Estaba un tanto desesperado, pues el retorno se hac�a duro,
as� que opt� por un sendero que me llevar�a a alg�n lado y as� fue tras casi dos
horas volv� a encontrarme en medio de un collado que daba a un circo glaciar y
un peque�o lago; estaba claro que aquello no era ni el camino, ni el sitio para
pasar la noche; cuando ya me daba por irremediablemente perdido a un lado del
collado divis� un grupo de merinas pastando y un bulto en el suelo, me acerqu� y
all� cre� adivinar mi salvaci�n en forma de pastor que dorm�a la siesta. O eso
cre�a yo.

El bulto m�s que dormido parec�a tener un espacie de "baile
de san vito" del cual despert� cuando me aproxim� a �l; me encontr� con un joven
casi como yo de unos treinta y pocos a�os, curtido del sol, tapado casi a las
orejas y con una mano bajo el cuerpo, me barrunt� que deb�a estar en medio de
una paja, a juzgar por la postura y el ajetreo respiratorio.

.- Hola, perdona que te moleste, pero me he perdido y
ya llevo unas cuantas horas dando vueltas sin saber ya a donde tirar, me podr�as
indicar como regresar o donde medio puedo pasar la noche...?

Se dio la vuelta dejando al aire una fuerte y larga polla,
negra como la de un burro, a la que masajeaba descaradamente mientras me
comentaba: .- Supongo que vendr�s del P�ramo, no...? y eso est� a
bastantes horas, y la tarde ya es corta, si quieres puedes quedarte conmigo aqu�
lo que queda ya de atardecer y luego pasas la noche conmigo en el chozo, y
ma�ana te indico el camino.

Lo cierto es que ver aquel cuerpo duro y macizo y la polla,
me enardeci�, no es que yo fuera gay, pero la experiencia con un hombre hac�a
unos meses no me hab�a desilusionado, y para ser sincero la sequ�a por la que
pasaba, hac�a que mi instinto o deseo sexual me pidiera algo m�s que una paja o
pasarme un vibrador anal por la rega�a.

Acept� pues el ofrecimiento, y me sent� all� mientras el
pastor , Desiderio que as� se llamaba continuaba con su "alemanita"; .- S�
que est� dura la cabrona, que no se quiere hoy dejar pelar- me dec�a
mientras se masajeaba febrilmente; - pod�as echarme una mano, pues ya me
duelen las manos de tanto frotar, y a ti se te nota en la cara que te gusta esto
del folleteo y que no le haces ascos a nada, eh, cabr�n... y adem�s si te
niegas los mastines que ahora nos rodean a un silvido m�o te destrozan ...Y
as� fue como si beberlo ni pensarlo y ante el temor de que la amenaza fuera
cierta , me v� toquete�ndole los huevos al pastor, los ten�a duros y pegados a
la polla, que me abarruntaba estaba de pringues de otras corridas, me agach�
delante de �l y segu� sus indicaciones de tomarle los huevos y masaje�rselos
mientras alternativamente los iba apretando, acerc� una de sus manos a las m�as
y apartando el dedo coraz�n, me lo desplaz� hasta su negro ojete, fue aproximar
el dedo cuando sucedi� el primer espasmo, con una fuerza casi brutal empuj� mi
cabeza hacia sus polla , cerr� los dientes y los labios , pero con la otra mano
me cerr� la nariz y antes de verme ahogado me v� tragando aqu�l poll�n de sabor
salino, que se iba inflando en mi boca a medida que chupaba su cebolleta,
obligado por el vaiv�n al que me somet�a mi verdugo, la explosi�n se semen no se
hizo esperar y en cuesti�n de segundos me v� casi ahogado por la abundancia de
leche de polla que aqu�l cabr�n a buen seguro ten�a almacenada desde hac�a ya
semanas.

-. As� cabr�n, chupa bien la cebolla, que te llegue
hasta el campanil, y no la muerdas , ch�pala como si fuera un chupachups,
- y as� se fue bajando los pantalones y dejando todo aquel condumio afuera,
refocilaba sus pringosos huevos por mis labios y empujaba el muy cabr�n para que
me metiera todo el nabo y los huevos en la boca , a lo que me resist�, pues ya
ten�a bastante con la polla y la sobre alimentaci�n de leche que aquel grifo de
carne borbotoneaba; entre tanto traj�n y emociones apenas si pude echar mano de
mi propio nabo y darle una consolaci�n, con lo cual me qued� con la longaniza
hinchada y mi ojete rezumando una grasilla y queriendo tambi�n una peque�a
consolaci�n.

Acabada la siesta, el pastor me invit� al chozo, en el cual
estar�amos solos, pues su compa�ero estar�a fuera hasta el d�a siguiente. Me fui
tras Desiderio y su cohorte de perros y ovejas merinas que nos segu�an todos
mansamente; yo iba haciendo c�balas sobre que pasar�a aquella noche en un
recinto como la caba�a y dos hombre solos, tras la experiencia que hab�amos
tenido hac�a unos minutos.

Desiderio prepar� la cena a base de carne de oveja y patatas
guisadas, acabada la pitanza solo rest� echar unos tragos de vino y la lengua se
nos abland� a los dos, cuesti�n que vali� para enterarme de una vez por todas
como se pod�a ser pastor de trashumancia, �sea semanas por el monte si catar
teta ni co�o

.- Desiderio como os te las arreglas para que el
chorizo no te pique en exceso despu�s de tanta sequ�a de chocho. O es que te lo
haces con tu compa�ero.

Mientras esto comentaba se sac� los pantalones y la camisa y
qued� en un santiam�n en bolas, pasando a masajearse la polla y los huevos e
invit�ndome a que le imitara pues la caba�a con el fuego estaba confortable y
pajearse mutuamente era una a�oranza...

.-En algunos pueblos cercanos a los que pasamos,
tenemos nuestros escarceos, yo s� que Ambrosio en Lagunilla del Bejar se lo hace
con el ama del cura casi cada d�a que pasamos all�, osea una semana, y seg�n me
cuenta el cura hace de mir�n y de vez en cuando pues hasta interviene en el
asunto; yo en ese pueblo ando de mata en mata, esta vez me he liado con la mujer
de otro pastor, al que Ambrosio entretiene entre trago y trago mientras yo me
tiro a la madre y a la hija, ambas a d�o, a la madre le doy unto por el chocho
hasta pon�rselo rojo y a la hija que quiere llegar virgen al casorio, le atizo
por detr�s cuando tengo ya menguada la pija, mientras atizo a una no creas que
la otra se queda quieta, me ara�an y me chupan desde las orejas hasta el ojete,
tanto que no necesito ni ba�arme.

La cosa se iba calentando y Desiderio tom� mi polla de cortas
dimensiones, pero un tanto gordonzuela, y empez� a ensalibarla, cre� que para
una mejor paja, cuando se dej� caer sobre ella su boca, dando unas buenas
chupadas mientras me iba contando sus aventuras.

.- En los pueblos m�s arriba, llegando a las tierras de
los pa�os, la cosa se complica y all� si que pas�bamos casi quince d�as sin
mojarla, salvo que nos turn�ramos para ir de putas a la capital, dif�cil y caro;
este a�o hubo suerte, pues volviendo borracho como una cuba para el chozo, me
met� en una cuadra a dormir la mona entre el ganado, y en plena noche sent� una
algarada que me hizo asomarme desde el pajar para ver lo que pasaba, y all� me
encontr� con un sarao de tres pares de huevos, la maestra del pueblo, una
solterona ya metida en a�os, y en kilos, fea como un caballo, pero salida como
la madre que la pari� , le hurgaba en la sobaquera a un pollino de crianza, para
que le saliera el aparato, y una vez que lo hubo conseguido se pon�a debajo y
unta que te unta hasta correrse como una cerda, me hubiera gustado que se
metiera el manubrio del pollino, pero de momento se contenta conmigo, pues
viendo el espect�culo me baj� para participar en el fest�n, y apoco que salgo
escaldado de palos, me tuve que poner serio y all� entre una buena ensalada de
revolcones y medios tortazos y la rompedura de ropas, que es lo a la se�oritinga
le va , me la calc� de lo lindo por detr�s y por delante , en la boca y en las
tetas, a muy soputa le vale todo, �sea que he salvado, y a buen seguro que a la
vuelta me quedo unos d�as para ponerla a tono antes de que el curso comience.

Se call� un instante y de un par de sorbeteos, me arranc� los
primeros ayes , que hicieron que mis manos fueran en busca de su cabeza para
hacerle tragar toda la longaniza hasta la propia ingle; pero prefiri� relajar el
chupeteo y seguir con sus cuitas.

.- Cuando la cuesti�n se pone dura, y empieza a picar y
las pajas de poco valen, pues para eso est�n los perros, que son un buen coro
para una bacanal, observa y participa si te apetece, que la noche es joven-
y de un silbido llam� a los perros que entraron en tromba pues a buen seguro que
sab�an a que ven�an pues m�s de uno ya estaba m�s que preparado.

Se sent� y abri� de patas, para que la mastina Clemencia, se
pusiera a chupar a du� con uno de peque�os ovejeros, mientras la mastina
lameteaba el c��amo de Desiderio, el peque�o daba saltos para chupar los huevos
y lo que por ellos resbalaba, hasta a m� se acerc� Le�n el mast�n en espera de
que le diera su raci�n de rabo, pero no parec�a querer leche humana, Desiderio
me indic� lo que el perro quer�a.

-. Echa al perro de espaldas, y si�ntate encima de �l,
junta los dos "carayos" y pajearos una polla con la otra, ver�s que rabo saca el
cabr�n y podr�s disfrutar de un espect�culo; - y as� fue como hice me
ech� sobre Le�n, que mansamente se dej� hacer y fue juntar la puntita que
asomaba con mi polla ya medio ensalibada por Desiderio, cuando el mostrenco de
Le�n empez� a tomar unas considerables medidas y a crecer el n�meros de chorros
que echaba el poll�n del perro- Ya est�- me dijo- ahora pon
tu culito encima sin que te encalome y ver�s como el cabr�n se corre de lo lindo
y como te prestar� ese sube y baja, no te separes de �l y c�gele la base del
"pito" ya ver�s que bola saca el muy ladino- segu� todas sus
indicaciones, me sent� encima, y fue ponerrme y sentir como el muy cabr�n quer�a
a toda costa enca�onarme con un pr�apo que apenas si me cog�a en la mano, en
aqu�l bamboleo donde a veces me llegaba la punta de nabo del perro a mi ojete ,
me corr� encima de la polla de Le�n que se puso a cien a sentir aquel escupitajo
caliente que tambi�n parec�a conocer, se medio levant� y se puso a lamerse el
poll�n suyo y mi diminuto pijo, hasta hacerme delirar y estrujarme hasta la
�ltima gota de semen.

Desiderio viendo el cuadro y como estaba el perro cogi� a una
oveja que esperaba a la puerta , la fue preparando para follarsela, �sta se
dejaba hacer aunque cuando sinti� el latiguillo de Desiderio ya era muy tarde
pues la ten�a medio empotrada contra una esquina de la cama; el pastor anim� a
Le�n que pronto se levant� sobre sus patas traseras dejando el gran colgajo al
aire, Desiderio echando una mano atr�s intentaba meterse el poll�n en el culo,
al no lograrlo me pidi� ayuda.

Era tremendo verse debajo de aquel animal a dos patas sobre
la espalda del pastor, queriend�le ensartar aquel mostrenco de polla, abr� como
pude las nalgas de Desiderio le ech� un escupitajo al cipot�n de Le�n y otro al
culito del pastor y all� como manporrero ensart� los primeros cent�metros del
poll�n en su negra diana, era incre�ble ver todo aquel b�lano entrar y entrar,
hacerse hueco y salir en busca de impulso para meter m�s y m�s, pero el imenso
bulto trasero del poll�n lo imped�a, aunque hubo un momento en que casi entra
todo: polla, bola..; los alaridos de placer de Desiderio presagiaban un
inminente orgasmo medio humano y tambi�n porqu� no, perruno y ovejuno, pues
ellos no parec�an disgustados con lo que all� acontec�a .

No pude remediarlo ver aqu�l cuadro y a los perrillos
pastores saltando en pos de un fest�n, me anim� a ponerme a cuatro patas, y ver
si alguno de los perrillos m�s peque�o se animaba a joder conmigo, pues su pitos
eran m�s peque�os y ya presentaban un buen entente, Lazarillo un medio podenco
se acerc� y subi� sus patas delanteras a mi espalda en busca de mi ojete, que ya
presentaba supongo una buena roseta para hacer diana, me agach� un poco y cog�
el pito del perro que me ensart� en un "pis pas", el que se sinti� dentr� empez�
como un poseso a dar embates, not� que me hab�a entrado algo m�s que la polla ,
algo que iba creciendo y haciendo que me corriera de gusto, tom� mi nabo y
empec� a pajearme, ya ten�a medio perdido el sentido, aunque necesitaba m�s
polla, envidiaba el pollonazo que le estaban arreando a Desiderio, cuando sent�
un aullido lastimero de perro, mi culo que se quedaba sin polla y algo met�lico
sobre ni nuca.

Solo falt� una mirada de reojo para ver al compa�ero de
Desiderio, un pedazo de animal a medio lavar, con un poll�n de aqu� te espero ya
en posici�n d e firmes, y el fr�o de una navaja en mi nuca y luego una mano
brutal que inclinaba a�n m�s mi cabeza, para que presentara mejor la grupa,
aunque me revel� el pollazo fue inmisericorde, entr� como un pepino buscando mis
intestinos, resbalando por el perin� y haci�ndome gritar y gritar, con la otra
mano tom� mi polla y al un�sono de sus embates me fue pajeando hasta medio
levantarme del suelo, yo me revelaba, pero en ese medio revoltijo de querer y no
querer, los huevos de aquel orangut�n chocaban ya con los m�os y me hizo
correreme como nunca hasta ese momento lo hab�a sentido, pues sentir aquella
vieja morcilla de no s� cuantos cent�metros como culebreaba en mi ojete, era
algo para correrese de gusto como lo hice, ya sin importarme nada.

Tras las diversas corridas de unos y otros y la limpieza m�s
profunda por parte de los animales que se daban su fest�n, se present� Sandalio
que pidi� perd�n por tal brutal presentaci�n, -. Perd�n chaval, pero
llevaba sin meterla en caliente casi 15 d�as, y adem�s ven�a de un calet�n de
ver en la laguna ba�arse a una parejuca y comerse los morros, follar no los pude
ver pues la noche se me ech� encima, pero o�rlos aullar si los o� , y hasta casi
tocarlos pude, y como no lo que si pude oler fue aquel olor a chumino
desesperado... luego llegar aqu� y veros as�: a uno foll�ndose a Adosinda y
enculado hasta las cachas, el otro intentando que el perro le metiese lo que el
pobre ya no ten�a, no lo pude resistir, por lo cual te pido perd�n y ahora si
tiene a�n fuerzas y ganas aqu� me tienes entero a tu disposici�n.

Evidentemente la bacanal sigui�, y yo al final me qued� dos
d�as m�s y lo que all� paso ni no cuentas las cr�nicas de Orniz, ni lo contar�
yo

Abelardo de Leyere