Mi vida cambi� mucho desde que Alex me dej�. Quiz�s por ser
una relaci�n tan seria con s�lo 18 a�os, quiz�s porque le entregu� todo mi ser y
me hice 100% dependiente; la raz�n no la s�, pero cuando tras m�s de 4 a�os de
relaci�n decidi� que ya era bastante, me dej� hecho mierda.

Tuve que replantearme mi vida desde todos sus �ngulos.
�Quer�a seguir estudiando medicina? �Seguir viviendo en aquella ciudad, donde
pod�a encontr�rmelo cualquier d�a? Pensaba tantas alternativas que no hab�a d�a
que no me doliera la cabeza. El suicidio, al principio. El extranjero, despu�s.
Qui�n sabe qu�. Aquellos que hab�is vivido esta terrible experiencia, sab�is lo
dif�cil que es empezar nuevamente de cero. Pero as� es el amor: si no te das
todo, no es amor; pero si te das todo, corres este riesgo...

Hubo unos cu�ntos d�as en los que no fui a clase: me quedaba
en casa, a menudo en la cama, o viendo est�pidos programas de la tele... Nunca
llor�, eso dej� de hacerlo con Fabi�n, pero esa es otra historia. Sin embargo,
al cabo de, no s�, una semana, decid� que tampoco pod�a paralizar mi vida:
aunque �sta no tuviera sentido, estaba ah�, y quisiera o no ten�a que seguir
vivi�ndola. De modo que volv� a la facultad, donde estoy a mitad de la
licenciatura.

Los primeros meses fueron horribles. El tiempo se hac�a
eterno, los amigos insufribles, sin ganas de nada. Volv�a el calor y todos se
pon�an pesados con que saliera con ellos a la playa, o de fiesta... En alguna
ocasi�n lo hice, pero tan s�lo para acabar llorando tras una buena tajada.

Bueno, perd�n si me pongo pesado, pero realmente fue muy duro
para m� ir superando aquello, aprender de nuevo a vivir.

El caso es que el tiempo no pasa en balde, y el hombre no
s�lo requiere de amor, sino tambi�n de sexo, y yo que me hab�a acostumbrado a
hacerlo una o dos veces diarias, no tard� mucho m�s en comenzar a sentir un
cosquilleo del est�mago hacia abajo...

Tengo que aclarar que en lo que a chicos se refiere no soy
precisamente "selectivo" o "escogido". Por alguna raz�n, gran parte de los
chicos que veo me gustan, me parecen f�sicamente atractivo, as� que es f�cil que
me den calentones en cualquier parte.

Poco a poco me empec� a fijar de nuevo en los chicos, y como
no en los de la facultad. Los hay de todas las clases, altos, bajos, rubios,
morenos, agradables, malosos (s�, con ese punto de desprecio que te hace
volverte un poco sumiso...). Yo ten�a fichados a todos los que me gustaban, lo
que no es poco. A pesar de todo, siempre aparec�a alg�n chico de paso, de
intercambio o algo.

Realmente hab�a chicos tan guapos y reunidos en tampoco
espacio, que al tiempo me encontr� que no hab�a un solo d�a en el que no me
masturbara varias veces, con mil fantas�as con todos aquellos chicos. Llegu� a
masturbarme en los ba�os de la facultad, excitado ante la idea de que alguno de
aquellos chicos entrara repentinamente, y ante la amenaza de airear p�blicamente
mis pajas en el servicio, me obligara a satisfacer sus m�s oscuros deseos
sexuales. All� me imaginaba yo, apoyado sobre la pared con las nalgas bien
abiertas y uno de aquellos chulos desgarr�ndome el ano... Y as� pasaba el
tiempo.

Visto as�, es f�cil pensar que no pasar�a mucho tiempo sin
que mi sed de sexo (que ya pasaba a ser avidez y ardor) fuera saciada por alguno
de estos futuros doctores; que aquellos j�venes eran como Gan�medes y yo ser�a
el Zeus que los raptara encandilado por su belleza; que no me ser�a dif�cil
tirarme a media facultad o encontrar un nuevo novio, seg�n me apeteciera.

Pero claro, nadie sab�a nada de mi condici�n de gay en la
facultad, y en una ciudad de ideolog�a tan anticuada tampoco me pareci� nunca
apropiado. Ni mis m�s �ntimos supieron nunca ni de mi orientaci�n sexual, ni de
mi suplicio tras la ruptura con Alex, ni de mi necesidad de encontrar alguien
que me quisiera y, como no, con quien hacer el amor. Todo yo era un amasijo de
secretos en aquel edificio gris al que acud�a cada ma�ana.

Creo, si la memoria no me falla, que era un d�a de finales de
Abril. Hab�a llovido bastante, y yo estaba empapado, haciendo tiempo para mi
clase de Anatom�a General, asignatura que llevaba arrastrando varios cursos
(�ser� que nunca tuve un buen profesor?). No me gustaba la situaci�n. Ah�
sentado, con la bata blanca, mientras toda esa gente que no conoc�a pasaba
frente a m�. Jurar�a que me miraban...

Entonces pas� por delante de m�. Me extra�� no haberme fijado
antes en �l. Mentir�a si dijera que era guapo, pero ciertamente era atractivo.
M�s bajo que yo (como 1�70) y un cuerpo bastante moldeado.

Lo que m�s me llam� la atenci�n fue su sonrisa. Tras ponerse
la bata, apart� su cabello negro con la mano y sonri�. Siempre me ha dado mucho
morbo el aparato de los dientes, y el no tuvo pudor en mostrarlo con una amplia
sonrisa. Y como nunca (iron�a), mis ojos se deslizaron disimuladamente a su
paquete, que no parec�a estar mal, y a su culo: �Vaya culo! Peque�ito, algo
resping�n... �Era perfecto!

Finalmente se dio la vuelta y qued� hablando con unos amigos.
Y yo volv� a mis paranoias mentales.

Cu�l fue mi sorpresa al entrar en la clase de anatom�a, al
ver al chico del aparato dental en mi grupo... Por alg�n motivo se tuvo que
cambiar, nos pidi� permiso. Me parece que fui demasiado r�pido en decirle que
s�. Me pas� la clase concentrado, pero no en los m�sculos lar�ngeos, sino en los
de este fabuloso efebo. Cada vez que su mirada se alejaba me deten�a a
deleitarme en la perfecci�n de sus rasgos proporcionados, el encanto de sus
gestos, el brillo de sus preciosos ojos verdes.

Era un atractivo objeto de seducci�n enviado por el diablo
para tentarme. No tom� un solo apunte en mi hoja en toda la hora. Cuando mi
mirada se escurr�a hacia su entrepierna, un escalofr�o especial me recorr�a la
espalda, desde el cuello hasta el ano... algo que no me pasaba desde que lo de
Alex termin�.

Si en alg�n momento se me ocurri� decirle algo, como para
tantear si jugaba en mi campo (este campo nuestro tan complicado a veces),
enseguida lo desech�. Era un riesgo doble: a descubrirme ante un desconocido y
puede que ante toda la facultad y a recibir un rechazo. Ninguna de las dos cosas
me atra�a.

Pero mientras guardaba mi bata en la taquilla, sent� un toque
en el hombro. Me qued� con la respiraci�n cortada cuando le vi frente a m�,
sonriendo, esos labios a escasos 10 cent�metros de los m�os.

Creo que no hace falta que diga que ni siquiera com�. Siempre
que me pasa algo, le doy mil vueltas en la cabeza, y esta vez m�s a�n. Mi sangre
corr�a por mis venas a toda velocidad, sin decidir si hac�a m�s falta en mi
cabeza, en mi coraz�n dado vuelco, o entre mis piernas.

Quiz�s alguien le hab�a dicho que mis apuntes eran buenos, la
verdad es que la gente me conoce en la facultad por mi buena letra... pero no
quer�a acabar de rehusar la idea de que algo m�s querr�a. Finalmente decid� ser
pr�ctico. Despu�s de lo de Alexander, no necesitaba justamente un mal rato s�lo
por hacerme est�pidas ilusiones. �No piensas madurar, Eden?

Para que algo de sangre me volviera al cerebro, me encerr� en
el ba�o antes de salir y me desahogu� con una paja tremenda. Obviamente estuve
pensando en �l. �C�mo ser�a su pecho, tendr�a vello? �Y en sus nalgas prietas?
�La tendr�a grande, a pesar de no ser muy alto? Acab� corri�ndome sobre m�,
mientras imaginaba su cara de placer mientras le chupaba la polla.

Dej� los apuntes que le llevaba en la taquilla, y me fui a
las clases. Esa tarde tampoco pude atender nada, as� que finalmente volv� a mi
viejo habito de dibujar. La gente insiste en que lo hago bien, yo por lo menos
no me aburro.

Tras las clases, fui a las taquillas, donde impl�citamente
hab�amos quedado. Saqu� sus apuntes para revisarlos mientras esperaba por ver si
llegaba. Pasaron diez minutos... s�, no es mucho, pero siempre me pongo muy
nervioso esperando a la gente. Digo, pasaron diez minutos, y me levant� hacia la
taquilla para guardarlos y d�rselos al d�a siguiente.

Ya acababa de pelear con la cerradura, cuando sent� que
alguien me agarraba por la cintura. Intent� girarme, pero me taparon los ojos.
Comenc� a ponerme nervioso.

S�lo o� una risa bajita. Me soltaron, y all� estaba �l:
riendo ahora en voz alta.

Pensaba decir que no, pero mientras solamente balbuceaba
s�labas, �l me cogi� del codo, y con su sonrisa siempre en la cara, me tir�
hasta un banco que hab�a cerca, justo frente los ba�os. Por el camino me dijo
que se llamaba Tom�s, pero que todos le llamaban Tomy. Me fij� como se humedec�a
los labios secos, y ver el movimiento de su lengua hizo que la erecci�n fuera
inevitable.

Empezamos a revisar. Yo no me concentraba, no recordaba haber
estado tan nervioso en la vida (al menos no desde que empec� con Alex). En una
de �stas, cuando llev�bamos unos quince minutos, sac� una chocolatina. Me pas�
una, ni siquiera ofreci�, as� que hice el esfuerzo en comerla, aunque mi
est�mago estaba bailando de puro nervio. Se me qued� mirando, yo no le miraba,
pero �l sigui� as�. Finalmente levant� la cabeza y vi sus ojos muy cerca de los
m�os. Me iba a besar. Sab�a que me iba a besar.

Yo me qued� at�nito, pensando "soy un tonto", casi hasta me
r�o. Como que los nervios se me pasaron un poco. Entonces, pos� su mano en mi
muslo, como si nada; a m� me dio un escalofr�o.

Mi respiraci�n se volvi� entrecortada, porque alguien pod�a
vernos, pero m�s a�n porque no pod�a creer que aquel chico que tanto me hac�a
sentir me estuviera metiendo mano. Se levant� y tir� de mi brazo... me estaba
guiando hacia el ba�o. Yo empec� a tener p�nico.

Nos entramos en el ba�o, yo intent� balbucear que pod�a
entrar alguien, y su respuesta fue un beso en toda mi boca a la vez que me iba
empujando hacia uno de los reservados. Cerr� la puerta con pestillo y
volvi�ndose nuevamente hacia m�, me bes�. Esta vez se entretuvo m�s, al fin
decid� que ser�a mejor dejarme llevar y no pensar. Sent� su lengua sobre la m�a,
mi pene ya estaba a punto de estallar, al fin y al cabo llevaba meses sin sexo
con otras personas...

Creo que nunca olvidar� aquel beso: se sent� sobre m� y
estuvimos largo rato intercambiando saliva, yo exploraba toda su boca. La
sensaci�n del fr�o hierro de su aparato dental incrementaba mi deseo, un morbo
incre�ble... Al estar sentado sobre m� y de frente, not� su miembro contra mi
abdomen, tambi�n estaba duro. Ten�a ganas de lanzar mi boca hacia �l, pero
prefer� dejar que �l marcara el paso. Yo estaba nervioso como un novato como
para tomar la iniciativa.

En un momento que tom� aire, �l descendi� y beso mi cuello,
lo lami�. Gem�a de gusto. Levant� mi su�ter y desliz� su lengua por todo mi
cuello, mordisqueando mis pezones. Se detuvo un instante en mi ombligo, para
pasar a lamer el vaquero que cubr�a una polla que jam�s hab�a llegado a ese
tama�o.

Le detuve un segundo:

�l, al ver mi cara de desesperaci�n y deseo, exhibi� de nuevo
su sonrisa, con un toque p�caro y lascivo. Se puso en pie, y lentamente se quit�
la camiseta, y luego baj� el pantal�n de su ch�ndal hasta los tobillos. Ten�a un
cuerpo moreno y formado. Le examin� de arriba abajo: ten�a el pecho con apenas
un indicio de vello, tan solo en sus axilas, y ese camino de gloria que parte
del ombligo en direcci�n al para�so. Sus piernas me hicieron babear de deseo. Y
aquel enorme bulto bajo sus boxers...

No pude contenerme m�s. Casi se los arranco de la fuerza y el
ansia. �l se apoyo sobre la pared, y durante un tiempo se dej� hacer. Su rabo
era menor que el m�o, tendr�a unos 16 cent�metros, pero era bien grueso y sobre
todo me asombr� su dureza. Sus huevos, colgaban preciosos, realmente enormes.
Contempl�, ol� aquel olor a macho limpio, acarici�, y finalmente lam�.

Primero recog� con la punta de la lengua su primera gotita,
el primer regalo que me hac�a, esperando yo que fueran muchos. Luego apretando
el pene fuertemente por la base, pase� mi lengua desde abajo hasta el agujero.
Me lo met� en la boca y sub� con mis labios su prepucio, haciendo que le
cubriera el glande, pero �ste volvi� solo hacia atr�s. Y entonces me lanc�, y
comenc� a mam�rsela en�rgicamente, relami�ndome. En ocasiones miraba hacia
arriba, grabando en mi memoria su gesto de placer y para que viera cu�nto estaba
disfrut�ndolo yo.

Al poco vi que el momento de su orgasmo se aproximaba. Me
dispon�a a tomar su leche cuando bruscamente me tom� y me sent� en el inodoro.
Tir� de mis vaqueros hacia abajo, rompiendo el bot�n, y sac� mi verga de mis
slips. Al ver sus dimensiones (18 de largo y bastante gruesa) me mir� con
sorpresa, pero enseguida se lanz� a trag�rsela entera. Ninguna de mis anteriores
parejas lo hab�a conseguido, as� que apenas la tercera vez que mi glande roz� su
garganta, eyacul� varios chorros de leche, esforz�ndome por no gritar.

�l sigui� chup�ndola, y mi polla no perdi� ni un cent�metro.
Levant� mis piernas, y desliz� su sabrosa lengua hacia atr�s, llegando a mi ano.
Me abri� las nalgas con su mano libre, e introdujo su lengua todo lo profundo
que pudo... yo casi me corr�a de nuevo.

Se puso en pie y empez� a introducir un dedo. Luego dos. Me
dol�a ligeramente, pues a pesar de que ya me han cogido muchas veces, llevaba
meses sin meter nada en mi culito. (Aclaro que me gusta tanto dar como tomar, no
me gusta que uno sea el pasivo y el otro el activo). Cuando vi que intentaba
meter el tercero, susurr� que no. �l no me hizo caso, y como trat� de insistir
me bes�, call�ndome.

Ech� varios escupitajos en su mano para humedecer al m�ximo
su polla, que no aguantaba de placer por como palpitaba. Aquello me calent�
much�simo. Me volvi� a besar, y en esta posici�n la punta de su cabeza quedaba a
la entrada de mi ano, que ya estaba totalmente mojado y dilatado. Y sin avisar,
y lami�ndome toda la cara, me meti� la mitad. No me dio tiempo a darle el cond�n
que siempre llevo encima. Yo gem�, no s� si de dolor o de placer, y �l enseguida
meti� lo que quedaba. Comenz� a follarme (o a hacerme el amor, eso no lo sab�a),
con todas sus fuerzas.

A la vez me dec�a "S�, que gusto... c�mo me gustas, c�mo me
gusta tu cuerpo" o "Que bien que al final puedo met�rtela bien, hasta el fondo"
o "Cu�nto tiempo llevaba dese�ndote". No llevaba ni dos minutos, cuando la sac�
entera y la meti� de una vez hasta el fondo, corri�ndose... a m� nunca me hab�an
llenado el culo de leche, me asust� un poco, pero me dio tanto gusto, que cuando
�l cogi� mi polla y la mene� un poco me corr� de nuevo... Dos veces seguidas,
casi incre�ble.

Esper� unos minutos a que se le bajara la erecci�n, y como
aquello no ocurri�, la sac� de un golpe, gener�ndome bastante dolor. Comenz� a
pajearse sobre m�, hasta que nuevamente ech� su leche sobre mi pecho y mi
abdomen.

Cogi� un poco de papel higi�nico y me lo dio para que me
limpiara. Me bes� larga y tiernamente. Me puse en pie para limpiarme, y cuando
iba a decirle algo, estaba saliendo por la puerta. Yo le llam�:

Pero �l ya no estaba. Acab� de limpiarme y sal�. Me apresur�
a coger los apuntes y salir de la facultad, pues estaban ya cerrando y no quer�a
quedarme dentro. Llegu� a casa, y volv� a pensar con la cabeza (y no con la
polla, por culpa de aquel ni�o con cuerpo de dios). Empec� a pensar qu� querr�a
�l de m�: �habr�a tenido bastante con quitarse el calent�n? �Querr�a volver a
hacer algo conmigo? �Realmente llevaba tiempo dese�ndome? �Querr�a algo m�s
serio conmigo? �Quer�a yo?

Y lo peor de lo peor... �me estaba enamorando?

Ordenando mis apuntes encontr� que al salir del ba�o hab�a
escrito en la �ltima p�gina: "Gracias, fue genial". Bastante escueto. Decid� que
al d�a siguiente (si es que reun�a fuerzas suficientes), tratar�a de aclarar
algo con �l.

Y finalmente (de nuevo, sin cenar), intent� dormir. Y digo
bien, intent�...

CONTINUAR�.....

Todos los comentarios, cr�ticas y sugerencias (tengo
varios finales en mente) envi�dmelos a
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