Antes que nada quisiera disculparme con los lectores que
siguen mis relatos, pues me he demorado en mis nuevas entregas, por que es un
poco dif�cil para m� contar este proceso penoso, aunque finalmente vale la pena.
En fin...
Un par de meses despu�s de iniciar el tratamiento hormonal el
Doc, me cito en su cl�nica para hacerme algunos estudios y una inspecci�n
detallada, pues era de vital importancia evaluar los avances en funci�n del
tratamiento, sobre todo para evitar riesgos innecesarios, seg�n �l mismo me lo
explic�.
Era un lunes por la tarde cuando me decid� ir a la ciudad a
la consulta. El Doc me pidi� que me desnudara y me pusiera una bata tal cual lo
hace con cualquier paciente, lo hice detr�s de una cortina que se encontraba al
fondo del consultorio y deje toda mi ropa, incluso el sost�n con los postizos en
la silla. Al verme se sorprendi� pues los cambios eran m�s evidentes de lo que
�l esperaba, me dijo que los progresos eran muy grandes y que pronto podr�amos
empezar a hacer cambios m�s dr�sticos por medio de cirug�a, me pregunt� si ten�a
miedo a lo que respond� que s�, pero que estaba dispuesta a todo con tal de
lograr mis sue�os.
-Muy bien, espero que lo soportes, pues es un proceso lento y
algo doloroso. Primero debo realizar algunos ex�menes con el fin de poder
asegurarme que estas realmente lista.
-�Por donde empezaremos?, pregunt�.
-Tenemos un buen principio y eso es muy bueno, no todo mundo
reacciona tambi�n al tratamiento hormonal, supongo que tu ya ten�as alguna
disposici�n gen�tica para esto.
-Desde que tengo memoria siempre me he sentido mas mujer que
hombre.
-Bueno, mira necesitamos implantarte unos cojines de
silicona, tu misma me podr�s ayudar a escogerlos, en unos d�as debe de llegarme
un cat�logo con los implantes disponibles, por ahora veo que tu cintura ya no es
muy peque�a, podr�amos hacer algo con las costillas falsas y marcarla mucho m�s,
por tus caderas estas perfecta. Tal vez sea necesario afinar tus facciones, para
hacerte m�s atractiva. �Por donde te gustar�a empezar?
-Claro que lo que caracteriza a una mujer son los senos, eso
es lo primero que quiero, ya no me gusta usar lo postizos, preferir�a sentir
cuando me acarician y que lo hagan sin nada de por medio, mis pezones son mucho
m�s grandes de lo que eran y solo les falta un poco de relleno para estar listo
y al ataque.
-Espera un poco, primero debemos seleccionarlos y esperar a
que los env�en, un par de meses al menos.
-Esta bien! Por lo pronto seguir� con las pastillas y quiero
eliminar el velo de mis piernas, conozco una chica que tiene ese aparato para
quemar los fol�culos y eliminar el vello, �Ser�a bueno o afectar� en algo?
-No hay ning�n problema, solo hazlo poco a poco, para que no
queden lesiones sobre tu piel. Por lo que veo puede ser que aumente la dosis de
hormonas, dime �Has sentido que tu coraz�n late m�s fuerte de lo normal?
-Algunas veces por la noche lo oigo latir por un rato e
incluso siento presi�n en mi cabeza, como si algo quisiera salir de ella.
-Eso no esta bien....
-Solo fue al principio en las primeras semanas, ahora me
siento estupenda y mejor que nunca, creo que si podemos hacerlo.
-No lo mejor es ir paso a paso.
Acepte sin mucho agrado, pero al fin al cabo �l era el
experto. Me ofreci� llevarme de nuevo al pueblo, solo que deb�a esperarlo pues
tendr�a pacientes hasta las ocho. Mientras puedes recorrer el centro y conocer
este lugar, veras que es bonito, aclar�.
Me vest� y sal� del consultorio como cualquier paciente,
afuera estaba una se�ora joven y bastante bonita, era la pr�xima. Camine unas
cuantas calles y llegu� al centro, muy bonito en verdad, ten�a una iglesia
enorme con arquitectura colonial, un quiosco con techo de madera y una gran
variedad de comercios, me compre un helado y en una banca disfrute del paisaje,
me sent�a tan libre, tan yo misma, sin nadie que me pudiera interrumpir ese
sentimiento que invade al ser cuando descubre quien es.
No pod�a creer lo que ocurr�a, pero todo era verdad, ya casi
era todo una mujer, como debi� haber sido desde el principio. Me entr� la
nostalgia y pens� en mis padres, quer�a compartir con ellos todo lo que estaba
viviendo y lo feliz que era, sin embargo sab�a que ellos no podr�an aprobar lo
que soy ahora, pero como ver�n la sangre es la sangre a pesar de todo. Les llam�
diciendo que estaba bien y que no se preocuparan que realmente hab�a encontrado
el camino que tanto buscaba y que ahora era mejor y m�s fuerte. Mi madre, quien
contesto el tel�fono, quer�a saber donde estaba y en donde viv�a, pero no se lo
dije y puse de pretexto que necesitaba hacer mis propias cosas y que por ahora
no deb�an saberlo, solo quer�a que supieran que estaba bien y que los extra�aba.
Llor� un poco y camine por largo rato en aquel bello lugar.
Por primera vez fui a una tienda de ropa femenina yo sola,
sin temor a medirme y seleccionar ning�n tipo de ropa, incluso la �ntima, compre
algunos sostenes de diferentes tallas, pues deb�a escoger la correcta para mi
cuerpo. Compr� algunos cosm�ticos y cremas para el cuerpo.
Ya cerca de las ocho regres� al consultorio y el carro de
Manuel estaba estacionado afuera, supuse que ambos me llevar�an y tal vez habr�a
algo de acci�n. Pero no fue as� esa noche me llevaron al departamento donde
viv�a y se apresuraron a despedirse, era algo raro pues Cari�o y Vanesa se
asomaron por la ventana sugiri�ndoles pasar. En fin se fueron.
El fin de semana siguiente lleg� un grupo de extranjeros a mi
pueblito, algunos de ellos eran hombres de color muy altos y fuertes. La noche
del s�bado fueron al restaurante y pidieron algo de comer y mucha cerveza. Me
toco una mesa en la que se sentaron dos hombres de color que ven�an acompa�ados
de una mujer trigue�a y un g�ero. Desde el primer momento en que les tom� la
orden uno de los negros, musculoso y cerca de dos metros, no me quitaba la
mirada de encima y yo no pod�a evitar verlo tambi�n. Era tan fuerte y grande que
se me antojo tenerlo, pero no deb�a platicar con los clientes.
Cuando les llev� la primer ronda de cervezas no logr� evitar
poner cara de admiraci�n al ver tremendo paquete escondido debajo del short de
aquel tipo, �l se dio cuanta de todo y me sonr�o recarg�ndose en la silla para
que pudiera apreciar mejor su herramienta.
Paso un rato y los de esa mesa ya estaban embriagados. Vanesa
me coment� que aquel tipo me miraba muy insistentemente, que tuviera cuidado por
que me podr�a partir en dos con una sola mano. Se refer�a a que deb�a decirle
que lo que era y no solo provocarlo.
El tipo se par� al ba�o y se perdi� por un rato, cuando fui
por unos alimentos que estaban en el almac�n lo encontr� ah� acech�ndome, me
dijo algo en ingl�s que no pude entender, pero en un espa�ol muy cubano, me hizo
entender que me deseaba y que deb�a ser suya, pero yo le mencion� que se pod�a
decepcionar, pues tal vez no era lo que el pensaba. Me ofreci� dinero y me
record� la forma en que hab�a visto su paquete.
Le dije que lo ver�a afuera, pues el due�o no quer�a que
habl�ramos con los clientes en el lugar, acepto, pero amenazante me agarr� las
nalgas con una sola mano diciendo algo que no entend� pero me prendi�.
Nos vimos afuera y me llevo a la playa, por cierto era una
noche obscura y el mar estaba tranquilo como susurrando una canci�n.
Me cargo y me llevo debajo de una palmera, agarrando mis
nalgas y jugando con ellas me dio un beso profundo como si quisiese devorarme
entera, desprendi� mi blusa y me dejo solo en sost�n, tuve miedo pues podr�a
descubrirme y tal vez se enfurecer�a, as� que h�bilmente lleve mi mano a su
entrepierna y apenas pude cubrir con mi mano aquel enorme trozo de placer. �l se
desabroch� el short y como era de gabardina calo a la arena desliz�ndose por sus
gruesas piernas.
Sin mas me sujeto del pelo y me hizo agacharme hasta estar
frente a su barra de chocolate, eso parec�a en verdad, con gusto me acerque y le
di una peque�a probada, era de sabor fuerte y aunque grande aun estaba fl�cida,
me la introduje de un solo golpe en la boca y chupe delicadamente, me decepciono
al principio, pues a diferencia de las que hab�a conocido no reaccion� a mis
caricias, pero insist� y lo succione con fuerza, agitando mi lengua debajo del
glande.
No me di cuenta pero de pronto sent�a ahogarme, esa barra
achocolatada crec�a para m� y llegaba hasta el fondo de mi cavidad, su cuero
quedaba en el borde de mis labios y no pod�a contenerlo m�s, en verdad era muy
grande. Segu� chap�ndolo por fuera, desde la base hasta la punta y con mis manos
jugaba con sus bolas. �l solo acariciaba mi pelo y mov�a mi cabeza a su ritmo,
pero dej�ndome hacer lo que deseaba, bajo una de sus manos y la dirigi� a donde
deb�a estar mi choco, pero le entregu� mi trasero y el jug� con mi hoyito
mientras yo endurec�a su pedazo.
Despu�s de unos minutos ya estaba perfectamente erecta y
amenazante era como de treinta de largo y siete de ancho en la punta, aunque la
base tendr�a como cinco o se�, era en forma de cono, hummmm, de solo recordar.
Me tom� de las caderas y de un giro me volte� poniendo mis
bragas justo en su cara, a la vez que nos tend�amos en el piso, me quito la
braga y se dio cuanta de lo que ten�a para �l, m�s que enojarse empez� a
chaparme. Generalmente no se me para cuando algui�n me lo hace, pero con esa
boca que pod�a contener completo mi sexo, no tan grande, ni siquiera muy
grande,12cm y delgado. Yo disfrute m�s de su dulce y lo chupe como loca, pues ya
no ten�a m�s miedo.
Por un rato mas sigui� el juego y el dilato mi culito con su
saliva y su lengua. Me volte� con una sola mano y me dejo boca arriba en el
piso, no solt� su trancca y segu� chupando, pero �l la saco y la puso en la
entrada de mi ya hambriento hoyo. Estaba muy dilatada, pero aquello era muy
grande, ten�a miedo de no poder engullirlo por completo. Pero empujo con fuerza
y me inundo, un profundo dolor se present� por un instante, pero con movimientos
suaves se deslizo dentro de m� volviendo el dolor en placer, no lo ten�a todo
adentro, pero aumento el ritmo de los embates y el choque de sus grandes bolas
llenas de leche me indico que estaba ensartada.
Frente a frente y con mis piernas en sus hombros mov�a a
placer su delicioso instrumento, me sent�a pose�da y llena por completo, solo
pod�a dejarme llevar, pues sus fuertes brazos controlaban mi cuerpo entero, las
embestidas eran tan fuertes que me arrastraba en la arena.
De un solo giro me monto sobre el y con sus manos separaba
una y otra vez mis nalgas que se hac�an a un lado para dar cabida a esa delicia,
yo solo cabalgaba a mis anchas y sin miedo a que saliera pues era tan larga que
no pod�a zafarme, ni lo quer�a. Pase una mano por detr�s de mis caderas y tome
sus bolas acarici�ndolas al brutal ritmo que me impon�a mi instinto, �l por su
parte tom� mi peque�o pene y lo acarici� son solo una mano y lo cubr�a por
completo.
Exploto dentro y un chorro de leche caliente sali� por los
pliegues de mi cueva, cayendo en sus vellos y mi mano, no afloje el ritmo,
aunque �l solt� mis nalgas, exprimiendo cada gota de n�ctar. Me vine y mi leche
call� en su pecho, me re coste en �l y quedamos ah� tumbados a la orilla del mar
recuperando las fuerzas que el barullo del mar nos hab�a quitado.
Me dejo algo de dinero y se fue esa misma ma�ana...