Casos de terapia: el militar retirado.
Me encontr� con A por primera vez y supe que algo ocurrir�a
con �l en alg�n momento de nuestras sesiones. Y no estaba equivocado.
A comenz� sus sesiones hace poco m�s de un mes. Aunque s�lo
tiene 31 a�os, ya su cabellera recortada est� poni�ndose canosa, especialmente
en las grandes entradas que tiene sobre sus sienes. Su piel, morena y lampi�a
(exceptuando unos pocos vellos en su pecho), me atrajo pero m�s lo hizo su
mirada penetrante, como si siempre te estuviera examinando o examin�ndome.
Cuando llegamos a su tercera semana, se qued� despu�s del
grupo. Eran las 9 de la noche y me dijo que quer�a conversar algo en privado
conmigo.
"Por supuesto. S�lo dejame guardar esto"- le dije mientras
empujaba el televisor que hab�amos utilizado en la clase.
"Yo le ayudo"- se ofreci� mientras el �ltimo de los clientes
cerraba la puerta.
"Dejame entoncer echar llave, no vaya a ser que nos asalten"-
le dije sonriendo. Cerr� la puerta con llave quedando en el edificio solamente
�l y yo. "Excellente", pens�.
Caminamos hasta la peque�a bodega donde se guarda el
televisor a un lado del sal�n.
"�Qu� te pasa? �En qu� te puedo ayudar?"- le dije mientras
observaba, yo caminaba detr�s de �l, como sus nalguitas paradas se mov�an de un
lado a otro.
"He pensado mucho en mi relaci�n con mi esposa�"- comenz�
diciendo al mismo tiempo que lleg�bamos a la bodega. "�Y quiero preguntarle
algo�que me da pena�"
"Recuerda que todo lo que hablas conmigo es confidencial"- le
coment� utilizando una de mis mejores armas.
A meti� el TV en su lugar y se qued� al lado de �l vi�ndome a
los ojos. Sent� como su Mirada me dominaba.
"�Todo?"- pregunt� despu�s de unos instantes.
"Todo"- le confirm� sin moverme del dintel de la bodega.
"Creo que soy gay"- su vista estaba fija en la m�a. Sus
peque�os ojos negros me miraban inquisitivamente.
"�Por qu� lo dices?"- le pregunt� sin inmutarme.
"Hace a�os cuando estuve en la marina tuve un amante� era mi
compa�ero�y nos cogimos varias veces�"- las palabras no flu�an con la normalidad
de siempre, como A habla en cada uno de los grupos. "Luego me sal� de la marina,
y nunca m�s lo volv� a ver� me case y hasta�hasta�hace unas semanas cre� que
hab�a dejado aquello atr�s".
Esper� unos segundos que continuara, pero por primera vez
baj� la vista y se call�.
"�Y qu� es lo que ha pasado desde entonces?"- pregunt�.
Observ� que su camisa estaba entreabierta y sus vellos pectorals se notaban all�
en su t�rax.
"Me he fijado en otro hombre�y lo deseo"- levant� la vista y
me pareci� ver un bien disimulado gui�o en su ojo derecho.
"�Y qu� piensas hacer?"- le pregunt�.
"�No me va a preguntar qui�n es?"- fue su respuesta.
"Creo que no me incumbe� pero si me lo quieres decir�"- no
termin� mi frase.
"Si�"- me dijo dando un paso al frente. "Es usted". Sent� su
respiraci�n entrecortada en mi rostro. En un abrir y cerrar de ojos,
literalmente, sus labios rozaron los m�os.
Aunque hab�a disfrutado de su presencia en el grupo de
terapia, y me lo hab�a imaginado m�s de una vez desnudo, no estaba preparado
para ese beso. No cerr� los ojos mientras A cerraba los suyos y prolongaba su
beso. Su lengua h�meda me explor� la m�a que se encontraba seca e inm�vil. Al
notar mi reacci�n abri� los ojos y retir� su boca de la m�a.
"No� no�"- le dije mientras sonre�a y lo atra�a de vuelta a
m� con ambas manos. "S�lo estoy sorprendido"- le expliqu� al o�do abraz�ndolo
fuertemente.
"No sab�a como dec�rselo"- me coment� poniendo sus dos manos
sobre mi pecho.
"No me digas nada�"- le solicit� jal�ndolo hacia afuera de la
bodega. "Recuerda que todo lo que hacemos en este sal�n es confidencial"-
siempre utilizo esa frase para evitar el que lo que hago extracurricularmente
con mis clients sea utilizado en mi contra.
"No tengo ning�n problema con eso"- me dijo abriendo
nuevamente su boca. Esta vez si cerr� mis ojos y me fund� en un largo beso con
el militar retirado. Sent� como nuestras lenguas danzaban al son de la m�sica
del deseo. R�pidamente nuestra ropa cay� a la alfombra donde solo unos minutos
antes hab�amos tenido la terapia de aquella noche.
"Lo deseo tanto�cada vez que habla me imagino que me est�
cogiendo"- me confes� al desabrocharme el pantal�n. "Y es tan peludito como me
lo imaginaba".
"Tu piel��es toda tan bronceada?"- le pregunt� antes que se
quitara el slip blanco que llevaba.
"�Por qu� no lo descubre?"
Me agach� quit�ndome los zapatos y las calcetas y puse mi
boca en el trasero de A. Con mi lengua explor� lentamente aquel par de nalgas
bronceadas hundi�ndome en la abertura velluda que cubr�a el slip. Sent� el olor
a sudor y casi me detuve, pero record� que aquella oportunidad quiz� era �nica
as� que el asco que me di� al principio lo contuve hasta quitarle con mis
dientes el pedazo de licra que quedaba entre mi boca y su culo. Las nalgas
aparecieron un poco m�s blancas, con el color natural de su piel, pero jugosas y
como invit�ndome a com�rmelas. Y lo hice. Me las com� como si fueran un par de
duraznos, mordisque�ndolas de vez en cuando mientras A se balanceaba de un lado
en otro enmedio de una danza de placer que se prolong� por varios minutos. Le d�
uno de los besos negros m�s prolongados que he dado en mi existencia haciendo
que los vellitos del orto se le mojaran con mi saliva que mi lengua experta le
iba dejando por cada mil�metro de su rico culito.
Le tom� las caderas levant�ndome r�pidamente y coloc�ndome de
rodillas mientras mi verga se rozaba con sus nalgas. Un escalofr�o libinidoso me
recorri� la espalda a la misma vez que A se abr�a su culo con una de sus manos.
"He so�ado con esto tantas veces"- dijo enmedio de un largo
suspiro. "H�game suyo"- dijo en forma suplicante.
No lo hice esperar. Mi verga ya estaba lubricada por toda
aquella acci�n y no me cost� nada el comenzar a introduc�rsela. Se desliz�
lentamente por la abertura mientras el esf�nter se ensanchaba para darle paso a
mis 16 cent�metros de carne dura.
"Ahh�ah�"- suspiraba mientras volv�a a poner su mano sobre el
suelo a la par de la otra y as� no perder el equilibrio.
"�Te gusta as�?"- le pregunt�.
"Ay� qu� rico�dele�dele�"
Entonces me avalanc� sobre �l y lo cog� con intensidad bruta.
"�Ay� qu� b�rbaro�no me cog�an as� desde que estaba en la
marina!"
"Pues aqu� te va tu m�stil"- le dije entrando con toda mi
verga dentro de su culo apretado. Mis huevos pegaban una y otra vez en sus
nalgas rebotando r�tmicamente mientras dejaban salir su nectar en las entra�as
del militar retirado.
"Uhh..ayy�"- dije enmedio de la explosion de semen.
"Si mi hombre, dele, c�game con todas sus fuerzas"- me dijo
�l mientras se masturbaba su propia verga y depositaba su semen en la alfombra.
"Ay�ay�"- dijo vini�ndose.
Al levantarme no le dije nada, simplemente le di la mano para
que se pusiera de pie.
A se levant� y se fue directamente al ba�o a traer papel
higi�nico con el que limpi� su semen. Yo me tir� sobre una silla reponiendo mis
fuerzas. El se retir� a botar el papel sucio y al regresar se agach� frente a mi
poni�ndose de rodillas.
"D�jeme limpi�rsela"- me dijo tomando mi fl�cida verga con su
mano. Se la engull� toda mientras saboreaba el semen que me quedaba sobre ella.
Sac� su boca. "Hace tanto que no probaba este n�ctar"- me coment� poni�ndose de
pie.
No sab�a que decirle, pero �l me dio la pauta.
"�Me dejar� probarlo otra vez?"
"S�lo dime cuando"- le contest� mientras recordaba como les
ense�aba a mis clientes que una de las cosas m�s importantes en una relaci�n es
la honestidad. Creo que yo estaba siendo honesto.
Pueden escribirme a
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