Relato: Otra historia del siglo 23 (4 - Final)
Otra historia del siglo 23... Tambi�n hay mujeres robots
iguales (y en algunas cosas mejores) que las reales
Parte 4
Ximena la mir� con expresi�n de temor, luego me mir� a m� y
volvi� a mirarla a ella.
-�Por qu� lo preguntas?
-Cuando le dije a N�stor si te dejaba coger con Jorge,
percib� que se excitaba con la idea. Ahora siento lo mismo contigo.
Ximena se qued� callada.
-�Qu� sent�s ahora? � le pregunt� yo.
-Que se excita cuando la toco � dijo Valeria y comenz� a
subir con su mano por el brazo de Ximena, llegando hasta su hombro,
acarici�ndolo con la punta de los dedos. Fue evidente que la respiraci�n de
Ximena se agit�.
Los dedos de la robot se deslizaron del cuello hacia abajo,
comenzando a tocar un pecho de mi novia, acarici�ndolo apenas, hasta alcanzar el
pez�n. En ese instante, Ximena dej� escapar un suspiro con los ojos
entrecerrados, y arque� levemente el pecho hacia arriba, como buscando que el
contacto no cesara. El contacto no solo no ces�, sino que se hizo m�s intenso,
la mano de Valeria sigui� acariciando los pechos desnudos de mi novia, mientras
que acercaba sus labios a los de ella.
Jorge ten�a la mirada fija en la mujer y la m�quina que
estaban a punto de besarse, mientras se acariciaba la verga, que nuevamente
empezaba a crecer y endurecerse. Mientras tanto yo, sin poder creer lo que ve�a,
tambi�n llev� mi mano a la verga y la encontr� dura, la excitaci�n de mi novia y
otra mujer, aunque fuera una m�quina, bes�ndose, era alucinante.
Ximena la vio acercarse con una expresi�n de susto en su
rostro, pero cuando la boca de Valeria estaba a dos o tres cent�metros de los
suyos, cerr� sus ojos y entreabri� los labios, entreg�ndose al beso inminente.
Valeria no desaprovech� esa entrega y la bes�, con suavidad,
mordi�ndola con los labios y pasando una mano por la nuca de ella, mientras que
con la otra mano le acariciaba los senos.
Ximena, respondiendo a sus besos, comenz� tambi�n a acariciar
los senos de Valeria.
Segundos despu�s, la robot se acost� sobre ella, apret�ndose
entre s� las tetas de ambas, mientras que sus piernas se entrelazaban. Como si
nos hubi�ramos puesto de acuerdo, Jorge y yo nos levantamos, Jorge sent�ndose en
el borde de la cama, sobre la parte de los pies, y yo en el piso, al costado,
dej�ndoles toda la cama para ellas.
Valeria se desprendi� del abrazo y comenz� a besar el cuello
de Ximena, bajando por el pecho y meti�ndose como si fueran golosinas, los
pezones de mi novia en la boca, chup�ndolos con deleite.
Ximena disfrutaba con gemidos de excitaci�n de las caricias
de la robot, acariciando a su vez los cabellos de ella. Poco a poco Valeria fue
bajando por el vientre de Ximena, acerc�ndose a su pubis, con dos dedos separ�
los labios y con la boca a dos cent�metros mir� hacia Jorge, comprobando el
embeleso con que las miraba, luego a m�, viendo la excitaci�n que yo ten�a y
finalmente se qued� mirando a Ximena.
Ella estaba de ojos cerrados, pero al sentir que nada m�s
ocurr�a, los abri� y mir� hacia abajo, en donde Valeria esperaba... �qu�?
Ambas se miraron intensamente, pero Valeria segu�a separando
los labios vaginales con los dedos, con su boca a escasos tres cent�metros de
ellos, sin hacer nada por acercarse, que era lo que todos esper�bamos.
Ximena levant� sus caderas para entrar en contacto con
Valeria, pero �sta retrocedi�, alej�ndose. Finalmente, mi novia se dej� caer
nuevamente, mientras Valeria le sonre�a, siempre cerca de su concha, pero sin
tocarla.
Por fin Ximena pareci� entender lo que esperaba Valeria y le
dijo en un susurro, al tiempo que pon�a una mano en su cabeza y la empujaba
hacia su cuerpo.
�
�Chup�mela!
Esta fue la se�al y Valeria comenz� a lamer el cl�toris
hinchado de ella, los labios abiertos, intentando meter su lengua dentro de la
concha, apretando el cl�toris con sus labios.
Ximena no resisti� casi nada esos embates y en pocos segundos
estaba llegando a un impresionante orgasmo, acabando ruidosamente con la chupada
de la robot, que sin embargo no se detuvo y sigui� lamiendo su vagina, mientras
que con sus manos la sosten�a de las nalgas metiendo los dedos entre ellas y
tocando suavemente el culo de Ximena.
El orgasmo que tuvo tan r�pidamente fue casi de inmediato
seguido por otro, lo que me dej� asombrado, porque Ximena conmigo acababa cuando
se la chupaba, pero s�lo despu�s de varios minutos de hac�rselo.
Las manos de Valeria segu�an acariciando el culo y las tetas
de Ximena, hasta que su boca se separ� de la concha y comenz� a subir, besando
el cuerpo que todav�a se estremec�a. As� lleg� a sus tetas, las que comenz� a
chuparlas con pasi�n, acariciando los pezones, meti�ndoselos en la boca, lo que
hacia que Ximena siguiese gimiendo de placer.
Luego sus labios siguieron camino hacia arriba, hasta que sus
bocas se volvieron a juntar, comi�ndose literalmente los labios una a la otra.
En mi vida hab�a visto dos bocas besarse con tal pasi�n, en tanto que sus tetas
se hab�an juntado nuevamente, pero ahora Valeria tomaba las suyas y frotaba sus
pezones contra los de Ximena.
Despu�s de un par de minutos en esta tarea, Valeria se dej�
caer al costado de mi novia, a su izquierda, acost�ndose boca arriba, mientras
respiraba agitada.
Ambas se miraron, Valeria sonriendo, Ximena excitada y con
expresi�n de asombro en su rostro.
-�Te gust�? � le pregunt� la robot.
-Maravilloso � respondi� Ximena.
-Todav�a no termin�.
-No creo que pueda hacer nada m�s.
-Todav�a te falta hacer algo � insisti� Valeria.
-�Qu� cosa me falta?
Valeria flexion� la pierna izquierda, levantando la rodilla y
abri�ndola un poco, mostrando su concha apenas cubierta por una pelusa, mientras
se la acariciaba con una mano.
Ximena mir� hacia all� y luego volvi� sus ojos al rostro de
Valeria.
-�Quer�s que yo...? � Ximena dej� inconclusa la pregunta.
-A ellos les encantar�a � respondi� se�al�ndonos a Jorge y a
m� que nos est�bamos masturbando lentamente � Pero t� eres quien tiene que
querer hacerlo.
Ximena mir� a Jorge, quien demostraba a las claras su deseo,
luego a m�, que tampoco ocultaba mi excitaci�n por esa situaci�n. Finalmente
volvi� la mirada a Valeria.
-�A ti te gustar�a que yo...? � volvi� a dejar inconclusa su
pregunta, ahora con una mirada caliente.
-Me gustar�a... s�lo si a ti te gustase hacerlo � dijo
Valeria, pas�ndose la lengua por los labios.
Ximena no le respondi�. Se acerc� a ella y lentamente la
comenz� a besar en los labios, luego baj� a sus tetas, chupando los pezones con
evidente placer, arranc�ndole gemidos a Valeria. Despu�s de un par de minutos,
su lengua y sus labios siguieron el viaje por el cuerpo de la robot, hasta que
lleg� a la concha, abierta y h�meda que la esperaba.
La lengua de Ximena comenz� a pasar por los labios vaginales,
a lamer el cl�toris, acariciar las nalgas de Valeria que, m�quina o no, comenz�
a gemir de placer.
Ver a mi novia chup�ndole la concha a otra mujer, aunque
fuera una m�quina, me calent� de una manera incre�ble. Mi verga ya estaba
totalmente parada de nuevo y deseaba clav�rsela a alguna de ellas nuevamente.
Ximena estaba con la cara enterrada entre las piernas de
Valeria, arrodillada, con la cola en alto. Jorge, que evidentemente tampoco
aguantaba m�s la calentura, se acerc� al rostro de Valeria con su verga
endurecida, apoy�ndola en los labios. Ella abri� la boca y se la dej� meter
toda.
Yo decid� hacer lo mismo y tambi�n le acerqu� la verga a la
boca. Ella la tom� con una mano, solt� de su boca a Jorge y se meti� la m�a,
sosteniendo la de Jorge con la mano. Me chupaba un poco a mi y un poco a Jorge,
lo que nos daba un morbo espectacular, mientras que a nosotros no nos daban los
ojos para verla a ella que nos chupaba y a Ximena chup�ndole la concha.
Luego de que Valeria pareci� llegar a otro orgasmo, nos solt�
a ambos y dirigi�ndose a m�, me dijo sonriendo maliciosamente � Tu novia est� en
la misma posici�n que estaba yo cuando nos sorprendi�. En cuatro patitas...
ofreci�ndose... � y me la volvi� a chupar.
Yo entend� el mensaje y cuando me la solt�, me fui a poner a
espaldas de mi novia, que d�ndose cuenta de lo que pasaba, separ� un poco las
piernas para dejarme lugar. Primero me arrodill� a los pies de la cama y le
empec� a chupar la concha que se me ofrec�a. Luego me par� y apoyando la dura
cabeza de mi verga, se le met� de un golpe. Se escuch� un gemido ahogado de
placer, y comenc� a entrar y salir de su vagina.
Valeria le segu�a chupando la verga a Jorge, hasta que la
solt� y se movi� a un costado, haciendo que �l ocupase su lugar, por lo que
Ximena dej� de chuparla a ella para encontrarse que ten�a la verga de Jorge a
cent�metros de su boca, mientras que yo le segu�a dando desde atr�s.
Mi novia mir� hacia m�, como pidiendo permiso. Yo, mientras
segu�a serruch�ndola muy despacio, para no acabarme tan pronto, apenas atin� a
decir:
-Si quieres... hazlo...
Y por segunda vez vi a mi novia meterse la verga de mi mejor
amigo en la boca, mientras su concha recib�a la m�a.
Valeria qued� a un lado, masturb�ndose ahora, lo que nos daba
una sensaci�n incre�ble de morbo y excitaci�n.
A pesar de mi posici�n, ve�a claramente como Ximena se
tragaba pr�cticamente toda la verga de Jorge, mientras que con una mano lo
masturbaba. Estuvimos varios minutos as�, ella de rodillas, recibiendo mi verga
por su concha desde atr�s y la de Jorge en la boca. En determinado momento,
Jorge empez� a dar muestras de que estaba por acabar, y le avis� para que lo
soltara.
-�Voy a acabar, Ximena. Voy a acabar!
Pero ella no lo solt�. Sigui� chupando hasta que vi que Jorge
se sacud�a y gem�a de placer. Por lo que ella me dijo despu�s, Jorge le larg�
dos chorros de leche en la boca, pero por los movimientos de �l al acabar, se le
sali� la verga de la boca y un tercer chorro le cay� en la cara, justo en el
labio superior, dej�ndole un bigotito de leche.
Esa imagen result� demasiado fuerte para m� y sent� que
acababa, llegando al orgasmo dentro de su concha, mientras que ella gritaba
acabando tambi�n en su en�simo orgasmo.
Jorge se dej� caer en la cama, Ximena tambi�n cay� a un
costado, y yo, que apenas me pod�a sostener en pie, me acost� sobre ella.
Valeria mientras tanto, tambi�n se recost� en la cama. Est�bamos todos agotados
de esa marat�n de sexo. Valeria se levant� y juntando toda su ropa y la de Jorge
le dijo:
-Se�or Jorge, �nos retiramos?.
Jorge se levant� y juntos salieron de mi dormitorio, mientras
que con mi novia nos empez�bamos a besar suavemente...
Fin
Mikaela Fuell
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