Sal� del ba�o m�s tranquila, si bien el ano aun me molestaba,
pero, con todas las ganas de continuar.-

Descubr� una sensaci�n, mezcla de molestia y excitaci�n.
Excitaci�n porqu� sent�a el esperma del d�lmata recorrerme la piel interna de
las nalgas, lo cual era recordatorio de todo lo vivido, y molestia porqu� el
esperma al secarse se endurecerse y tiraba de los bellos de mis muslos, pero,
como decimos ac� "es un placer". -

Entre a mi cuarto en el momento que Patricia, acostada boca
abajo, se acariciaba furiosamente la entrepierna buscando su desahogo. Me
acerque silenciosamente y me arrodille junto a ella, con mucha suavidad le
levante la pollera descubriendo una bikini de color blanca y el movimiento de
sus dedos sobre su cubierta vagina.-

Quisiera aclarar que no soy lesbiana. Podr� ser zoofilica, y
quiz�s un poco bisexual, si bien aun no lo prob�, pero no lesbiana, y yo no soy
precisamente quien para juzgar.-

Pero a los 13 a�os y en pleno despertar sexual, los limites
impuestos se hacen un poco difusos y bastante el�sticos. Lo �nico que me
interesaba era descubrir m�s forma de gozar.-

Con dos dedos de cada mano tome el el�stico del bikini y
comenc� a bajarla lentamente, dejando al descubierto las nalgas de mi amiga
iluminadas por la luz de la ventana, que hacia brillar su rubio bello. Reconozco
que disfrutaba mirar las suaves curvas, la sombra que divid�a su nalga, el
huequito que parece enmarcar la vulva, los labios mayores enrojecidos y
brillantes de lubricaci�n.-

Patricia no emit�a un solo sonido ni me deten�a, o mostraba
de alguna forma su disconformidad, estaba quieta y esperando.-

Con la ropa interior en el piso deje que mis manos
recorrieran la suave piel de sus piernas, desde sus pantorrillas hasta las
nalgas. Siempre con mucha suavidad, deje que mis dedos se internaron en esas
duras y aterciopeladas nalgas, y al separarlos pude ver por primera vez en mi
vida, el ano y la vagina de otra mujer.-

Reci�n en ese momento Pato emiti� un profundo gemido.
Abandone las nalgas para dirigirme a sus muslos que con delicadeza proced� a
sep�ralos, mire a Machi que estaba recostado descansando y Freddy parado
expectante mir�ndome intensamente.-

Sin ninguna se�al de mi parte, mi perrito salta a la cama
directamente entre las piernas de mi amiga, tambi�n con cuidado camino hasta
llegar a la entrepierna, olfateo y me miro.-

Volv� a separar las nalgas y pude observar como la punta, y
luego una porci�n mayor, de la lengua de Freddy dejaba un sendero de saliva
desde la vagina hasta el ano.-

Patricia se estremeci�, levanto la cabeza emitiendo un
excitado suspiro. Ya no hab�a marcha atr�s, ni ninguna lo quer�a.-

El azar gen�tico me brindo una vagina que se lubrica r�pida y
abundantemente, sent�a is muslos ba�ados, francamente, no s� quien de las dos
estaba m�s excitada. Si ella por las sensaciones que mi querido Freddy le
prodigaba o yo por lo prohibido que estaba ayudando a realizar, y
fundamentalmente, dirigiendo.-

El irresistible y enrojecido miembro de mi perrito palpitaba
en el aire totalmente descubierto. Con dos dedos mantuve separadas las nalgas y
con la otra mano lo masturbe e incluso logre acercarlo lo suficiente como para
llev�rmelo a la boca.-

La cabeza de Patricia comenz� a moverse siguiendo una lenta
melod�a sola escuchada por ella, se humedec�a los labios y tambi�n, comenz� a
elevar las caderas buscando m�s y mejor contacto.-

Hay que recordar que mi Freddy estuvo juntando excitaci�n
desde la ma�ana, no recuerdo haber sentido su miembro m�s grande y duro que en
esa oportunidad. Considere que era mejor dejar de estimularlo o corr�a en el
peligro que me inundara la boca. As� que, bien mojado lo dirig� hacia el ano de
mi amiga, mire atentamente y disfrute jugando con la punta haciendo lentos
c�rculos. Alternaba con cruzadas rectas y sumamente lentas, l�gicamente tuve que
frenar a Freddy un par de veces, cosa que no le gusto, pero me gustaba ver como
Patricia deten�a la respiraci�n o gem�a cuando cre�a que la penetraci�n era
eminente.-

Finalmente, centre el miembro y me di el gusto de soltarlo y
ver como se abr�a paso. Ver como el morado y venoso miembro desvirgaba a mi
amiga fue lo m�ximo. Escuchar el gemido de Pato cuando lo sinti� entrar, o ver
sus manos ponerse blancas aferrarse a las sabanas como si fueran a salvarla de
algo que ella quer�a y deseaba. Y yo, �YO! se lo estaba proporcionando.-

Pero no tuve en cuenta algo por mi falta de experiencia.-

En la habitaci�n se lleno de los gemidos de Patricia y la
respiraci�n acelerada de mi perrito, pero deb� dar cuenta que toda la habitaci�n
estaba saturada de olor a sexo, y que el olor, es algo fundamental para los
perros.-

Cuando sent� la nariz de Manchi investigando mi vagina, cerr� los ojos, acomode las caderas y separ� las piernas.

Una parte de mi cerebro, con temor, ordeno detenerlo, pero otra y con toda la aprobaci�n de mis hormonas, quer�a lo opuesto. As� que, me relaje y sent�a las patas del d�lmata aferrando mis caderas y su peso sobre mi espalda.-

Lo que sucedi� despu�s, tanto para Patricia como para m�, fue como una pel�cula que le faltan partes. En un momento mis gemidos se unieron a los de mi amiga, en otro me descubr� clavando las unas en su muslo y mordiendo sus nalgas mientras me penetraban con furia, me acuerdo haber escuchado los gritos de Patricia:

�ESTA ACABANDO! �ESTA ACABANDO!

Luego, todo hab�a terminado.-

Mire el rostro de mi amiga sumamente cansada pero feliz con restos de fluidos en su cola, yo sentada en el piso sobre un charco de esperma y lubricaci�n, tambi�n muy cansada y con
ganas de dormir, y, con mucho m�s ardor en mi pobrecito ano, los perros
acostados lami�ndose sus respectivos miembros.-

-�Fue fant�stico, incre�ble. Nunca pens� que podr�a ser
as�!.- exclamaba Patricia internando sus dedos en sus nalgas y luego mir�ndose
las puntas ba�ados en esperma.-

Me descubr� pensando, que ella hab�a atravesado la barrera,
qu� por primera vez hab�a disfruta un ORGASMO.-

�Una nueva adicta y compa�era?

CONTINUARA

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