Relato: Mis amantes mayores





Relato: Mis amantes mayores

A�da era la maestra de baile de mi hermana. Yo ten�a 15 a�os
A�da debe haber tenido unos 20 a�os m�s (casi la edad de mi madre), muy guapa,
con ojos medio orientales, buen�sima, divorciada y aparentemente muy liberada.
Me gustaba, pero las familias eran amigas y yo �nicamente la ve�a como algo
inalcanzable, sin que me quitara el sue�o. En esa �poca, a los 15 a�os o�as
hablar de sexo a los amigos m�s grandes, pero era raro quien a mi edad lo hab�a
experimentado en serio, es decir, m�s all� de una eyaculaci�n por encima del
pantal�n con alguna ni�a de tu edad, que muy rara vez estaba dispuesta a dejarse
penetrar. Hab�a muchos fajes, pero nada concreto. Esa falta de experiencia
sexual me imped�a hacerle un acercamiento, ya que pensaba que era de mucha
experiencia y no me har�a caso.


Viv�amos en la parte alta de un duplex. Abajo viv�an los
due�os con dos hijas. Minerva, de mi edad y Griselda, 3 a�os menor. Nos
frecuent�bamos mucho y nos trat�bamos como familia. De hecho, sin decirlo, hab�a
una consenso de que Minerva y yo nos entender�amos. A veces sal�amos a fiestas o
pas�bamos tiempo escuchando m�sica en su casa, pero nunca hubo nada. A�n as�,
ella y su madre Y la m�a en ese tiempo) siento que me ten�an en la mira.
Menciono esto porque despu�s habr�a de ser parte de un drama.


Yo iba a dejar y a veces a recoger a mi hermana a su clase de
baile y A�da siempre me recib�a con cari�o. Me besaba y me dejaba los labios
pintados en la mejilla o muy cerca de la boca, lo cual me excitaba. Ella ten�a
inclinaciones art�sticas y yo estudiaba arte dram�tico, ya que se supon�a que
deb�a seguir los pasos de mi padre. En una ocasi�n me dijo que si estaba yo
interesado en participar en un grupo de teatro experimental, expresi�n que en
ese tiempo quer�a decir una colecci�n de pseudo-actores, sin trabajo,
probablemente sin talento y sin dinero, que disfrutaban enormemente alimentarse
mutuamente el ego y remedar obras de Ionesco, Usigli, Miller y otros que se
desarrollaban en el mejor engendro de la post-guerra. A�da se sent�a actriz
francesa del cine de aliento o qu� s� yo. El caso es que acept�, porque, por un
lado ella me gustaba, y por el otro ten�a el ansia de actuar fuera de la
escuela.


El grupo actuaba en el parque de Chapultepec, los domingos al
medio d�a. Llegamos el primer d�a para que yo me ambientara, a ver la funci�n
como espectador. Ella actuaba, bien a secas, pero el director era funesto y el
papel no le quedaba. Al terminar me dijo que cu�l papel me gustaba y quedamos
que lo ensayar�a en la semana, con ella, para hacer una prueba en la siguiente
funci�n. Me dieron el libreto y nos fuimos a comer a un lugar en el centro, por
la calle de Argentina. Durante la comida hablamos de la obra y comenz� a
hablarme muy dulcemente de lo que opinaba de m� como persona, que era dulce,
cari�oso y que seguramente Minerva me quer�a mucho. Yo le dije que no ten�a nada
que ver con Minerva y llev� la conversaci�n a un novio, mayor que ella, que yo
sab�a que ten�a. Ella me contest� que ese gallo quer�a casarse con ella pero que
en primer lugar ella no pensaba casarse de nuevo, y por el otro que el tipo no
la llenaba tanto. Adem�s, era casado. Ella necesitaba un hombre joven fuerte,
dispuesto, libre, que compartiera sus aficiones por el arte, etc. De pronto me
dijo: "Tenemos que leer el libreto. En mi estudio no podemos porque mis hijos
juegan ah� y mi padre es insoportable. Te invito a un lugar donde podamos leer
con calma". La invitaci�n a la cama era clara. A una cuadra hab�a un hotel, El
Le�n. Caminamos hasta el hotel. Yo estaba aterrado, pero no estaba dispuesto a
mostrarlo, aunque desde luego ella lo debe haber notado. Cuando llegamos a la
puerta ella me mir� dulcemente y me dijo: "Es tu primera vez, �verdad?", y yo le
nada m�s me re�. Se ri� conmigo y me dijo que me asegurara de pedir que la
habitaci�n tuviera ba�o. Me esper� mirando los aparadores de la tienda de junto
al hotel. Sal� despu�s de haber tomado la habitaci�n. Ella me tom� de la mano y
me llev� escaleras arriba. Al llegar al cuarto se sent� en la cama, estir� los
brazos hacia mi y me llev� hacia ella. Era primavera y tra�a un escote muy
interesante que me ten�a nervioso desde hac�a rato. Llev� mi cabeza a sus pechos
y yo comenc� a chupar lo que el vestido permit�a. Me recost� en la cama y me
desaboton� camisa y pantal�n, me desnud� y despu�s se desnud� ella. Estaba
preciosa una vez desnuda. De carne firme, c�lida, tostada de sol. Se arrodill�
frente a mi y comenz� a acariciar mi verga. La miraba dulcemente y la besaba con
discreci�n. Yo ya hac�a a�os que me masturbaba, por lo que cuando sent� sus
manos, las primeras que me tocaban despu�s de las m�as, experiment� un gozo
enorme, una delicia de sensaci�n. Se subi� a la cama y se coloc� junto a m�,
boca arriba. Me incorpor� un poco para besarla en la boca y ella me jal� por el
hombro y la verga, hasta que qued� encima. Era mi primera vez, pero tampoco
necesitaba que me dijeran qu� hacer en ese momento. Ella me gui� hasta la puerta
de su santuario y yo la penetr� de un golpe. Ella me dijo: "No tan r�pido, salte
y vuelve a entrar despacio, despacio". As� lo hice y ella comenz� a gru�ir y
ronronear conforme la penetraba. Comenz� a moverse y moverse. De pronto, los
susurros se convirtieron en ronroneos y despu�s en voz normal y continuaron
subiendo para convertirse en gemidos, hasta que comenz� a gritar. Para esto
hab�an pasado unos tres minutos. Yo estaba muy excitado y a punto de venirme,
pero no sab�a si deb�a, si no deb�a, o qu� demonios hacer con aquello que ya me
explotaba. En ese momento me grit� "Mi vida, vente, vente, vente conmigo, vente
por favor". Y me vine. Qui�n soy yo para decir que no. Mi sensaci�n me mare�.
Fue tan intensa, tan real, tan excitante, que me paraliz�. La sent� eterna. Ella
cerraba los ojos muy fuerte y los abr�a totalmente en forma alternada. Cuando
los ten�a abiertos gritaba y cuando los cerraba, gem�a. Nos quedamos as�, encima
de ella, hasta que recobramos el aliento. Ella abri� los ojos, ahora dulcemente
y me mir� con cari�o. Me bes� en la boca. Yo no sab�a si deb�a salirme, dejarla,
quedarme, volver a empezar. La bes� y acarici� como pude, pero seguramente en
forma torpe para el momento.


Como un minuto despu�s, ella me empuj� por el pecho hacia
arriba y me sal� de zopet�n. Se quej� y me dijo algo como: "Suave, vida, suave".
Me recost� junto a ella. Nos besamos un rato pero sin conversaci�n. Despu�s se
levant�, fue al ba�o y regres� con una toalla h�meda y tibia con la que me
limpi�. Se acost� junto a mi y me habl� muy dulcemente, me dijo que le gustaba,
que me quer�a, que me hab�a disfrutado mucho y que ella tambi�n quer�a gustarme
y complacerme. Yo le dije que me gustaba desde hac�a tiempo y as� transcurrieron
unos cinco minutos. Yo estaba erecto todo el tiempo. Ella me acariciaba la verga
con cari�o. Sin decir palabra se puso nuevamente de espaldas y abri� las
piernas. Yo me sub� otra vez y la penetr� con suavidad. Ah� se me ocurri� entrar
hasta la mitad, retroceder hasta dejar la punta adentro y volver a entrar muy
despacio y repetir la operaci�n tres o cuatro veces. Las vuelve locas. Les gusta
la espera, pero tambi�n las desespera, entonces les gusta m�s, y se vuelven a
desesperar. Al fin me qued� bien adentro y comenc� a moverme, seguramente con
torpeza, ya que ella me dijo: "Despacio, d�jame sentirte, si�nteme t� a mi,
despacio, no hay prisa" y as� lo hice. Tuvimos un segundo cl�max. Descansamos un
rato, nos tapamos con las s�banas y conversamos. De pronto ella llev� su mano a
mi verga, por debajo de la s�bana y la encontr� erecta. Abri� los ojos con una
mezcla de sorpresa, gusto, sexualidad, convicci�n, qu� se yo, el caso es que me
dijo: "Un joven potente, justo lo que estaba buscando" y dicho esto me destap� y
comenz� a darme la primera chupada de verga de mi vida. Su lengua resbalaba a
todo lo largo de ella y cuando llegaba a la punta la mov�a r�pidamente como una
serpiente, tall�ndomela con su parte inferior. Despu�s se la tragaba y su lengua
daba vueltas alrededor de mi poste. �Qu� delicia!. Se acost� nuevamente y abri�
las piernas. Llev�bamos una hora o menos en ese hotel y ya est�bamos en el
tercer acto. La penetr� nuevamente. Esta vez con mas certeza de lo que hac�a.
Conversamos, (siempre me iba a gustar conversar cuando las tengo penetradas) y
de pronto me dice: "Pareciera que no es tu primera vez, �qu� m�s sabes hacer?".
Yo trat� de parecer lo que no era, me le qued� viendo y le dije: esto. Y salt�
hacia atr�s, sali�ndome de ella tan r�pido que casi se escucho como si fuera un
chup�n (Plock). Se me qued� viendo con seriedad y luego con disgusto y me dijo:
"No es gracioso".


Andando los a�os, he aprendido a hacer eso bien, en el
momento justo y con la mujer adecuada. Con Ingrid tard� varios a�os y un d�a lo
hice de broma, en el momento en que me estaba pidiendo mocos. La ten�a penetrada
en cuclillas por el frente, (nunca se lo he hecho por el culo, porque se que la
lastimar�a. Su culo no se lubrica como su co�o) de pronto la empuj� hacia el
frente y la hice caer sobre la cama sin previo aviso. Se volte� casi en el aire
y cayo de espaldas en pleno orgasmo, largo, largo y jugoso. Ahora le encanta que
se lo haga, pero hay que saber medir las cosas y los momentos. No siempre de
todo. Hay que construir.


Mi romance con A�da dur� como dos a�os. En una ocasi�n me
manipul�. Parece que mi madre sospechaba algo y no le hac�a gracia. Por otro
lado A�da sent�a que yo le hab�a mentido con respecto a Minerva y en una
ocasi�n, saliendo de un hotel, donde hab�amos tocado el punto nuevamente, medio
disgustada y medio manipuladora me azuz� para que le dijera yo a mi madre que
andaba con ella. Pero ten�a que ser ya, de inmediato, al llegar. Bueno, as� lo
hice. Me dej� en la puerta y fui directamente hacia donde estaba cenando los
vecinos y mi madre y les dije: "Parece ser que les disgusta que yo ande con
A�da. Les quiero decir que no me importa, que la quiero y que voy a seguir con
ella". Mi madre, la madre de Minerva y Minerva misma se quedaron con los ojos de
plato. Despu�s de la sorpresa, reaccionaron compungidas: "Esa lagartona te va a
arruinar la vida, es una loca (supongo que quer�an decir puta, pero era natural,
porque a�n no me hab�a cogido a mi madre), divorciada, amargada, vieja, tiene
muchos mas a�os que t�, no tienes futuro con ella, etc�tera, etc�tera, etc�tera.
Les dije que no me importaba, y me dirig� a la puerta. Minerva me alcanz� y me
dijo: "Pi�nsalo bien, no arruines tu vida". Me le qued� viendo, tratando de
pensar si era una declaraci�n, pero yo no ve�a m�s all� de mi siguiente vez en
la cama con A�da. Se me hab�a convertido en vicio. La adoraba. Le dije a
Minerva: "No es asunto tuyo" y acto seguido me di la vuelta y me sub� a mi
cuarto.


Despu�s de ese episodio yo regresaba ala casa muy tarde para
evitar enfrentamientos. Mi hermana dej� de ir a sus clases, mi madre dej� de
visitar a la familia de A�da. Y nosotros en la cogida pura. Siempre and�bamos
pr�nganas (pobres, para los no mexicanos) y siempre and�bamos consiguiendo
dinero de donde fuera. A�da ten�a amigos. Yo no s� si se acostaba con ellos
(dif�cil, porque todo el tiempo and�bamos juntos), pero cab�a la posibilidad de
que se hubiera acostado con alguno en el pasado. El caso es que hab�a un
dentista que la segu�a y la invitaba. Ella aceptaba salir con el porque siempre
le sacaba dinero, al son de que sus hijos necesitaban zapatos, escuela, etc.
Desde luego siempre cumpli� con sus hijos, pero ahora le sacaba m�s dinero para
ir a divertirnos. ten�a una forma de manejarlo muy interesante. Se dejaba
invitar a Sanborn�s de LaFragua a tomar caf� y de pronto le ped�a unos cigarros
Camel, que en ese tiempo eran importados. El, muy diligente iba a compr�rselos y
al regresar se los entregaba abiertos. Hab�a sacado por lo menos dos cigarros y
en su lugar hab�a colocado de dos a cuatro billetes de a mil pesos. M�s de
trescientos d�lares que nos permit�an ir a buenos hoteles, andar siempre en
taxi, cenar en buenos sitios, ir al cine, etc. Hab�a otro doctor que ten�a un
automovilito que le prestaba a A�da por semanas enteras. Ya se imaginar�n los
paseos y diversi�n en ese coche. A�da y yo siempre est�bamos en celo. Cog�amos
en todos lados y a todas horas. Me la cog�a en el coche del doctor a la vuelta
de su casa. Me encantaba que se desnudara enfrente de m�, dentro del coche y se
volteara para que se la metiera por detr�s. Llegamos e extremos de coger dentro
del auto de su padre los domingos en la noche, dentro de su propio garage. En
una ocasi�n, despu�s de una cena de Nochebuena en su casa, nos subimos a su
cuarto, con el conque de o�r discos y no bien hab�amos cerrado la puerta, ya
est�bamos en la cama cogiendo mientras los invitados terminaban de abrir los
regalos. Ni siquiera nos desvestimos, se sub�a las faldas, se bajaba las
pantaletas y yo apenas sacaba la verga por la bragueta y pa� dentro. Lindo.


Hicimos muchos viajes por raz�n de presentar obras de teatro.
Nos levant�bamos de la cama apenas con el tiempo para llegar a la funci�n y no
ve�amos la hora de que terminara para regresar a la cama. Muy excitante. Me
sent�a transportado. Me encantaba A�da. Me ense�o a disfrutar mi sexualidad de
una manera que combinaba la intensidad, la superficialidad y la lujuria. Le
encantaba jugar con mi verga, pintarle caritas y bigotes con su bilet y sus
l�pices de maquillaje. Mucho a�os despu�s, al leer Cien A�os de Soledad me
acord� de ella en aquel pasaje donde uno de los personajes en pleno incesto se
divert�a haciendo lo mismo. (de ah� que me comenz� la curiosidad por el incesto)


Terminamos porque ten�amos que terminar. Porque ahora ella
quer�a casarse y sab�a que no ser�a conmigo. Hablamos, lo razonamos y se acab�
sin mayor aspaviento. Ya para entonces, con mi reci�n descubierta sexualidad
parec�a aplanadora. Quer�a con todas.


Y de hecho ah� comenz� mi aventura incestuosa. Al terminar
nuestro romance, simplemente no me satisfac�a con chicas de mi edad. Quer�a
culos y co�os y lenguas experimentados. Mi madre y sus amigas eran perfectas
candidatas y ah� comenc�. De hecho, una amiga de mi madre fue la que la
convenci� de tomarme como amante. Aquello fue una historia muy hermosa, en la
que Jenny, la amiga de mamy, y yo anduvimos cogiendo como un a�o hasta que le
confes� que mi madre me gustaba para cog�rmela y ella fue quien hizo todo lo
necesario para que mamy y yo acab�ramos en la cama como dos verdaderos animales.
De ah� mi t�a, otras amigas de mi madre y ahora estoy tratando de desarrollar
gusto por mujeres menores de 40, (mi hermana entre ellas), pero eso ser� otra
historia.


�



POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 0
Media de votos: 0


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: Mis amantes mayores
Leida: 1543veces
Tiempo de lectura: 9minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























follando mama borracha relatosRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos tirando con mi madreenseñando manejar moto a la hermana de mi amiga relato pornorelato hombre y perra cojiendoorgasmos femeninos bestialeszoofilicas xxxRelatos porno extremoIncesto con la abuela relatadosrelatos mi.hijo verga de burro me chingo el fundillovideos de relatos pornorelatos de hermanasme folle a mi hermanita relatos xxxsoy tu putitacon una nina relatos pornoReiatos erotlco nenas chiquitasrelatos porno muy cachondo con fotos realesrelato incesto la nenita solita en mi cuartoTodo relatos cogida por mi tíorelatos eroticos deudaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRELATO EROTICO ABUELO LAME MI RAJITA TENGO OCHOrelatos gays mi comadre me culio ala fuerzaRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezrelatos eróticos mi yerno me embarazorelato me violo hasta no dar mas pornorelatos porno alquilando hijasqrelatos me folle a la negraRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos xxx sobrinitasRelatos porno mi hermana la culonaWww.de relatos de incesto y amorfilialrelstos porno mi mama me ayuda com mi maridorelatos porno follando a mi primita menorvecinita xxxhistorias de sexo mi hermana casadarelatos eroticos de incestorelatos eroticos mi marido y yo jugando con un arnesxrelatos eroticos me creia hetero asta que ne cojieron relatos de me desbirjino mi perrote rasa sanbernardorelatos eroticos esposa exhibicionistarelatos eroticos de pantymedias suciasrelato porno de familiarelato erotico mis pajasrelatos eroticos verito y el mendigogay relstos eroticisrelatos de porno incestolo hice con mi madreRelatos gays el chaparritomaduras lesbicorelatossexopadresver todorelato de sexo dentro del combentorelatos sexuales mi sobrinas PENES grandes xxxRelatos eroticos gay madurorelatos eroticos mi tia es mi hembraRelatos e incesto y amor filialpadres gordos incesto en la cocina gay relatosRelatos mi hijo me hace un triorelatos porno en Venezuelarelatos pornos x.telefono mi mamaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelato porno de no consentidoIncesto con la abuela relatadosrelatos 8añitos xxxRelatos cachondos mi tio me soba la rajitatrios con esposaMi vecinito de 8 añitos relatos viejo follarelatos porno 11nudistas pornMujeres en baby dool xxxmi hijita relatosrelatos eroticos madre.e ija lesvianas