Cuando ten�a 12 a�os, viajamos de mi ciudad a otra para
despedir a mi mejor amiga porque en mi ciudad no hay aeropuerto internacional.
Mi amiga sal�a fuera del pa�s por unos meses, ya que hab�a decidido ir a
estudiar otro idioma al extranjero, su madre hab�a muerto hac�a unos a�os, y por
ser la �nica hija mujer de don H�ctor, era la consentida y ten�a de todo. Don
H�ctor era un empresario ganadero y agricultor, y jefe de la polic�a en mi
pueblo, por lo que era un hombre muy respetado y temido, aparte de ser un maduro
muy atractivo y el viudo mas cotizado del pueblo y rancher�as cercanas. Ese d�a
solo �bamos mi amiga Mayela, su pap�, su hermano mayor(tambi�n guap�simo) y yo.
Reconozco que si antes me hab�a portado coqueta con ellos
solo hab�a sido un juego que yo pensaba inofensivo, juegos de palabras con don
H�ctor halag�ndolo y chule�ndole su f�sico, igualmente con su hermano, de hecho
de mas ni�a le mande una carta porque yo cre�a que lo amaba locamente de la cual
el se ri� y lo tom� como una an�cdota infantil, ahora yo tambi�n me re�a de la
carta y los dos lo record�bamos como una an�cdota. pero no creo que esos juegos
y enamoramientos plat�nicos infantiles justifique lo que me sucedi� entonces.
Cuando ven�amos de regreso solo Don H�ctor, Juan su hijo y
yo, nos detuvimos en una gasolinera y me compraron un refresco que acababa de
salir al mercado, yo nunca lo hab�a probado, por eso cuando le beb� un sorbo me
pareci� que ten�a un sabor extra�o, pens� que era sacarina, ya casi saliendo de
la ciudad rumbo a la nuestra me recost� en el asiento me sent� un poco mareada y
trate de dormir, pero al cabo de un rato todo me daba vueltas y las voces de Don
H�ctor y Juan las escuchaba lejanas.
�ya de durmi�? � comentaban entre ellos.
No, todav�a no, pero ya no sabe que onda.
Pues de una ves, encu�rala.
Yo no me hab�a tomado todo el refresco, el cual ten�a alg�n
somn�fero, por lo que no
estaba dormida, pero si muy mareada y drogada. Juan se pas�
al asiento trasero y comenz� a quererme quitar la ropa, yo me resist�a en la
medida que pod�a, ya que aparte de drogada, Juan era muy fuerte. Yo lo empujaba
y trataba de resistirme, pero de pronto sent� un fuerte golpe en la cabeza, ca�
de bruces en el asiento y perd� el conocimiento unos momentos, cuando despert�
estaba boca arriba y ya no ten�a ni la blousa ni el sujetador puesto, la falda
la ten�a completamente arriba y las panties hasta las rodillas, con las piernas
levantadas, juan estaba enfrente de mi desabroch�ndose el pantal�n, lo patee y
lo empuje con las piernas hasta atr�s, el se golpeo la espalda y la cabeza con
la portezuela de la camioneta.
Esta cabrona no se ha dormido ap�.
�se tom� todo el refresco? � pregunto don Hector.
No todo, dej� mas de la mitad.
Pues por eso no se ha dormido, nom�s esta atarantada. Has
que se lo tome todo mijo.
Yo alcanc� el refresco y lo tir� hacia el frente de la
camioneta, derram�ndolo en todo el tablero y los asientos.
�ya me hart� esta hija de la chingada!, Apaciguala de un
chingadazo mijo.
Juan me dio dos o tal ves tres pu�etazos en la cara y el
estomago, qued� aturdida y tirada en el asiento, mejor no hice nada, estaba muy
asustada y drogada, as� que mejor decid� calmarme y no hacer mas estupideces que
significaran mas golpes.
Sabes que Ap� la voy a tener que amarrar.
�No! ya por favor, Don H�ctor �ya Don H�ctor d�gale que
me deje � supliqu�.
�Pues no que te gustaba?, pos no que te gust�bamos los
dos, no andabas hay calent�ndonos a mijo y a mi, - me contest� � pase�ndote
en mi casa en shorts y minifalda, excit�ndonos aprop�sito, con tus
playeritas que nos dejaban verte las tetitas y parando las nalguitas cuando
sab�as que te observ�bamos, que pensabas que provocabas aquella ves que
dormiste en mi casa y te vi que bajaste a la cocina en calzoncitos y bata,
pues ahora nos la vamos a cobrar, ahora vas a pagar todas las veces que me
la he jalado pensando en tu traserito. Am�rrala y amord�zala Juan.
Me at� las manos a la portezuela, me meti� un trapo en la
boca y me amordaz�, me abri� las piernas y se las coloco a sus costados, y se
tir� sobre m�, me lam�a los pechos y me manoseaba las nalgas y las piernas; yo
lloraba y balbuceaba que me dejara, trataba de zafarme pero no pod�a el me
tomaba muy fuerte.
No te resistas mas pendeja. � me dijo Juan, y me dio otro
golpe.
Yo me qued� petrificada de miedo y dolor y ya no hice mas que
llorar, me levant� las piernas y las caderas, se las paso por un lado de su
pecho hasta poner mis piernas sobre uno de sus hombros, se coloc� atr�s de mi y
me puso su pene en mi vagina, yo estaba aterrada, sabia lo que era el sexo, pero
nunca lo hab�a practicado. Empez� a tratar de penetrarme. Al principio no pod�a
porque yo ere virgen, empujaba, pero no entraba, lo cual me provocaba mucho
dolor.
Te dije Ap�, no conoce hombre esta cabrona es quintita,
tiene la panochita bien cerradita � dijo Juan.
�Vaya!, entonces era puro pedo esta ni�a, yo pensaba que
el noviecillo ese que trae ya la hab�a desvirgado.
Juan segu�a tratando de penetrarme, hasta que mi vagina
cedi�, sent� un tronido en la vagina y un dolor muy intenso, el empuj� muy
fuerte varias veces y despu�s de unas cuantas embestidas me introdujo todo el
pene. Yo gritaba de dolor, coraje e impotencia pero mis gritos se ahogaban en la
mordaza.
Listo ap�, ya se la met� toda, tiene la panochita bien
rica, aprieta sabros�simo, vamos a disfrutar mucho haciendo esto.
Yo lloraba y gem�a, cerraba los ojos tratando de pensar que
era un sue�o, que no estaba pasando, tratando de alejar mi mente de aquel
infierno, pero el dolor de mi entra�as desgarr�ndose me volv�a a la realidad,
Juan me tomaba de las caderas y me penetraba muy en�rgicamente, me la sacaba y
despu�s me la introduc�a de un golpe, lo cual me produc�a un gran dolor. Despu�s
lo hac�a pero esta ves le imprim�a mas velocidad, me ard�a la vagina como si me
introdujeran una barra de acero al rojo vivo.
Don H�ctor se desvi� de la carretera hacia un camino vecinal
y se meti� en una brecha. Se detuvo � me avisas cuando termines � le dijo a Juan
y se bajo de la camioneta. Despu�s de un rato Juan segu�a viol�ndome hasta que
de repente se le tensaron los m�sculos y despu�s de un grito me inundo la vagina
de liquido caliente. Se quedo un rato tirado sobre mi, yo lloraba y me quejaba
por el dolor, pero a �l parec�a gustarle. Se bajo de la camioneta y subi� Don
H�ctor. � ahora voy yo mamacita � me tomo de las piernas y me dio la vuelta
poni�ndome boca abajo, lo cual me lastimaba las manos, se lo dije pero no le
importo.
�ahora si vas a ver lo hago yo con las coquetas? � me
dijo.
Me abri� las piernas y coloc� su pene en mi ano, lo lubrico
con saliva y comenz� a empujar. Yo gem�a porque era muy doloroso, lloraba me
retorc�a de dolor otra vez mi cuerpo se resist�a a ser invadido, Don H�ctor
tambi�n empujaba muy fuerte, pero su pene no me entraba en el ano; trataba de
verlo a los ojos para rogarle con la mirada que se detuviera. Me meti� primero
una parte, pero como se iba moviendo iba entr�ndome todo, ese era un dolor
insoportable, sent�a que me iba a partir en dos con aquel palo duro y caliente,
sacando fuerzas de flaqueza me hice para adelante, le puse una pierna en las
caderas y lo empuje hacia atr�s de una patada, el choco con la portezuela, esta
se abri� y Don H�ctor sali� casi volando de la camioneta y cay� de espaldas en
el suelo.
Lo vi cuando se puso de pi� enfurecido, sac� un cuchillo de
la cintura y corto las ataduras de mis manos, y me las volvi� a amarrar pero
ahora en la espalda. Me tom� de los cabellos y me lanz� desnuda afuera de la
camioneta, ca� pesadamente en la hierva, se lanz� encima de mi y me dio la
vuelta, me abofeteo varias veces, se puso de pi� y me piso el cuello con su
bota. � no quiero mas estupideces, te voy a ense�ar a respetarme pinche puta -
me levanto de las axilas y me golpeo en el estomago, yo ca� de rodillas. Me
agarro del cabello y me volte� la cara hacia arriba y me dio un fuerte pu�etazo,
del golpe volv� a caer al suelo, sent� mi cabeza golpear las hojas secas del
piso, y perd� el sentido.
Despert� tirada boca abajo, un dolor punzante me taladraba
las entra�as, Don H�ctor estaba tumbado tras de mi, penetr�ndome muy fuerte y
profundo por el ano. Ten�a ensangrentada la cara y sent�a la cara llena de
tierra, lodo y hojas secas Ya no pude hacer nada mas, me qued� tirada
resign�ndome a ser ultrajada, Don H�ctor me hab�a dado un mensaje muy claro, si
me resist�a me iba peor. El me violaba cruelmente, me pellizcaba los pezones y
me tomaba fuertemente de las nalgas dej�ndome marcados sus dedos, as� estuvo por
un rato mas penetr�ndome, dej�ndose caer encima m�o, todo su peso en mis
caderas, eso sumado al dolor de mi recto al ser violentamente penetrado.
En eso se acerc� Juan, - lev�ntala ap� � Don H�ctor me
levant�, yo estaba completamente rendida, Juan se sent� en la camioneta y Don
H�ctor me levant�, Juan me abri� las piernas y me montaron sobre �l, Juan me
volvi� a penetrar vaginalmente, esta ves de un solo empuj�n, otra ves el dolor;
hubiera preferido no despertar, hubiera preferido haberme muerto de uno de los
golpes que recib�, don H�ctor se recost� atr�s de mi y tambi�n el me penetro,
pero por el ano, yo apenas ten�a 12 a�os, la verdad no sab�a que eso era
posible, desgraciadamente lo descubr� de la peor manera, siendo violada por el
ano y la vagina al mismo tiempo, el dolor era doble esta ves, yo trataba de
moverme a una posici�n menos dolorosa, pero no era posible, el dolor era
insoportable, muy agudo, sent�a los dos penes dentro de mi, casi roz�ndose
dentro de mi separados solo por una delgada pared, don H�ctor se mov�a y Juan
tambi�n los dos me lastimaban mucho, sent�a un dolor que me corr�a de los muslos
hasta la cintura, lloraba y gem�a, mis violadores se re�an y hac�an comentarios
est�pidos,
ahorita tu te la cojes por el culo mijo.
Si apa ahorita me lo dejas.
En eso Don H�ctor me agarro de la cintura, jal�ndome
fuertemente y clav�ndome los dedos en las caderas, meti�ndome el pene muy fuerte
y r�pido, yo gritaba pero sab�a que mis gritos estaban de mas, ya que dijera lo
que dijera, no iba a evitar que me siguieran violando. En eso Don H�ctor grito y
sent� como eyacul� dentro de mi recto. Me saco el pene del ano y el semen sal�a
de mi recto y corr�a por mi vagina y mis piernas, me levantaron y me tiraron
boca abajo en la tierra, Don H�ctor se retiro, pero Juan se qued�, me levant�
las caderas y me penetro otra vez por el ano, mi mordaza se hab�a aflojado por
lo que esta ves mi grito si se escucho, me jalo los cabellos y me volte� la
cara, me puso un cuchillo en el cuello y me dijo que si gritaba, me iba a matar,
me sigui� violando hasta que se canso, penetr�ndome por el ano muy agresivo, de
pronto gimi� y eyacul�. Me saco el pene del ano y me tiro al suelo. Y se retiro.
Yo me qued� tirada en la tierra llorando y temblando de fr�o
pues a�n segu�a desnuda, no pod�a creer lo que me hab�a pasado, 2 personas que
yo pensaba de plena confianza, me hab�an ultrajado de la peor manera.
Subieron a la camioneta y se marcharon, la verdad no me
importo que se fueran, hasta sent� un poco de alivio que mis violadores de
alejaran. Me quede un rato acostada en la tierra, reponi�ndome de los golpes y
del shock an�mico, sent�a que me corr�an gotas de liquido en todo el trasero y
los muslos, estaba segura que era sangre, pero no me atrev� a voltear trate de
desatar mis manos, pero no pude, intente sentarme pero el dolor de mi cuerpo no
me dejo mas que incorporarme a medias aparte que segu�a con las manos atadas, no
hab�a dejado de llorar desde que empez� la violaci�n, durante ella, y a�n
despu�s de un rato de haber terminado todo. Me quer�a morir, no me quer�a parar
siquiera, sent�a un gran dolor en todo el cuerpo, pero mas agudo en mi ano y
vagina. Despu�s de mucho rato, tal ves varias horas de estar pr�cticamente
botada en la tierra, como pude me puse de rodillas y despu�s de un gran esfuerzo
me pude poner de pi�, vi a mi alrededor, ya era de noche, hab�a un arroyo cerca
y se ve�an unas luces a lo lejos, muy lejos, tal vez 10 Km, el camino por el que
llegamos hasta all� segu�a el arroyo, as� que segu� el camino, esperando ver
alguien que me ayudara.
Hab�a caminado muy poco, a lo mucho unos 60 metros y ca� de
rodillas el dolor en mi cadera me dificultaba mucho caminar, de pronto vi que se
acercaban unas luces de un coche, se bajo alguien y se acerc� � ay�deme por
favor � dije, al acercarse m�s vi que era Juan. Me puse de pie r�pidamente y
trat� de correr, pero de nuevo ca� de rodillas � a donde vas puta � me jaloneo
de un brazo y trataba de hacerme caminar pero al ver que no pod�a, me carg� y me
meti� al coche y me llev� otra ves al lugar donde me violaron. � vamos a esperar
a mi pap�, porque te va a traer una sorpresita, va a traer a tu mamita, tu vas a
hacer lo que yo te diga est�pida, porque si no tambi�n a tu mam� la vamos a
violar y las vamos a destripar a las dos, as� que mas te vale que digas lo que
nosotros de ordenemos -, me dijo, me desamarro las manos y me tir� al piso, se
quit� su chamarra y me la trat� de colocar sobre los hombros, pero yo la tir� al
piso, me abofete� y me jalo los cabellos.
mira puta te dije que ibas a hacer lo que yo te dijera,
mi pap� me dijo que le iba a decir a tu mam� que as� te encontramos y que si
hac�as alguna estupidez que te matara antes de que llegaran ellos, as� que
mejor vas a hacer y decir lo que te ordenemos, si no las matamos a las dos y
vamos a decir que as� las encontramos, �o ya se te olvido quien es mi
padre?, yo s� que se nos paso un poco la mano contigo puta, pero no hubiera
pasado nada si te hubieras tomado todo el refresco y te hubieras dormido,
pero no, eres muy est�pida y no te lo tomaste, aparte que te portaste mal y
nos hiciste enojar, te hubieras dejado y tal vez hasta te hubiera gustado.
me limit� a agachar la cabeza, llorar y a aceptar que me
pusiera sobre los hombros su chamarra y un jorongo.
Las amenazas de Juan eran verdad, cualquier estupidez, y nos
matar�an a las 2, yo hab�a escuchado algunas historias donde los dos abusaban
del poder de su padre, aprovech�ndose de gente inocente, quit�ndole propiedades
y oblig�ndolos a firmar contratos de arrendamiento injustos bajo amenaza de
muerte, algunas historias relacion�ndolos con el tr�fico de drogas y
contrabando. Todos eran chismes y rumores que yo no cre�a entonces, pero ahora
estaba segura que eran verdad. Hasta mi amiga Mayela hab�a sufrido por eso, ya
que los chicos al saber de quien era hija ni se le acercaban, de hecho un
muchacho que la cortejaba y que la present� en una fiesta escolar a otros chicos
como su novia, un d�a fue violentamente asaltado, cosa muy rara en el pueblo,
m�s raro fue que no le robaron nada, y no volvi� a buscar ni hablarle ni
siquiera por tel�fono a Mayela.
Al cabo de un rato lleg� don H�ctor, llego en la camioneta,
tra�a un acompa�ante, era mi mam�, los dos bajaron de la camioneta y mi mama
corrio hacia m� � �mam�! � girt�.
�Jessica� mijita que te paso que te hicieron � me abraz�
y me levanto, pero el dol�r me hizo caer otra vez, Don H�ctor trato de
levantarme, pero yo salt� hacia atr�s como un reflejo.
Se comporta as� por el trauma y el susto do�a martha
�Que le pas� Don H�ctor? � pregunt� mi mam� sollozando
as� la encontramos do�a Martha, al parecer la violaron
unos fulanos.
Pero ella me dijo que iba a ir con ustedes a acompa�ar a
Mayela al Aeropuerto.
Pues si pero al regresar, ella nos dijo que se iba a ir
con su novio y no la volvimos a ver hasta que unos rancheros nos avisaron
que hab�an venido a tirar un muerto, y cuando llegamos encontramos a si hija
aqu� tirada, en malas condiciones, pero viva gracias a dios
�Jessica que te paso?, �qui�n te hizo esto?
Juan me mostr� un cuchilllo con el que me hac�a la se�a de
que nos cortar�a el cuello. No pude decir nada, si hubiera dicho algo nos
hubieran matado a las dos. Mi madre me llev� a un hospital, donde me curaron la
vagina desgarrada brutalmente en varias zonas, y una herida en el ano de varios
cent�metros que requiri� cirug�a, aparte de conmoci�n cerebral por los brutales
golpes, una costilla rota, un hombro casi dislocado. Aparte de ofrecerme ayuda
psicol�gica.
Mi madre vendi� la casa y el negocio que le hab�a heredado mi
padre, y nos mudamos con mis abuelos al extranjero, para que yo tuviera mejor
atenci�n psicol�gica, ya que enferm� porque me negaba a comer, me aterraba estar
sola con alguien quienquiera que fuera, no pod�a soportar estar sola en el
consultorio con el doctor, usar el elevador sola con otra persona me provocaba
un ataque de histeria, despu�s de muchos a�os de tratamiento, me atrev� a salir
sola de casa sin la compa��a de mi madre o mis abuelos, y despu�s hasta entr� a
la escuela, me gradu� en leyes y ahora soy asistente en la oficina del fiscal
especial en casos de violaci�n y soy miembro de un grupo de apoyo a mujeres
victimas de abuso.
Siempre mantuve contacto mediante correo con una maestra de
la secundaria en mi pueblo en el norte de M�xico donde viv� aquel infierno, con
esa maestra hab�a formado una relaci�n fraternal muy cercana y hasta me fue a
visitar varias veces a EU durante mi tratamiento, por ella supe que Mayela se
Hab�a casado con un tipo que en la secundaria repudi�bamos por naco y feo, pero
resultaba que era el hijo del regidor, por lo que pienso que en el matrimonio
hubo influencia de su padre.
Despu�s de mucho tiempo, cuando mi maestra falleci�, le dije
a mi esposo que me llevara a su funeral, me acompa�aron mi esposo y mis 2 hijos,
adoptivos, ya que por los da�os que me causaron en la violaci�n nunca me pude
embarazar, asistimos al funeral, pero al pasar por la una farmacia vi una
silueta conocida.
-�Mayela, amiga? � pregunt�, ella dio la vuelta, me vio por
unos momentos y se lanzo hacia mi en un abrazo, llor�.
Perdona a mi padre por favor. � suplic� �
�Perdonarlo porque?
Su padre antes de morir llamo a su hija y a un sacerdote y le
dijo que deseaba confesarse, dijo lo que me hab�an hecho el y su hijo. Mayela me
cont� que al parecer por deudas Don H�ctor perdi� casi todas sus propiedades,
pero estas no alcanzaban para saldarlas, por lo que sus deudores, los cuales las
autoridades pensaron que debieron haber sido narcotraficantes, secuestraron a
Don H�ctor, su hijo Juan y su esposa y el esposo de Mayela. Mayela estaba fuera
del pa�s, por lo que se salvo. Los torturaron varios d�as, los metieron en unos
tanques y crey�ndolos muertos los abandonaron en medio de la sierra madre.
Cuando los encontraron, hallaron 2 cad�veres pudri�ndose, La esposa de Juan la
cual estaba embarazada en ese momento estaba viva, ya que a ella no la hab�an
torturado y solo la creyeron muerta cuando le dieron un tiro para matarla, la
mantuvieron viva por unos d�as pero al final su cuerpo no resisti� y falleci�,
el beb� milagrosamente sobrevivi�, Don H�ctor sobrevivi�, sanaron sus heridas,
pero quedo confinado a estar en cama cuadrapl�jico, vivi� 3 a�os mas y tras
sufrir otro atentado en su propia casa muri� despu�s de confesar su crimen hacia
mi e implorarle a Mayela que me buscara y me pidiera perd�n en su nombre. Mayela
sobreviv�a gracias a la Farmacia de la cual era due�a y cuidaba al hijo de su
hermano.
Yo le dije a Mayela que hab�a olvidado todo lo que me hab�an
hecho y que lo perdonaba, pero no es verdad, ojal� que Don Hector y su Hijo,
est�n ardiendo en el infierno.