Relato: Perd� la virginidad un verano, d�a a d�a, despacito, suavemente

Cuando pap� y mam� se separaron yo era una chiquita de 7 a�os necesitada de afecto, caricias, mimos y besos.
Pap� se fue a la capital y mam� se quedo con sus 3 hijas, yo soy la menor, viviendo en la peque�a ciudad de la Provincia de Buenos Aires donde daba clases de geograf�a en la �nica escuela secundaria que hab�a en aquel lugar en ese tiempo, ya pasaron m�s de 15 a�os.
Cuando lleg� el verano, el tiempo de las vacaciones escolares, mam� ten�a algo de tiempo libre que aprovechaba para visitar a su prima y yo iba con ella.Su prima viv�a del otro lado de la v�a donde terminaba el pueblo y comenzaba el campo con su hijo de 17 a�os, mi primo segundo, ten�amos una bisabuela en com�n que viv�a sola a tres kil�metros de all�. Dec�a mi primo Juan Manuel: "Llevo a Paula para que visite a la bisabuela y de paso pescamos en el arroyo"
Entonces nuestras madres nos dec�an que le demos saludos de su parte, que le pregunt�ramos si necesitaba algo, que tuvi�ramos cuidado con el arroyo y con todo. Y a �l: "Juan Manuel, cuid� bien a Paula, eh"
�bamos a caballo, era un criollo oscuro, yo montada muy pegada a la espalda de Juan "a los caballos no les gusta sentir peso m�s atr�s" me ense�aba Juan Manuel acariciando mi pierna derecha.
Cabalg�bamos sin montura "en pelo" -Agarrate fuerte que no quiero perderte por el camino.- dec�a tomando mis manos y poni�ndolas sobre su bragueta.
Nuestra bisabuela ten�a 91 a�os, viv�a sola, era dura y conservaba en la mirada rastros de malicia de juventud. Lleg�bamos y dec�a:"�Qu� suerte!"
-Yo era igual a vos Paula, la piel un poco m�s oscura, pero los ojos negros igual, el pelo negro largo, el cuerpito delgado y el culito gordo jua jua. �Van al arroyo? S�, estaba tomando vino. �Quieren un tinto?
Sin importarle mi edad serv�a tres vasos yo beb�a y despu�s todo me parec�a hermoso.
�l me ayudaba a desmontar abraz�ndome, sosteni�ndome luego con fuerza contra su cuerpo mientras me besaba en la cara y el cuello. Acarici� mis piernas tantas veces que yo lo tom� como algo normal y lo mismo hizo con mis cabellos, con mi culo y con mi cintura tom�ndome desde atr�s. Me sent� sobre �l y yo pesqu� sintiendo su pija dura y sus bolas en medio de mi culo. Pas� de acariciar mis piernas a frotar mi concha hasta hacerme acabar por primera vez y de frotar a meterme parte de un dedo. Jugamos desnudos en el arroyo. Ahora recuerdo que antes me chup� los pies, lami� mis piernas, apret� mis pezones inmaduros, lami� mi conchita y meti� la punta de su lengua en mi vagina. Todo lo hac�a con suavidad y hablando con ternura de mi, de mi belleza, de su amor, de nosotros, de nuestro amor.
Fue sumando cosas nuevas en cada visita a nuestra bisabuela y al arroyo, no s� cuando reemplaz� las manos, los dedos y la lengua por su pija que frot� en mi concha, que meti� la puntita "no te la meto toda porque sos chiquita". No s� como fue que se la empec� a chupar ni cuando me tragu� su leche por primera vez. S� recuerdo que un d�a estuve sentada sobre �l mir�ndonos a los ojos y yo la ten�a adentro, pero no s� si esa fue la primera o quiz�s haya sido en el agua o cuando estuve en cuatro patas. �Y el culo? cuando me meti� un dedo, la punta de la pija o cuando me entr� toda, cuando puedo decir que me rompi� el culo y cuando fue cada cosa, no lo s�. Porque Juan Manuel me desvirg� de a poco, un poco cada vez que visitamos a nuestra bisabuela, despacito con paciencia, suavemente.
Nunca me amenaz� ni me dijo que no lo contase, jam�s me da��, pero por mi edad �l cometi� un delito sexual, un abuso con penetraci�n vaginal y anal, sexo oral y... Y yo lo recuerdo y record�ndolo me pongo m�s caliente que una gata en celo.

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