Cuando joven tuve la necesidad de vivir en una ciudad de,
Michoac�n, que entonces era una provincia carente de muchos servicios, pero que
la sencillez de su forma de vida, era compensada con la tranquilidad de las
ciudades peque�as.
Viv� cerca de un parque conocido como el bosque, �rea
arbolada donde la gente iba de paseo, pero que despu�s de las 6 de la tarde se
volv�a un lugar oscuro y atemorizante.
Padec�a de insomnio y resolv� correr entre los andadores del
bosque, eran cerca de las 12 de la noche y cuando regresaba a casa, vi una
persona parada en una puerta, camine confiado, y al acercarme una voz femenina
me dio las buenas noches, yo conteste extra�ado de ver una mujer a esas horas
por fuera de su casa, as� que conteste y ella de inmediato me pregunto que a
donde iba, animado, me puse a charlar con la dama, morena, delgada, poco mas
alta que yo y con grandes ojos negros, pelo lacio del mismo color, p�mulos altos
y labios delgados, el superior mas delgado que el inferior.
Me dijo pasa estoy sola y esta haciendo fr�o, claro que pase,
y seguimos con la platica, me dijo que su vida era un sufrir constante, sus
hermanos abusaron de ella cuando adolescente y termino casada con un hombre
mucho mayor que la ten�a encerrada, solo sal�a en las noches cuando el no
estaba.
Cogi� mi mano y yo apret� la suya, me acerca a besarle los
labios y no tuve resistencia, nos dejamos llevar por el sexo, desenfrenado, su
rapo sali� por encima de su cabeza, y quedaron al aire unos senos peque�itos,
pero con gran aureola y pez�n, que de inmediato bese y mordique con placer, su
vello p�bico crec�a en forma salvaje, sin orden, pero suave como pelo de bebe,
no espere mas y me despoje de mi ropa, un olor extra�o diferente brotaba de su
cuerpo, no era feo, pero si muy intenso, quise mamarle la pucha, pero no lo
permiti�, me condujo a una cama despu�s de pasar una puerta y sin prender la
luz, seguimos con caricias seguidas de quejidos.
Fuerte pujido deja escapar cuando la penetre en su vagina,
pues lo hice sin tacto, de un solo golpe como solo los reprimidos por muchos
d�as podemos hacerlo, su calidez me envolvi� y la humedad me dejo saber que
estaba gozando tambi�n, finalmente le ech� los mecos y me apuro a que me fuera
pues ya era tarde, calculo que eran la 5 de la ma�ana, te espero ma�ana, solo
empuja la puerta, fue su invitaci�n.
En mi trabajo no me pod�a concentrar, solo esperaba que
llegara la noche, para salir en busca del placer prohibido, nunca hab�a cogido
con una casada y menos en su casa.
La puerta se abri� cuando la empuje, una tenue luz al fondo
de la casa me marco el camino, era de una vela que estaba en una repisa,
entonces repare que era una casa muy vieja con techo de vigas y paredes de
adobe, en una cama al centro de la habitaci�n, boca abajo y desnuda esperaba, se
dio la vuelta y sin decir mas separo sus piernas mostr�ndome la vagina candente
que tenia para mi, yo antes de entrar a la casa, ya llevaba lista la erecci�n,
otra noche de sexo y lujuria, abrazos de pasi�n y palabras amorosas, suspiros y
gritos ahogadas.
Nunca pasaba por la casa de d�a, pues trat�bamos de tener en
secreto esas noches de lujuria as� que no sabia mas de ella, ni tampoco me
preguntaba mas, solamente me ped�a que fuera a la noche siguiente.
Una ocasi�n pasamos por la calle de la casa que albergaba mi
secreto, en el carro de un compa�ero de trabajo y trate de averiguar cual seria
la casa, todas eran iguales, una puerta, una o dos ventanas, con algunas maceras
y cortinas que imped�an mirar al interior, algunas cerradas otras abiertas. Me
propuse ir al d�a siguiente, despu�s de dejar una se�a, con un trozo de yeso que
encontr� en una construcci�n cercana.
Su panocha h�meda dio alojo a mi lengua, que recorri� desde
lo largo hasta lo ancho de aquel �rgano femenino, el cl�toris como grano de
placer, estaba duro y mojado, mas mojado aun por mi salivaci�n, fue un orgasmo
especial, se retorc�a, gritaba con la garganta, apretaba los dientes y me jalaba
del pelo y las orejas al grado del dolor, finalmente me solt� y dejo que me
complaciera, ella solamente dejo caer el cuerpo y se relajo mientras yo disfrute
de sus entra�as.
No fue dif�cil encontrar la casa, la se�a era clara, pero no
pod�a ser, no tenia techo, la puerta y las ventanas se ca�an de lo podrido de la
madera, la hierba pod�a verse entre las rendijas, esa no era la casa de la noche
anterior, extra�ado, mire alrededor y me enfile hacia una tienda cercana,
despu�s de todo en las tiendas de barrio todos se conocen, pregunte por la casa
y la do�a me miro con asombro.
Esa casa, me dijo era de un se�or Ch�vez, que se caso all�
por los a�os cuarentas con una mujer muy menor, casi una ni�a, y que cegado por
el coraje de verla teniendo sexo con uno de los hermanos de ella, perdi� la
raz�n y la mat�, alcanzo a huir el hermano de la joven y no lo volvieron a ver,
pero al se�or Ch�vez lo detuvo la polic�a y actualmente esta en la c�rcel, sali�
en los peri�dicos, me mostr� uno con las fotos de la pareja era ella no hab�a
duda, creo que lo ten�a para eso para mostrarlo a quien quisiera verlo.
Me aleje no pod�a ser cierto, yo estuve con ella, sent� su
cuerpo joven y vivo, la penetre y me acaricio, deje mi esperma dentro de su
cuerpo, era para volverse loco de miedo.
No volv�, deje de salir de noche y me enferme durante un
tiempo, fuerte comez�n afectaba mis �rganos sexuales, sin que varios m�dicos del
D.F. Me curaran, esto duro unos 6 meses, las molestias desaparecieron despu�s
sin explicaci�n.
No s� que paso, no tengo pensamientos para explicarlo, pero
narr� esto por que regrese a esa ciudad, que ahora es un distrito federal en
peque�o, con mas movimiento comercial y social y, en el hotel, el olor de ella
se sinti� otra vez y sent� su presencia junto a m� dici�ndome: te estoy
esperando solo empuja la puerta.
Al otro d�a el encargado de la administraci�n me dijo que el
encargado nocturno le reporto que una dama sali� de noche de mi cuarto, le
pregunto que si necesitaba algo, sin que le respondieran y se fue a la calle.
Esta relato esta basado en una historia real que fue contada
al que escribe hace algunos a�os. Incestum.