LAS COSAS QUE PASAN
Este es mi primer relato que env�o y espero que les guste.
Mi nombre es Oscar y contare que desde hace ya diez a�os
vengo teniendo relaciones con mi madre cada quince d�as.
Ella es chaparrita como de 1.50 cm. Morena, con unos peque�os
senos, pero lo que mas me gusta de ella son sus nalgas redondas y paradas.
Todo comenz� cuando �ramos peque�os y nos ba��bamos mis
hermanos y yo con ella,
Me encantaba ver corriendo el agua por su cuerpo, como se
ba�aba con los calzones puestos, al moj�rsele se le transparentaban los pelos de
su panocha y eso me excitaba y eso que no contaba con m�s de 10 a�os en ese
entonces, en varias ocasiones fingiendo no ver por el jab�n en la cara, tocaba
sus senos.
Una vez estando dormidos, por la ma�ana despert� y ella tenia
la falda mas arriba de la cintura, la descubr� un poco y pude verle las nalgas
mas de cerca y atrevi�ndome a m�s, baje un poco sus pantaletas y bese con mucho
cuidado sus ricas nalgas.
Durante alg�n tiempo solo me dedicaba a espiarla, ya fuera
mientas se ba�aba, o cuando le ayudaba a acomodar el mantel de la mesa, me met�a
debajo y al levantar la mirada pod�a ver sus pantaletas cubriendo esas
maravillosas nalgas.
En una ocasi�n hab�a terminado de ba�arse y entre de repente
en su recamara, ella se encontraba totalmente desnuda, me disculpe y no pude
borrar la imagen de ese cuerpo
Durante todo el d�a, me la pase pensando como har�a para
poder tenerla y no se me ocurri� otra cosa m�s que�
Durante la noche espere a que mis hermanos se durmieran y a
eso de las 3 de la madrugada, me levante sin hacer ruido y con mucho cuidado
entre a su recamara, estaba tapada solo con una ligera sabana, se pod�a adivinar
su figura por encima. Me coloque a gatas y me acerque al borde de la cama,
comenc� por tocarla por los pies y subiendo mi mano la pas� por sus nalgotas,
enseguida con mucho cuidado met� la mano por debajo de la sabana y lentamente
para no despertarla apret� suavemente su tobillo, oyendo su respiraci�n
acompasada sub� mi mano hasta tocarle sus muslos y llegando a tocar sus
pantaletas, con miedo y excitaci�n a la vez met� mi mano por ente sus calzones y
toque sus pelos, era la primera vez que tocaba la panocha de una mujer y al ser
mi madre me calentaba m�s.
Para mi mala suerte ella despert�, imaginen la cagada que me
puso aparte de que me acus� con mi pap�.
El me recrimino.
-�Qu� acaso eres un monstruo o que? es tu madre y la debes de
respetar.
Aquello no sirvi� sino para aumentar m�s el deseo que sent�a
por ella y pasaron los a�os.
Yo ya me hab�a convertido en un joven de 19 y ella a pesar de
haber engordado un poco no perd�a sus encantos.
Una noche mi padre, habiendo llegado ebrio, se hab�a cogido a
mi mam�, ambos, cansados despu�s del sexo se encontraban profundamente dormidos
una vez m�s puse en practica todas mis ma�as para poder abrir su cuarto.
Entre y descaradamente prend� la luz, no despertaron, los
destape y ah� estaban los dos completamente desnudos, as� puede ver a mi mama a
placer la toqu� e inclusive le met� los dedos en su panocha, en eso mi papa
despert�
-�Qu� haces?
Yo solamente agache la cabeza y me retire a mi habitaci�n, mi
papa salio detr�s de m� y se sent� en la cama.
-Mira hijo, es normal que sientas deseos y comprendo que a la
�nica mujer que tienes cerca es tu madre, as� que voy a � darte permiso para que
te la cojas pero esto va a quedar en el m�s absoluto secreto, tanto que ni ella
tiene que enterarse.
As� una noche mi mama llego de una reuni�n bastante tomada y
le dijo a mi papa que ten�a ganas de coger, pero mi papa estaba molesto y la
mando a la chingada y le dijo
-Si tantas son tus ganas ve y dile a tu hijo que te
coja.-pero no quiso.
Por fin una noche hubo una fiesta en la casa y mi papa me
dijo.
-Hoy es el d�a-
se fueron todos los invitados y nos retiramos a "dormir",
como a las dos horas mi papa me despert�.
-Ve a la cama y acu�state con ella, le di unas pastillas para
dormir, m�tesela todo lo que quiera, que esta va a ser la �nica vez.
Entre a su cuarto y prend� la luz, no pod�a dejar pasar la
oportunidad de ver como le met�a la verga a mi mama.
Me acost� a su lado y comenc� por acariciarle su panocha
peluda, que tantas chaquetas me hab�a costado.
Sin m�s me sub� encima de ella y le deje ir toda la verga
hasta el fondo, era divina esa sensaci�n de estreches y humedad que no tarde
mucho en llenarle la panocha de leche esa noche me la cog� hasta que me canse.
Este es el principio de una historia que en la actualidad
continua siendo una realidad
Y un relato verdadero 100%
Posterior mente hubo otras pero se las ir� relatando poco a
poco.
Espero sus comentarios a mi correo
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO