Relato: Una experiencia con Yack
Me llamo Rose y mi apellido lo dejo
a la imaginación aunque empieza con Lo... y no es López.
Soy un mujer de 30 casi 31 y estoy felizmente casada. mi marido se llama
Rubén y tiene 31. Después de leer tus cuentos sobre la zoofília,
me entro la curiosidad por saber si eran meras fantasías o realmente
se podía tener sexo con perros. Se lo comente a Rubén y me
dijo no saber nada pero que lo investigaríamos. Anteayer Rubén
salió de México por cuestiones de trabajo y..... Aquí
te comento lo que paso. Legue de trabajar como a las 3:00 pm y decidí
no asistir en la tarde por lo que hable a mi secretaria para reportarme
enferma. Yack, mi perro es un adorable shar-pei. Como vivo en un apartamento
siempre esta bañado, cada domingo lo llevamos a bañar. Así
que anteayer estaba recién bañado y oliendo rico, su piel
es tersa y quise tocar su miembro, ya en otras ocasiones, no nada más
conmigo hacia el caballito típico de los machos. Le toque el pene
y se siente agradable. Lo comencé a sobar despacio y suavemente,
tocándole los testículos con la otra mano. Yack no opuso
resistencia, pero me sentí mal y mejor lo deje. Fui a ver la y realmente
no había nada importante por lo que llame a Yack a la cama. Me olió,
toda y no me moví. paso su húmeda nariz por mis senos y por
mi monte. No me gusto pero no me desagrado, estaba muy fría, pero
el escalofrío me recorrió completa. Me acosté boca
abajo y rápidamente comenzó a lamerme el culo. Su lengua
es áspera y caliente. Tocaba con su lengua mi vagina y me gustaba
aunque me sentía mal. Me voltee y le toque de nuevo su pene que
rápidamente salió de su recubrimiento, asomando una punta
roja y brillante. Se sentía al final una bola, que supongo es con
lo que se quedan atorados con su pareja y que luego lo constataría.
Seguí acariciándole y trataba de asirse a mi brazo para hacer
el movimiento de los canes, así que le di mi brazo y puse dura mi
mano. el pene salió por completo y el perro se quedo pasmado. sentí
calor y me toque la entrada de la vagina y sentí la dulce lubricación.
Me excite sin mi amante. El perro parecía estar atorado, su gran
pene rojo colgaba de entre las piernas y la bola al final no parecía
poder regresar a su lugar. Acerque mi boca y con pequeñas lengüetadas
tocaba su pene hasta que me anime a metérmelo en la boca. Un agua
caliente salía del pene y no me importo, comencé a mamarlo
todo lo que podía. Yack no tardó en comenzar a lanzar chisguetes
de un liquido de raro color, el cual comencé por escupir y luego
por tragar. Yack comenzó a lamer mi vagina y lo hacia bien aunque
un poco suave para lo que necesitaba. Por lo que tome de su comida (latas)
y embarre en mi clítoris... Asunto arreglado en pocos minutos me
tenia al borde del delirio y de un zaz, en el orgasmo... Creo que seguiré
probando, pense. Me bañe pues olía a perro, a sexo, a todo.
Saliendo del baño Yack me veía con cara de "mas"
al principio lo ignore pero tirando la toalla para vestirme se acerco por
atrás y lamió mi culo. Eso me hizo estremecerme. Me puse
en cuatro y me lamió y me lamió hasta que me vine otra vez,
ya no quería lamidas, quería su miembro. intente varias veces
y no pude creo que el estaba nervioso. Hasta que por fin entendió
el mecanismo y subió las patas en mi espalda. No quería que
mi vagina entrara en contacto, no estaba segura de una infección.
Así que le deje mi culo para el. De una fuerte arremetida me penetró.
Casi grito del placer y del dolor siguió con movimientos que me
encantaron mientras con mi mano derecha metía dos dedos por mi vagina.
Pronto estaba gritando de placer y de gusto, después de 15 minutos
de sentir el esperma de Yack dentro de mi dos veces y de tres orgasmos...
me dormí. Hoy todavía me ve Yack y quiere mas. Pero debo
de hacerme la difícil. aunque lo tengo que contar... Gracias. Rose.
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