Relato: Mayte mi cu�ada



Relato: Mayte mi cu�ada

�Cu�ndo comenc� a sentir esa atracci�n por mi peque�a cu�ada?
Aun no alcanzo a definirlo si fue en aquella ocasi�n en que con motivo de el
baile de graduaci�n de la hermana que le sigue en edad a mi esposa, apenas
reci�n casados Malu y yo y en que aun era soltera mi cu�ada Mayte y hab�a
asistido sin compa�ero de baile, por lo que mi esposa me pidi� que bailara con
Mayte, la cual se estaba dando una aburrida de lo lindo pues se quedaba sola en
la mesa cuando los dem�s nos �bamos a bailar les aseguro que lo hice sin ning�n
otro pensamiento que el bailar, pero deber�n estar de acuerdo conmigo que el
tener abrazado un cuerpo hermoso al bailar con los giros y movimientos propios
del baile siempre hay roces que hacen que hasta el mas insensible se excite,
pues me sucedi� que con el roce de sus senos en mi pecho y sentir sus pezones
erectos que por alg�n motivo se hab�an puesto erectos y se notaban por sobre la
tela de su vestido, inevitablemente el sufr� una fuerte erecci�n del pene, de lo
cual necesariamente ella se dio cuenta. As� que al terminar la tanda de seis
melod�as nos fuimos a sentar, cubri�ndome como pude a la espalda de ella mi
tremenda erecci�n, por lo que ya no la volv� a sacar a bailar y ni ella ni yo
nos dijimos nada al respecto, lo que si sucedi� que antes de terminar el festejo
nos fuimos mi esposa y yo y tomamos una habitaci�n del hotel ya que ah� se
celebraba dicho festejo y tuvimos una noche tremenda, aunque siempre que estamos
en la cama mi esposa y yo siempre me excita al m�ximo y terminamos con unas
cogidas excepcionales, adem�s que en esta coacci�n debe haber influido
seguramente la calentada con mi cu�ada.



Tambi�n pudiera haber sido en aquella ocasi�n en que estando
ya casada Mayte, se celebro una boda de un amigo de su esposo y
circunstancialmente no asisti� mi concu�o (su esposo), pues por motivos de
trabajo viaja seguido al extranjero. Nos invito Mayte a la fiesta y como la vez
anterior mi esposa me pidi� que bailara con Mayte y quieras que no ah� voy de
nuevo, por el tiempo que hab�a pasado no recordaba ya lo pasado anteriormente
pero en cuanto comenzamos a bailar afloraron en mi los recuerdos, con el
agravante ahora de que hab�a un gran cantidad de personas en la fiesta y en la
pista ni que decir, todos apretados, por lo que aun sin quererlo ten�amos que
bailar completamente pegados y nuestros cuerpos estaban en contacto casi
fundidos el uno en el otro y para colmo el grupo musical estaba interpretando
melod�as rom�nticas y sensuales y apagaron las luces y solo se iluminaba la
pista con la esfera de espejos reflejantes. En esta ocasi�n como ya era la
ultima tanda que interpretaban, la alargaron por mas de media hora y todo el
tiempo fue de estar meci�ndonos al comp�s de la m�sica sintiendo como alojaba mi
gran erecci�n entre sus piernas aun a trav�s del vestido y como sin decirnos una
sola palabra sent�a yo como en momentos empujaba su pelvis contra mi pene, tal
vez por el choque de alguna pareja vecina o bien porque ella lo hacia de mutuo
propio. Ha habido muchas ocasiones mas que seria largo de contar y me he puesto
a pensar y preguntarme el porque me empuja mi esposa o en si se ha dado cuenta
de esa atracci�n o bien como piensa mi cu�ada al respecto lo que ha hecho que me
forje una fantas�a, la cual ahora adapto y se las comparto.


�


Llevo doce a�os de matrimonio con Malu, mi esposa, m�s unos
cuantos a�os de noviazgo, en todo este tiempo nunca me atrajo mi cu�ada, no que
la ignorara, sino que no la ve�a con calentura, a�n cuando se ve�an deliciosas
sus tetitas, sus pezones marc�ndose en su blusa cuando junto a mi se pon�an
duros, sus lindas piernas y su atractivo trasero, varias veces la vi visti�ndose
o prob�ndose ropa o un traje de ba�o, ya que entre nosotros siempre hubo una
gran confianza pues me miraba tal vez como a un hermano mayor, incluso m�s de
una vez ella me vio semidesnudo a m� en nuestra casa. Debo hacer ver que la
diferencia de edad con mi cu�ada es de diez a�os, yo tengo cuarenta y dos y ella
cumplir� ahora en agosto los treinta y dos.


Bien sucede que cada vez que la saludaba, pon�a la mano de
tal manera que siempre le tocaba un pecho y a veces le daba un peque�o
apretoncito que terminaba en una mutua sonrisa, pero de ah� en adelante nunca
pas� nada pues no daba pie a nada m�s. Lo que contar� sucedi� el otro d�a
v�spera de un d�a feriado, llam� su esposo en la noche y habla con Malu, su
cu�ada, y le pide que si puedo ir yo a darle una mirada a su lavadora autom�tica
que no funciona, como algo entiendo de ello, pues quiere cerciorase de cual es
la falla que tiene antes de llamar al servicio t�cnico, como ha habido una serie
de enga�os en las reparaciones le pidi� a Malu que yo la viera antes, entonces
quedaron de acuerdo que yo ir�a al d�a siguiente. Al principio no me hizo mucha
gracia ya que quer�a quedarme en cama con Malu para disfrutar de una ma�ana de
sexo, pero part� de no muy buena gana.


Al llegar a su departamento toco el timbre y abre mi cu�ada
Mayte envuelta en una bata de genero de toalla, con su pelo mojado, not�ndose
que ven�a saliendo de la ducha. Hola Roberto, pasa adelante, nos saludamos y
como de costumbre puse la mano para tocar uno de esos senos que me tienen loco,
y siento algo exquisito al palparlo sin el sost�n, nos miramos y la sonrisa de
siempre.


Que haces por ac�, me pregunta, �c�mo?, dije yo, no te dijo
Guillermo que ven�a a ver la lavadora, seguramente se le olvid� decirme,
contest� ella, ahora no se encuentra, tu sabes lo fan�tico que es por el ganado,
as� que ha partido a la feria con los ni�os. Pero pasa, entro y la quedo mirando
de arriba abajo con su bata que le llegaba m�s arriba de las rodillas, pudiendo
apreciar sus torneadas y blancas piernas, con un grueso cintur�n apretado a la
cintura que hacia marcar a�n m�s su lindo trasero. Pens� para mis adentros, son
iguales estas hermanas, mi Malu es mas blanca, no s� por qu� me calienta tanto
Mayte. Me sac� de mis pensamientos con un, ven por aqu� est� la lavadora.


Caminamos a la zotehuela mientras me preguntaba por su
hermana, y yo detr�s de ella con los ojos clavados en su culo y sus piernas,
acarici�ndolos con la mirada. Se qued� al lado m�o mientras yo me dispon�a a
revisar el artefacto y segu�amos conversando de una y mil cosas. Saqu� la tapa
de posterior, que para soltar el �ltimo tornillo me tuve que arrodillar,
apreciando sus piernas y parte de los muslos, entr�ndome un morbo
extraordinario.


Podr�as sujetarme este cable, ped� yo, al tenerla a mi lado y
al agacharse para tomarlo pude deleitarme con el nacimiento de ese busto que me
tra�a tan inquieto de tantos a�os, me pas� lentamente por detr�s de ella para
sacar la otra tapa, como el lugar era estrecho me refregu� en su culo sin
presionar mucho, ella al principio no se movi�, pero como lo hice lentamente,
cuando estaba por terminar de pasar, ella se pego un poco mas, esa actitud me
dio m�s morbo pas�ndome cualquier pel�cula en la mente con la situaci�n,
inici�ndoseme una erecci�n m�s o menos potente, pero me dije, que pasa si
insisto, veamos.


Luego de sacar la tapa de adelante volv� a pasar al otro lado
para revisar los enchufes, advirti�ndole que no soltara el cable ya que iba a
revisar las conexiones, esta vez al pasar hice una mayor presi�n en su trasero,
sintiendo en mi pene la partidura de sus nalgas, deduciendo que si ven�a
saliendo de la ducha y estaba sin sost�n tambi�n estar�a sin pantaletas. Esta
vez ella no se movi�, no s� si fue idea m�a o por el morbo y calentura tan
grandes que ten�a, o que fue real, es que sent� en ella un peque�o
estremecimiento, yo al ver esa reacci�n me devolv� a buscar algo, cualquier
cosa, la idea era pasar de nuevo.


Tom� lo primero que encontr� y volv� a pasar, ya con una
erecci�n total sintiendo m�s esa separaci�n de sus nalgas en mi pene, ella
pudi�ndose haber corrido no lo hizo, me envalenton� y la abrac� por la cintura y
me apret� a su culo iniciando en forma muy suave el t�pico movimiento de la
relaci�n sexual, ella estaba como paralizada, no hac�a ni dec�a nada, solo
respiraba profundo. Pens�, estoy metiendo las patas seguramente aqu� se va ha
armar la grande o le est� gustando. Ya estoy metido ahora sigamos hasta donde la
cosa reviente, me inclin� y comenc� a besarle el cuello y acelerar el movimiento
de mi pene en su culito. Al sentir mis labios en su cuello ella inclin� la
cabeza hacia atr�s ofreci�ndome sus labios, que yo r�pidamente tom�, metiendo mi
lengua en su boca y jugando con la suya.


Me fui dando vueltas para ponerme al frente de ella, siempre
bes�ndonos, yo temblaba como una hoja al viento cuando empec� a meter las manos
por debajo de la bata para tocarle un pecho, comenc� a acariciarlo poco a poco
hasta alcanzar a rozarle el pez�n duro, tieso, parado, que placer estaba
sintiendo yo, y ella tambi�n pues se mov�a apret�ndose contra mi pene, que ya se
me arrancaba. Tom� todo su pecho con mi mano sintiendo la tibieza de una carne
suave, lo apret� con cierta morbosidad, dici�ndome, al fin m�o, como poco a poco
ser�s entera m�a, desabroch�ndole el cintur�n de su bata. Nuevamente fui
arrancado de mis pensamientos en forma brusca, cuando Mayte me dice, por favor
basta no sigamos, ya no doy m�s de caliente y no quiero pecar de infiel a mi
marido y a mi hermana, yo no quise escuchar lo que o�a, as� que continu�
desatando ese cintur�n para abrirle la bata y deleitarme con ese cuerpo que
siempre me tuvo loco.


Nuevamente, por favor basta no sigas que me est�s
trastornando, de nuevo sordo, met� mi mano en su panochita, encontr�ndome con
una mata de suaves pelitos mojados por el abundante jugo que emanaba de su
interior, producto de la gran calentura que estaba sintiendo, al igual que yo.
Cuando le roc� los labios vaginales, se me peg� a m�, dando un grito, �
bastaaaaa! No doy m�s, no m�s, por favor, que no podr� retenerme, le aplique los
labios con fuerza en su boca, juntando nuestras lenguas con desesperaci�n, le
introduje un dedo en la vagina alcanz�ndole el cl�toris, creo que hasta ah�
lleg� su fidelidad, pues sigui� bes�ndome y emitiendo peque�os quejidos de
placer, yo continu� con un suave movimiento en su cl�toris y las caricias en sus
pechos.


Est�bamos tan inc�modos en ese lugar que comenc� a llevarla
hacia el dormitorio, pero solo llegamos al living, que quedaba m�s cerca. Ah� le
fui sacando la bata para dejarla totalmente desnuda y deleitarme con esa figura
que siempre dese� tener, ella solo respond�a a mis besos y no dec�a nada. Solt�
por un momento sus pechos y me empec� a soltar los pantalones, viendo mi
complejidad para desvestirme, ella me ayud� a sacarme el chaleco, as� que saqu�
la mano de su rajita y me desvest� por completo, quedando ambos como d�os nos
ech� al mundo. Reinici� mis caricias y ella llev� sus manos a mi pene empujando
lentamente el cuero hacia atr�s, con dos dedos formando una argolla, cuando vio
que no se pod�a empujar m�s lo comenz� a llevar hacia delante d�ndome una
masturbaci�n que me provocaba un placer inmenso.


En esa funci�n nos fuimos corriendo al dormitorio, todo el
trayecto fue de caricias y besos, cuando llegamos la hice tocar la cama con la
parte posterior de sus piernas, lentamente la fui sentando, cuando ya lo estuvo,
yo me enderec� quedando mi pene a la altura de su cara, yo continuaba con mi
mano en sus pechos, as� que con la otra le tom� la cabeza y se la acerqu� al
erecto pene, que se presentaba brillante y morado ante sus labios. Ella
empujando el cuero hacia atr�s hizo que se dilatara el hoyito sali�ndole una
peque�a gota de l�quido, lo mir� y con una suavidad extrema deposit� sus h�medos
labios en la punta de mi pene sorbiendo el n�ctar que sal�a. Sent� su ardiente y
h�meda boca que lentamente se iba tragando mi pene, produci�ndome un goce
indescriptible, en la medida que se lo met�a a la boca empujaba el cuero para
atr�s, se lo retiraba y llevaba el cuero para adelante.


Le tom� la cara para mirarla a los ojos, al cruzarse nuestras
miradas denot� un gesto de placer tan grande y a la vez de que estaba cometiendo
un reprochable delito. Baj� la vista y continu� con su trabajo de masturbaci�n y
de mete y saca la verga de su boca. Me empec� a colocar de tal manera que
pudiera tener acceso a su panocha, para iniciar un tremendo sesenta y nueve.
Cuando logr� ubicarme sin que ella me lo soltara, met� mi boca entre sus piernas
que le abr� enormemente viendo una rajita, roja y mojada, me deleit� un momento
con ese panorama que se me ofrec�a y que luego de tantos a�os ser�a m�a.


Comenc� a besarle los muslos y fui subiendo por ellos hasta
tocar los pelitos abr� bien los labios con los dedos e inici� un lento y
profundo chupa y lam� hasta que llegu� a darle el placer que yo esperaba al
tomar un duro y dilatado cl�toris, en la medida que aumentaba la fricci�n con
mis labios aumentaba la emanaci�n de jugos de su vulva anunci�ndome que ya se
ven�a, entonces empec� una succi�n en el cl�toris que luego de un rato la llev�
a un desesperado orgasmo.


Orgasmo que manifest� con peque�os grititos sin soltar mi
pene que manten�a dentro de su caliente boca, sintiendo su lengua subiendo y
bajando a lo largo de �l, llegaba desde la punta bajaba por el frenillo hasta
los test�culos y se devolv�a moj�ndolo con saliva que resbalaba a todo lo largo,
cuando de repente con la boca llena solt� un grito de placer que se mantuvo
durante unos largos segundos. Pens� sin tratar de comparar, pero se me vino a la
mente, que las dos hermanas eran iguales en todo, pezones, vagina, pechos, hasta
en casi en la forma de acabar, pero si exist�a una diferencia, al parecer mi
Malu hab�a tenido un mejor maestro que mi cu�ada, yo.


Cuando comenc� a sentir los primeros s�ntomas que ya iba ha
acabar, me fui saliendo para ponerme al lado de ella y abrazarla, nos fundimos
en un apretado y tierno abrazo, me acomod� para coloc�rselo entre las piernas,
mientras le preguntaba que como se sent�a. En lo sexual extraordinariamente
bien, hay muchas cosas en que yo me siento coartada ya que a Guillermo no le
agrada mucho besarme y chupar mi co�o, como tampoco le gusta mucho que yo se lo
chupe a �l, en ese aspecto es muy tradicional y conservador, es un excelente
esposo y padre, lo quiero mucho, pero en la parte sexo es como que me falta
algo. Por favor no lo tomes como que es una raz�n para justificar lo que estamos
haciendo, tengo que ser franca siempre dese� hacer esto contigo, tanto como t�,
pues siempre se te not�, que yo me hac�a la tonta era distinto, cuantas veces me
tocaste los pechos al saludarme, en el fondo de mi siempre lo dese� y lo
propiciaba.


Yo tambi�n dije, siempre quise tenerte, me excitas mucho.
Mientras convers�bamos yo le comenc� a poner la punta del pene en los labios
vaginales, que se encontraban terriblemente mojados y empec� a presionar
lentamente, pero como no estaba bien puesto, ella lo tom� y se lo empez� a pasar
por su co�o apunt�ndole al cl�toris, gozaba y tambi�n me hac�a gozar a m�, de
una manera exquisita, de pronto lo apunt� al centro de su co�o y empujaba para
met�rselo, yo sent� en la cabeza del pene lo caliente que estaba adentro de su
panocha que de un solo envi�n se lo met� hasta chocar pelvis con pelvis,
continuamos con los besos y caricias en sus pechos, sent�a como gozaba esa mujer
y eso me produc�a una calentura y un morbo tan grande.


La tom� y la fui poniendo encima m�o para que luego se fuera
sentando en el pene, al estar ya ubicados y c�modos ella inici� un violento
cabalgar que hac�a que se le moviera el busto a un ritmo que de solo mirarlo me
hac�a gozar. Yo le miraba la cara, ella con los ojos cerrados se mov�a, se
refregaba, suspiraba y m�s de un grito sali� de su boca, �qu� rico!, como me haz
hecho gozar. Le tom� una mano y se la llev� a su vagina, la otra se la llev� a
un pecho, iniciando una masturbaci�n que desemboc� en un tremendo nuevo orgasmo,
m�s violento y alborotado que el anterior. Esto dur� ahora unos minutos, tiempo
que me cost� aguantar las ganas de acabar como lo deseaba.


Al verla tan caliente, quise gozar el mayor tiempo posible, y
por que no decirlo, dejar sentado el precedente de un macho tremendo para hacer
gozar a las mujeres. Pens� en una y mil cosas, mi esposa, la letra que deb�a
pagar el lunes, el tr�mite de esto y lo otro para hacer durar m�s esa tremenda
cogida que nos est�bamos echando. Lo logr�, hice que acabara hasta quedar
exhausta, transpiraba por todos sus poros, sus tetas estaban con los pezones
erectos, se pasaba la lengua por los labios que al parecer los ten�a resecos. Yo
en mi fuero interno me dije, esto ser� inolvidable para ella.


Cay� encima de m�, desliz�ndose a un costado, quedando
inerte. Tom� su cara con ambas manos y comenc� a besarla suavemente, en la
frente, en los ojos, en los p�mulos, terminando en su boca. Solo ah� comenz� a
reaccionar. Continu� con tiernas caricias, d�ndole tiempo a mi pene para que se
le bajaran un poco las ganas de acabar, para entrar a una nueva etapa. Pregunt�,
como te sientes ahora, maravillosamente bien respondi� ella. Que deseas que te
haga me pregunt�, nado dije yo, solo d�jate llevar por lo que yo te haga.


Me puse encima de ella tomando sus piernas se las abr�
llevando sus rodillas a la altura de sus costillas, me hinqu� entre sus piernas
apreciando lo dilatado y rojo que ten�a su co�o, puse mi pene al centro y debido
a la gran cantidad de jugos, este entr� suavemente, ejerc� una presi�n pareja
hasta llegar al tope, ah� estir� sus piernas apoy�ndola en mis hombros y comenc�
a levantarla desde los tobillos logrando una penetraci�n total acompa�ada de una
frotaci�n de su panocha contra mi pelvis que le provocaba un placer inmenso.
Ella se acariciaba los pechos tom�ndose los pezones y estos se erizaban m�s en
la medida que aumentaba su gozo. Mi pene al parecer topaba fondo en su �tero por
que m�s de una vez soltaba grititos de dolor y placer. En la medida que sent�a
como mi pene tocaba algo y la reacci�n de ella que iba en aumento, adem�s de lo
mojado que se encontraba y lo caliente que se sent�a yo ya no daba m�s,
presintiendo que ya acababa.


Desde la posici�n en que estaba ve�a como entraba y sal�a de
adentro de esa maravillosa panocha. Mayte comenz� a suspira m�s seguido a
quejarse y un a emitir una constante � ummmmmm! Que avisaba que ven�a y de
repente inici� un tercer s�per orgasmo, tom�ndose la cabeza revolc�ndose de
placer, se le escap� un grito ronco con una expulsi�n de aire que hab�a estado
reteniendo, grito que yo me imagin� se debi� haber sentido en todo el edificio.


Ya con eso y la sensaci�n que experiment� en mi pene al
sentir como sal�an sus flujos vaginales, que comenc� ha acabar soltando semen a
borbotones. Deje caer sus piernas y me tir� encima de ella abraz�ndonos y
movi�ndonos como desesperados, hasta soltar mi �ltima gota de semen.


Ella contra�a su vagina de una manera tal que ese movimiento
que sent� daba la impresi�n como si me masajeara el pene en su interior,
alargando a�n m�s ese placer de acabar.


Nos quedamos abrazados por un largo rato, sin hablar, luego
ella me bes� profundamente dici�ndome, ahora no me arrepiento de lo que hicimos,
por el lado de Guillermo, ya que nunca me ha hecho gozar de esta manera, lo
siento por mi hermana.


No te preocupes le dije, si ella supiera lo feliz que te he
hecho, sac�ndote esos gustos escondidos me felicitar�a, pero igual esto ser� un
secreto entre nosotros hasta que... y me un� en un tremendo beso en que nuestras
lenguas jugaban, se empujaban y comenz�bamos a acariciarnos, ella me tom� el
pene con la mano manteniendo la misma delicadeza de la primera vez, comenz� a
besarme el cuello siguiendo por el pecho, el est�mago, hasta llegar al pene, que
se encontraba a�n fl�cido por la tremenda guerra anterior, pero ella inici� una
chupada magistral que de a poco mi pene comenz� a revivir, yo me qued� dej�ndome
hacer todo lo que ella quer�a, cuando me di cuenta que se estaba acomodando ella
solita para que le chupara el co�o, a buen entendedor pocas palabras, la tom�
por las nalgas y llev� su entrepiernas a mi boca, lamentablemente ten�a a�n de
mi semen en su interior, pero me dije que si ella me lo estaba pidiendo no me
pod�a poner con objeciones, as� que comenc� a sorber los jugos que emanaban de
su co�o conjuntamente fui meti�ndole ambos dedos �ndice en el ano, provoc�ndole
una dilataci�n que en un principio ella quiso resistir, inmediatamente puse mi
boca en su agujero y se lo llene de sus l�quidos con mi semen, se calm� cuando
le tom� el cl�toris con mis labios y comenc� a apret�rselo y meti�ndole los
dedos en su ano ahora ya lubricado con lo que le hab�a echado, en la medida que
le chupaba toda su panocha juntaba sus l�quidos con mi saliva y se los
introduc�a por su ano.


Sent�a como su boca recorr�a mi pene a lo largo, ayud�ndose
con la mano a correr mi cuero de arriba abajo, lentamente empez� a acelerar sus
movimientos y a sufrir contracciones en su co�o y en su ano, se�al que le ven�a
un nuevo orgasmo, entonces tambi�n aceler� la succi�n de su cl�toris y ya le
ten�a metido tres dedos en su hoyo trasero, comenz� a gemir y a soltar nuevos
jugos apretando su co�o contra mi cara y movi�ndolo en forma desesperada, sent�
como acababa en forma magistral, ocasi�n que aprovech� para meterle m�s a fondo
los dedos para aumentar la dilataci�n y lubricar mas su hoyo, ella en vez de
rechazarlo continuaba con su movimiento sobre mi cara. Cuando fue disminuyendo
su alteraci�n yo me sal� de la posici�n que estaba debajo de ella y la mantuve
hincada, hinc�ndome yo por detr�s, quedando su trasero paradito a mi vista.


Sin mayor pre�mbulo coloque mi pene en la entrada de su ano
que ten�a una buena dilataci�n por los masajes que le hab�a dado, puse mayor
cantidad de saliva m�s algo de sus jugos y se lo fui metiendo, se quej�, algo
reclam�, pero no ced�, la tom� fuerte por las caderas y con los pulgares le
abr�a las nalgas y de un envi�n entr� la mitad de mi pene, peg� un gritito,
sent� un hoyo caliente extremadamente rico, me qued� ah� iniciando un muy lento
movimiento de mete y saca, a pesar que ten�a una buena lubricaci�n, cuando lo
retiraba le echaba saliva, cosa que al entrar mantuviera la lubricaci�n.


Yo no hice mayor presi�n porqu� el movimiento que ten�a, m�s
la visi�n de ese culo ensartado con mi pene, me produc�an un placer enorme, pero
de repente sent� como era ella la que ejerc�a presi�n hacia atr�s, buscando la
forma de met�rselo m�s adentro, entonces la tom� firme por las caderas y se lo
fui metiendo despacio pero en forma continua. Baj� mi mano a su co�o, �l que
estilaba jugos de placer.


Le pregunt� si le gustaba, mucho, me respondi�, me duele un
poco pero me est�s haciendo gozar, no te muevas muy fuerte, que es la primera
vez que me lo hacen por ah�, no me imaginaba que gozar�a tanto. Segu� movi�ndome
aumentando el recorrido, me pegu� a ella hasta alcanzar sus pechos, que empec� a
sobar y ha jugar con sus pezones, que se encontraban erectos, comenc� ha sentir
una calentura que hizo que las embestidas a su culo fueran mayores, ella meti�
su mano acarici�ndome los test�culos, luego de un momento inici� un jadeo
distinto a los emitidos las veces anteriores cuando le ven�an los orgasmos, me
empieza a decir, �voy ha acabar de nuevo!, no lo saques, �ayyy! Me voy,
�ummmmmmmm! Que rico.


Comenz� unos sacudones y ha golpear hacia atr�s con su culo,
sintiendo como topaban mi hueso en los suyos. Yo me empec� excitar y sent�a como
se pon�a m�s duro el pene y sucedi� lo inevitable, no me pude controlar mas y
solt� un chorro de semen largo seguido de otro, en la medida que expulsaba semen
ella golpeaba con su trasero hasta chocar en mi cuerpo, sus gritos de placer
dec�an cosas, como que rico, hazme m�s, no pares, sigue, me duele, no lo saques,
te amo, por que no lo hicimos antes, etc.


Despu�s de largos minutos y sin sac�rselo, la fui estirando
para quedar acostada sobre su est�mago y yo encima de ella, la tom� por sus
pechos y le comenc� a besar el cuello, susurr�ndole cosas al oido, te ha
gustado, si mucho, dijo, me has hecho inmensamente feliz, si Guillermo quiere
algo a la noche, tendr� que decirle que estoy cansada o que me duele la cabeza,
quiero mantener este placer en mi por mayor tiempo.


Y t� �tendr�s relaciones con mi hermana a la noche?, no de
ninguna manera, ment�, pues sab�a que mi deseo me har�a tener relaciones con mi
esposa, para luego decir que me acost� con las dos hermanas en un mismo d�a.
Este secreto quedar� solo entre nosotros para siempre, me dijo. �No� solo se lo
contar� a tu hermana Malu, estas loco, nadie lo sabr�. Descuida d�jamelo a m�.


Continuamos as� por un espacio de unos quince minutos, cuando
son� el tel�fono que estaba encima del velador, ella se apresur� a responder,
sin demostrar agitaci�n alguna dijo �alo!, hola hermanita, como est�s t�, que
bueno, yo tambi�n, muy bien, si tu esposo est� aqu� tratando de reparar la
lavadora, al parecer le ha salido m�s largo de lo presupuestado, no te preocupes
por el almuerzo yo le convido aqu�, no, no es ninguna molestia, vengan a tomar
un trago a la noche, los esperamos, no vemos, adi�s.


Dej� el tel�fono y me dice d�ndome un beso en la boca
vist�monos ahora, bueno dije, sin hacer mayores comentarios. Sin siquiera
lavarme me vest�, ella se puso su bata, yo me fui ha armar la lavadora, despu�s
de un momento al ir revisando todo encontr� la falla, era una conexi�n suelta,
t�pica en este tipo de m�quinas, la apret� y la arm�, dej�ndola funcionando
perfectamente. Me di vueltas y le dije a mi cu�adita, est� lista ha quedado como
nueva. Lo haz hecho todo bien hoy d�a, dijo, arreglaste la lavadora y a mi
tambi�n me haz dejado como nueva, nos dimos un sonoro beso y un abrazo muy
fuerte, me fue a dejar a la puerta del departamento donde repetimos los besos,
hasta la noche cu�ada. Hasta la noche cu�ado.


Mientras regresaba a casa daba vueltas en mi mente los
momentos vividos, me parec�a un sue�o, tanto dese� ese cuerpo durante tantos
a�os y sin querer, sin siquiera prepararme se hab�a dado todo y ella hab�a sido
m�a y plenamente. Iba pensando cuando llegu� a casa abr� el port�n, entr� el
auto, voy caminando a la puerta donde me esperaba Malu y me doy cuenta que no me
hab�a lavado, ni la cara, ni el pene, nada, ahora si notar� lo pasado, no pude
evitar que ella me abrazara y me diera un beso en la boca, cre� que te
demorar�as m�s tiempo, dijo, dando un respingo por el olor de mi cara, pero no
hizo ning�n comentario, cosa que me asust�. Seguimos caminando a la cocina
pregunt�ndome como me hab�a ido, que ten�a la lavadora, si la hab�a arreglado o
no, etc. C�mo estaba Mayte, que hac�a cuando tu llegaste, como andaba vestida,
�uf! Mil preguntas de un solo viaje, yo iba respondiendo a cada una de ellas,
pero la not� rara. La regu� al no lavarme la cara o haberme duchado y comenc� a
divagar en mis pensamientos, mejor le cuento todo o me callo, si me callo y ella
est� sospechando algo voy a perder su confianza, perder�a todo, �qu� hago? me
pregunt�.


�Mayte te sirvi� almuerzo?, me pregunt� Malu, me ofreci� pero
no quise quedarme para venir ha almorzar contigo, dije, tom�ndola de la cintura
y asest�ndole un beso en la boca, a que hueles me dice, es que al soplar la
manguera del desag�e me ha saltado agua clorada en la cara y en la ropa, cosa
que le hizo mucha gracia a Mayte que se ha re�do a costillas m�as. Como que
crey� lo que dec�a pues no hubo ninguna objeci�n en retribuirme los besos, la
abrace muy fuerte y le apret� las nalgas con ambas manos. Me ducho y vengo para
que almorcemos, ap�rate que quiero que nos acostemos a dormir una siesta, me
dijo. Yo sab�a a donde apuntaba tal siesta, era para ver como iba ha estar el
rendimiento. Me met� a la ducha un poco m�s tranquilo, yo sab�a que pod�a
responderle a Malu en lo que me pidiera, pero ver�a como le contaba todo,
prefer�a que lo supiera por m� que por Mayte, pues hab�a quedado muy sorprendido
con lo que me cont� Mayte sobre las confesiones de hermanas. Baj�, almorzamos
hablando de mil cosas, pero entremedio siempre hab�a una consulta a lo de la
ma�ana.


Terminamos de almorzar, le ayud� a lavar y guardar la loza,
ordenamos y nos fuimos al dormitorio, pasamos a lavarnos los dientes y nos
acostamos, desnudos como de costumbre, inmediatamente ella se acurruc� a mi lado
y de repente me pregunt�, �por qu� no estaba Guillermo?, andaba en la feria con
los ni�os respond�, �ahhh! as� que estuvieron solos. Si porque tanta pregunta,
que est�s pensando, nada me dijo solo quer�a saber. O es que sientes celos de tu
hermana. No de ninguna manera, todo lo contrario, conf�o plenamente en ella.


Como ambos est�bamos desnudos y el acordarme de lo de la
ma�ana a trav�s de la conversaci�n que ten�amos, se me empez� a parar el pene
cosa que se percat� Malu, lo tom� y comenz� ha hacerle cari�o, parece que se ha
portado bien, me dice. Por supuesto, que cre�as. Te contar� que conversamos
mucho con Mayte, como siempre lo hemos hecho, y eso t� lo sabes, lo que s� me
gustar�a saber que conversan Uds. dos cuando se juntan y se conf�an las cosas
�ntimas, pues lo que habl�bamos con Mayte en la ma�ana era eso, que entre Uds.
no hay secretos y cada una sabe todo de la otra. Malu me dice, solo comentamos
las cosas del matrimonio, de nuestros maridos, como es vuestro comportamiento en
la intimidad. Salt� yo y pregunt� preocupado, o sea, que ella sabe lo que
nosotros hacemos en la intimidad. �No todo no! dice ella, solo sabe como son las
relaciones nuestras y como eres t� en la cama. Y como es ella con Guillermo,
pregunt�. Por lo que cuenta mi hermana, Guillermo no es muy bueno para la cama,
no le gusta hacer distintas posiciones, tampoco el sesenta y nueve, y por atr�s
le da asco por que dice que puede salir caca. Es harto lelo por que esas cosas
son las que le dan la salsa al sexo, dije yo. Si, me dice ella meti�ndose bajo
la ropa y se mete el pene a la boca comenzando a chuparlo y besarlo con ansias
que llegaba a sonar el sorbete que le daba, ah� se me termin� de parar, con un
morbo espectacular al pensar que en la ma�ana me lo hab�a hecho mi cu�ada.


Me di vueltas y met� mi cabeza entre las piernas de Malu,
comenzando a pasar mi lengua por los labios vaginales, sorbiendo los jugos
deliciosos que sal�an de la profundidad de su caliente sexo, hasta que tom� su
cl�toris con mis labios iniciando un masaje que la hac�an revolcarse de placer,
se sac� el pene de la boca para gritar cuando comenz� su gran orgasmo lleno de
espasmos, luego de un momento, me sal� y me puse a su lado dici�ndole, todo esto
se lo ha perdido tu hermana, se ha perdido la mitad de su vida. Malu asinti� y
dice, como puede ser tan bruto su marido que no le gustan estas cosas, cuando
hemos conversado el tema con Mayte, que no han sido muchas veces, ella me ha
contado que le gustar�a que Guillermo le haga posturas y todas estas variaciones
del sexo, siente unos deseos tremendos de chap�rselo, pero el la mira poco menos
que como una degenerada, si supiera lo que hacemos nosotros, ah� si que nos
considerar�a unos degenerados locos. De inmediato la solt�, dici�ndole, si
quieres yo le puedo hacer el favor a tu hermana y la pongo al d�a de todas estas
cosas, tendr�a un profesor de lujo y quedar�a en familia. Termin� diciendo, tu
que opinas. Me queda mirando y me dice, est�s loco, como se te ocurre pensar en
una cosa as�, tu crees que ella lo aceptar�a. No pudo haber mejor respuesta a
mis pensamientos ya que la lanc� r�pidamente y dije, quiz�s ella si lo aceptase
�y t� lo aceptar�as?. No s� me da cosa, es mi hermana, es cierto que hemos hecho
muchas cosas juntos y a m� me agrada y me calienta, pero es mi hermana, ahora
por otro lado yo s� lo que a ella le gustar�a probar todas estas variedades de
acuerdo a lo que hemos conversado, hasta yo creo que sufre de una frustraci�n
muy grande como mujer, y con su marido nunca lo va ha lograr. Si tu lo aceptas y
como a la noche vamos a ir a tomarnos un trago con ellos, puedo tantear el
terreno para ver que sucede, l�gico que con un tino extremado para que no vaya
ha quedar una cagada. Dije con mi mejor cara de c�nico. Ella me queda mirando
con cara de entre sorpresa y duda, no se, es mi hermana pero yo s� lo que siente
y en el fondo sufre pues le he contado lo que se siente y fehacientemente no le
va ha poner nunca el cuerno a su marido, bueno hazlo pero con mucho cuidado que
no se d� cuenta Guillermo. Pierde cuidado mi cielo ser� lo m�s cuidadoso
posible.


Bueno, con toda esta conversaci�n ten�a el pene parado al un
extremo m�ximo, lo que hab�a captado Malu ya que de inmediato me pidi� que se lo
metiera, me subo encima de ella y le apoyo la cabeza del pene en la entrada de
su mojad�sima vagina, comenzando una introducci�n lenta pero muy movida hacia
los costados, toc�ndole todas las paredes calientes de su concha produci�ndole
un goce tremendo que la hac�a suspirar y exclamar palabras de calentura, que
rico, m�temelo, hay que manera de gozar, ya me voy, voy ha acabar, mu�vete,
mu�vete, � ummmmmmummmmm! .


Sin preguntar, pero al sentirla as� de caliente, supe que la
idea de que me tirara a la hermana la hab�a puesto a ese punto de haber acabado
en menos de treinta segundos. Los pensamientos sobre lo sucedido en la ma�ana
m�s lo de ahora, ambas cosas hicieron que iniciara mi acabada brutal en la
concha de mi mujer, salt� el chorro de semen inund�ndola por completo
conjuntamente con un tremendo alarido m�o y de atr�s los otros chorros
acompa�ados de otros tantos gritos. Como ser�a mi acabada que Malu volvi� a
tener otro orgasmo casi tan violento que el anterior, nos besamos hasta que
nuestros cuerpos quedaron inm�viles ba�ados en transpiraci�n. La mir� y estaba
con los ojos cerrados pero con una cara de satisfacci�n incre�ble. Nos pusimos
de lado y nos tapamos qued�ndonos dormidos en el acto.


Cercano a las seis de la tarde me despert� viendo a Malu
durmiendo de espaldas, levant� la s�bana deleit�ndome con esos exquisitos
pechos, pens�, son iguales a los de Mayte que nuevamente ir�an ha ser m�os, le
comenc� a besar los pezones hasta despertarla, me abraz� y me bes� en la boca,
vamos a duchamos y nos arreglamos para irnos a la casa de Mayte, te parece. Si
mi amor, vamos, dije yo con un morbo extraordinario.


A las ocho y media est�bamos en la casa de mi cu�ada, las dos
hermanas se abrazaron y saludaron muy c�lidamente, en un gesto de la gran
afinidad que tienen. Los ni�os como est�n, le pregunt� a Mayte. Bien, dijo ella,
se fueron a casa de mi suegra hasta ma�ana. Malu sigui� hacia el living y yo
salud� a Mayte con un beso en la boca que la dej� totalmente asombrada de mi
comportamiento y por supuesto la correspondiente tocada de tetas que siempre le
he hecho, cuidado, me dijo ella, que te puede ver Malu, no te preocupes no nos
ve, dije yo en tono conciliador y la deje pasar delante de m� aprovechando de
mirarle el culoo en forma muy morbosa y deseosa. Llevaba una blusa suelta con un
peque�o escote en "V", una falda a la rodilla con un tajo en un muslo que
permit�a apreciar sus ricas piernas, (me enter� despu�s que llevaba medias con
ligas iguales a las de Malu y una tanga de hilo dental).


Salud� a mi cu�ado Guillermo, dici�ndole, compadre que vamos
a preparar de comida, no s�, estaba pensando hacer una carne al horno, que ya la
compr�, as� que puedes prepararla ya que a ti t� queda tan buena, me dice �l.
Listo preparo unos tragos y me voy a la cocina. Al preparar los tragos me cargu�
en el licor en forma exagerada para Guillermo y Mayte, a uno para que se
durmiera temprano y a la otra para que se relajara y diera pie a lo que yo
quer�a hacer.


Compadre se le pas� la mano con el Ron, no compadre est�
igual que el m�o, respond�, si quiere se lo cambio. Ya me voy a preparar la
carne, partiendo a la cocina seguido por Malu y Mayte. No d�jenme solo s� donde
est�n todas las cosas, as� que no hay problema. Pero ambas se quedaron para
preparar una ensaladas, salud cu�ada, salud mi amor, le dije a ambas e
inst�ndolas a beber bastante de un solo trago. Seguimos animadamente una
conversaci�n trivial y nuevamente salud, mientras Guillermo ve�a un partido de
Tenis en la TV, de repente veo que mi cu�ada se agacha para sacar unas verduras
del refrigerador, qued�ndole el culito paradito, r�pidamente paso por detr�s de
ella refregando descaradamente mi pene en su culo. Malu inteligentemente mir�
hacia otro lado cuando Mayte se par� asustada, tranquiliz�ndose al ver a su
hermana que no hab�a visto nada, me mir� y me hizo un gesto de enojo, a lo cual
respond� lanz�ndole un beso por el aire. Malu se dio vueltas y pas� por su lado
llevando una bandeja con picadillos para el living, le gui�� un ojo y le
palmote� un hombro a su hermana y le dijo, yo me quedar� conversando con
Guillermo mientras Uds. est�n aqu� y sali� de la cocina preocup�ndose que la
puerta quedara casi cerrada.


Me acerque a Mayte la abrac� por la cintura y le di un beso
en la boca, ella abri� los labios permitiendo que mi lengua entrara y se cruzara
con la suya, me tom� por la cabeza y me devolvi� el beso en una forma ansiosa,
nos estuvimos besando y abrazando un rato, enseguida baj� mi mano a su
entrepiernas y me encontr� con el calz�n metido en su h�meda panocha, se la
empec� a acariciar y apretar con la punta de los dedos. Incre�ble en la forma
que comenz� a soltar jugos dici�ndome que hab�a quedado tan caliente con lo que
hab�amos hecho en la ma�ana, le fascin� que le metiera la lengua y le chupara su
cl�toris. La tom� y la sent� en el mes�n del mueble de cocina, le sub� la falda
desplazando el calz�n para un lado y le met� la lengua en su co�o que desped�a
una exquisita fragancia a sexo y perfume , mientras con una mano le tocaba las
tetas por debajo de su blusa, ella me tom� la cabeza haciendo presi�n para que
le hiciera con m�s fuerza vini�ndole en forma instant�nea un orgasmo furioso
soltando un chorro de l�quido caliente que me chorre� por la barbilla, ella casi
me arranca los pelos donde me apretaba la cabeza, todo esto no demor� mas de dos
minutos, que ha ambos se nos hicieron eternos por el miedo a que entrara alguien
a la cocina, felizmente nada pas�.


Luego de estos nos besamos profundamente, se arregl� su falda
y blusa, yo le dije, anda al living para evitar sospechas, luego voy yo. Ella
sali� no sin antes tocar mi pene que estaba parado formando un tremendo paquete
en mis pantalones, lo apret� y se fue.


Segu� con mi preparaci�n de la carne, luego la met� al horno.
Cuando en eso se abre la puerta y entra Malu, con una tremenda sonrisa me
pregunta, �y que pas�?, de inmediato le respond� que nos hab�amos besado y que
le hab�a metido la mano en su panocha, ella me interrumpi� con un beso en la
boca, y donde m�s la besaste, pues el olor de tu cara no te deja mentirme. Bueno
te estoy contando que le met� la mano y la sent� en este mes�n, tomando a Malu
poni�ndola en la misma posici�n que a Mayte, luego le sub� su falda, haciendo lo
mismo con ella, y le met� la lengua as�, incrustando mi boca en la panocha
sumamente mojada de Malu, iniciando as� mi segunda chupada de panocha de la
noche. Sent� como mi esposa me tomaba la cabeza igual que su hermana, hasta que
le cac� su cl�toris con mi lengua labios y dientes, comenzando ella a suspirar
anunciando que le ven�a el orgasmo, que de inmediato lo sent�, tambi�n me llen�
de jugos la cara. Pens� si en todo son iguales estas hermanas, si lo que he
hecho con Mayte se repite calcado con Malu. Me retir� de su entrepierna y ella
se baj� del mes�n ayudada por m�, se acomod� su falda y me dice, como lo
lograste tan r�pido. Bueno un poco por lo que conversamos en la ma�ana y otro
tanto que le dije que le har�a algo que yo sab�a que deseaba y que nunca lo
hab�a hecho, no hubo mas conversaci�n y nos fuimos al acto de inmediato, que le
ha gustado le ha gustado mucho, pues acab� apenas empec� a bes�rselo. Tom� a
Malu d�ndole un gran beso en la boca, mi pene no daba m�s dentro del pantal�n
con lo parado que lo ten�a, me tom� el resto del trago hicimos unos minutos de
tiempo y salimos al living donde Mayte terminaba de preparar la mesa. Guillermo
segu�a ensimismado mirando el partido de tenis, pregunt� a todos si les
preparaba otro trago, a lo que respondieron que s�, ahora me cargu� en el licor
solo en el de Guillermo pensando que m�s pronto le dar�a sue�o.


Hicimos salud brindando cada uno por nuestras esposas,
extendi�ndolo yo para mi cu�ada como una gran amiga y ese tremendo cari�o que se
profesaban las dos hermanas, me agradecieron las dos par�ndose y d�ndome sendos
besos en la cara.


Se disputaban los �ltimos puntos del partido de tenis que
ve�a Guillermo en la TV, as� que aprovech� de ir a la cocina para ver como iba
la carne. Detr�s de m� entraron abrazadas las dos hermanas muertas de la risa
por algo que ven�an hablando. Me di cuenta que algo de efecto les estaba
haciendo el trago a ambas, por su risa alegre y espont�nea, pero no estaban
ebrias solo chispeantes. Gracias por tus palabras me dijo Mayte abraz�ndome por
un costado y clav�ndome los senos en las costillas, por el otro costado me
abraza Malu tambi�n apret�ndose a m�. Mi pobre pene comenz� a pararse de nuevo,
como lo ten�a doblado dentro del calzoncillo me tuve que meter la mano al
bolsillo y arregl�rmelo con muy poco disimulo. Cuando lo hice pas� mis brazos
por la cintura de las dos mujeres, me gir� al lado de Malu y le di un largo beso
en la boca apretando a Mayte para sentir mejor sus pechos en mis costillas.
Enseguida me gir� al lado de Mayte d�ndole tambi�n un largo beso en la boca.
Luego di vueltas mi cabeza al lado de Malu y la bes� suavemente mientras bajaba
ambas manos hacia el culo de cada una sin que se enterara una lo que le hac�a a
la otra, a ambas le empec� a meter la mano por debajo de la falda tocando esos
potitos tan ricos de cada una, se quedaron quietas un segundo y Mayte dice, te
ayudamos en algo, si dije p�same una fuente para que sirvan la carne que ya est�
lista, mientras tanto yo descorcho el vino.


Nos sentamos a comer y yo le met�a y le met�a mucho vino a
Guillermo y m�s moderado a las mujeres. Nos re�mos por diversas razones, como de
costumbre por Guillermo no se habl� nada de sexo solo chascarros, temas de
actualidad algo de pol�tica, etc., yo iba para destapar la cuarta botella de
vino pero ambas hermanas me pidieron que por favor no, ya que a�n quedaba por
lavar platos y ordenar, pero luego nos tomar�amos el bajativo, yo acced� por que
vi que a ellas no era necesario darles mas vino, solo pensaba en Guillermo, como
mandarlo a la lona. Compadre, le dije, me acompa�as con un Whisky, por que yo
sab�a que con eso lo derribar�a, bueno me respondi� pero ponle bastante hielo y
un poquito de soda. Part� a la cocina a buscar los ingredientes y ah� estaban
las dos ri�ndose y cuchichiando, pas� por el lado de Malu y le toque el culo y
le mand� un beso en la boca, fui a sacar hielo y pas� por detr�s de Mayte a la
que tambi�n le toqu� el culo suavemente de abajo hacia arriba, se dio vuelta y
le asest� un beso en la boca, retir�ndome sin decir palabra.


Cuando regres� al living estaba mi buen Guillermo cabeceando
de sue�o, as� que le pas� el Wisky con bastante hielo y soda, mientras yo me
serv�a en mi vaso igual cantidad que la de �l, salud cu�ado, salud Roberto me
dice, con una arrastrada de lengua que a las claras se ve�a que ya estaba
doblando el cogote. Hice como que tomaba bastante dej�ndolo en mi boca y miraba
como el se lo beb�a casi de un viaje, me volv� a llevar el vaso a la boca y
devolv� el licor sin siquiera beber nada. Iniciamos una conversaci�n que no dur�
mucho pues los cabezazos de sue�o de Guillermo fueron en aumento, que incluso se
le derram� algo de licor en el pantal�n. Ah� reaccion� y me dice, parece que me
anduve mareando un poco, beb� mucho. No compadre al parecer lo vence el sue�o,
si quieres anda a acostarte y nosotros nos vamos ya es tarde. Parece que eso voy
ha hacer, par�ndose y partiendo a la cocina donde le comunic� a Mayte que se
ir�a a acostar pues se le cerraban los ojos de sue�o, se despidi� de Malu de m�
y parti� al dormitorio acompa�ado por su esposa.


Nos quedamos los dos con Malu en la cocina y ella me dice
ri�ndose en forma bien chispeante, pobre Guillermo lo curaste ex profeso para
que se fuera a dormir, quieres hacerle algo a Mayte, si mi amor, quiero volverle
a chupar el chorito, ya que le gust� tanto y no se lo pude hacer bien denantes,
�me dejas?. Por mi no hay drama, me da cosa pero yo s� que la har�s gozar mucho.
Bueno m� amor como siempre te lo he hecho a ti. Con la conversaci�n y los besos
que le daba a mi esposa ten�a el pene parad�simo y Malu me lo tocaba por encima
del pantal�n, le met� la mano en su rajita encontr�ndola mojada de la calentura
que ten�a. Seguimos conversando del tema hasta que volvi� Mayte muerta de la
risa. Primera vez que veo a Guillermo tan curado, lo tuve que desvestir y
acostarlo, por que no se sosten�a en p�e, se qued� dormido de un viaje y ronca
de una manera si parece una locomotora. Le miraba la cara a ambas hermanas
cuando se re�an las dos ten�an los ojos chiquititos y brillantes por el alcohol
ingerido. Malu dice a Mayte y a m�, empuj�ndonos por la espalda, vayan ustedes
al living a sentarse un rato, yo no he hecho nada hoy d�a as� que lavar� la loza
y la guardar�. Yo le digo a Mayte en vista de la exigencia vamos a tomarnos el
bajativo. Apenas salimos de la cocina Malu cerr� la puerta ech�ndole llave por
dentro, cosa que arranc� otra carcajada de Mayte pero est� fue risa nerviosa,
inmediatamente la abrac� por la espalda haci�ndole sentir mi pene en su culo, le
tom� los pechos y le empec� a besar el cuello, eso la hizo moverse refreg�ndose
en mi pene, la fui empujando hacia el sof� donde la hice sentarse en la orilla
de este y apoyar la espalda en el respaldo, le sub� la falda que ella tironeaba
hacia abajo tratando de imped�rmelo, pero insist� meti�ndole las manos para
bajarle los pantaletas. La insistencia m�a y su calentura o el alcohol ingerido
fueron mayor que su negativa ya que le logr� subir la falda y sacarle los
pantaletas, yo me baj� los pantalones dej�ndolos arremangados en los tobillos y
me hinqu� entre sus piernas metiendo de nuevo en ese d�a mi boca en su co�o, que
manera de estar mojada, si los jugos le hab�an empapado pantaleta, piernas y
llegado a las ligas de las medias. Comenc� a chuparle violentamente el cl�toris
y a lamerle toda la panocha en su extensi�n desde la punta hasta el ano,
arranc�ndole quejidos y suspiros, ella me met�a los dedos entre el pelo y me
empujaba la cabeza presion�ndome a su entrepierna, no demor� mucho en llegar al
orgasmo, se�al que se encontraba tremendamente excitada. Saltaron m�s jugos de
su caliente vagina, empap�ndome la cara, la hice tenderse en el sof� y me
acomod� haciendo un sesenta y nueve, me molestaban los pantalones que me los
saqu� de una pierna al subirme al sof�, ella me tom� el pene y se lo meti�
golosamente en la boca comenzando a chuparlo y pasarle la lengua a todo lo largo
d�ndome exquisitos besos en los test�culos y succion�ndome la cabeza del pene,
trataba de meterme la lengua la lengua en el meato, gozaba y se deleitaba con su
faena mientras yo le segu�a trabajando su panocha, le tom� el cl�toris con los
labios y se lo chup� estir�ndolo y refreg�ndolo contra la lengua, cosa que le
hizo arrancar chillidos de placer que se ahogaban donde ella no quer�a sacar mi
pene de su boca, En forma imprevista se le desat� un segundo orgasmo tan
violento, que en forma impensada me apret� muy fuerte con los dientes mi
adolorido pene. Este segundo orgasmo fue mucho m�s largo que el anterior,
seguramente por que yo no dejaba de zamarrearle el cl�toris, le salt� un chorro
de l�quido que parec�a que se le hab�a salido el pip�, fue una sensaci�n tan
deliciosa sentirla acabar de esa manera que yo comenc� a acabar tan fuerte,
soltando cinco o seis chorros de semen. Ella sinti� el primer chorro y quiso
sacar la cabeza, pero al saborearlo se sigui� bebiendo el resto del semen que
expulsaba. Declaro honestamente que fue una acabada de esas inmemorables, que
pocas veces me hab�a hecho Malu. Mayte segu�a chup�ndolo lo que me oblig� a
afanarme de nuevo en su rajita, pero cuando lo tom� de nuevo �zas! que otro
orgasmo de ella, m�s suave, pero orgasmo al fin y al cabo.


Me fui retirando poco a poco hasta quedar hincado en la
alfombra y ella aun acostada en el sof�, le comenc� a desabrochar la blusa y le
saqu� los senos del sost�n para comenzar a acarici�rselos y besarlos, le tomaba
el pez�n y se lo mamaba como una guagua, haciendo que ella se revolviera de
calentura en los cojines. Me tomaba la cabeza y me hacia cari�o. Peg� un brinco
como volviendo a la realidad y me dice, cuidado no vaya a venir Malu, yo sab�a
que no, pero para tranquilizarla le digo que aun le falta mucho ya que eran
demasiadas las cosas sucias que hab�a por lavar. Comenzamos a besarnos,
manteniendo ella aun el sabor de mi semen en los labios y cara, al parecer esto
la excit� ya que me apretaba y me met�a la lengua en la boca luchando contra mi
lengua. Era tanta mi calentura que en forma normal me demoro un rato en que se
me pare de nuevo, pero en este accionar se me comenz� a parar casi de inmediato.
La gir� y la puse al borde del sof�, levant� sus piernas poni�ndolas en mis
hombros y me qued� su rajita despejada y a una altura tan c�moda que apoy� la
punta del pene en su entrada y se la met� de un solo movimiento, me produjo tal
gozo al sentir como entraba en ese co�o mojado y caliente, inici� unos mete y
saca en forma circular tratando que mi pene tocara todas las paredes de su
vagina para producirle un mayor placer. Al parecer lo estaba logrando por que
sent�a como gozaba, se quejaba y suspiraba, est�bamos de lo mejor cuando sent�
que Malu le estaba sacando la llave a la puerta de la cocina, as� que
r�pidamente se lo saqu� y me sub� los pantalones, Mayte se par� y parti� al
ba�o, me sent� en el sof� aun con el pene con una erecci�n b�rbara. Malu se
acerc� y se agach� a besarme. Me estaba dando celos con todo lo que le hac�as,
me dice, pero es mi hermana y yo se que todo es solo placer y sexo, o no. L�gico
que si, mi amor, dije yo. Ella se percata de la tremenda erecci�n que ten�a y
comienza a acarici�rmelo por encima de la ropa, y me pregunta, te gustar�a
met�rmelo ahora en este momento. Por supuesto que si, me encantar�a, pero...
Espera voy a ver a Mayte y vuelvo.


Parti� hacia el ba�o, escuche que golpeaba muy suave la
puerta y dec�a, abre soy yo y entr�. Estuvieron m�s o menos como diez minutos en
el ba�o, luego salieron y Mayte pas� al dormitorio del ni�o, Malu vino al
living, me tom� la mano haciendo que me pusiera de pi� y me llev� donde estaba
Mayte, cuando entramos �sta cerr� la puerta con llave y apag� la luz quedando la
pieza iluminada con una tenue ampolleta de una l�mpara con pantalla de colores
que hab�a en el velador. Yo iba a preguntar que pasaba, pero Malu me tap� la
boca con la suya meti�ndome la lengua, en seguida tom� a su hermana acerc�ndola
hacia m�, ella se retir� e hizo que nos abraz�ramos y bes�ramos, mientras ella
se dedicaba a sacarme los pantalones dejando mi endurecido pene al aire. Yo no
daba m�s de caliente, de morbo y de goce, de estar metido en ese tr�o con las
dos mujeres que me sorb�an los sesos y me volv�an loco. Malu se sent� en la cama
iniciando una chupada de pene extraordinaria, mientras yo besaba y sacaba la
blusa y sost�n a Mayte, dejando esas dos exquisitas tetas de nuevo a mi
disposici�n, las cuales tom� con ambas manos y bes�, chup�, recorr� con mi boca
y refregu� con mi cara. Tom� a Mayte y la hice sentarse en la cama al lado de
Malu, �sta se sac� el pene de la boca pas�ndoselo a Mayte, qui�n �vida se lo
meti� completo iniciando una succi�n a todo lo largo, haci�ndome arrancar
peque�os quejidos de placer. Me tiritaban las piernas en la posici�n que me
encontraba, as� que me saqu� los zapatos con los pantalones que ten�a
arremangados y la camisa quedando totalmente desnudo me tend� en la cama
haciendo que Mayte se pusiera para iniciar un sesenta y nueve con ella, para lo
cual la despoj� de lo que quedaba de ropa, falda y tanga solo quedaron las
medias con ligas, met� mi boca en su co�o. En el �nter tanto, solo a tientas, ya
que no ve�a, tom� a Malu y la comenc� a desvestir, ella cooper� y se ubic� entre
mis piernas observando como me lo chupaba Mayte, yo le daba con todo en su
panocha hasta que sent� que le daban convulsiones iniciando un potente orgasmo,
ahogando sus gritos con el pene en la boca.


Estuve a punto de acabar, pero no quise perder todo lo dem�s
que pudiera venir, le segu� chupando su concha y haciendo que se saliera de esa
posici�n para dar paso a que Malu se sentara en mi pene poni�ndose a horcajadas
en mis piernas, d�ndole ella inicio a un movimiento muy suave, a veces circular,
a veces de mete y saca, llegando hasta la misma puntita y de ah� meti�ndoselo
entero pero muy lentamente. Tom� a Mayte y la hice girar para quedar los dos en
el mismo sentido, mientras la besaba con una mano le tocaba sus tetas mientras
que con la otra tom� su mano derecha llev�ndosela a su vagina donde la hice
iniciar una masturbaci�n. Al principio quiso parar y sacar la mano, insist� y
sigui� sola masturb�ndose, entonces con una mano acariciaba sus tetas y con la
otra tomaba las tetas de Malu.


Est�bamos los tres en un �xtasis tan grande, yo le miraba la
cara a ambas, las dos gozando con sus ojitos cerrados y dando quejidos por
doquier, en ese instante Malu inici� su primer orgasmo, brutal, salvaje, que
contagi� a Mayte, qui�n tambi�n explot� en un maravilloso orgasmo. Ante esa
situaci�n yo no me pude reprimir m�s y solt� un tremendo chorro de moco seguido
de cinco o seis m�s; Mayte se me tir� a la boca, bes�ndome y acarici�ndome el
pecho.


Como cont� Malu caliente es multiorg�smica y Mayte no lo hace
menos. Cuando yo a�n no terminaba de acabar a ella le vino otro orgasmo tan
violento como el anterior, yo sent�a sus jugos calientes como inundaban todo su
interior saliendo hacia mis pelos. Cuando ya se estaba calmando Mayte le
solicit� que se saliera, a lo que ella accedi�, sin saber lo que Mayte quer�a y
lo que quer�a era echarse mi pene a su boca, lo chup� en una forma tan exquisita
que me daba la impresi�n que quer�a sacarle mas semen. En la forma que me lo
estaba chupando, que realmente era soberbia, no se me volvi� a parar de
inmediato pero si qued� un poco duro lo suficiente para que ella se deleitara
con lo que deseaba.


Malu se recuper� y se puso a observar como Mayte me lo
chupaba, luego subi� hasta mi cara me dio un beso y me dijo que se lo metiera a
Mayte, como a�n no lo ten�a bien parado tom� a Mayte y la puse a lo perrito con
las piernas bien abiertas, quedando su panocha abierta lo que me permiti�
met�rselo m�s c�modamente con el pene que a�n no estaba ciento por ciento duro.
Malu se hinc� detr�s de m�, me abraz� y miraba embobada como entraba y sal�a el
pene del co�o de su hermana, yo tir� una mano para atr�s y le comenc� a
masturbar provoc�ndole un nuevo orgasmo, ella me sac� la mano siguiendo la
masturbaci�n con su mano acost�ndose al lado nuestro, entonces me preocup� de
atender bien a Mayte, mis movimientos tend�an a frotarle el cl�toris lo m�s que
se pudiera para acelerar su acabada, lo logr� por que r�pidamente le lleg� otro
orgasmo. Como pude yo tambi�n acab�, m�s bien por machismo y demostrar m�
potencia. Algo de moco bot�, claro que qued� agotad�simo, me tir� al lado de
Malu quedando Mayte al otro lado de ella. No hubo palabras por un largo rato
solo los resuellos de los tres que se confund�an con nuestra agitada
respiraci�n.


Al cabo de unos minutos Malu quebr� el silencio dici�ndole a
Mayte. Ves hermanita que sali� todo bien, con Roberto tenemos tal confianza que
entre nosotros no hay secretos y ese ha sido el �xito de nuestra felicidad.
Mayte respondi�, te envidio hermana, el no tener esta misma vida sexual con
Guillermo, es excelente hombre, un magnifico marido, pero en esto no funciona
como yo deseo, ustedes. me han hecho inmensamente feliz. Yo me met� en la
conversaci�n dici�ndole, cu�ada cuando lo desee estaremos a su disposici�n. Me
tir� encima de las dos d�ndole besos en la boca a cada una. Les doy las gracias
a ambas por haber confiado en m�, me han hecho gozar mucho, casi en coro me
respondieron ellas, cuando lo desee estaremos a su disposici�n, soltamos los
tres la risa call�ndonos para no despertar a Guillermo.


Nos vestimos y salimos de la pieza hacia el living, pasando a
mirar a Guillermo, �ste dorm�a placidamente su provocada borrachera. Mayte y
Malu lo compadecieron diciendo, �pobrecito!. Seguimos al living donde departimos
un rato m�s hasta que Malu mir� la hora y me dice, amor son las cinco de la
ma�ana, v�monos para que Mayte vaya a descansar. Se despiden las dos hermanas
fundidas en un largo y efusivo abrazo, luego me desped� yo con un estrecho
abrazo y beso en la boca, gracias cu�adita.


Partimos a nuestra casa lo que se convers� y sucedi� a los
d�as despu�s es materia de otro relato, que es el que viene ahora, camino a casa
no cruzamos palabras sobre el tema, m�s bien fue un viaje en silencio, Malu
acurrucada en mi hombro y yo haci�ndole cari�o en sus piernas, de vez en cuando
sub�a la mano y acariciaba su cara y su pelo, de repente me pregunt�, �te
gust�?. Si mi amor much�simo, te admiro y te agradezco que seas como eres, me
haz hecho muy pero muy feliz, y a ti te ha gustado.- Mucho, dijo-, goc� y vi que
t� y Mayte gozaban como locos y eso me ha dado mucho placer y calentura, me di
cuenta que Mayte se sinti� realizada como hembra y por otra parte mi macho nos
hizo gozar a ambas, si mi amor me gust� mucho. Se acerc� hacia m� y nos dimos un
gran beso en la boca, met� mi mano en su entrepierna y encontr� aun todo mojado
por efecto de la tremenda relaci�n que hab�amos tenido.


Cuando llegamos a casa despu�s de guardar el auto fuimos al
dormitorio y nos acostamos desnudos como es nuestra costumbre, nos abrazamos y
nos quedamos profundamente dormidos. Al despertar como a las once de la ma�ana,
vi a mi esposa durmiendo d�ndome la espalda, levant� la ropa y me deleit�
mirando su culito que aun ten�a la marca de la diminuto tanga que usa, pensaba
en lo de la noche anterior lo maravilloso que fue la fiesta con las dos
hermanas, bast� eso para que se me parara el pene, le puse la punta en el
entrepierna y empec� a presionar, todav�a ten�a l�quidos en su vagina por lo que
no se me dificult� mucho que entrara la cabeza, Malu se despert� empujando hacia
atr�s, diciendo, �aun te quedan ganas?, si es que pensaba en todo lo que hicimos
anoche y solo deseo met�rtelo y gozarte a ti, se retir� y se puso de espalda
murmur�ndome al o�do, ven caliente m�temelo que te quiero sentir. Me mont�
encima de ella y se lo met� casi en forma violenta, sintiendo un co�o mojado y
ardiente, nos abrazamos y besamos movi�ndonos lentamente, Malu comenz� a
resollar y suspiraba e inmediatamente le vino un orgasmo violento que arranc� un
tremendo grito. Deduje que estaba pensando en lo de la noche y eso la excitaba
sobremanera, as� que se le pregunt�, que te pasa mi amor est�s pensando en algo
especial. Si, me respondi�, en todo, fue tan rico, nunca me imagin� que
llegar�amos a eso, lo que hemos hecho con con nuestras fantasias tambi�n a sido
muy gratificante pero con Mayte ha sido el sumo de las delicias. Yo sent�a en mi
pene como cambiaba la temperatura de la vagina de ella, poni�ndose cada momento
m�s caliente lo que me dio un morbo espectacular, como estaba s�per caliente no
tard� en acabar con gritos y espasmos, fue una gran acabada, sac�ndole otro
orgasmo a Malu. Nos quedamos abrazados un largo rato cada uno con sus
pensamientos pero que eran los mismos. Luego nos levantamos, ba�amos e iniciamos
el ajetreo del d�a.


Alrededor de las doce y media son� el tel�fono, que contest�
Malu, era Mayte, se saludaron y preguntaron como estaban cada una, Malu le dec�a
que muy bien y que si acaso ella hab�a tenido alg�n problema con Guillermo,
Mayte le dec�a que no, nada en absoluto, solo que se hab�a despertado con una
cruda, (resaca) tremenda, efecto de lo mucho que hab�a bebido lo cual no tiene
costumbre, ahora fue a buscar a los ni�os a casa de mi suegra, por eso pude
llamarte con tranquilidad y darte las gracias una vez m�s a ti y a Roberto, lo
pas� maravilloso me siento plenamente mujer, satisfecha de sexo, dale besos a tu
esposo, Malu le responde que no tiene nada que agradecer, nosotros tambi�n lo
pasamos extraordinariamente bien, te quiero mucho hermanita, Roberto tambi�n te
manda besos. Despu�s de conversar varias cosas cortaron.


El resto del d�a no se toc� el tema pues fuimos a casa de mi
suegra ah� se nos pas� el resto de la tarde luego llegamos a casa y ambos
est�bamos muertos de sue�o y nos acostamos a dormir ya que al otro d�a hab�a que
levantarse temprano a trabajar. Durante siguientes d�as ninguno hizo menci�n a
lo sucedido, hasta que el jueves en la noche Malu recibe un llamado de su
hermana para contarle que Guillermo que trabaja en una empresa del rubro
ganadero, lo mandar�an a una feria a Norteamerica por una semana, a contar del
pr�ximo mi�rcoles regresando al otro mi�rcoles, conversaron del tema y otras
cosas, al cortar Malu me hace el comentario sobre el viaje de Guillermo, me
alegro por �l ya que siempre lo hab�an postergado para esos viajes. Para mis
adentros pens�, Mayte estar� sola el fin de semana por lo que habr� que preparar
algo para estar los tres solos de nuevo. Malu al parecer ley� los pensamientos,
ya que me dice, que est�s pensando, que Mayte estar� sola el fin de semana, no
de ninguna manera, respond� c�nicamente, pero algo podr�amos inventar.


Pasaron los d�as y el mi�rcoles Malu me llama al trabajo para
decirme si en la noche podemos acompa�ar a Mayte a dejar a Guillermo al
Aeropuerto, a lo que accedo gustoso con tal de verla, partimos ella iba con sus
dos hijos para despedir al padre, abrazos chaos besos y parti� Guillermo. Cuando
�bamos de regreso a casa de Mayte para dejarla con sus hijos, hago el
comentario, podr�amos juntarnos en nuestra casa el viernes a conversar un trago,
�les parece?, claro que si salt� Mayte a lo que Malu dijo, por supuesto que s�.
Como mi suegra, dijo Mayte, siempre se quiere quedar con los ni�os los fines de
semana, hablar� con ella. Hasta ah� lleg� el tema, no se habl� m�s.


Cuando llegamos a casa Malu me dice, al parecer a Mayte le
sedujo la idea de juntarnos



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Relato: Mayte mi cu�ada
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