Siempre he dormido a su lado desde que �ramos chiquititas que
compart�amos cama, yo siempre me hab�a sentido atra�da por las mujeres; por los
pechos y por los culos femeninos bien grandotes, mi hermana era muy guapa y
adem�s tenia un enorme pandero que me pon�a a cien y unos pechos muy erguidos.
Al principio me sent�a mal conmigo misma por desear a mi hermana como una amante
por so�ar que tocaba y lam�a sus senos, me pasaba noches enteras llorando
despu�s de haberme masturbado rozando mi co�o con su pijama mientras ella dorm�a
.
Mi hermana ten�a novio y ya estaban pensando en tener su
primer hijo e independizarse pero yo no pod�a dejar marchar a mi hermana sin
haberme-la follado sin haber sentido su sexo rozando el m�o.
Una noche que yo estaba espacialmente cachonda, mi co�o
chorreaba litros y litros de flujo y mis pezones estaban de punta decid� dar el
primer paso me saqu� la parte de arriba del pijama yle dije � M�nica ya me han
crecido los pechos.
Ella me contest� con una sonrisa maliciosa
ya lo veo Raquel uy, pero si tienes los pezones erguidos
Se acerco a mi y puso su cara entre mis dos tetas
y su tacto es suave como al seda
Yo no me pod�a aguantar teniendo a mi hermana entre mis senos
y le dije
A ver los tuyos como s�n?
Se sac� el jersey mostrando sus incre�bles pechos, mi cara se
transformo me ruboric� y ella me pregunt�
Qu� te pasa Raquel no quieres tocarlos para ver su tacto?
Me acerqu� temblorosa hacia aquellos enormes senos y los
acarici�
Entonces v� que empezaba a sudar y le dije
M�nica tambi�n me han salido pelillos en mi chochito
quieres verlos
Si!!!!�
Me saque los pantalones del pijama y mis braguitas y le
mostr� mi co�o
Raquel me gustar�a lamertelo para saber el sabor que
tiene me dejas
Claro
Me tumb� en la cama y abr� mis piernas para que mi hermana
con su c�lida lengua me chupara el co�o dios mio notaba el tacto de sus senos en
la parte interna de mis piernas y me volv�a loca de placer cuando hube acabado
con mi orgasmo M�nica me dijo:
-Quieres besar mi lana Raquel!!
Dios mio mi hermana se estaba desnudando pod�a ver su co�o
h�medo y empec� a chuparlo lentamente ella jadeaba de placer, se tumb� en la
cama y me dijo ponte encima m�o, yo la obedec� y empec� a restregar mi co�o
contra el suyo con todas mis fuerzas, ven acercate m�s quiero que juntemos
nuestros senos oh Raquel Ho.
En aquel instante entr� mi madre y nos vio, desde aquel dia
padeci� unos extra�os ataques de hist�ria pero no se ha podido curar porque no
se atreve a contar lo que vio aquella noche.