LA MUJER DEL PORTERO (X)
El reloj marcaba las 7:45 p.m. y estaba llegando a mi oficina
a recoger a Virginia, cuando son� mi celular. Era Marian, quien dubitativa me
informaba que hab�a dado permiso a los criados y al chofer desde el medio d�a
del s�bado, hasta el domingo en la noche y que tambi�n hab�a llamado a Pedro
para invitarlo a cenar como hab�amos quedado, un poco con �nimos de justificarse
dijo:
" Realmente no se si le permitir� algo... pero he recordado
tus palabras y mejor enfrento la situaci�n. No te parece?
"Por supuesto mi amor... me parece bien. Pero no olvides, has
prometido contarme todo con lujo de detalles y ya ver�s como cachamos rico,
recordando tu encamada con el chico...".- le dije comprensivo y ansioso.- Pero
dime, que dijo Pedro cuando lo llamaste, como recibi� la invitaci�n?.- pregunt�
" Realmente se sorprendi�. Yo le dije que tu no vendr�as
hasta el lunes y que todo el mundo se hab�a ido fuera de Lima, que me sent�a muy
sola y que si �l no ten�a que hacer, que lo invitaba a cenar y a conversar un
rato. Lo sent� primero incr�dulo por lo que escuchaba y luego atropelladamente
me agradeci� la deferencia y tartamudeando me dijo que a las 8 de la noche del
sabado estar�a en casa.... Qu� te parece?
" Me parece que lo traes muerto mi amor. Espero que todo vaya
bien y que puedas tener siempre el control. Disfruta el momento y has lo que te
provoque. Recuerda no me estas siendo infiel ni nada por el estilo. Saborea el
momento.. es casi como un ba�o de juventud el que te vas a dar y como solo ser�
sexo, lo que ocurra ser� placentero y a la larga enriquecer� nuestra
relaci�n.... No te preocupes mi amor... todo saldr� bien. Recuerda ma�ana
viernes llego a casa a eso de las 8 y podremos salir a un cine o al teatro y a
comer algo. El s�bado estar� contigo hasta el medio d�a y luego de ir� al club y
me alquilar� una habitaci�n e el Country Club Hotel, que est� cerca de casa y
estar� esperando tu llamada cuanto termine tu reuni�n con el chico.
" Si mi amor... no te preocupes. Te espero ma�ana a las 8 de
ma�ana.... Te quiero mucho... y gracias por darme esta fantas�a ... te adoro.
Cu�date mucho...chau.- y colg�.
Bueno, todo estaba saliendo seg�n lo planeado. Lo que mi
mujer no sab�a es que yo ver�a todo en vivo y en directo, pues pensaba
escabullirme en la casa y tener as� una informaci�n de primera mano....la
pregunta estaba puesta: Se tirar�a Marian a Pedrito? C�mo lo seducir�a?.....
C�mo gozar�a mi mujer con este compa�ero de cama joven? El morbo que me produc�a
era incre�ble y en el fondo sent�a temor...., pero el morbo era m�s fuerte y de
solo pensar en las escenas que ver�a la noche del sabado... ya estaba
empalmado... Necesitaba la carne joven y deseable de Virginia... esta noche
ser�a tambi�n inolvidable para m�... tendr�a una segunda luna de miel con la
mujer del portero, la incre�ble y bella Virginia.
A las 8 de la noche estaba en mi oficina y a los pocos
minutos lleg� Virginia. Vest�a de sport, un conjunto de saco y pantal�n blancos
y una blusa verde esmeralda de fina seda con cuello camisero que sobresal�a del
saquito, le daba un aspecto m�s juvenil. El pantal�n ce�ido revelaba las curvas
de su excepcional cuerpo. Los pies calzados con unos mocasines tambi�n blancos,
completaban el atuendo. Pero lo que destacaba m�s en la muchacha, era el lindo
rostro y los grandes ojos pardos. El cabello cepillado concienzudamente le daba
una apariencia estudiada de haber sido revoloteado por el viento... En fin se
ve�a realmente espectacular, hermosa y sexy. Se acerco y nos besamos. Al sentir
el contacto de su cuerpo... yo que ven�a empalmado pensando en lo que pasar�a mi
mujer en la noche del sabado, continu� con mi fogosa erecci�n y ya estaba que
refregaba mi sexo contra el prominente y dispuesto monte de Venus de Virginia.
El beso de lengua bajo tales circunstancias fue m�s apasionado y seguro la joven
pensaba que era resultado de ver su figura... de modo que su entrega a la
caricia fue total.
Apreci� que Virginia, tra�a consigo varias bolsas y un
malet�n de mano y le pregunt� de qu� se trataba:
" Mi amor.- explic�.- esta es toda la ropa, zapatos y
cosm�ticos que la Se�ora de la Boutique me proporcion�. Mi problema es d�nde
ponerlos. Si lo dejo en mi casa el l�o que me armar� Alejandro ser� tremendo y
l�gicamente pensar� lo peor. Esta ropa de marca y de calidad no la puedo comprar
ni con cinco meses de mi sueldo. Ay�dame por favor... no me quiero deshacer de
ella... quiero lucirla para ti... para nuestros momentos, aunque no vayamos a
ning�n sitio... quiero pon�rmela, para que tu me la saques... me desnudes y me
hagas tuya... as� como anoche.. .- al terminar me volvi� a besar... su lengua
llegaba hasta mi garganta....-
" Ya hab�a pensado en eso. En el Departamento hay un cuarto
de hu�spedes y el closset est� vaci�. Ese ser� para ti, para tu ropita y para
que guardes lo que quieras.. te parece?
" Hay mi amor... que lindo eres... Uy, tambi�n pondr� all� el
vestido de ayer... pero antes tendr� que mandarlo a lavar...
" No te preocupes. Ya lo mand� lavar y cuando lo entreguen,
lo pondremos all�... solucionado el problema... Algo m�s?.- pregunt�.
" Si, que lleves a donde tu quieras... que me ames, que me
hagas tuya... hacerte yo m�o... que me des por todos los lados hasta que te pida
chepa....- diciendo esto con una voz de arrecha incorregible y de mover y
apretar su sexo sobre el m�o, como promesa del placer que me dar�a, nos volvimos
a besar.
Llevamos las bolsas y el malet�n al departamento y colocamos
todo en el closset del cuarto de hu�spedes. Nos dispon�amos a salir cuando le
pregunt� por qu� llevaba el malet�n y no lo dejaba
" Porque, en este malentincito, llevo una ropita que quiero
que me la veas puesta y despu�s me la saques con los dientes...ya ver�s... ya
ver�s....-
Ri�ndonos por su ocurrencia, abordamos mi camioneta de lunas
oscuras y salimos del desierto y silente edificio. Tom� en direcci�n a la
carretera central y al poco tiempo ingres�bamos a esta v�a. F�cilmente pasamos
Vitarte y a los pocos minutos dobl�bamos a la derecha en direcci�n a Santa Clara
y a la subida para alcanzar el exclusivo Hotel El Pueblo. Llegamos y los mozos
se hicieron cargo del malet�n de mano de Virginia y del m�o, que extraje de la
maletera del veh�culo. En la recepci�n nos registramos r�pidamente, gracias a
que yo hab�a hecho la conveniente reserva.
R�pidamente el botones nos hizo abordar un r�stico pero
c�modo vag�n jalado por un peque�o tractor graciosamente decorado y empezamos a
ascender por un sendero asfaltado. Los faroles que circundaban la senda dejaba
preciar los hermosos y bien cuidados jardines del local. Circundamos la primera
gran piscina y seguimos ascendiendo hasta que desembocamos a una calle empedrada
que semejaba una t�pica calle de la sierra peruana, el veh�culo se detuvo frente
a la suite que nos pertenec�a y nos ayud� a bajar. Ingresamos a la amplia y
c�moda habitaci�n, estudiadamente decorada con muebles r�sticos y en las blancas
paredes colgaban cuadros de la escuela cuzque�a con marcos finamente trabajados,
recubierto de pan de oro. La amplia cama, era mullida y cubierta con una manta
de fina fibra de alpaca, con motivos incaicos, debajo de ella las finas s�banas
de seda, promet�an una suave y delicada caricia a los cuerpos que descansaran en
ella. Sobre la c�moda de madera tipo colonial, colgaba un fino espejo tambi�n
enmarcado en pan de oro...en otro mueble un fino arreglo floral y en otro lado
una cesta con frutas de la estaci�n.
En cuanto quedamos solos, me acerqu� a Virginia. Como ya
dije, estaba bell�sima, la tomen en mis brazos y la bes�. Que rico era sentir su
lengua jugando con la m�a y sentir su cuerpo pegarse a mi cuerpo...as� como
sentir que mi erecci�n iba en aumento y ella al sentirme trataba que nuestros
sexos se unieran por encima de las ropas. Terminando la caricia, Virginia...se
separ� y con su maletincito me pidi� ir al ba�o un instante... desapareci� tras
la puerta del servicio con una sonrisa misteriosa que ani�aba a�n m�s su linda
carita. A los pocos minutos sali� del ba�o... hab�a cambiado los pantalones por
una minifalda del mismo material y color, que le quedaba preciosa. Sus largas,
torneadas y apetecibles piernas quedaban bellamente enmarcadas con tan diminuta
prenda. Contrariamente a lo que se pueda pensar, la faldita ca�a graciosamente
sobre el cuerpo de Virginia realzando su figura, contribuyendo a ello lo plano
de su abdomen y que a pesar de haber tenido dos hijos no se le hubiera formado
la famosa "pancita" que es el trauma de las mujeres.
Yo, que estaba arrecho por la conversaci�n que hab�a tenido
con mi mujer,,, ver a mi pareja as� de deseable... exhibiendo su magn�fica
figura me puso como suelen decir los espa�oles "como una moto" . Nos besamos
apasionadamente, uniendo nuestros cuerpos y no obstante el estorbo que en ese
momento significaba la ropa, sent�amos nuestros sexos comprimirse y presionarse
mutuamente. Mis manos acariciaron esos muslos j�venes, duros, el�sticos y
llegaron r�pidamente a la entrepierna de la hembra.... Solo de tocarla empez� a
mojarse....ella sin quedarse atr�s, sobr� sobre mi pantal�n mi enhiesto pene,
totalmente parado y listo para el ataque. La caricia ces�, pues yo quer�a
disfrutar lentamente esta noche...primero quer�a exhibir a mi hembra... que los
dem�s vieran y apreciaran ese maravilloso cuerpo y esa carita de arrecha... que
al mirarme parec�a reclamar sexo... solo sexo.
Sin dejar de prodigarnos besos y caricias, como dos reci�n
casados en su luna de miel, le propuse salir a pasear por el resort y aprovechar
de tomar un trago... quiz� comer algo y luego ir a la discoteca o a la secci�n
de juegos de sal�n. De acuerdo en ello y alegres y felices, salimos de la suite.
As� nos dirigimos a la plaza central del resort. Esta representaba con mucho
realismo una t�pica placita de pueblo de los andes peruanos, a un lado la
iglesia con una torre campanario construida en piedra pulida, a su lado la
panader�a del pueblo (realmente all� fabricaban los panes, panecillos y pasteles
que se consum�a en el hotel), al frente el local municipal con placa, escudo y
todo y al lado circundando la plaza, una serie de tiendas de artesan�as y
souvenirs. Realmente toda una belleza. Obviamente con frenta a la misma plaza,
estaban los restaurantes que ofrec�an una variada carta, todos ellos muy
elegantes. Virginia estaba encantada con lo que ve�a y todo le llamaba la
atenci�n, parec�a una chiquilina entrando a una y otra tienda de souvenirs.
Realmente la ve�a contenta, feliz, liberada... Virginia es una mujer joven de 23
a�os, pero ahora parec�a no tener m�s de 20.. su belleza era avasalladora,
expont�nea. Los hombres, en su mayor�a turistas.- miraban con ojos de deseo a
�sta belleza... se la com�an con la mirada. En cambio las mujeres tambi�n la
miraban pero con miradas no muy amistosas al ver la reacci�n que Virginia
causaba en el otro sexo.
En la joyer�a le compr� un anillo que ella misma escogi�. Era
la primera vez que le regalaban una joya y no pod�a creer que fuera verdad que
le obsequiaba la dichosa joya. Al salir de la tienda me abraz� y bes�... ten�a
los ojos h�medos de la emoci�n:
" Gracias papito.... Eres muy consentidor conmigo.... te
adoro.. me dec�a pegando su cuerpo al m�o.-
" Cari�o, no es nada... es solo una joyita.... Digamos que es
la sortija de compromiso que hoy te obsequio para que sea mi novia.- dije
rom�ntico.-
" No solo tu novia, tu amante, tu mujer, tu amiga... todo lo
que tu quieras que yo sea...siempre...- al decirlo me abrazaba apasionadamente,
lo que nuevamente me estaba produciendo una erecci�n.
Luego, abrazados como novios, fuimos a uno de los
restaurantes del hotel. El sitio estaba con regular cantidad de parroquianos.
Obtuvimos una buena mesa y mientras nos desplaz�bamos a ella cogidos de la mano,
percib�a claramente las ardientes miradas que los varones lanzaban a Virginia.
Pedimos unos c�cteles y algo para picar y conversamos animadamente sobre lo bien
que ella se sent�a conmigo... me dec�a que jam�s hubiese imaginado estar en
sitios tan lujosos y cosas por el estilo... yo la dejaba explayarse... me
gustaba escucharla, ten�a una voz grave pero armoniosa. Era de aquellas personas
que al hablar se le ilumina la cara, sus gestos eran suaves y cualquier persona
que la escuchara, se imaginar�a que era una chica de clase media, quiz�s
secretaria o asistente de alguna empresa y no se imaginar�a que era la mujer de
un humilde portero... humilde tambi�n ella, pero con un porte y belleza
singular, con una voluntad y �nimos de aprender r�pidamente... era como una
esponjita.. aprend�a y absorb�a r�pidamente... tomaba de modelos a Silvia y a m�
y en los gestos y en su forma de hablar, hab�a algo tan natural en ella, que si
alguien la conoc�a en ese momento tan especial que viv�amos en el Pueblo Resort,
pod�a pasar f�cilmente como una hija de familia.... Virginia para mi, era todo
un descubrimiento... una super mujer y una super amante.
Casi a las 10:00 p.m., luego de una animada conversaci�n, nos
fuimos en busca del sal�n de juegos. Mientras camin�bamos, hac�amos peque�os
altos para besarnos... para acariciarnos y luego continuar nuestro camino....
Eramos unos reci�n casados en pleno descubrimiento y yo lo disfrutaba a morir.
El gran sal�n de juegos, tiene fundamentalmente juegos de sal�n, mesas para
jugar cartas, futbol de mesa, algunas m�quinas de juegos interactivos y dos
mesas de billar entre otras distracciones. Hab�an pocas personas jugando, todos
ellos hombres que al entrar con mi deseable hembra, paralizaron moment�neamente
sus distracciones para regodearse mirando a Virginia, algunos disimuladamente y
otros sin mayor empacho. Ella me pidi� que le ense�ara a jugar billar, as� que
tome dos tacos y coloqu� las bolas de billar en posici�n. Le mostr� la forma
como deb�a coger el taco y la manera de golpear las bolas para que triangularan
en el verde pa�o para ingresar ordenadamente en las buchacas existentes en las
troneras de cada esquina de la mesa. Le mostr� la forma y ella imit�ndome ensay�
su primer tiro. Yo le correg� la posici�n y sin querer queriendo estaba detr�s
de Virginia, sobando mi paquete en esas portentosas nalgas. Los ojos de los
asistentes al sal�n de juegos se desorbitaban al ver mi accionar y me envidiaban
definitivamente. Luego Virginia sola quiso probar un tiro y all� estaba, �sta
deseable y hermosa hembra inclinada sobre la mesa, intentando triangular las
bolas de billar y al mismo tiempo exhibiendo su lindo culito, con calzoncito y
todo. En ese momento parec�a que toda actividad se hab�a detenido en la sala...
solo se escuchaba la respiraci�n agitada de los machos. Si las miradas hicieran
ruidos, �ste habr�a sido ensordecedor al admirar las perfectas piernas de mi
amante, las rotundas nalgas y su cuerpo todo, as� como la carita de hembra
arrecha pidiendo ser amada a muerte. El primer tiro de billar de Virginia fue un
�xito, sin saber ella c�mo, tres bolas entraron a las buchacas de igual n�mero
de troneras de la mesa y la alegr�a de Virginia por el acierto fue como si
hubiese ganado el campeonato mundial... saltaba de alegr�a. Me abraz� y bes� con
singular j�bilo...convirti�ndome en la envidia de los dem�s hombres de la sala.
Yo estaba en el s�timo cielo. Jugamos por un buen rato, la muchacha estaba
feliz. Finalmente y cerca de las 12 de la noche, decidimos ir a la discoteca.
La estridencia que reinaba en la discoteca impactaba a
quienes reci�n lleg�bamos. Virginia estaba entonada y nada m�s de ingresar y
seguir al mozo hacia nuestra mesa, el cuerpo de esta regia hembra se mov�a al
comp�s del moderno ritmo. Al llegar a la mesa, muy cerca de la pista de baile,
ella se despoj� del saquito blanco y qued� solo con la blusa de seda verde
esmeralda que para mi sorpresa y beneficio era totalmente transparente....debajo
Virginia no llevaba nada... sus redondas y armoniosas tetas luc�an retadoras,
paradas, desafiantes a la gravedad.... el juego de las luces cortadoras y la luz
blanca hac�an que el verde de la blusa se difuminara y parec�a que ella solo
estaba en minifalda con el torso totalmente desnudo... era impactante,
sorpresivo y lujurioso. Yo agradec� que cuando estaba en casa o en fiestas en la
que participaba mi hija, ella me diera lecciones de bailes modernos y hac�amos
siempre una buena pareja de bailarines. Ello me sirvi� para esta ocasi�n,
salimos a la pista y nos movimos al ritmo alocado, afiebrado del rock...
Virginia se exhib�a en toda su belleza, sus movimientos felinos, r�tmicos,
acompasados, su vestuario, toda ella era sexo....riqu�sima.
Bailamos hasta cansarnos ... yo beb� como siempre Whisky (
Shivas por cierto) y Virginia se decidi� por probar tequila, de modo que las
margaritas fueron obligadas. Hacia las 2 de la madrugada, tocaron un ritmo lento
y dulz�n y salimos a bailar. Los brazos de Virginia enlazaban mi cuello como un
amoroso dogal y los m�os abrazaban el portentoso cuerpo de la hembra peg�ndolo
al m�o... mi sexo empez� a crecer y ella a sentirme. Nuestros cuerpos se
refregaban y en la penumbra de la disco. Aprovechando que el resto de parejas
estaban bailando, baj� mis manos y me apoder� del hermoso trasero de la
muchacha, amas� desesperado sus redondas y duras nalgas y las atraje m�s a mi,
entonces Virginia acercando su boca a mi oreja me dijo:
" Ll�vame al cuarto papito... quiero que me hagas tuya...
quiero sentirte dentro m�o... vamos..." - su voz en tu tono bajo, grave... era
definitivamente apremiante... mi erecci�n y mis ganas tambi�n, as� que
r�pidamente salimos del local y nos dirigimos a nuestra suite.
Al cerrarse tras nuestra espalda la puerta de la lujosa
suite, se desat� el volc�n que ambos ten�amos dentro. Los besos y caricias nos
acompa�aron hasta que llegamos al amplio lecho. Las ropas de ambos volaron por
los aires en la desesperaci�n de sentir nuestros cuerpos sin la limitaci�n de
las vestiduras, de modo que al sentir nuestras pieles desnudas en contacto,
ca�mos en la cama y nos revolcamos a gusto en ella. As�, sincronizadamente, me
apoder� de la vagina ardiente y chorreante de Virginia y ella de mi falo que
luc�a una vibrante erecci�n; ambos chupando, explorando, lamiendo y sintiendo un
exquisito placer .. t�citamente ambos hab�amos acordado hacer durar al m�ximo el
placer que mutuamente nos d�bamos en cada una de las caricias que nos
prodig�bamos.
Mi lengua se regodeaba al profundizar en la suave vagina de
Virginia... alcanzaba su cl�toris y sent�a el placer que le otorgaba a mi
hembra, luego sal�a lam�a y chupaba sus labios mayores y la caricia se
prolongaba hasta llegar a su culito rosado y deseoso de recibirme como
visitante, para luego regresar a mordisquear suavemente el dilatado botoncito de
la muchacha, hasta que de pronto, la tensi�n de su cuerpo me anunci� que la
energ�a liberada de la expulsi�n de sus flujos, iniciaba un orgasmo largo y
compulsivo que no tuvo mejor respuesta que acelerar el recorrido de su boca en
mi pene, sintiendo que mi glande llegaba a la misma garganta de la preciosa
joven.
Amainado el primer orgasmo de Virginia, yo como siempre
trataba de retardar mi corrida, as� que me acomod� sobre la muchacha, nuestros
labios se unieron, para la gran batalla de las lenguas, baj� luego a sus
gloriosos pechos y me apoder� alternadamente de cada uno de ellos.. con las
tetas duras y a punto de reventar, mi lengua chupaba sus pezones que erguidos y
retadores ped�an m�s guerra. Segu� bajando y me apoder� de sus subyugantes y
maravillosas piernas.. las bes� �ntegramente, mientras ella se retorc�a de
placer y repet�a en distintos tonos que me amaba...... chupe y lam� sus rodillas
y me deleit� con los carnosos y firmes muslos... d�ndole la vuelta de modo que
ella qued� boca abajo, ascend� hasta sus nalgas duras y paradas, besando y
lamiendo... abr� las turgentes esferas y lam�, bes� y chupe su deseado agujero
posterior, profundizando con mi lengua el ingreso de la puerta de Sodoma,
mientras mis dedos recorr�an su vagina apoder�ndome de su cl�toris. Virginia se
contorsionaba con la caricia y sus gritos los ahogaba en las suaves almohadas
del blanco lecho... a poco de esta febril caricia... nuevamente mi joven amante
empez� a liberar sus ardientes fluidos y convulsionando el hermoso cuerpo, me
obsequi� un nuevo compacto y prolongado orgasmo.
Mientras Virginia se recuperaba, mis manos no dejaban de
recorrer el deseable cuerpo. As�, me fui acomodando junto a mi pareja, pegando
mi cuerpo al de ella, luciendo orgulloso una erecci�n a tope. Entonces Virginia
tomo con sus manos mi rostro y me estamp� un delicioso beso, reiniciando
nuestras lenguas otro combate singular. Con la caricia, me coloque sobre ella y
mientras nos bes�bamos, mi falo fue entrando suave y lentamente en la �ntima
cueva de esta mujer maravillosa, todo sexo, todo deseo, todo pasi�n. El
movimiento ondulante del cuerpo de la muchacha y la fuerza que empec� a imprimir
a un constante mete saca, se conjugaron armoniosa y r�tmicamente sumi�ndonos en
un estado de excitaci�n tal que todo a nuestro alrededor parec�a volar.
Movi�ndonos as�, Virginia se impuls� y con mi ayuda se mont� sobre m�. Su cuerpo
joven y ardiente ondulaba sobre el m�o, cabalgaba como si estuviera en una
competencia y sus gritos, palabras de amor y mil cosas que sal�an de su boca,
constitu�an un combustible permanente, constante para el fuego de nuestra
pasi�n...
" Asi papito... c�chame as�... as�... soy tuya mi amor...
solo tuya... Te quiero.. Te quiero..."
" Mi vida... eres deliciosa... te amo... que rico te
siento....." le dec�a acariciando sus piernas a los lados de mi cuerpo.-
" Dame m�s... m�s mi amor..... ahhhh la doy... la doy...
si�nteme mi amor.... todo es tuyo ahhhhhhh".- explot� la muchacha.-
Nos corrimos al mismo tiempo... toda la energ�a acumulada en
mi cuerpo fue expulsada y depositada en las profundidades de mi joven amante....
ella, mientras yo eyaculaba, empez� a mover a una velocidad incre�ble su
portentosas caderas y lanzando un grito cay� sobre mi pecho.... temblando y
ondulando su felino cuerpo, hab�amos llegado juntos a un grandioso orgasmo. Poco
a poco nos fuimos calmando, Virginia permanec�a desmadejada sobre mi y los
besos, caricias y palabras de amor empezaron a fluir espont�neas:
" Cari�o eres deliciosa... que rico la hemos dado...".-
ponder� con voz queda
" Mi amor, quiero que me creas lo que te voy a decir...
nunca... fijate bien... nunca me sentido tan mujer como me siento contigo,,,, me
haces el amor y quedo satisfecha, relajada.- ni en los mejores tiempos de mi
matrimonio con Alejandro me he sentido as�... �l me tomaba.. duraba cuando me
penetraba... pero salvo unos cuantos besos no me preparaba como lo haces tu....
me haces muy feliz, sabes?. .- y al decirlo me besaba y abrazaba.-
�
�
" Cari�o, yo tambi�n me siento satisfecho, saciado...
totalmente feliz, cuando estoy contigo. Es diferente a todo, Tu eres tan
ardiente, apasionada, pero al mismo tiempo tan tierna que contigo disfruto del
sexo... de nuestro amor....me haces muy feliz. .- realmente esto lo dec�a con
sinceridad, en ese momento as� era.-
" Si, pero quiero que me entiendas lo que te digo.... cuando
tu me besas, cuando me acaricias... siento lo mismo que la primera vez que me
besaron y sent� ese cosquilleo raro entre las piernas. Cuando me penetras...
siento la gloria y cuando la estoy dando quisiera que esa sensaci�n de �xtasis
se acabara porque ya no doy m�s, pero al mismo tiempo quiero que dure hasta el
infinito....Ahora mismo.. casi me he desmayado del gusto que me estabas dando...
eso jam�s lo hab�a sentido..... por eso te digo... estoy enamorada, no,
enamorad�sima de ti papito..." Lo dec�a con convicci�n y se le humedec�an los
grandes ojos pardos....
Mi erecci�n fue cediendo y mi pene fl�cido pero cumplidor...
se escurri� entre los labios vaginales de mi hembra. Al sentir que se escapaba
as�, re�mos de buena gana. Nos acomodamos en el amplio lecho y as� juntos,
abrazados, nos gan� el cansancio y ca�mos dormidos. Ser�an las cuatro de la
madrugada cuando despert�. Estaba solo en la gran cama y me incorpor� buscando a
Virginia.... la luz del ba�o estaba encendida y la puerta abierta. De pronto
apareci� ella... parec�a una aparici�n...ataviada con un baby doll rojo, estaba
esta real hembra, mir�ndome con una cara de arrecha y pasando la punta de su
lengua por los rojos y apetitosos labios. Se ve�a espectacular con una tanguita
roja que cubr�a brevemente su prominente monte de Venus. Arriba un breve
sujetador que a duras penas cubr�a los pezones de su firme pecho. El conjunto se
complementaba con una camisa de seda transparente, tambi�n roja, de mangas
largas que se cerraba con un cintur�n del mismo material a la cintura. Ese
atuendo la hac�a verse adem�s de m�s sexy y deseable, como una diosa del amor,
de la lujuria, de lo esot�rico....
Se acerc� a la cama y se arrodill� en ella y as� de rodillas
se acerc� a m�. Yo la tom� por la cintura y poni�ndome a su altura, arrodillado
tambi�n en el lecho, empec� a besarla apasionadamente. Mis manos recorr�an
febriles ese grandioso cuerpo, cuando de pronto y terminando el beso, Virginia
me dijo:
" Papito, ahora �chate, deja que yo sea quien te de placer...
tu qu�date quieto y d�jame hacer a m� , �ok?.- su voz ronquita, incitante me
convenci�, de modo que yo qued� echado en la cama, boca arriba, con los brazos
extendidos.-
" Estas preciosa mi amor... que arrechante el baby doll que
te has puesto. �Esta es la ropita que quer�as que te sacara con los dientes?.-
pregunte mirando goloso a esta hembra tan rica..
" Si amorcito... quiero estar rica para ti... si, esta es la
ropita que quiero que me arranques con los dientes, pero despu�s que yo te haya
dado placer... d�jame adorarte"
Y dicho eso, la joven se coloc� sobre mi cuerpo. Empez� con
un beso de lengua, chupando la m�a, sorbiendo mi saliva y poco a poco fue
bajando a mi ment�n, mi cuello que chupaba con suavidad, mientras sent�a la
caricia de sus erguidos pezones en mi abdomen, sus muslos en mis rodillas y sus
manos cogiendo fuertemente mis mu�ecas para obligarme a seguir con los brazos
abiertos sobre el suave lecho. Los labios de Virginia siguieron a mis tetillas
que alternadamente fueron sorbidos, mordidos y acariciados con la suave lengua
de esta poderosa belleza. Sigui� bajando por mi abdomen, mientras sent�a que sus
tetas atrapaban mi pene en la depresi�n central de tales esferas. Mi sexo
recuperado, creci� m�s al suave contacto de esas tetas duras, j�venes,
turgentes. El trabajo de los labios y lengua de la muchacha era alucinante,
sent�a que todos los vellos de mi cuerpo se erizaban a cada beso, a cada chupada
y mi virilidad segu�a creciendo cuando la boca de la joven atrap� mi pene y
lentamente, regode�ndose con cada avance, empez� a introducirlo en su boca.
Yo quer�a coger su cabeza y empezar a marcarle el ritmo de
tan fenomenal mamada, pero ella no lo permiti�; sus manos segu�a aferrando mis
mu�ecas y cuando sent�a que mi sexo empezaba a tocar su garganta, Virginia
inici� un ritmo lento, suave, cadencioso extrayendo mi pene hasta atrapar con
sus labios el glande y volver a engullirlo con deleite nuevamente hasta el
fondo... esto se fue repitiendo varias veces y tuve que hacer acopio de toda mi
voluntad para no correrme a�n en la boca de la muchacha. Ella dej� libre el falo
y sus labios buscaron mis huevos llenos nuevamente de leche que depositar�a en
lo m�s profundo de mi deliciosa amante. Los lam�a y chupaba con suavidad, con
delicadeza, con respeto y devoci�n...sigui� luego a mis muslos y luego se
apoder� de mis rodillas. Nunca pens� que una caricia labial en esa parte de mi
cuerpo, me iba a causar tanto placer, pero ocurri�. Virginia imitando la caricia
que antes yo le hab�a prodigado, me volte� boca abajo y se apoder� de mis nalgas
que mordi�, bes� y chup� ... abri� mis nalgas y empez� a lamerme el culo..
sent�a su lengua abrirse paso en el oscuro anillo y luego subir por mi espalda
hasta llegar a mi cuello. Sent�a los duros pechos de mi joven amante incrustarse
en mi espalda y el cosquilleo de sus suaves vellos pubianos en mis nalgas.
Parec�a que su cuerpo se hab�a convertido en una gran ventosa que se comprim�a a
mi cuerpo... la sensaci�n era indescriptible. Luego me volte� y as� boca arriba,
observ� que gatuna ella, se despoj� de la camisa de dormir y acerc�ndome sus
tetas a mi boca me pidi� que le quitara la prenda con mis dientes... as� yo
arranqu� la diminuta prenda liberando las hermosas esferas que saltaron
retadoras, duras, paradas. Ella, acerc� tambi�n su pubis a mi boca y arranqu�
tambi�n la breve tanguita, la misma que sent� h�meda y caliente... qued� as�
totalmente desnuda, hermosa, preciosa....
Con suaves movimientos se coloc� sobre m�, sin abrir las
piernas, extendiendo las suyas sobre las m�as. Comadrejeando el cuerpo logr� que
mi exaltado sexo quedara incrustado en su misma entrepierna, sin penetrarla y
empez� a comprimir esos bellos muslos d�ndole un masaje espectacular y
subyugante al ardiente falo.... la sensaci�n era tan rica, tan deliciosa que
empec� a expulsar l�quidos preseminales... pero nuevamente mi voluntad
venci�..... Estaba en el cielo, flotando en el espacio... realmente ten�a raz�n,
me estaba dando un placer infinito, inusitado, cuando de pronto sent� que sus
lindas piernas se abr�an y poni�ndolas a cada lado de mi cuerpo, casi de
rodillas, empez� a introducir mi pene en lo profundo de su cueva... sent�a como
los m�sculos vaginales de mi hembra lo acog�a succion�ndolo, d�ndole paso poco a
poco, Mi dilatado ap�ndice lleg� a lo m�s profundo de Virginia... al un�sono
ambos empezamos a gemir y a disparar frases que solo se le ocurren a uno cuando
est� disfrutando de una cogida tan espectacular y rica como la que est�bamos
dando:
" Papito.. papito.... dame mass, dame m�s�..que rico sentirte
as�... rico... rico..".- gritaba la bella
" Amor, amor, quiero sentirte, m�jame con tus flujos...
damela mamita, damela todita...- respond�a yo.-
" Si, si mi amor.....toma, toma la doy, la doy... ahhhhh,
ahhhhh .- yo sent�a que sus l�quidos calientes, ardientes, ba�aban mi falo...
sent�a que se escurr�an y mojaban mis huevos, mientras Virginia tensaba su
cuerpo, convulsionaba el mismo ante esa erupci�n de pasi�n y placer... sus
gemidos se trasformaron en gritos y as� sin soluci�n de continuidad otro fuerte
orgasmo empez� a crecer en su cuerpo, el temblor del mismo era incontrolable y
la emoci�n fue tan intensa que los gemidos de placer se transformaron en un
llanto angustioso, desesperado, que la hizo caer y desmadejarse sobre mi pecho.
Sin perder la penetraci�n... mientras la abrazaba para calmar su desesperado y
repentino llanto, me puse en la posici�n del misionero y acariciando su rostro,
alisando sus cabellos, sent� que la joven empezaba a relajarse. Virginia abri�
sus hermosos ojos y acariciando mis brazos me dijo:
" Papito... no se que me pas�... estaba gozando como no te
imaginas... la estaba dando.....cuando de pronto como si fuera una ola
gigantesca empez� a surgir otro orgasmo,,, la felicidad, el gusto ya no cab�a en
mi pecho y tonta yo, solo se me ocurri� llorar, pero llorar de felicidad, de
placer, de alegr�a.....nunca antes me hab�a pasado y ha sido riqu�simo...."
Solo le sonre� y empec� a empujar nuevamente mi pene dentro
de la hermosa mujer. Ella pleg�ndose a mi movimiento, abri� sus piernas y las
cruz� sobre mis nalgas, presionando con sus talones para profundizar mi falo en
su ardiente cueva. El movimiento conjunto de ambos cuerpos en perpetuo
movimiento, exacerb� nuevamente los deseos desbocados y entre gritos y
gemidos... a un mismo tiempo un grandioso orgasmo se desat� en cada uno de
nosotros... gozamos hasta el �ltimo estertor la voluptuosidad del placer
infinito y abrazados... ca�mos en un profundo y reparador sue�o.
El murmullo de cientos de avecillas y unos deliciosos rayos
solares que se filtraban por los bordes de la ventana hicieron que poco a poco
abriera los ojos. Virginia dorm�a a mi lado acurrucada a mi... la miraba y
parec�a una ni�a, parec�a que sonre�a y su carita ani�ada me hizo evocar a una
ni�a al amanecer el d�a de navidad, con la felicidad del juguete nuevo.... qu�
joven era.. pero que balazo de mujer... pura dinamita... puro sexo... dispuesta
siempre a disfrutarlo a morir.... y esa noche yo hab�a recibido sus favores y
ella hab�a expresado su rendido amor por m�.... la hab�a hecho disfrutar de la
sesi�n amorosa como nuca, seg�n su propia expresi�n, eso me hac�a sumamente
feliz.
El reloj sobre la mesa de noche marcaba las 8 de la ma�ana...
m la habitaci�n ol�a a sexo a pasi�n desbordada... era un aroma dulz�n,
agradable... arrechante. Sonre� al ver la ropa de Virginia y la m�a desperdigada
por todo el cuarto, sobre los muebles, sobre la alfombra. El calzoncito rojo de
su baby doll estaba sobre una l�mpara... qu� noche.....
Estaba en eso cuando, despert� Virginia, abri� sus grandes
ojos pardos y se arrim� a m�...
" Buenos d�as mi amor".-le dije al tiempo que le daba un
suave beso en los labios....
" Buenos d�as.....ummmh... que rico he dormido" .- dijo
respondiendo al beso y estir�ndose, desperez�ndose.- "... ayy.. me arde mi
cosita.... tu tienes la culpa.. malito..." me dijo engre�da....
" Pobrecita... le arde su cosita " .- repet� imit�ndola,
mientras mi mano se colocaba en su entrepierna.- " sana, sana cosita de rana" .-
sonre� bromeando .-
" Sabes... me arde un poquito, pero es que anoche me has
destrozado papito, pero que rico te he sentido... has estado delicioso... pucha,
me has hecho hasta llorar del gusto que sent�a... ha sido lo m�ximo. Te
advierto, no te voy a dejar nunca... quiero que siempre me hagas sentir s�".-
expres� apasionada.-
Nos besamos dulcemente, luego re�mos despreocupados y
divertidos al ver el desorden de nuestras ropas por todo el aposento.
" Papito, qu� locos hemos sido.... realmente ha sido una
noche inolvidable, jam�s me olvidar� de nuestra "noche de bodas" .- dijo esto
mostr�ndome el anillo que le hab�a comprado la noche anterior.-
" Si mi amor... ha sido deliciosa....Pero dime... que quieres
hacer ahora?. Alejandro est� llegando a las 6 a Lima, de acuerdo a lo que me
inform� Silvia, a quien ped� monitoreara sobre el viaje de tu marido, de modo
que podemos estar aqu� hasta las tres o cuatro de la tarde. A silvia le dije que
tu me hab�as pedido permiso para hoy, de modo que este viernes es nuestro, �qu�
te parece?
" Papito me asombras... tu piensas en todo. O sea que podemos
quedarnos aqu�, ir a la piscina, almorzar y regresar a Lima en la tarde?.-
pregunt� alborotada.-
" Correcto... pero entre piscina y almuerzo.. podemos hacer
cositas tambi�n..." .- le respond� con una sonrisa p�cara .-
" Pens� que no lo ibas a decir..... pero despu�s del
almuerzo, luego de una siestecita podemos seguirla, verdad?
" Claro mi amor... todo, todo lo que tu quieras... pero ahora
a ba�arnos e ir a desayunar, despu�s a la piscina.. vamos, vamos, lev�ntate
flojita...."
Nos levantamos y fuimos al ba�o. Este era amplio con jacuzzi
incluido... nos cepillamos los dientes y mientras yo me afeitaba, Virginia
ingres� al inodoro privado ubicado a un extremo del ba�o. Mientras ella estaba
en lo suyo, yo sal� y ubic�ndome frente al espejo del tocador, empec� a
afeitarme meticulosamente. Cuando terminaba el rito, sent� que la palanca del
inodoro era accionado por la joven. Regres� al ba�o y fui al inodoro a lo m�o.
Virginia, meticulosa ella, empez� a recoger la ropa esparcida por toda la
habitaci�n, orden�ndola y luego a escoger dentro e su malet�n, las ropa que se
pondr�a para ir a desayunar...
Sal� del inodoro, cuando Virginia acomodaba sobre la cama el
breve bikini amarillo intenso, que usar�a mi joven amante para ba�arse en la
piscina, completar�a su atuendo un peque�o short crema y una blusa de crep�
tambi�n crema... en el suelo unas alpargatas del mismo color. La imaginaba con
el atuendo y la ve�a riqu�sima. Ambos segu�amos desnudos y me acerqu� a ella. La
atraje hacia m� y nos besamos, suave, lenta, dulcemente y nos encaminamos a la
ducha. El agua convenientemente tibia corr�a por nuestros cuerpos... el espumoso
gel de ba�o, corriendo por nuestros cuerpos, desped�a un agradable aroma a miel
y coco..... Ambos friccion�bamos nuestros cuerpos... ella a m�, yo a
ella.....as� nuestras manos llegaron a los sexos y los higienizamos
concienzudamente. La vagina de la muchacha estaba realmente inflamada y los
primeros toque de mis dedos la hicieron reaccionar... "me arde papito".- fue su
protesta.... Segu� friccionando su cuerpo y distribu� gel en sus portentosas
nalgas.... empec� a besar sus carnosos labios y ella a pegarse a m�, de modo que
poco a poco, empec� a meter mi dedo medio en su culito... luego entr� mi �ndice
y posteriormente el anular. La muchacha disfrutaba de la suave caricia... yo
empec� a erectarme al sentir los primeros gemidos de la hembra... abandonada a
la suave fricci�n
Baj� la intensidad del regaderazo y di vuelta a la muchacha..
ella se apoy� en el borde del muro de la ducha que serv�a para colocar las
esencias, jabones y aromas de ba�o, separ� las piernas y elev� el hermoso
potito, dejando a mi disposici�n el dilatado culito. Yo dirig� mi inflamado pene
esa deseada prisi�n y facilitado con el gel de ba�o, empec� a ingresar con
suavidad al tunel prohibido.... la dilataci�n de mi amante era ideal y el placer
que ella sent�a desde siempre a esta forma de copula facilit� la penetraci�n....
la ten�a firmemente empalada... mis manos masajeaban sus tetas y cuando el mete
y saca empez� a acelerarse, la mano de Virginia llev� la m�a a su vagina...
atrap� all� el dilatado cl�toris y empec� a masajearlo suave, lentamente ....
los gemidos de ambos, desencaden� un orgasmo mutuo, mis huevos golpeaban
r�tmicamente en las nalgas de la muchacha y cuando sent�a que mi hembra se
retorc�a del placer, mi pene empez� a liberar cantidades de semen que depositaba
en su recto...
" Papito.. siento que me lleva al est�mago... pero sigue...
sigue.... me encanta..."
Los movimientos de nuestros cuerpos se aceleraron y por poco
caemos enredados al piso de la ducha. Nos repusimos y tembl�ndonos las piernas,
separados... nos recostamos en las paredes del cub�culo. Aument� la intensidad
de la ducha y el agua... ba�� nuestros cuerpos.... recuperados.. salimos de la
ducha y con los amplias y finas toallas nos secamos.... Despu�s nos acercamos y
besamos con inmenso cari�o.... Nuestra piernas vibraban y nos dejamos caer en la
cama a descansar de la rica enculada que acababa de darle a Virginia,
Algo repuestos y m�s hambrientos que antes, procedimos a
vestirnos. Yo me puse un short de ba�o azul marca Addidas y sandalias del mismo
color, combinado con una playera a rayas azules y blancas de la misma marca.
Mientras me vest�a, observaba a Virginia ponerse su bikini amarillo, que se
ajustaba a la perfecci�n a las curvas y planos de su cuerpo. Definitivamente la
due�a de la boutique del Centro Comercial El Polo, donde envi� a la muchacha,
hab�a acertado en toda la ropa y accesorios que le hab�a recomendado. Todo lo
que hab�a usado hasta ahora le quedaba muy bien y la hac�a lucir espectacular.
Antes de salir, enfundada ella en el conjunto de crep� crema, Virginia se puso
unos lentes de sol D�llessio que la hac�a ver m�s joven, mas casual....salimos
juntos despu�s de besarnos y fuimos al encuentro del desayuno y luego a la busca
de las refrescantes aguas de la piscina del lujoso resort.
El desayuno servido en uno de los restaurantes con frente a
la plaza central, discurri� con tranquilidad y de verdad, despu�s del desgaste
de energ�as, ambos est�bamos fam�licos y devoramos todo lo que ten�amos delante:
huevos revueltos con tocino y jam�n, panecillos con mermelada, salchichas
mexicanas, jugos y caf�. Saciado nuestro hambre, fuimos en busca de la
piscina... el sol reverberaba y un chapuz�n nos iba a caer muy bien. Caminamos
por el sendero hacia la parte baja y all� estaba la alberca, amplia, con sus
l�mpidas aguas calentadas por el sol.... a un extremo de la alberca, hab�a un
bar al cual se llegaba nadando y pod�a sentarse en lindos banquitos forrados en
pepelma de colores dejando medio cuerpo en el agua y medio cuerpo al aire libre,
para apoyarse c�modamente en el mostrador. Buscamos dos shailones cerca de la
piscina y nos acomodamos en ellos, para disfrutar del sol. Virginia observaba
curiosa las instalaciones y sus ojos se asombraban al descubrir la comodidad de
las instalaciones. Luego, se despoj� de su conjunto de crep� crema y emergi� el
escultural cuerpo de mi joven amante,,,,de pie junto al shailong luc�a su
grandiosa anatom�a, que empez� a ser el centro de las miradas de quienes estaban
en los alrededores. Incluso los camareros, tan discretos y respetuosos,
disparaban miradas furtivas, golosas y cargadas de deseos al espectacular cuerpo
de mi hembra. Yo, con los anteojos de sol simulaba dormir, pero no me perd�a
detalle de la impresi�n que causaba mi amante.
Luego de un tiempo tomando sol... Virginia me pidi� que la
acompa�ara al agua... el clima estaba delicioso y la temperatura del agua
tambi�n... muy quedo a mi o�do, la muchacha me confi� que no sab�a nadar... yo
le dije que no sintiera mal por ello y nos posicionamos en la parte menos
profunda y avanzamos hasta una zona en que el agua nos cubr�a hasta el pecho.
All� le propuse, tom�ndola de ambas manos, que se dejara flotar, mientras yo
retroced�a, siempre dentro de una zona no profunda... Virginia estir� sus
piernas y empez� a flotar, Era espectacular ver su delicioso culito cubierto
brevemente por la min�scula tanguita sobresalir por la superficie del agua,
varios hombres en la piscina y fuera de ella de seguro estaban teniendo una
erecci�n con la demostraci�n de este portento de mujer. Estuvimos largo rato
jugueteando en la amplia piscina, cuando no flotaba o intentaba nadar, Virginia
se prend�a de mi cuerpo, abraz�ndome juntando sus cuerpo al m�o, sintiendo como
sus piernas se enroscaban en las m�as y frotando su pubis en m�. Protegido por
la masa de agua, yo pasaba la mano por todas las partes del cuerpo de esta
deseada mujercita; ya estaban mis manos frotando sus duras nalgas, acariciando
sus muslos, meti�ndose en su entrepierna, amasando sus turgentes tetas... no
hab�a parte de ese cuerpo que mis manos no acariciaran y la hembra respondiendo,
bes�nome el cuello, buscando mis labios....indudablemente, en ese momento yo era
el hombre m�s envidiado de ese Resort.
Fue incre�ble, ver salir a Virginia de la piscina. El bikini,
firmemente adherido a su cuerpo, revelaba claramente la depresi�n de su vagina y
los relieves de sus pezones y por atr�s, la l�nea divisoria de sus nalgas se
notaban con plena claridad..... De verla as�, nuevamente empezaba a
empalmarme... felizmente, cubri� con una gran toalla sus hermosas extremidades
desde la cintura y se volvi� a echar en shailong para tomar sol. Un camarero nos
sirvi� dos pi�as coladas y ambos empezamos a degustarlas con calma... cerca de
las doce del medio d�a decidimos regresar a la suite, para preparanos para el
almuerzo....Cogidos de la mano, bes�ndonos como enamoraditos regresamos a
nuestra pieza.
Mientras Virginia se ba�aba , sal� al la calle empedrada
donde estaba la suite y llam� por mi celular a la oficina. Me contest� Silvia
inform�ndome que no hab�a novedades. Luego del informe sobre las gestiones
regulares que se desarrollaban dentro de lo previsto, me pregunt� directamente:
" � Y como va la luna de miel? .-Not� cierto retitin en la
pregunta.-
" Bien... en l�neas generales bien... Pero nadie como tu mi
amor.- ment� descaradamente.- Contigo aqu� hac�a mil veces m�s locuras... tu
sabes Silvia que contigo me vuelvo loco... Tu eres diferente, inigualable.- la
ponder�.-
" Si, pero no me digas que lo pasa mal. Virginia es una linda
chica y con los arreglos y la pulida que le hemos dado todo este tiempo que esta
en la oficina es una mujercita m�s que deseable.- retruc�
" Si pero nadie se iguala a ti Silvia. Eso tu lo sabes de
sobra. � o estas celocita?
" Si, siento algo de celitos, pero no me hagas caso.-
respondi�
" No mi amor, tu eres �nica para m�... no solo porque no nos
conocemos de ahora, sino porque yo te hice debutar por todos lados.. porque tu
eres mi chiquita... mi mujercita llinda, �no es cierto?
" Si, si mi amor... de verdad no me hagas caso... lo nuestro
realmente es �nico...ya me desquitar� contigo cuando vayamos a Canc�n el pr�ximo
mes... te voy a exprimir ... ya ver�s .- lo dijo sonriente.- al parecer el
fastidio se le hab�a pasado.- �Cu�ndo regresas, hoy?.
" Si, definitivamente a eso de las 4 p.m. mando a Virginia en
un taxi. El marido llegar� seguramente a las 8 y le doy tiempo para que se
prepare a recibirlo. Yo estar� legando a la oficina a las 5:30 p.m., de modo que
podr� verte.
" Correcto... nos vemos entonces, Un beso...y colg�.
Al parecer todo estaba en orden. Entr� a la suite en el
momento en que Virginia sal�a del ba�o, envuelta en una gran toalla y otra m�s
peque�a enrollada como un turbante en la cabeza. Le di un beso y fui a ducharme.
Cuando sal� del ba�o, Virginia estaba estupendamente vestida para ir a almorzar.
Ten�a puesto un vestido de fina seda estampada verde agua, de l�nea recta y que
le quedaba a medio muslo. La ca�da de la tela era suave y armonizaba con las
curvas de la joven. Realmente no pude aguantarme y la estrech� en mis brazos...
ella se pleg� a mi hacer y empezamos a besarnos, profundizando nuestra lenguas y
poco a poco fuimos resbalando al lecho....como era natural el lindo vestido
qued� en el suelo, as� como la ropa interior peque�a y delicada.... sin m�s
pre�mbulos, mi urgencia necesitaba la suave vagina de Virginia.
Mi pene se ajustaba exactamente a las dimensiones de la amada
funda de mi joven pareja. Ella, ya estaba humedecida y su cueva empez� a
funcionar succionando mi herramienta y sin que yo empujara, la rugosa caverna
empez� a comerse literalmente mi sexo. El cl�toris de la hembra erguido y
caliente luch� con mi glande y esa batalla empez� a hacer efectos en la joven
que abri� m�s sus piernas de modo que empuj� con su talones mis nalgas y
raspando el ap�ndice sexual de ella, a los pocos instantes sent�a que ya no
pod�a profundizar m�s.
El ritmo de la c�pula, tan antiguo como la vida misma hizo lo
dem�s.... los gritos, alaridos, gemidos y de ambos fueron coronados por un mutuo
orgasmo, largo, intenso, que parec�a no tener f�n. Era incre�ble, cuanto m�s
gozaba de esta mujer, m�s quer�a. En ese momento tuve conciencia de algo. Si
para m� ella era un descubrimiento... con esta relaci�n afectiva conmigo,
Virginia se estaba descubriendo a s� misma y en este momento lo disfrutaba a
muerte.
Obviamente no llegamos al restaurante a almorzar, pedimos
algo al servicio de cuartos y comimos en la cama, acarici�ndonos, bes�ndonos,
am�ndonos. Tambi�n caimos en un rico sue�o, del que despertamos cerca de las 3
de la tarde.... nos ba�amos y salimos r�pidamente con destino a Lima. La Luna de
miel hab�a terminado.... por ahora.
Llegamos a la ciudad a las 3:45 p.m. y en la estaci�n de
taxis de la C�nica San Borja, hice que Virginia abordara un taxi que la llevar�a
directamente a la oficina. La muchacha, se hab�a vestido con el conjunto que
usualmente lleva en la oficina, de modo que su apariencia no iba a levantar
ninguna sospecha. El famoso maletincito con la ropa, entre ellas la que le
arranqu� con los dientes, qued� en mi veh�culo para ser guardada en el
departamento. All� tambi�n iba, la "sortija de compromiso" hasta que se nos
ocurriera algo para justificar su existencia ante Alejandro el Portero, el
marido de Virginia. Nos despedimos con sendos besos y qued� all� hasta que vi
alejarse su taxi.
Decid� en ese momento no ir a la oficina, sino a mi casa Me
sent�a agotado, necesitaba descansar y cargar energ�as ... necesitaba la
tranquilidad de mi casa y prepararme para lo que ser�a la cita del s�bado en la
noche de mi mujer con Pedrito.