Virgen a los 28 (primera parte)
Este es un relato verdadero. Lleg� a trabajar a la empresa
una nueva secretaria, del director general. La primera vez que la vi no se me
hizo nada guapa, de hecho, como que m�s bien pas� desapercibida... simplemente
era la nueva y nuestra conversaci�n no pasaba de "Buenas tardes, est� el
licenciado", "Si, perm�tame".
Pasaron los d�as y mi interacci�n con ella se ve�a limitada a
lo mismo. Mi instinto masculino la revisaba cada vez que se levantaba de su
silla ... mmm, est� flaca, pero algo tiene que me gusta ... algo tiene ... est�
flaca ... mmm, como ser� sin ropa, mmm, que tal ser� en la cama ...
Siempre ten�a la man�a de usar blusas escotadas, con el bot�n
desabrochado, por lo que generalmente se le ve�a el sost�n de encaje y una parte
de esos peque�os y bien formados senos.
Con el tiempo intercambiaba m�s con ella. Siempre ten�a
problemas con su computadora, lo que me permit�a pararme detr�s de su silla, ver
el monitor, y por supuesto, verle el sost�n ... verle las piernas que a veces
asomaba debajo de la falda, verle las manos, verle el pelo, todo lo que se
pod�a. Por supuesto que las fallas en su computadora eran sencillas, pero yo las
hac�a m�s complicadas para tener oportunidad de, siquiera, rozar su cuerpo. Lo
que fuera, una mano, el pelo, lo que fuera.
Algo ten�a. Algo me produc�a esa hembra. No era demasiado
guapa, ni estaba demasiado bien proporcionada, pero as� es la carne, as� es el
deseo.
Pasaron las semanas y todo igual. La revisi�n ocular de
rigor, mi vista en su sost�n, en lo que fuera, su vista en mi bulto, en mi
cuerpo, lo sent�a, ella tambi�n. Era por los dos lados. As�, un buen d�a en una
actividad fuera de la oficina compartimos el auto ...
�Ya es hora de que rompamos el hielo, no?
�Me parece muy bien, vamos a hablarlos de tu
�Orale, �c�mo est�s Susana?
�Bien y tu Pedro?
�Bien, �que tal tu jefe?
�Ya sabes, todo igual que siempre
Y as� se rompi� el hielo. Y dentro de poco se romper�a todo
lo dem�s. Asistimos a diferentes juntas por la ciudad en varios d�as, ella me
acompa�aba. Era una relaci�n simplemente de trabajo, aunque, como ustedes se
imaginar�n, cada cinco minutos pensaba en llev�rmela a la cama ... pero, la
computadora segu�a fallando.
�Oye Pedro, otra vez no sirve esta cosa
�A ver, dejame ver
Cualquier pretexto era bueno, pero ten�a miedo de avanzar.
Ten�a miedo de dar el siguiente paso. No sab�a lo que me esperar�a y ese temor
mezclado con calentura me manten�a al acecho constantemente
�Mira, nom�s es aqu�, apri�tale aqu�
�Ah, gracias
Y sab�a que me gustaba, por eso siempre se volteaba hacia mi
y me mostraba un poco m�s de sus senos, a veces, en forma un poco m�s que obvia.
El bot�n de la blusa se abr�a por casualidad ... hasta que pod�a ver su
est�mago. Ten�a los senos peque�os, eso era un hecho.
Un poco ya desesperado por probar ese manjar la invit� a
salir. Salidas normales. Al cine, a tomar un refresco, a pasear, a cualquier
lugar. Nada de contacto f�sico. Si acaso, la mano nada m�s para saludarnos y un
est�pido y fr�o beso en el cachete.
Que hueva. Lo que quer�a era besarle los senos, las piernas,
la cabeza, las piernas, el monte de Venus... todo.
En una de esas, la invit� a tomar una copa.
�Oye, por que no mejor vamos a tomar una copa
Con esa mirada y ese brillo en los ojos que tienen las
mujeres cuando se empiezan a humedecer, me dijo
�Claro, �a donde vamos?
�Aqu� cerca, conozco un lugar
El lugar estaba bastante solo y, de hecho, se ve que era
propicio para iniciar un contacto de piel a piel. Pedimos de beber y nos
quedamos mirando a la cara
�Me gustas, le dije
�Mmmm, y tu a mi
��Qu� me dir�as si te beso?
�Nada
El primer beso fue el inicio de todo. Pero no fue tan r�pido.
Estuvimos un poco m�s de tiempo ah� y salimos rumbo a su casa. En el auto nos
volvimos a besar y tuve oportunidad de, por primera vez, tocar uno de sus senos,
con ropa.
Se incomod�. Como que dijo ya p�rale. As� es que me detuve y
la dej�.
Pasaron los d�as en la oficina y, por supuesto, las miradas
ya no eran iguales. Descaradamente le ve�a los senos y las piernas y todo lo que
pod�a. Ella, descaradamente dec�a "Se me volvi� a descomponer la m�quina" y al
llegar a repararla, era t�pico que me rozaba el cierre del pantal�n, la mano, la
espalda o cualquier cosa.
Eso me pon�a a hervir. Un s�lo roce era suficiente para que
tuviera una erecci�n considerable, deseando clav�rsela en cualquier momento.
Pero nada suced�a. As� pasaron unos d�as m�s hasta que hubo
la oportunidad de salir de viaje de negocios. En total �ramos cuatro personas,
dos hombres y dos mujeres. Por fortuna, los hombres ten�amos cada quien su
cuarto.
Desde que lo supe mi coraz�n y mi pene no dejaron de estar
quietos. �De viaje! �Me carga! �Es mi oportunidad! La tendr� para mi los
siguientes d�as...
Todos los detalles del viaje los voy a ahorrar, pero ya en la
primer noche le dije,
�Oye, al rato necesito mostrarte lo que veremos ma�ana
A lo que ingenuamente, con esa voz de inocente y vieja zorra
a la vez, me dijo
�Pero, �c�mo le hacemos?
�Nada, te invito a mi cuarto y lo revisamos
Era el momento decisivo. Me pod�a mandar a volar y decir que
no, que lo revis�ramos en cualquier otro lugar o bien, si quer�a lo mismo que
yo, acceder�a. Pasaron como cinco segundos, se tom� el pelo y por fin contest�:
�Est� bien
Se imaginar�n lo que suceder�a. Mi coraz�n y mi pene no
pod�an m�s. El trabajo era lo menos importante. Mi habitaci�n daba al mar y
hab�a una luna llena impresionante. De repente, tocaron a la puerta,
�Soy yo
�P�sale
Por fin, solos y sin presiones. Cerr� la puerta y la empuj�
contra la misma, me le pegu� todo lo que pude, le dej� sentir todo mi bulto que
ya comenzaba a agrandarse ... nos dimos un beso que casi casi nos saca sangre de
los labios, su lengua jug� con la m�a largo rato, mientras tanto, le puse las
manos en la espalda, en la cintura, en donde pude. No hab�a prisa, no hab�a
presiones, as� es que segu� ...
�Obviamente luego vemos lo del trabajo
�Como quieras
Esa mezcla de "no se que vas a hacerme pero me urge que me lo
hagas" me produc�a chispas.
Nos sentamos a conversar cualquier cosa y en un momento
salimos al balc�n. La brisa y la noche combinaban muy bien. Ten�a puesta una
blusa medio transparente que dejaba ver el costoso encaje de su ropa interior y
una falta larga hasta los tobillos pero abierta hasta arriba, de esas que
parecen dar vueltas y vueltas. Ten�a mucho trabajo, mucho por hacer y por
explorar.
En el balc�n volvimos a besarnos y comenc� a acariciarle su
espalda, su cuello, sus brazos, su est�mago, sus senos, y ya en forma descarada,
baj� mi mano hasta sus nalgas ... esas nalgas que siempre quise ver como eran y
que siempre estaban cubiertas con tela ... me impresion�, pues estaban duras
pero muy peque�as.
Medio inquietos por estar ah� en el balc�n, fajando,
calent�ndonos mas, me dijo:
�Mejor vamos adentro
�Claro, ven
As�, directo a la cama. Sin dejar de besarnos nos fuimos
acariciando y quitando cualquier prenda de vestir, excepto la ropa interior. La
blusa sali� f�cilmente, dejando ver un precioso sost�n que ten�a dentro dos
peque�os capullos de dimensiones perfectas ... sus largas piernas eran coronadas
con un par de nalgas perfectamente definidas y deliciosamente peque�as ... ten�a
abundante vello p�bico y alcanzaba a salir un poco de la tanga.
Toda su ropa interior era blanca y era fina. Se notaba. Como
pude, le quit� el sost�n y se dejaron ver dos hermosas tetas, peque�as pero
duras como una pelota. Los grandes pezones parecieran salir disparados en
cualquier momento. De inmediato se los chupe, primero poco a poco y despu�s me
met�a toda la que me cab�a en la boca ... a lo que ella no dec�a nada. Ni una
palabra. Somo gem�a y se contorsionaba.
��Te gusta?
�Si
Eso era el intercambio de palabras, nada m�s. Ella no me
tocaba casi nada, yo no hac�a caso, despu�s de todo, era mi turno.
Pase por sus senos de nuevo, por su est�mago, por sus
piernas, por parte de sus nalgas pero todav�a me faltaba el manjar final. Ten�a
puesta todav�a su tanga ... no se la quer�a quitar ya, me gustaba con tanga y
quer�a dejar para despu�s eso.
No pas� mucho tiempo cuando yo tuve que terminar de
desvestirme, s�lo me qued� en boxers, y mi verga ya levantaba la tela, pues la
ten�a m�s dura y parada que nunca... ella s�lo ve�a de reojo el monte de tela
levantado y ocasionalmente lo rozaba con su mano, con sus piernas, con sus
nalgas ...
De repente un pensamiento me invadi� ... �ser� su primera
vez? �tendr� le honor de meter una verga en ese precioso agujero por primera
vez? �ser�?
El juego segu�a, con sus pausas, no hab�a prisa. La segu�
recorriendo con la boca por todos los cent�metros de su cuerpo hasta que no pude
m�s y le quit� la tanga .... ohhhh, que espect�culo tan divino. Ten�a una
perfecta zona pubica, un poco depilada y cuando le abr� las piernas ... vi algo
maravilloso. Una perfecta y bien torneada vagina ... sus labios eran preciosos,
su olor, perfecto.
Como no me quitaba a mi los boxers, como pude me deshice de
ellos. Se impresion� al verme la verga. No se si el tama�o o que, pero la ve�a y
la ve�a. Le tom� la mano y se la puse encima y le dije algo as� como
"acar�ciala, no hace nada".
Regresando a su concha, comenc� a meter primero un dedo, con
cuidado, estaba ya totalmente mojada, no sab�a que pod�a venir hasta que ella me
dijo,
�Te tengo que decir algo
Mientras no sea que se cambi� de sexo, pens� yo
��Dime?
�Es que nunca ...
no la deje terminar �es virgen! No puede ser, es virgen. Que
maravilla. Tendr� el honor de ser el primer hombre en meterle la verga hasta el
fondo ... oh....
�Ah, no te preocupes, tendr� todo el cuidado del mundo
�Si
No hablaba con la boca, no dec�a palabras, pero cada gemido y
cada contorsi�n me indicaban que estaba disfrutando, que quer�a ya tener eso
dentro de si, quer�a gozar.
Calculando su edad, por que nunca se la pregunt�, supuse que
tendr�a unos 26 o 28 a�os, por lo que eso de su virginidad me pareci�
verdaderamente una mentira. Sin embargo, por como se estaban dando las cosas,
algo me dec�a que si podr�a ser cierto.
Tirados en la cama, ella ya muy mojada por mi constante
estimulaci�n digital y yo con la verga a todo lo que daba, me dispuse a comenzar
la faena.
��Quieres as�?
Le pregunt�, coloc�ndome encima de ella
�Si
�Ok. Entonces ay�dame y abre bien tus piernas, si te duele
o algo, me avisas
Ya no pudo contestar. Comenc� a tratar de introducir la punta
de mi verga, no dejaba de pensar que era virgen ... no entraba casi nada, por
fin, entr� un peque�o pedazo, el dec�a
�No te tenses, tu s�lo d�jate llevar y abre las piernas
As�, poco a poco fui meti�ndole un poco m�s cada vez hasta
que top� con algo ... un peque�o empuj�n m�s y s�lo escuche una mezcla de dolor
y placer ...
�Mira, ya entr�, �ya ves?
�Si, que rico
�Qu� quieres que haga. �quieres que te la saque?
�Nooooo, qu�date as�
As� es que me qued� unos segundos con la verga a medio meter.
Despu�s de todo, esa era su noche y yo quer�a complacerla todo lo que pudiera.
�Qu� sientes? le pregunte
�Rico, muy rico, me duele un poquito
�Si, no te preocupes, se te va a quitar
�Aja ...
Yo ya no pod�a m�s. Quer�a venirme en ese momento pero hice
un gran esfuerzo y me aguant�. Comenc� poco a poco a sacarla y a meterla, muy
despacio, con mucho cuidado hasta que despu�s aceler� ... el sudor de los dos ya
se mezclaba y poco a poco comenz� a arquear su cadera, pidiendo m�s verga ...
��Quieres m�s?
�Si, si, dame m�s, quiero m�s ...
Ya estuvo dije. Ya sinti� una verga por primera vez y ahora
si, a coger como se debe. Comenc� a bombear con m�s velocidad cada vez y con m�s
fuerza ...
�Oh, si, si, sigue as� ...
Es todo lo que dec�a, se ve que ten�a una mezcla de dolor con
placer que no sab�a distinguir. Yo ya no pod�a m�s, sent�a que me ven�a en
cualquier momento. No quise sacarme la verga y ba�arla con leche por todos
lados, era su primera vez, seguro se lo imagin� por muchos a�os y quise que
fuera algo m�s rom�ntico ...
�No aguanto m�s, le dije
Me vine dentro de ella como hac�a mucho tiempo no lo hac�a.
Ella como que no sab�a que pasaba, seguro lo habr�a le�do o le habr�an platicado
sus amigas, pero como no lo hab�a vivido, no sab�a que hacer. Termin� de
embestirla y de venirme hasta ya no quedar nada de leche en mi verga y se la
saqu�, muy despacio, con mucha calma.
Est�bamos abrazados en la cama. Pude ver una peque�a macha
roja debajo de sus nalgas ... oh no, se me hace que si era virgen. La abrac�
mucho tiempo. A las mujeres les encanta eso. Fumamos, tomamos m�s vino. La
acarici� por todo su cuerpo. Jugaba con sus pezones, con su vello p�bico, con
sus piernas ... mientras tanto, mi verga ya estaba recuper�ndose, d�ndose un
segundo aire ... la noche era joven y Susana acababa de ser cogida por primera
vez.
��C�mo estas?
�Muy bien, pero estoy confundida
��Por qu�?
�No se, me duele un poco
�Olv�dalo. Se te va a quitar.
Quise comenzar de nuevo a tocarla y a calentarla pero algo me
detuvo. No se, era una sensaci�n de querer de nuevo metersela pero a la vez algo
me dec�a ya d�jala, que descanse, que grabe en su memoria como fue esa primera
sesi�n de amor, como fue esa primera vez que le metieron la verga en esa concha
que durante tantos a�os solo recib�a visitas de sus dedos, me imagino.
��Quieres descansar?
�Si, mejor si
Le ayud� a ponerse la tanga, sin dejar de acariciarla. Luego
el sost�n. Yo me puse mis boxers. Segu�amos bes�ndonos ... todo el tiempo.
��Te vas?
�Si, ma�ana nos vemos
�Que descanses, que tengas buena noche y, sobre todo,
recuerda lo que hicimos
�Si
Era callada. No hablaba mucho. Era parte de su encanto. Se
fue. La desped� en la puerta sin dejar de acariciarla ...
Continuar�.