Hola, bueno, la verdad es que no
sé cómo empezar, porque estoy súper cortada, me presentaré,
me llamo Montse y tengo 34 años, no hace mucho que tengo Internet
en casa, pero desde que lo tengo descubrí la pagina de ustedes a
los pocos días y me he vuelto adicta a leer los relatos, yo no es
que tenga en realidad experiencias como las que aquí se cuentan,
pero sí que tengo un caso que me sucedió hace años
que hace tiempo que quiero contarlo y hoy me he decidido.
Bueno, voy a empezar, es la primera
vez que escribo algo así, y no sé cómo se me dará,
intentaré hacerlo lo mejor posible.
Primero me describiré un
poco, tengo 34 años, soy castaña, cabello largo y ondulado,
1.68 de estatura y no me encuentro mal de tipo, pero he dado a luz a dos
niños y por supuesto el tipillo de antes lo he perdido, pero no
me quejo.
Lo que voy a contarles, me sucedió
en el verano de 1995 en el mes de julio, que fue cuando me casé.
Estuvimos de viaje de novios en Mallorca, que me encantó, la isla
es preciosa, pues bueno allí alquilamos un coche y nos dedicamos
a hacer excursiones por la isla.
Al tercer día de estar allí,
teníamos una visita a las coves del Drac que se llaman, que por
cierto son impresionantes. La visita era por la tarde, después de
comer, así que por la mañana estuvimos en la playa, al mediodía
comimos en un restaurante y fuimos para allá.
Después de hacer un buen
rato de cola, porque había mucha gente, conseguimos entrar, nos
unimos a un grupo de turistas que llevaban guía y así nos
enterábamos de algo.
Pues bien, fuimos haciendo todo
el recorrido, y al final de la cueva hay una sala grandísima llena
de asientos tipo banco, donde dan un espectáculo. Al llegar a esta
sala, estaba ya muy llena de gente, por lo que nos quedamos de pie en un
pasillo amplio en un lateral de los asientos, a medida que iba entrando
la gente cada vez íbamos subiendo más hacia el final del
pasillo.
Cuando se llenó del todo,
procedieron al espectáculo, que se trataba de unas barcas que entraban
por un lago que había al fondo, cada una con un instrumento musical
y tocaban una pieza.
Antes de que salieran las barcas,
que cada una llevaba una iluminación, apagaron las luces de la sala,
imagínense una cueva a oscuras, pues eso era, había una oscuridad
total, y empezaron a entrar las barcas, estábamos muy atrás
por lo que se veían bastante lejos, porque la sala es enorme.
Paso muy poco desde que empezó
la actuación, cuando noté un roce en mi nalga, y casi al
instante una mano en mi cintura, yo ni me inmuté, ya que creía
que era mi marido, y me dejé caer hacia atrás apoyándome
en él.
Pues bien, resultó que no
era mi marido, pero esto no lo supe hasta el final y al hacer este gesto
de apoyarme se lanzó al ataque, me abrazó fuerte contra él
poniendo sus manos en mi barriga, y empezó a besarme la nuca, noté
también sus labios por mi mejilla y giré un poco la cara
para besarnos en los labios, no le veía, pero tampoco noté
nada extraño, una mano la tenía frotándome la barriga
y la otra la subió hasta mi pecho acariciándome, reconozco
que me excité y hasta le dije en más de una ocasión
que parara que había mucha gente y además la gente estaba
en silencio, lo que más se oía era la música que tocaban.
Pero ni caso, seguía acariciándome,
situado sin moverse detrás de mí, y excitándome, subió
sus dos manos hacia mis hombros, y me bajó los tirantes del vestido
estampado que llevaba, debajo llevaba puesto un bikini porque aquel mismo
día habíamos estado en la playa, me lo bajó por debajo
del pecho y tranquilamente me desabrochó el cordel de la espalda
dejándome el bikini sujeto solamente del cuello, empezó a
sobarme el pecho muy suavemente con mucho tacto y me excitaba mucho, se
recreó un buen rato y después empezó a bajar sus dos
manos por la cintura hasta mis muslos, justo donde terminaba el vestido,
para volver a subirlas por dentro y llegar a la braguita del bikini, puso
un dedo en cada costado y empezó a bajármelo un poco, hasta
medio muslo, para empezar a jugar con mi vello, volvió a subir una
mano hasta mi pecho y con la otra empezó a acariciar mi clítoris,
reconozco que estaba muy excitada, creía morirme, la mano de mi
pecho dejó de tocarme, y deduje perfectamente lo que estaba haciendo,
se sacó su pene del pantalón para fregármelo por mi
trasero, la notaba cómo se frotaba por debajo de mí tocándome
a veces mi clítoris, él dejó tranquilos mis pechos
y con las dos manos se dedicó a mi sexo, moviéndose de forma
como si me estuviera penetrando, aunque tengo que decir que no hubo penetración,
al menos con su pene ya que sus dedos sí que los iba alternando,
me estimulaba el clítoris y me los iba introduciendo.
No aguante más y llegué
al orgasmo, un orgasmo silencioso, ya que no podía chillar y me
aguanté, pero fue un orgasmo estupendo, él no sé si
se dio cuenta de mi orgasmo, pero creo que no, porque siguió acariciándome,
entonces claro después de tener un orgasmo sus caricias se convirtieron
en cosquillas y solté una carcajada.
Me dejó de golpe, aproveché
para ponerme bien la ropa y nada al poco tiempo terminaron de tocar la
música y se abrieron las luces. Busqué con la mirada a mi
marido creyendo que estaría al lado, pero no, estaba delante pero
muy delante, y entonces caí en un detalle, mi marido no podía
ser, porque llevaba pantalón corto y de esto sí que estoy
segura, el que fue lo llevaba largo, miré a mi alrededor con vergüenza
pero de entre toda la gente no podría decir quién fue ni
cómo era, en fin, este es mi secreto más íntimo, espero
que les guste, gracias