sac� mientras yo me trataba
de poner una remera, se me acerc� sin yo darme cuenta, y me toc� los senitos, y
luego baj� su mano hasta mi entrepierna que estaba sin pantaleta, debajo de mi
pijamas, lo not� y ni tardo ni perezoso, meti� la mano y acarici� mis pocos
vellitos p�bicos, para luego tratar de meter un dedo dentro de mi conchita que
por cierto ya estaba algo h�meda por el recuerdo de la cogida de nuestros ese
d�a, yo instintivamente abr� las piernas dejando que mi hermano hiciera, y el me
comez� a masturbar r�pidamente, yo sent�a ganas de orinar de nuevo. Aqu� debo
decir a mis amables lectores que he preguntado a varias de mis mejores amigas
sobre ese deseo insaciable de orinar mientras se tiene sexo o se esta
masturbando una vagina, y ellas han coincidido en que todas tienen por lo menos
las ganas de orinar justo antes de venirse, algunas lo logran, mientras otras se
calientan mientras orinan, apretando los muslos soltando peque�os chorritos de
orina, digo esto para que no moleste mi descripci�n sobre los momentos en que
tengo sexo y orino de gusto.
A quienes no han experimentado este placer las invito a que
lo hagan, les asuguro que no se arrepentir�n, pues a los hombres les fascina ese
momento de oir que orinamos antes o despu�s de cogernos. Prosigo con mi relato,
mientras mi hermanito me mastubaba, yo sent� unas ganas inmensas de orinar, y se
lo dije, pero el me pidi� que me esperara que me iba a penetrar all� mismo, por
indicaciones de mam�, seg�n �l, deb�a penetrarme lo m�s seguido que pudiera, yo
obedec�, un poco por hacerle caso a mi hermanito y otro poco por lo caliente que
estaba, as� que me dispuse a que la verga de Daniel mi hermano, me penetrara por
segunda ocasi�n, me acost� en la orilla de mi cama, y el se baj� los pantalones
dejando al descubierto su erecci�n, se acerc� a mi entrepierna y puso la cabeza
de su enorme verga justo en la entrada de mi almejita, yo me estremec�a de
placer, dej� escapar un chorrito de piss mientras mi hermano me penetraba, yo
apret� los labios vaginales para que no se saliera mientras �l me dec�a: Ay
hermanita que rico se siente como tienes de apretada la puchita, condenada ni�a,
yo repet� aquel ejercicio vaginal, provey�ndome de oleadas de rico placer, mi
hermanito no tard� mucho en venirse dentro de m�, y yo le acompa�� con un
orgasmo r�pido, pues o�mos la vos de mam� desde la cocina que nos apuraba por
que ya era tarde para ir a la escuela. Daniel se sali� de mi vulva, escurriendo
con su verga la ropa de cama, mientras de mi panochita sent� salir chorros de su
lechita que llegaron hasta mi ano, lo que me d� cuenta que me gusta enormemente
desde ese d�a.
Yo me incorpor� y coloc�ndome las pantaletitas, me apresur� a
salir, Daniel se me adelant�, urgi�ndome para no hacer enojar a mam� mientras me
besaba la frente y me apretaba un pez�n cari�osamente.
Bajamos a la cocina, con la mirada disgustada de mam�, que
nos indicaba que se har�a tarde para llegar a la escuela, advirti�ndonos que al
regresar le explicar�amos nuestra tardanza, salimos a toda carrera hacia el
colegio.
Ese mismo d�a nos esperaban nuevas emociones en el mundo de
las vergas y las vaginas, pues al regresar, mam� no estaba en casa, lo que nos
extra�� a Daniel y a m�, cada uno se fue a descansar a su rec�mara, yo me qued�
dormida sobre la cama, y casi dos horas despu�s, despert� con la mano de mam�
sobre mi hombro dici�ndome cari�osamente que me levantara para comer� CONTINUAR�