Lo primero como siempre, es describirme. Soy un chico de 26
a�os, bastante alto, 1.85 m. y algo gordito, aunque no demasiado. Tengo el pelo
casta�o y los ojos marrones.

Siempre me ha gustado exhibirme, aunque hasta hace poco no me
he atrevido a lanzarme demasiado, tan solo alguna vez me he dedicado a andar
desnudo por mi casa con alguna ventana abierta para que me viera alguna vecina.
S�lo una vez lo consegu�, pero cuando apareci� su marido con cara de cabreado lo
dej�. Pero la oportunidad, o el valor para hacerlo, se me present� el verano
pasado. Fui con mi familia a un apartamento en la playa. Era un edificio
bastante alto, est�bamos en el piso 6�, creo. El apartamento ten�a varias
terrazas, bastante grandes y fue lo que aprovech�. Mi habitaci�n daba a una de
esas terrazas, y por las tardes, despu�s de comer, mientras mis familiares se
echaban la siesta, o ve�an la tele, yo me encerraba en mi habitaci�n, en teor�a
a dormir yo tambi�n, pero lo que hac�a era desnudarme y salir a la terraza.

Al principio lo hacia con mucho miedo, pero en los �ltimos
d�as que estuve lo hac�a casi tranquilamente. El problema era que en frente
hab�a un parque, por lo que no hab�a ning�n edificio cerca, y en el parque pod�a
haber ni�os, y exhibirme ante ni�os no es algo que me agrade. De todas formas a
esas horas no sol�a haber nadie, as� que aunque sal�a con miedo al principio no
me parec�a f�cil que me viese nadie. Poco a poco fui buscando posiciones donde
se me viera mejor, y me pegaba a la barandilla de la terraza, para que la gente
que ven�a andando por la calle pudiera verme. Estoy seguro de que m�s de uno me
vio, aunque en ning�n momento llegu� a notar que alguien me viera, no vi a nadie
que se parara a seguir mirando.

Hasta que un d�a me fij� en un edificio a mi derecha, que
aunque estaba algo alejado, como ya dije, se me pod�a ver desde all�. Hasta ese
d�a no hab�a visto a nadie fijarse en m�, pero ese d�a una chica me vio. Era muy
rubia, quiz�s fuese sueca o de alg�n pa�s del norte de Europa, y parec�a
bastante joven, aunque desde esa distancia no lo distingu�a bien. Enseguida me
empec� a poner cachondo, y en parte lo prefer�a para que mi polla creciera algo,
pero tampoco quer�a que se me levantara en erecci�n, ya que una cosa es estar
desnudo delante de la gente y otra es que sea algo sexual, que pensaba que
podr�a ser delito. As� que all� estaba yo luchando contra los impulsos de mi
entrepierna, sobre todo cuando vi que ella hab�a cogido unos prism�ticos, o algo
as�, por lo que me ver�a perfectamente.

No ve�a exactamente que llevaba en las manos, luego pens� que
podr�a ser una c�mara de video y que podr�a haberlo grabado todo, lo cual,
aunque me preocup� un poco, tambi�n me puso mas caliente. Entonces pareci� darse
cuenta de que la hab�a visto, y se intent� esconder agachada en otra ventana,
aunque con ese pelo rubio era imposible no verla. Esto me hizo gracia, parec�a
que la que ten�a verg�enza era ella. Al rato desapareci�, y yo me met� a mi
habitaci�n a hacerme una estupenda paja pensando en el calent�n que deb�a tener
ella. Pero lo mejor estaba por llegar.

Un d�a por la ma�ana con una excusa volv� antes que mi
familia de la playa. Llevaba solo el ba�ador, y cuando entr� en el portal se me
ocurri� que podr�a quit�rmelo, con el correspondiente peligro de cruzarme all�
con alg�n vecino. Realmente no quer�a que me vieran desde tan cerca, por si me
montaban un jaleo o algo y mi familia se enteraba, pero el morbo de que pudieran
verme me pon�a cachond�simo. El ascensor no estaba cerca de la puerta de la
calle, por lo que desde fuera no se me ver�a, aunque el ba�ador me lo quit�
delante de la puerta, por si alguien miraba desde fuera que me viera, aunque no
fue as�. El ascensor estaba al lado de una ventana que daba a la parte posterior
del restaurante de al lado, donde hab�a un patio. Por las tardes pon�an all�
mesas para los clientes, pero a mediod�a estaba vac�o, as� que no esperaba que
me viera nadie all�. Yo con mi calent�n pensaba como aumentar un poco m�s el
riesgo. Mir� por esa ventana y no hab�a nadie. As� que se me ocurri� subir hasta
mi piso y dejar mi ba�ador colgado del pomo de la puerta. Luego volv� a bajar en
el ascensor, con lo que si hubiera llegado alg�n vecino en ese momento me habr�a
encontrado desnudo en el ascensor, pero no ocurri�. Por si acaso llevaba mi
toalla, aunque colgada al hombro.

Sal� del ascensor tranquilamente, y me puse a pensar en subir
las escaleras andando, con lo que pasar�a por delante de las puertas de los
vecinos, cuando miro por la ventana y me encuentro a una de las camareras a
escasos metros de la ventana. Me qued� helado, m�s que nada porque no me lo
esperaba. Era bastante joven, 20 o 22 a�os. Vest�a un uniforme de color azul
claro, con una falda un poco por encima de las rodillas. Me encantan los
uniformes, lo que ayud� a aumentar mi calent�n. Estaba usando una manguera para
limpiar con agua el suelo del patio, y parec�a no haberme visto. No sab�a que
hacer, as� que comenc� a subir las escaleras. Me par� all� un momento y volv� a
bajar a y meterme en el ascensor, pasando otra vez por delante de la ventana.
Ella segu�a a lo suyo. Volv� a salir, y entonces vi una sonrisa t�mida en su
cara. Ten�a una cara muy linda. Estaba claro que me hab�a estado viendo todo el
tiempo, y yo estaba ya que no pod�a m�s, con mi polla medio levantada. No me
atrev� a seguir all�, y sub� por las escaleras. Todav�a me estoy arrepintiendo
de no haberla dicho nada. Bueno, pues todav�a me quedaba una �ltima sorpresita.
Llevaba puestas las sandalias de la playa, que son de como de pl�stico y goma, y
como las llevaba mojadas hac�an un ruido enorme al pisar. As� que yo iba
subiendo los 6 pisos andando, y cuando estoy llegando al 5� me encuentro un par
de cajas all�.

Claro, la due�a, de unos 50 a�os, debi� de o�r mis sonoras
pisadas y preocupada pos sus cajas sali� extra�ada de que alguien subiera por
las escaleras y no en el ascensor. Yo r�pidamente me volv� hacia atr�s y me tap�
con la toalla para disimular, aunque sab�a perfectamente que me hab�a visto.
Luego sub� hacia mi piso, aunque en el �ltimo momento, antes de que dejara de
verme, me volv� a quitar la toalla para que me viera otra vez. Llegu� a mi piso,
cog� mi ba�ador que por suerte segu�a all� y me met� en la ducha a hacerme una
de las mejores pajas de mi vida, pensando en esa camarera y su maravillosa
sonrisa.

Durante este invierno no he vuelto a hacer nada interesante,
tan solo alguna noche al volver a casa me sacaba la polla por la bragueta del
pantal�n, y la llevaba debajo de abrigo al aire. Como se abrochaba con botones,
entre bot�n y bot�n quiz�s se me podr�a ver algo, pero no llegu� a notar que
nadie se diera cuenta. Pero hace poco volvi� el verano, y con el calor mi
atrevimiento volvi�.

Nunca me hab�a atrevido a hacer casi nada en mi propia casa
hasta ahora, pero por fin me anim�. Mi habitaci�n da a un gran patio interior, y
enfrente hay un hospital privado. As� que a menudo veo por las ventanas a las
enfermeras, con sus uniformes (otra vez, como me ponen los uniformes). Aproveche
que en ese momento no hab�a nadie mas en casa. Era por la ma�ana, y el sol daba
de lleno en mi ventana, as� que se me ver�a perfectamente.

Abr� las cortinas, sub� las persianas y abr� de par en par mi
ventana. Era una sensaci�n muy agradable sentir el calorcito del sol sobre mi
piel, especialmente en mi entrepierna, con un suave airecito que refrescaba mi
habitaci�n. As� estuve un buen rato, vigilando las ventanas por si aparec�a
alguien. Me pareci� que pas� una eternidad, hasta que o� unas risas que ven�an
de la ventana m�s alta del hospital. Mir� y vi una cabeza que se escond�a en ese
momento. Mir� hacia otro lado para disimular, y cuando volv� a mirar vi no una
sino dos cabezas esconderse. Entonces cerraron la ventana. Quiz�s pensaban que
as� no podr�a verlas, pero era transparente y segu�a vi�ndolas perfectamente.
Las segu�a viendo mirar, hablaban entre ellas, aunque no entend�a lo que dec�an,
y o�a sus risas nerviosas. Esas risas eran lo que mas me gustaban, me pon�a
cachondisimo saber que unas mujeres disfrutaban vi�ndome. Yo luchaba por que mi
erecci�n no fuese evidente, as� que de vez en cuando me daba la vuelta para
ense�ar un poco mi culo, me alejaba a hacer alguna tonter�a y volv�a otra vez. Y
ellas segu�an all�, disfrutando de m� y yo de ellas. As� hasta que alguien de mi
familia volvi� y tuve que vestirme.

Al d�a siguiente, ya casi de noche volv� a quedarme solo, y
volv� a hacerlo, aunque a esa hora deb�a haber mucha menos gente en el hospital.
Estuve un buen rato asomado, y luego me atrev� a m�s. Cerr� un poco las cortinas
para que no fuese ten evidente, me sent� delante del ordenador, entre en unas
p�ginas porno y comenc� a masturbarme. Me pareci� que las cortinas me tapaban lo
suficiente, pero quiz�s no fue as� viendo lo que ocurri� al d�a siguiente. A la
misma hora, casi de noche volv� a salir a la ventana, pero deb�an estar
esper�ndome. Vi que en una ventana sub�an la persiana y empezaron a llamarme de
todo, lo mas bonito sinverg�enza. Levant� la mano como pidiendo perd�n y cerr�
r�pidamente las cortinas. Era algo que no me lo esperaba, despu�s de lo del
primer d�a.

Lo ocurrido me ha hecho pensar bastante sobre esta actitud
m�a y de otra gente de exhibirse a los dem�s. Puede que a algunos les agrade y
disfruten especialmente con ello, pero a otros no. Y ese es el problema, esto no
deja de ser una RELACI�N SEXUAL NO CONSENTIDA. Dicho as� suena bastante peor, y
cuando lo pens� con estas palabras me di cuenta de que, aunque no sea un delito
el desnudo p�blico, es desde luego una falta de respeto y de educaci�n, y si
alguien no quiere verlo le estoy obligando a hacerlo. A partir de ahora no creo
que vuelva a hacerlo descaradamente, y en todo caso primero lo insinuar� lo
suficiente para ver si quien me ve tiene inter�s por seguir viendo "mi
espect�culo". Y si alguien de los que me a visto y se ha ofendido lee esto
quiero pedirle disculpas.

Nada m�s, espero que hayan disfrutado de mi relato, y si
quieren comentarme algo sobre �l o sobre mis opiniones sobre el exhibicionismo
estar� encantado de que me escriban a mi correo electr�nico. Gracias.