Mi "inocente"primita II.
Desvirgando a mi primita
Al d�a siguiente de haber descubierto que mi "inocente"
primita era una verdadera puta pens� en no dejar que las cosas se enfriaran para
poder aprovechar la situaci�n al m�ximo, as� que a la hora del desayuno
aprovech� un momento de distracci�n de Rebeca y mi t�a para acercarme por atr�s
y pegar mi pene contra el trasero de Mariana, ella se despeg�, pero me sonri� de
manera que me daba a entender que no le hab�a molestado en absoluto. As� pasaron
varios d�as de jueguitos y toqueteos con mi primita.
El jueves la suerte me sonri� y cuando regres� a casa por la
tarde me encontr� una nota de mi t�a donde me dec�a que hab�a llevado a Rebeca
al dentista, que por favor esperara que Mariana volviera de su clase de ingl�s,
mir� mi reloj y me di cuenta de que mi primita estaba por llegar y como ten�amos
un buen rato para nosotros solitos me prepar� a recibirla.
Cuando Mariana lleg� me encontr� desnudo en mi cama viendo
una pel�cula porno, me dijo que si estaba loco, que su mam� y su hermana pod�an
sorprenderme, pero yo para tranquilizarla le mostr� el recado de su mam� y
entonces ella se me qued� viendo de un modo que no dejaba lugar a dudas de lo
que estaba pensando, se sent� en la orilla de la cama y me dijo que si la
invitaba a ver la pel�cula, yo solo le puse como condici�n que como yo estaba
desnudo, ella se ten�a que desnudar tambi�n.
Una vez que estuvo desnuda se acost� junto a m�, yo deje
pasar un momento para que viera la pel�cula y entonces tom� su mano y la puse en
mi pene, ella sin decir nada me empez� a masturbar deliciosamente, entonces poco
a poco fui acercando mi mano hasta que empec� a acariciarle las tetas, ella
solt� un breve suspiro y yo segu� acariciando todo su cuerpo, cuando llegue a su
almejita, ella dio un respingo, se par� de golpe y me dijo que eso no estaba
bien, que eramos primos y que no pod�a ser, pero todo result� ser un peque�o
drama, porque no me cost� nada convencerla y retomar las cosas donde las
hab�amos dejado, nos volvimos a echar en la cama acarici�ndonos ya sin que nos
importara ni la pel�cula ni nada que no fuera fajarnos el uno al otro.
Estaba disfrutando de lo lindo y entonces empec� a acariciar
su almeja y cl�toris, ella se empez� a contonear y a darme indicaciones �"As�,
as�, m�s arriba, m�s r�pido, m�s, siiii, siiii, as�iiii, m�s r�aapido,
siiii..."- hasta que tuvo un orgasmo, entonces ella me bes� en la boca, cosa que
no hab�amos hecho, y nos entrelazamos en un delicioso juego de lenguas que dur�
algunos minutos.
Yo, para aprovechar el estado de calentura de mi prima, y
para calmar el m�o, le ped� que me mamara el pene, ella no estaba muy segura de
querer hacerlo, y para convencerla segu�a jugando con sus tetas, d�ndoles
peque�os besitos y rozando sus pezones con los dientes, y descubr� que esa iba a
ser la llave que me abrir�a muchas puertas, porque ella acept� mamarme el pene
mientras yo le chupaba la almeja, as� en menos de lo que canta un gallo estaba
en la gloria haciendo un 69 con mi prima, y aunque al parecer en un principio
ninguno de los dos eramos muy buenos, poco a poco nos ense�amos mutuamente y
acab� siendo grandioso.
Cuando estaba por eyacular le avis�, pero ella sigui�
chupando y me dijo que quer�a que terminara en su boca como en la pel�cula que
hab�amos estado viendo, lo cual me excit� much�simo y casi al instante me vine
como no lo hab�a hecho nunca, y esa fue una de las pocas veces que acab� en la
boca de mi prima Mariana, pues no le pareci� muy agradable que digamos, y en lo
sucesivo solo me dejaba hacerlo en ocasiones especiales (como mi cumplea�os por
ejemplo). Ella sigui� dando besitos y leng�etazos en mi glande y yo continu�
jugando con mis dedos y lengua hasta que tambi�n ella tuvo un orgasmo que por
sus gemidos y la expresi�n de su rostro debe haber sido bastante bueno.
Enseguida me acomod� para poder seguir disfrutando sus tetas,
mientras ella parec�a estar obsesionada con mi pene porque no dejaba de
acariciarlo ni un momento, y me ten�a tan caliente que estaba por venirme otra
vez en cualquier momento, as� que me par� de la cama y fui a la c�moda para
sacar un cond�n, Mariana estaba tan excitada que se par� de un salto, me empuj�
sobre la cama y me arrebat� el preservativo y me lo puso, yo estaba un poco
sorprendido por el modo como se comportaba mi prima que supuestamente hasta hace
unos d�as nunca hab�a visto un pene y ahora se comportaba como toda una experta.
Entonces se sent� en mi abdomen con una pierna a cada lado y
empez� a moverse hacia delante y atr�s volvi�ndome loco, por mi parte empec� a
masajearle las tetas y poco a poco fui bajando las manos hasta llegar a su
trasero, en ese momento ella se levant� un poco, tom� mi pene y muy despacio se
lo empez� a introducir, yo estaba que echaba espuma por la boca y no pense que
fuera a aguantar mucho. Cuando tuvo adentro cerca de la mitad se detuvo un
momento, respir� profundo y sigui� empujando ahora m�s r�pido hasta que lo tuvo
todo adentr� emitiendo un gemido y dej�ndose caer sobre m�. Era como estar en el
para�so, sent�a un calor muy especial del cuerpo de mi prima sobre el mio, y mi
pene, �WOW!, definitivamente iba a explotar en cualquier momento.
Acarici� por un momento la espalda y el cabello de mi prima,
que volvi� a besarme de un modo que me rob� el aliento, luego empez� a moverse
lentamente y fue acelerando el ritmo hasta que no pude aguantar m�s y termin�
con una fuerza que por un peque��simo instante sent� un desvanecimiento
delicioso. Afortunadamente mi pene segu�a como roca, y solo tom� un momento
cambiarme de cond�n para volver a penetrar a mi primita, solo que esta vez yo
qued� arriba, ella gem�a como loca y solo atinaba a decir �despacito,
despaciiitooo, ahhhh, siiii, despaciiiito�. Seguimos as� hasta que tuvo un
orgasmo, entonces me pidi� que se lo sacara y me masturb� con la mano hasta que
una vez m�s me vine y quedamos rendidos en la cama.
Unos instantes despu�s se levant� y me dijo que era mejor que
nos ba��ramos porque su mam� y su hermana no tardar�an en llegar, sali� de mi
cuarto y yo me qued� tirado en la cama otro rato, hasta que o� que mi t�a
llegaba y corr� a darme un ba�o.
Durante algunas semanas Mariana y yo no perd�amos ninguna
oportunidad para echarnos aunque fuera un rapidito, al grado de que varias veces
estuvimos a punto de ser descubiertos, hasta que...
Continuar�... (Cuando nos descubri� Rebeca).