hacer el amor por ausencia de mi pareja, sino que ni siquiera
me habia podido relajar lo suficiente para poder dar rienda suelta a aquellas
"demandas" que en forma de insistentes cosquillas me enviaban mis partes
"bajas", apart�ndolas de mi mente cada vez que apenas

se me "insinuaba" la llamada de la naturaleza.

Por motivos profesionales, tuve que viajar a una distante
ciudad donde se celebraba un congreso al que estaba obligada a asistir ya que
era yo la �nica representante de mi colectivo en mi ciudad.

Fui de mala gana, porque si bien me encanta viajar, �ste tipo
de eventos suelen ser muy cargados de actividades que hay que llevar a cabo en
un tiempo record con lo que no queda tiempo libre para relajarse, mucho menos
para descansar.

Habia que pasar la noche en aquella ciudad por lo que el
congreso estaba organizado para que el mismo hotel que contenia la sala donde se
celebrarian las reuniones, alojara a los participantes desplazados como yo.

A mi llegada a primeras horas de la ma�ana, despu�s de dejar
mi equipaje en la habitaci�n habian empezado de inmediato las conferencias sin
m�s interrupci�n que un breve "respiro" para un frugal almuerzo que compart� con
varios "colegas" de diferentes ciudades que se afanaron durante todo el
transcurso del mismo en captar mi atenci�n e inter�s. (Yo era la unica mujer en
la mesa, bueno, y en realidad una de las pocas mujeres asistentes al congreso).

Habia particularmente un "colega" sentado directamente frente
a m�, que aunque al contrario de sus compa�eros, (que no paraban de intentar ser
graciosos y simpaticos), pr�cticamente no abri� la boca en todo el tiempo, no
desaprovech� sin embargo ni una sola ocasi�n para escrutinar cada milimetro de
mi cuerpo cada vez que pensaba que no le veia.

Me d� cuenta que cada vez que cambiaba la posici�n de mis
piernas procuraba llegar con su vista m�s alla de los l�mites que los bordes de
mi falda le impon�an, y cuando al inclinarme sobre la mesa para coger el
aceitero, sus ojos se clavaron en mi escote de tal forma que cas� "sent�" que su
mirada me quemaba el pecho.

Era atractivo, alto y creo que al menos 18 o 20 a�os m�s
joven que yo, (tengo 45).

Cuando en un momento del almuerzo, nuestras miradas se
encontraron, fij� sus ojos en los mios, y yo, que pens�, "�Por qu� voy a retirar
mi mirada y demostrar a �ste atrevido jovencito que me azora?", sostuve mis ojos
fijos en los suyos retadoramente, sent� un escalofr�o recorrer mi espalda, y una
familiar sensaci�n de cosquilleo empez� a llegarme a la base del vientre.

Esa mirada era la m�s expl�citamente lujuriosa que habia
visto en unos ojos, y molesta por lo que sin querer habia sentido apart� mis
ojos de los suyos y mis pensamientos de esas sensaciones, que aunque era l�gico
que las sintiera por mi forzada abstinencia, me hac�an sentirme incomoda y
"culpable".

Despu�s del resto de las sesiones en la sala de congresos,
hubo una cena compartida por todos los asistentes, donde tuve que hacer, enormes
esfuerzos para mantenerme en calma, ya que, mi joven "colega" del almuerzo,
estaba sentado justo frente a m�, y sin decir palabra, pas� la velada buscando
cada oportunidad para cruzar su mirada con la m�a, ocasiones que aprovechaba
para lanzar sus apasionados mensajes visuales, que durante el transcurso de la
cena, fueron gradualmente "minando" mi resistencia a sentir sus "efectos" en m�,
de forma que por mucho que intent� mantener mis ojos apartados de los suyos y mi
mente de los deseos que mi cuerpo le transmit�an, acab�, contra mi voluntad, con
las braguitas encharcadas y un picor en el co�o que exig�a le dedicara mi
personal atenci�n.

Con �ste pensamiento en la mente y tras terminar el caf� y
los licores, me dispuse a dirigirme a mi habitaci�n para hacerme una soberana
paja, cuando el "joven" se me acerc� y mir�ndome fijo a los ojos, me rode� con
su brazo, (ocasi�n que aprovech� para disimuladamente acariar mi cintura y parte
superior de mi culo), y me pidi� que le permitiera invitarme a una �ltima copa
en el "club" del hotel.

No pude resistirme, o quiz� no quise. La verdad es que entre
su mirada y su leve roce, estaba temblando como un flan y la sensaci�n era muy
agradable, as� que acept�.

El "club" era una sala con bar y musica suave, luz tenue, y
en esos momentos bastante despejado, ya que la mayor�a de los congresistas
ten�an que madrugar al dia siguiente para regresar a sus ciudades de origen y el
dia habia sido muy duro y largo.

Despu�s de pedir las consumisiones, mi acompa�ante me pidi�
bailar con el una melod�a lenta que sonaba en �se momento.

No habiamos hecho m�s que salir a la pista, cuando rode�ndome
con sus brazos, me apret� fuertemente contra �l. No me resist�, menos a�n cuando
empez� a sentir una enorme dureza entre sus piernas que se apretaba contra mi
pubis y que seg�n se "refregaba" al ritmo de la m�sica contra mi empapado co�o,
crecia por momentos en dureza y tama�o. Era increible que su cremallera
resistiera la presi�n de semejante erecci�n.

No me reprim� m�s, y entreg�ndome a las placenteras
sensaciones que empezaban a recorrer mis entra�as, me apret� contra su polla,
restreg�ndole con fuerza el co�o que rezumaba jugos y empezaba a insinuar un
inminente orgasmo. Aprovechando la oscuridad y que estabamos en un rinc�n del
local, que estaba casi vac�o, pr�cticamente mas que bailar, "follabamos" y de
pronto, sin darme cuenta, me estaba corriendo suave pero deliciosa y
discretamente. No s� si �l se percat� de mi explosi�n de placer, al menos hice
grandes esfuerzos para qemir lo m�s quedamente posible, y fu� al terminar mi
corrida, que la sensatez volvi� a mi mente, y aunque me sabia mal "dejarle" en
ese estado, balbuceando, excusas incoherentes de "tener que madrugar", "no
querer hacerle el feo a mi pareja", etc., hu� a mi habitaci�n.

Me desnud� por completo y me estir� sobre la cama.

En la oscuridad, lo sucedido antes empez� a pasar por mi
mente como una pel�cula, y casi sin darme cuenta mis manos se dirigieron a mi
co�o, y al contrario de otras veces, cuando me masturbo que me gusta empezar
acarici�ndome suavemente toda la vulva, los labios y la entrada de la vagina,
mis dedos indice y coraz�n fueron directamente al cl�toris.

No necesitaba excitarme ni lubricarme, estaba caliente como
una perra en celo, y mis jugos me chorreaban muslos abajo. Empec� con mi
habitual movimiento ritmico circular en torno al cl�toris, y seg�n se acercaba
lo que prometia ser un bestial orgasmo, me introduje, primero un dedo de la mano
izquierda en mi co�o �vido de ser "llenado", despu�s dos, y acab� con tres dedos
lo m�s profundamente que pude dentro de m�, todo ello sin dejar de frotarme el
inflamado cl�toris cada vez m�s fren�ticamente con la mano derecha.

Cuando me empezaban a llegar las primeras ondas del orgasmo,
o� un leve ruido a la entrada de la habitaci�n, me detuve y all� de pi� delante
de m� masturbando su enorme polla, estaba mi "joven admirador", observando
extasiado mi lujuriosa desnudez, (parece ser que yo no habia cerrado bien la
puerta, y al estar con los ojos cerrados visualizando mi "pel�cula mental", no
me habia dado cuenta del espect�culo que le habia estado ofreciendo.

Estaba ya demasiado lejos de otra cosa que no fuera dar
riendas sueltas a mi cachondez, as� que sac�ndome los dedos del co�o segu�
masturbando mi cl�toris suavemente y ni se me ocurri� pararle cuando
desnud�ndose por completo sin perder detalle de mis movimientos, se puso entre
mis piernas que yo ten�a abiertas y sujet�ndome por las rodillas empez� a frotar
suavemente su bestial dureza por mi raja deteni�ndose de vez en cuanto
brevemente en la entrada de mi co�o, apretando levemente, manteniendo su cabeza,
presionando alli y retir�ndose a continuaci�n para seguir con su insistente
friega.

No s� cuanto dur� aquello, pero si que desde el momento en
que sent� el abrasador tacto de aquel duro cipote en mi raja, entr� en un
continuo orgasmo que sin llegar a "estallar" como una traca final, no ces� en
sus interminables ondas de placer que cada vez iban alcanzando una intensidad
mayor.

Ya no podia m�s, necesitaba esa polla dentro de mi, as� que
acerqu� mi mano a aquella dura barra de carne y levantando mi culo acerqu� mi
pubis a su brillante y roja cabezota, la dirig� con mi mano y de un fuerte
empuj�n me la incrust� hasta el fondo en mi co�o.

Creo que nunca me hab�a sentido tan llena de polla y mi
reacci�n fue inmediata, estall� en una corrida que hizo ver luces y destellos
dentro de mi mente, gritando como una posesa temblaba al tiempo que empujaba con
fuerza como si quisiera que se metiera todo �l dentro de m� y cuando empec� a
sentir los fuertes chorros de su caliente y abundante corrida en lo m�s profundo
de m� volv� a correrme de una forma tan brutal que cre� que mi cerebro, mi
coraz�n y mi vientre iban a reventar y perd� el conocimiento.

Me despert� a la ma�ana siguiente cuando son� el telefono a
la hora que habia pedido a la recepci�n que me llamaran el d�a anterior.

Hice mi maleta, y volv� a casa.

Esta experiencia qued� en mi mente como un agradable recuerdo
sin secuelas ni consecuencias. Un recuerdo al que recurro como fantasia que
revivo en mi mente con los ojos cerrados cuando alguna vez deseo un "incentivo"
antes de correrme cuando me masturbo, o cuando haciendo el amor con mi pareja,
siento que preciso un "acelerador" para "disparar" o aumentar mis orgasmos. A �l
en vuelve loco, verme y oirme correrme con verdadera pasi�n con lo que al mismo
tiempo le complazco a �l. Me encanta ver sus ojos desorbitados y su cara
descompuesta mientra se corre observando mis descontroladas corridas.