Moni es una mujer fenomenal. Es muy divertida y le gusta
mucho bailar. De ah� que es el centro de atracci�n en cualquier reuni�n de
amigos que se hace.
En estos momentos est� algo deprimida y cuesta verla sin su
simpat�a habitual.
Tiene problemas econ�micos y a ra�z de ello no se est�
llevando bien con su esposo, quien no la comprende mucho que digamos y no la
acompa�a tampoco cuando est� en las reuniones. No le gusta bailar y ella tiene
que hacerlo con alguno de sus amigos.
Ella, que siempre se mostr� muy activa -y no lo oculta- en
materia sexual parece que hace tiempo que no practica.
Se la ve muy ca�da, no se arregla tanto como es su costumbre
y dice estar gorda (apenas tiene un par de kilos de m�s). Que se ve mal, que
nadie la quiere, son sus frases preferidas �ltimamente.
Como no pod�a verla as�, a modo de chanza le propuse
organizar una fiesta con los amigos en la que se apagar�a la luz en determinado
momento y entonces cada uno de los participantes tomar�a a la persona que tiene
m�s cerca y se ir�an a hacer el amor en alguna de las habitaciones. Ser�a un
cl�sico intercambio de parejas sin aviso.
Se lo dije a Moni porque �ltimamente, no se si porque le
contaron algo en su trabajo o porque realmente le interesa el tema debido a la
situaci�n que pasa con su marido, se la pasa hablando del tema "swinger" y se la
nota entusiasmada con ello.
Yo supon�a que quer�a buscarle un reemplazante.
Me contest� que qui�n podr�a elegirla a ella, que est� fea,
que est� gorda, que esto, que lo otro...y me dio mucha pena.
A Moni la quiero mucho, es una amiga de fierro, es b�rbara.
Le dije que yo la elegir�a, que me gustar�a tener sexo con
ella, que siempre la hab�a deseado (y realmente no le ment�a ya que muchas veces
pens� que podr�amos congeniar bien en la cama) y se ruboriz�.
�Es cierto? Me pregunt� �No me enga��s?
Como le susurr� al o�do que no ment�a y que la deseaba una
sonrisa le ilumin� el rostro y me puse muy feliz por ello.
Me dio un beso en la mejilla y que dijo que aceptaba. Que
ella hab�a pensado tambi�n en alguna oportunidad que podr�a ser yo un buen
amante.
Ahora ten�amos que arreglar el encuentro sin que nuestros
respectivos c�nyuges se enteraran porque sino arder�a Troya.
La cita la programamos para un d�a s�bado, d�a en que su
esposo est� de guardia en el trabajo y en el que mi mujer ten�a una reuni�n con
unas amigas de la profesi�n.
La pas� a buscar por su casa y rumbeamos hacia un hotel en
las afueras de Buenos Aires, en un lugar que no ten�amos ning�n conocido por las
dudas.
Moni estaba muy linda esa tarde y se hab�a maquillado muy
linda como antes de esta depresi�n que estaba pasando.
La recib� con un beso y le toqu� levemente su pierna y me
devolvi� una sonrisa encantadora.
Durante el viaje hablamos de nimiedades y cuando entramos en
la habitaci�n del albergue transitorio la not� algo nerviosa.
Comenc� a besarla en la boca al tiempo que le acariciaba sus
grandes tetas y su cola y empec� a excitarme. Lo notaba en mi miembro.
Me dijo que iba al ba�o a prepararse y me fui desvistiendo
despacito, qued�ndome apenas con el boxer puesto.
Cuando sali� y la v� tuve una erecci�n indisimulable que ella
percibi� y sonri�.
Ten�a un deshabill� transparente, a trav�s del cual se
apreciaban en todo su esplendor sus voluminosas tetas y una bombachita que
apenas le tapaba su nidito.
Cuando se acerc� la invit� a ponerse junto a m� en la cama y
empec� a besarla y a acariciarla toda.
Mi pija, que quer�a participar activamente de ese encuentro,
sali� disparada a trav�s de la bragueta del boxer y se apoy� entre sus piernas.
Moni la tom� entre sus manos y comenz� a acariciarla. Le ped�
que me la chupara e hizo un gesto negativo con su boca.
�No te gusta hacerlo? Le pregunt�.
Me contest� cuando intent� hac�rselo a su marido �ste le
contesto que eso lo hac�an las putas y la sacaba de ah� bruscamente.
Le cont� que mi mujer siempre me lo hac�a, que era normal en
una pareja que se quer�a y no un tema de putas solamente.
Entonces se decidi� y se llev� t�midamente mi verga hacia su
boca.
Comenz� a lamerla y a humedecerla con su saliva. Con mucha
suavidad la recorr�a de abajo hacia arriba, deteni�ndose placenteramente para m�
en el surco que separa el tronco del pene con su cabeza.
Luego se concentr� solo en la cabeza, que ya estaba hinchada
y toda roja, lami�ndola y succion�ndola con sus labios.
Cre� que iba a reventar. La sensaci�n era irresistible y no
me pod�a aguantar. Pensaba en todo lo que se hab�a perdido su marido en todos
estos a�os y no lo pod�a entender.
Mientras ellas continuaba con su tarea yo para no ser menos
le acariciaba su conchita y mis dedos se dedicaban a su cl�toris, que estaba
completamente empapado y endurecido.
Al parecer ella quer�a concentrarse solo en m� y me hizo
sacar las manos de ah�.
Entonces me dediqu� a disfrutar del momento acarici�ndole sus
cabellos.
Comenz� a morder mi pene suavemente y al hincar sus dientes
sobre la piel de mi miembro me estremec�a todo.
Cuando Moni se percat� de ello se pon�a a lamerlo nuevamente.
No quer�a que acabara. Quer�a prolongar el momento.
Fue lo m�ximo. Ella chupaba con tanto entusiasmo que no pod�a
contenerme. Una gran cantidad de semen espeso y caliente se derram� en su boca y
se sorprendi�.
Pens� que lo iba a sacar de su boca pero me equivoqu�.
Ya estaba por disculparme por no haberle avisado que me
corr�a cuando not� que segu�a chupando mientras su lengua atrapaba cualquier
resto de mi l�quido que quedara por ah�.
Moni hab�a estado fenomenal. Nunca me hab�an mamado de esa
manera, ni siquiera mi mujer que era toda una experta en el tema.
Hasta tuve que aguantarme para no gritar cuando le eyacul� en
su boca debido a mi excitaci�n.
Cuando not� que mi pija se estaba poniendo fl�ccida me dej�
descansar.
Me abraz� y me bes� pregunt�ndome si me hab�a gustado. No
ten�a palabras para agradecerle el gesto y quer�a retribuirle todo con creces.
Despu�s de recuperarme empec� a acariciarla y abriendo sus
piernas la bes� en su vientre y en su poco poblado vello que cubr�a justo su
concha.
Bes� sus ingles, el interior de sus pantorrillas e introduje
lentamente mi lengua en su sexo.
Ella no paraba de gemir, estaba disfrutando como hac�a tiempo
no le suced�a, seg�n me confes� m�s tarde.
Me levant� un poco y apoy� mi pija contra su concha, sin
llegar a introducirla, mientras con las manos le acariciaba las tetas y besaba
sus pezones erguidos.
Moni notaba el roce de mi verga contra su vello p�bico y
abr�a los labios de su humedecida conchita.
Deseaba que la penetrara para as� poder saciar su hambre de
sexo y me lo hizo saber.
Cuando comenc� a meterla se puso a gemir de placer. Lo hice
lentamente para alargar el goce y ella ped�a que la cogiera m�s y m�s.
Increment� la velocidad de mis movimientos y me corr�
abundantemente dentro de ella, que segu�a gimiendo y tuvo un delicioso orgasmo,
estremeci�ndose toda.
Sin sac�rsela nos quedamos as� dormidos por un rato.
Cuando nos despertamos Moni se fue a duchar y decid�
acompa�arla. Nos enjabonamos mutuamente y ya ten�a una nueva erecci�n.
Ella al verlo se arrodill� y se introdujo mi pija en la boca.
La dej� hacer por un rato y luego la levant� suavemente y le
ped� que me dejara hacerle el culo.
Me dijo que era virgen de all� y tem�a que le doliera.
Decidimos intentarlo con la promesa de mi parte de abandonar
la tarea apenas surgiera alg�n dolor.
Me unt� bien la verga con jab�n y lo mismo hice con el
agujerito de ella.
La hice inclinar hasta que sus manos tocaron el piso y pod�a
observar bien abierto su culito y se la puse en la puertita empujando
lentamente.
Sin casi darnos cuenta y debido al lubricante que ten�a el
culo de Moni absorbi� mi pija en un solo movimiento.
Mientras bombeaba con suavidad le acariciaba el cl�toris con
una mano y las tetas con la otra.
Le provoqu� otro orgasmo y cuando me d� cuenta que estaba por
acabar la saqu� de su culito y dej� fluir mi leche sobre sus nalgas.
Fue maravilloso. Hab�amos gozado los dos y est�bamos
extenuados.
Seguimos un rato bajo la lluvia y nos fuimos luego a vestir.
Ped� una botella de champagne y brindamos por nuestro
encuentro.
La pasamos los dos muy bien y la v� nuevamente con la alegr�a
en su rostro.
Nos juramentamos guardar silencio y volver a acercarnos
sexualmente cuando alguno de los dos lo necesitara.
La llev� a su casa y nos despedimos simplemente con un beso
en la mejilla, como los dos viejos amigos que somos.
Mi esperanza es volver a repetir este encuentro porque la
pas� muy bien y creo que Moni tambi�n.
Veremos qu� sucede.