Como me encanta exhibirme ante mi hermanito menor para ponerlo caliente y ver como se masturba con mi ropa interior, ello me pone cachonda al grado de desear tener relaciones sexuales incestuosas con �l.
Lo increible, mi hijo penetra a mi sobrina con sus 26 cms. casi la mata. Adem�s me enter� que se alquila con mujeres mayores que le pagan sus servicios y lo peor: trae a casa a uno de sus amigos gigol�s, con una herramienta m�s poderosa que la de �l, queriendo tener una org�a con migo, su Madre y con su prima Lucy.
Myrta se cree sola en casa se encuentra en el ba�o con las pieranas abiertas y levantadas tratando de depilarse y a dos metros de ella su tio la ve sorprendido por el espectaculo, hacia a�os que no veia algo asi, pero es su sobrina y se averguenza.
El punto de partida imagino que no fue otro que mi t�o Alonso, o m�s bien la que es su mujer, mi t�a Marta �ngeles, unos diez a�os m�s joven que �l y con claras tendencias s�dicas, s�ficas y compulsivosexuales, algo as� como la ninfoman�a, pero m�s tendente a la perversi�n, para que nos entendamos. Una joya de mujer.
Todo empez� al ver a los vecinos, padre e hija, haciendo el amor desde mi ventana. Pap� entr� en la habitaci�n y fue el que me ense�� todo lo relativo al sexo.