Iba roja de verg�enza al entrar al hotel, pero me di cuenta
que muchas parejitas que entraban y sal�an de una forma muy natural y ninguna
persona se deten�a a juzgarte o a decirte algo. Eso me dio confianza, pero a�n
as� me sent�a un poco mal, quiz�s con ganas de regresarme al auto. Lo que s� me
di cuenta es que no solo hombres, sino tambi�n una que otra chica me ve�a a las
piernas, talvez por criticarme, o talvez porque les gustaba. Si yo me paraba de
perfil, mis pompitas levantaban muy coquetamente la figura de mi falda short,
eso era lo que me ve�an.

Llegamos al cuarto y nos sentamos en una mesita para tomarnos
la copa de vino que hab�a servido �l. Decidimos irnos al sof� y ver un rato la
televisi�n. Viendo una pel�cula (no pornogr�fica, todav�a) y platicando nos
dieron casi las doce de la noche. Se levant� al ba�o y yo me qued� sentada
esper�ndolo. Cuando sali� del ba�o me tomo de la mano y me llev� lentamente a la
cama. Me resist�a pero finalmente llegamos hasta ella. Yo temblaba y estaba como
impactada, como boba, no sab�a como reaccionar. Me sent� en la orilla de la cama
y �l se acost� cerca de mi. Me dijo "No te preocupes nena, lo �nico que quiero
en este momento es platicar contigo, ven acu�state, si no quieres no te toco,
pero no te har� da�o, solo quiero tenerte a mi lado" . Eso me hizo sentirme en
confianza, me recargu� en la cabecera de la cama y sub� mis pies a la cama. Me
pidi� quitarme las zapatillas y despu�s de retir�rmelas se sent� junto a mis
pies y me dio un masaje. Me bes� todos los pies, y los acarici�. Sin darnos
cuenta el tiempo se fue volando hasta que me dijo, "Amor, ya es hora, tenemos
que llegar a tiempo a tu casa para que no te rega�en", se acerc� a mi boca y me
dio un beso como nunca lo hab�a hecho, su lengua casi llegaba hasta mi garganta,
sent�a ahogarme, pero me gust�.

Salimos del hotel sin que pasara absolutamente nada. No
hablamos durante todo el camino al respecto, me iba contando chistes y yo me
sent�a mal. Llegando a la casa me llev� hasta con mi mam� y le agradeci� por
haberme dado permiso. Mi mam� encantada le dijo, no hay problema, mientras se
comporten y sigan las reglas ella tiene derecho a divertirse, tambi�n salud� a
mi pap� quien tambi�n le dijo que se fuera con cuidado y que en cuanto llegara a
su casa nos hablara para saber que hab�a llegado bien.

Al momento de despedirnos me puse a llorar como una ni�a en
el pecho de Edy, pidi�ndole una disculpa por la forma en como me hab�a
comportado en el hotel, solo se comenz� a re�r dici�ndome "Mi amor, no paso
nada, solo quer�a estar contigo, hacerte sentir bien, en confianza, yo no quiero
solo acostarme contigo como mucha gente lo hace, solo van al hotel, se acuestan,
se ba�an y se van, yo quiero hacer el amor contigo, no importa si el intento se
hace m�s de 100 veces, solo hasta que t� te sientas segura lo hacemos, no hay
prisa, si es la primera vez tuya, solo ser� cuando tu lo quieras, no tengo
porqu� obligarte, si tu lo decides lo hacemos, no quiero da�arte, solo quiero
amarte bien, te amo y �ste no es el fin del mundo, es el comienzo de una nueva
vida, t�mate tu tiempo, pero resp�ndeme antes de que cumpla 80 a�os, porque es
posible que para esas fechas ya no pueda estar contigo", solo re�mos y ya no nos
vimos sino hasta el lunes siguiente.

Pas� el tiempo, y cada vez que ten�amos oportunidad nos
�bamos al hotel (particularmente los domingos). Jug�bamos, re�amos y ve�amos
pel�culas, ah� comenc� a ver pel�culas pornogr�ficas. Esto sucedi� como 5 o 6
veces, pero cada vez que est�bamos ah�, los juegos eran m�s candentes, m�s
er�ticos, ya me daba el lujo de permitir que sus manos tocaran m�s de la cuenta,
aunque no por mucho tiempo, pero algo me impulsaba a hacerlo, quiz�s las
pel�culas, quiz�s los roces, quiz�s los besos o todo al mismo tiempo.

Un domingo decid� que era el momento de hacerlo. Para esto,
ese d�a me vest� como siempre, muy coqueta. Me puse una tanguita de hilo dental
que por momentos se met�a entre mis labios vaginales y cada vez que me rozaba el
cl�toris me excitaba m�s y m�s. Unas pantimedias doradas de licra y satinadas,
una faldita caf� dorado, con unas zapatillas de plataforma de color negro para
que hiciera juego con mi blazer y mi blusa, una blusita de tirantes y un saquito
o blazer de color negro. Me ve�a muy bien, en casa y en la calle me ve�an muy
insistentemente a las piernas y a mi rostro, pues como no si la faldita era
cortita y holgada y cada vez que caminaba se sub�a como llevada por los
movimientos de mis piernas al caminar y siguiendo el movimiento de mis caderas
al andar, realmente me sent�a sexi.

Llegamos como de costumbre al hotel y para nuestra suerte nos
toc� en el pen�ltimo piso y con vista hacia tlalpan, como est�bamos en un lugar
alto dejamos abiertas las cortinas para que entrara luz natural, �sta a su vez
se reflejaba en mis pantimedias y mis piernas brillaban intensamente, eso vuelve
loco a Edy, me quite el blazer y comenzamos a tomar refresco, muy poco me gusta
el alcohol, ese d�a tampoco Edy tom� ni cervezas. Vimos un rato la televisi�n y
despu�s pusimos el radio, nos acercamos a la ventana y comenzamos a jugar a
contar los autos, algo muy bobo, pero finalmente era parte de nuestra rutina,
nuestro juego.