Es aun al d�a de hoy que, las im�genes de esos tiempos,
irrumpen por momentos en nuestra realidad diaria y los recuerdos nos invaden
estremeciendo cada mol�cula de nuestra ser interior al permitirnos viajar al
pasado y revivir todo como si fuera la primera vez.

En mi relato anterior (el cual pueden buscar por si no lo han
visto antes) cont� a los lectores sobre el inicio de una relaci�n que para mi
benepl�cito duro m�s de tres lustros, con momentos donde se hizo dif�cil
mantener un contacto asiduo, pero tambi�n donde nunca cayo el deseo y el placer
de cada encuentro y es hoy que quiero compartir con Uds. otro de esos encuentros
entre aquella mujer (toda una hembra para ponerlo en sentido literal y exacto) y
su amante, el hijo adolescente de su esposo.

Despu�s de aquella primera vez que ya les relat�, me desped�
de Celeste para regresar a mi casa con la promesa de un segundo encuentro en la
noche siguiente y todo el trayecto de regreso hasta mi hogar no pude hacer otra
cosa que revivir mentalmente cada instante del m�gico momento vivido, como se
hab�a dado el desenlace de todo, mis manos recorriendo el cuerpo de ella,
acariciando primero sus pechos para despu�s aferrarme con pasi�n y como ella
gu�o el momento al llevarme a su cama.

Ni que decirles que todo el viaje mi miembro se mantuvo
erecto por las im�genes que brotaban en mi mente y que conciliar el sue�o esa
noche no fue una tarea sencilla, solo quer�a salir corriendo para encontrarme en
sus brazos otra vez.

La ma�ana siguiente amanec� ansioso y las horas diurnas
fueron interminables, la escuela paso con mas lentitud que de costumbre, por la
tarde ni mis amigos, ni la televisi�n, ni la m�sica me hac�an distraerme y cada
instante era eterno. Como a las 18 me met� a darme una ducha y luego de vestirme
me desped� de mi madre dici�ndole que mi amigo Alberto me hab�a invitado a su
casa y que regresar�a tarde despu�s de cenar.

Sal� de casa con el deber de esperar hasta despu�s de las
diez de la noche en que deb�a ir a ver a Celeste, me dirig� a donde nos
reun�amos los compa�eros y amigos de la escuela, estuvimos all� por horas
charlando, jugando al ping pong y escuchando m�sica y despu�s de las 21 horas
nos despedimos marchando cada no a su casa y yo a mi nueva cita de amor.

Llegue a su casa como hab�amos convenido el d�a anterior,
llam� a la puerta y esper� la respuesta desde adentro. Un instante despu�s se
oy� la voz de Celeste que pregunta: �Qui�n es? y yo respond� PACO, Celeste. Ella
dijo YA VA, YA VA y me quede esperando que abriera la puerta. Pasaron un par de
minutos hasta que sent� el cerrojo de la puerta y �sta se abri� dej�ndome ver el
interior ella diciendo Pasa, pasa.

La Sala se encontraba bajo una penumbra iluminada por una
sola l�mpara situada en una mesa del rinc�n y tras la puerta apareci� Celeste,
vestida con un camis�n corto, escotado y de una tela traslucida color negro,
parec�a gasa o algo similar y se notaba que debajo solo tenia sus calzones
tambi�n de color oscuro.

Me tomo de la mano y me hizo entrar cerrando la puerta sin
soltarme y de inmediato me abrazo como siempre lo hacia, peg�ndome fuertemente a
ella y yo me hacer como si todo fuera nuevo para mi pero ella no me soltaba y
lentamente comenc� a acariciar su espalda sobre el camis�n y peg�ndonos m�s uno
al otro ella comenz� a besar mi cuello y por instinto gir� mi cabeza y ella
busco de inmediato mi boca para darme un beso largo, profundo y h�medo como los
del d�a anterior.

Estuvimos como cinco minutos bes�ndonos, comi�ndonos las
bocas, las lenguas, intercambi�ndonos caricias suaves y dulces. Mis manos
buscaron primero sus pechos y pude notar como sus pezones ya se encontraban
completamente duros y erectos, la excitaci�n se sent�a en el aire como un
elemento pesado que pudiera cortarse y despu�s de unos instantes s�lo atine a
bajar mis manos por el contorno de su cuerpo y acariciando su cadera me aferr� a
sus nalgas y comenc� a presionar atray�ndola hacia mi para que notara mi
excitaci�n y erecci�n que ella me provocaba.

Mi pene qued� situado sobre su pubis y de inmediato comenc� a
sentir como ella inicio el movimiento de sus caderas, subiendo y bajando, como
disfrutando sentir el roce de verga bajo la ropa y tan pr�xima a su sexo.

Sin m�s, ella se separo de mi, me volvi� a tomar de la mano y
sin palabras comenz� a caminar por la Sala hasta un sof�, me hizo sentar y me
ofreci� algo de tomar que yo rechace porque lo �nico que quer�a era tenerla otra
vez conmigo para disfrutar de ese cuerpo que me ten�a loco de deseo.

Ella se quedo un instante de pie, parada frente a mi y a su
espalda la luz de la l�mpara y ah� pude apreciar mejor el contorno de su cuerpo
y otra vez disfrute de la visi�n e sus pechos, grandes y apetecibles, todos para
mi, ah�, en ese mismo instante y tal como siempre lo hab�a fantaseado.

Celeste comenz� a desvestirme sin prisa alguna, hablando
suave y poniendo un clima m�s que sensual en el ambiente y entre besos y
caricias me iba ablando y contando que desde que se hab�a levantado no hizo otra
cosa que pensar en lo del d�a anterior y esperando la noche.

Me quito la campera, luego saco mi playera dej�ndome desnudo
el torno y arrodill�ndose sobre el sof� de frente a mi se sent� en mis pernas
para comenzar a besarnos otra vez con pasi�n.

En esa posici�n, era ella la que dominaba la escena, yo
recostado sobre el respaldo y ella sobre mi, frotando suavemente su vagina sobre
mi verga con movimientos suaves, subiendo y bajando de modo extenso y largo y
volviendo a subir y bajar y a cada movimiento aumentando la presi�n del peso de
su cuerpo para sentir m�s cada vez.

Sus manos tomaban mi rostro y su lengua jugaba dentro de mi
boca, mord�a mi labio inferior y volv�a a meterme la lengua con fuerza casi
dej�ndome sin aliento y parec�a que literalmente quer�a devorarme.

Que calentura estaba juntando y desde ese lugar donde me
encontraba solo alcanzaba con mis manos a tomarla por el culo y seguir sus
movimientos, ya que sus brazos en posici�n flexionada junto a su torso me
imped�a llegar con las manos a esos pechos que eran mi obsesi�n.

No se cuento tiempo duro esa situaci�n, si recuerdo que
pareci� eterno y no termin� hasta que ella misma sin mediar palabra se bajo de
encima m�o, se arrodillo de frente entre mis piernas y comenz� a abrir mis
pantalones hasta que sus manos pudieron sacar mi pene de adentro para comenzar a
darme una chupada infernal.

Sin sacarme los pantalones se engullo mi pene de una sola vez
bien hasta el fondo, pudiendo sentir como le hacia tope en su garganta y ah�
comenz� a mover la cabeza de lado como queriendo introducirla mas adentro para
de inmediato empezar a sacarlo bien lento hasta tenerlo todo fuera.

La sonrisa de Celeste en ese momento era algo entre alegre y
lujurioso, sus ojos brillaban de forma particular y sus dos manos sosten�an mi
miembro frente a su rostro y entonces me dijo:

Dicho eso, solt� mi verga, se levanto y se sent� a mi lado y
sigui� diciendo.

Dicho esto, se abalanzo otra vez sobre mi, nos besamos y
girando nos fuimos recostando en el sof�, ella por debajo y yo encima,
acariciando todo su cuerpo con total libertad y sin prisa alguna, disfrutando de
sentir sus reacciones, oir sus leves gemidos y prepar�ndonos para volver a
amarnos.

Con su ayuda me despoje de mis pantalones y boxer hasta
quedar completamente desnudo echado sobre su cuerpo y sus piernas se aferraron a
mis caderas dej�ndome frotar i pene recto por sobre su ropa interior que ya se
sent�a completamente mojada y pesada de los flujos que hab�a despedido.

All� fui yo el que comenz� a desnudarla comenzado a subirle
el camis�n hasta quitarlo por completo por sobre su cabeza y como un guerrero
kamikaze me lance a comerle los pechos que eran una delicia. Sus manos tomaban
mi cabeza y la guiaban saltando de un pez�n al otro y me dec�a: Como me gusta la
forma en que lo haces, me vuelve loca, muerdelos, por favor.

Clave mis dientes sin medir la fuerza y ella exclamo con
evidente dolor un HAAYYY que enseguida me hizo pedir disculpas y retirarme. Ella
se dio cuenta que no med� las fuerzas y me dijo, Paco, no te vayas, mu�rdeme los
pezones con suavidad mi amor, intenso, no fuerte que es as� como mas me gusta.

Yo volv� sobre sus pechos y segu� bes�ndolos, mordi�ndolos
con delicadeza y ella comenz� a gemir cada vez con mas fuerza, su cuerpo se
contorsionaba a cada caricia debajo del m�o y sus caderas hac�an que nuestros
sexos se frotaran casi logrando trabarnos con la tela de sus calzones.

Sus manos dejaron mi rostro y tomaron sus pechos junt�ndolos,
los tenia tan grandes que con su movimiento logro poner los dos pezones bien
juntos y ambos los coloque en mi boca al mismo tiempo succion�ndolos al un�sono.
Ah� pude sentir sus gemidos con mayor fuerza y diciendo: AHHGGG, Si as� bebe,
mordeme los dos que voy a acabar. La obedec� y al instante pude sentir la
presi�n de sus piernas en mis caderas apret�ndome y anunciando su primer orgasmo
esa noche.

Las convulsiones de su cuerpo fueron cesando hasta que quedo
relajada debajo de mi y all� aproveche para quitarle los calzones y levantando
sus piernas con un movimiento r�pido los quite de su calce en las caderas y los
arroje para tras y all� quedo ella, con sus piernas abiertas y levantada como
una letra V y en el �ngulo inferior un punto h�medo y brilloso que marcaba
inconfundiblemente su sexo excitado frente a mis ojos.

Sin pensarlo, me recline y comenc� a lamerle sus jugos,
bebiendo cada gota derramada en los instantes previos hasta que qued� limpio y
luego con mis manos fui abriendo su vagina hasta que aparecieron sus rosadas
carnes dedic�ndome a pasarle mi lengua por ellas hasta que se volvieron a mojar.

Mi lengua recorr�a su sexo de arriba abajo, sub�a hasta
llegar al cl�toris y bajaba hasta meterle integra toda mi lengua por su entrada
y volv�a a subir otra vez repitiendo el recorrido a la inversa y otra vez y otra
vez.

Mientras jugaba con su sexo con mi lengua sus dedos
comenzaron a acariciar en c�rculos su cl�toris y los gemidos que daba por
entonces ya se sent�an por toda la sala de la casa.

Mi lengua reemplaz� a sus dedos y me dedique un largo rato a
darle placer en su cl�toris, cosa que desde entonces es mi mayor placer en una
relaci�n sexual despu�s de lo vivido con ella y lo aprendido sobre como
estimular a la mujer.

Primero fueron movimientos suaves, lentos, en sube y baja, de
lado a lado o en c�rculos pero, siempre lentos y pausados y con el correr de los
minutos y al ir aumentando la excitaci�n de Celeste mi lengua comenz� a moverse
como posesa, en forma r�pida, convulsiva, casi electrizante y solo con la punta
rozando la punta del cl�toris, todo lo cual hizo que sus gemidos y palabras
subieran de tono y sus manos tomaran mi cabeza para mantenerme en esa situaci�n
y darle placer hasta que me sorprendi� con un grito que parec�a gutural, como
salido de otro lado y otro contexto y fue algo as� como: WOOWWW WOWW AAUUUGGGGG
AHHHHHH GRRFFFF, creo que no tiene forma de escribirse o traducci�n, solo ese
sonido que no parec�a salir de su garganta sino de sus entra�as.

De inmediato sus piernas aprisionaron mi cabeza, sus manos me
incrustaban en sus carnes y yo no pod�a respirar y ella tenia su cuerpo
tensionado como si le hubieran dado un shock el�ctrico hasta que se aflojo por
completo como si se hubiera desmayado y al retirarme y verle la cara ella me
dijo: Nunca, te digo que nunca, hab�a sentido esto as� de intenso. TE AMO MI
BEBE.

Me recost� sobre su cuerpo para besarla y ella me tomo
enseguida d�ndome la vuelta y viniendo sobre mi, me beso jugando con mi lengua y
mientras tanto frotaba su sexo completamente mojado por todo mi vientre y pubis,
jugando con mi verga que se le escurr�a entre las carnes sin llegar a penetrarla
haciendo que el juego se extendiera un buen tiempo.

Instantes despu�s, ella se sent� sobre mi, meti� su mano por
entre las piernas hasta agarrar mi miembro que para entonces parec�a una estaca
de 17 cms. y diciendo "DEJAME HACERLO A MI" me fue guiando en la penetraci�n
hasta que todo estaba dentro.

Otra vez volv� a sentir esa sensaci�n, una cavidad caliente y
h�meda que aprisionaba mi pene con fuerza a cada penetraci�n y que lo soltaba en
el movimiento de salida para volverlo a aprisionar cuando entraba, una y otra
vez, de modo interminable y eterno.

Aun hoy es indescriptible esa sensaci�n que tienes de estar
inm�vil, est�tico, dominado de espaldas a la cama mientras que su cuerpo se
devora a cada paso todas tus carnes y solo all� sientes el tacto del interior de
la vagina que te va exprimiendo la verga hasta que no resistes m�s.

Sus manos apoyadas en los costados de mi cadera y su
movimiento de sube y baja me ten�an tan excitado que no quer�a moverme para
tratar de alargar ese placer descomunal que me invad�a y no pude m�s y le
anuncie la llegada de mi orgasmo, que me venia, que no podr�a contener mas mi
eyeculaci�n y ella aceler� sus movimientos.

El sonido de sus carnes empapadas de jugos contra mi pubis
resonaba en el ambiente y solt� mi tensi�n descargando mi eyeculaci�n en un
orgasmo incre�ble y cuando estaba sucediendo siento que ella me dice: SIII ASI
BEBEE SIENTO COMO TU LECHE ME ESTA QUEMANDO LAS ENTRA�AS. SSIII Y YO TAMBIEN ME
VENGOOO AHHHHAAA SSSIIIII y su cuerpo cayo sobre el m�o aplast�ndome con su peso
como muerto y mis manos aferradas a sus nalgas para dejarme presionar mas como
queriendo meterme mas hondo en ella en ese momento de gloria.

Pasaron unos minutos hasta que reaccionamos, se alejo de mi,
fue al ba�o a higienizarse y yo me quede en el sofa intentando recuperar mi
respiraci�n que aun estaba agitada.

Al volver a la Sala vino envuelta en una toalla, se acerc� y
me dijo:

Me vest� de inmediato y part� a mi casa otra vez como el d�a
anterior, so�ando en el ma�ana que me esperaba y ansioso por volver a los brazos
de Celeste pero lo que ocurri� a partir de ah� es otra historia que tendr�n que
esperar a leer hasta mi pr�ximo relato.

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