Relato: Accidente... con suerte UN ACCIDENTE CON......SUERTE
Por: Mosquetero32
Mi nombre es Gustavo tenia en ese momento 21 a�os, mi
principal afici�n era el motociclismo, participaba en carreras de 500 cc.
Realizando unos entrenamientos en el circuito Cabalent de mi ciudad, C�rdoba
(Argentina), sufr� un aparatoso accidente golpe�ndome la cabeza contra una
valla de protecci�n. Debido al tremendo golpe, sufr� un derrame cerebral y
me ingresaron en el Hospital en estado de coma.
Mi familia est� compuesta por mi madre y mis abuelos, mi
madre tenia 39 a�os y lleva 1 a�o de divorciada de mi padre por causas que
no vienen al caso, ella es una se�ora muy linda, tiene un caminar felino que
le corta la respiraci�n a mas de uno, todo esto acompa�ada por un cuerpo
espectacular, adem�s es tremendamente agradable y cari�osa, ella
pr�cticamente desde mi nacimiento tuvo problemas con mi padre por lo cual
volc� todo su cari�o sobre m� y yo siendo �nico hijo estaba realmente
enmadrado, la �nica mujer en el mundo que para m� exist�a esa era mi mama,
en absoluto eso quiere decir que yo no conociese chicas, por mi condici�n de
piloto de competici�n las conoc�a y en cantidad, a los 17 a�os dej� de ser
virgen.
Desde que se divorci� vivimos con los abuelos (Padres de
ella) Los abuelos tienen una posici�n muy desahogada, al ser ella hija �nica
para ambos no existe el m�s m�nimo problema. Para los abuelos fue una
alegr�a tremenda el divorcio de su hija, nunca vieron con buenos ojos a su
yerno, siempre le consideraron un vividor y desde luego no se equivocaron en
absoluto.
Los abuelos a m� me quer�an con locura sobretodo el abuelo debido
a que yo ten�a exactamente el mismo car�cter, dec�a que era su mism�sima
copia y figura, aparte del car�cter hered� en muy buena parte su f�sico,
alto, fuerte y muy bien armado. Debido al accidente durante un mes estuve
entre la vida y la muerte, al cabo de ese tiempo remiti� la gravedad pero
segu�a en estado de coma, pasado alg�n tiempo recuper� el conocimiento pero
no pod�a moverme ni me acordaba absolutamente de nada, solo me apetec�a
dormir, cuando abr�a los ojos al no reconocer a nadie ni entender nada de lo
que pasaba a m� alrededor segu�a durmiendo, me llamaba la atenci�n una
se�ora que constantemente d�a y noche estaba a mi lado me acariciaba y me
hablaba de una forma tremendamente cari�osa y no hac�a mas que llorar, me
visitaba una pareja de ancianos todos los d�as, se les ve�a realmente
preocupados.
Todo el personal sanitario se portaba conmigo maravillosamente
bien, sobretodo una enfermera rubia, la pobrecita era todo dedicaci�n hacia
mi persona, le encantaba lavarme especialmente mi hermoso Pen� a este le
dedicaba una especial atenci�n, lo lavaba y acariciaba con una delicadeza
tremenda, yo dir�a que estaba enamorada de �l, esta enfermera, Sof�a que as�
se llamaba le dec�a a la se�ora que estaba conmigo constantemente que cuando
a ella le tocase guardia nocturna no era necesario que se quedase, ella me
cuidar�a perfectamente.
La se�ora un d�a acepto por lo visto se encontraba muy
cansada y a parte deb�a arreglar algunas cosas en casa por lo cual dej� mis
cuidados a cargo de Sof�a, debo aclarar que por la posici�n econ�mica de los
abuelos yo ten�a una habitaci�n para mi solo por lo cual gozaba de una
cierta intimidad.
Una noche not� una sensaci�n extra�a, algo que me
agradaba pero al mismo tiempo no entend�a que era lo que me pasaba, muy
despacio abr� los ojos, Sof�a estaba sentada en mi cama y me acariciaba
suavemente �l pen�, seguramente y debido al accidente yo hab�a perdido en
cierta manera la sensibilidad sexual las caricias me agradaban pero no me
excitaban precisamente, mi pen� mide 18 cent�metros en posici�n de
excitaci�n por lo cual para ella era muy agradable acariciarle aunque estaba
en posici�n de reposo, ella deb�a excitarse mucho porque una de sus manos
alternaba las caricias entre sus hermosos muslos y una teta que se hab�a
sacado fuera del sujetador.
Una noche todo cambi� para m�, al igual que las noches
precedentes ella acariciaba dulcemente mi Pen� pero esta vez se inclin�
sobre �l y comenz� a acariciarlo con su boca y lengua, su boca estaba tan
caliente y su lengua lam�a con tanta suavidad que las sensaciones comenzaron
a inundarme de golpe, en mi cabeza comenzaron a destellar peque�as
lucecillas y mi cuerpo comenz� a sentir una serie de peque�as descargas
el�ctricas, de pronto mi Pen� comenz� a elevarse majestuosamente en ese
momento ella me mir� a la cara y sonri� con dulzura yo cerr� los ojos para
permitirle que siguiera, ahora sent�a verdadero placer, Sof�a se quit� las
bragas, introdujo dos dedos en su Vagina y sigui� chupando y lamiendo
aquella hermosa herramienta, despu�s de un buen rato se subi� a la cama y se
coloc� de cuclillas sobre mi Pen�, lo cogi� con la mano y lo gui�
directamente a su fuente de placer, en cuanto lo encaj� en la entrada
comenz� a dejar caer lentamente su cuerpo sobre �l hasta que se lo introdujo
totalmente, soplaba como una gata en celo y lo que yo sent�a era algo
indefinido pero maravilloso, no recordaba haber sentido nada semejante en mi
vida, bueno no recordaba nada, lo que pasaba por mi cuerpo era una sensaci�n
maravillosa. Sof�a comenz� a subir y a bajar su culo a mayor velocidad,
comenzaron de nuevo a brillar las lucecillas en mi cerebro y de repente
estall� como un rel�mpago, algo comenz� a salir a gran presi�n de mi Pen�
produci�ndome un placer extraordinario, mientras Sof�a se mord�a los labios
para no gritar de placer, ella tambi�n sent�a lo mismo que yo. Se levant�
r�pidamente, se coloc� las bragas a toda prisa y sali� corriendo de la
habitaci�n.
Sof�a no volvi� a cuidarme, nunca supe porque pero a
partir de ese d�a algo hab�a cambiado en m�, ahora me despertaba muy a
menudo con mi Pen� totalmente erecto y muchas veces estaba tan tieso que me
produc�a dolores intensos. La se�ora a falta de Sof�a comenz� a quedarse
todas las noches conmigo, era muy cari�osa, me acariciaba y me hablaba
constantemente de cosas que no entend�a, me dec�a que ella era mi mama, que
ten�a que recordarla y yo por mas que me esforzaba no sab�a que significaba
eso de mama ni sab�a que era lo que ten�a que recordar. Una noche me
despert� con una erecci�n terrible, el Pen� me dol�a y comenc� a quejarme,
la se�ora se despert� y me pregunt� que era lo que me estaba pasando,
encendi� la luz, al fijarse en mi Pen� y la tama�a erecci�n que ten�a se
tap� la boca con sus manos, los ojos desorbitados... �Dios m�o! C�mo estas
querido... �Te duele?.
En esos d�as yo no hablaba absolutamente nada y aparte de
las erecciones del Pene solo hac�a alg�n que otro gesto, era lo �nico que mi
cabeza consegu�a coordinar, por lo cual le hice un gesto afirmativo con la
cabeza y lanc� un gemido, ella se qued� dudando mir�ndome fijamente, yo no
entend�a �l porque no hac�a lo mismo que me hab�a hecho Sof�a para
aliviarme, acerc� su mano dubitativamente y cogi� mi Pene solt�ndolo otra
vez r�pidamente, yo estaba totalmente desconcertado, lanc� otro gemido y
parece que una l�grima afluy� a mis ojos, ella entonces con toda decisi�n
volvi� a cogerlo y su mano comenz� a deslizarse suavemente, arriba, abajo,
me lanz� una sonrisa, se levant� r�pidamente fue al ba�o y regres� con una
toalla, yo no entend�a para que era, luego lo entend�, ella cogi� mi Pene
otra vez y su mano sigui� con sus dulces movimientos, la sensaci�n que yo
sent�a no era la misma de cuando Sof�a me lo hizo con la boca y mucho menos
cuando lo meti� en el agujero que ella ten�a, de todos modos la sensaci�n
era muy placentera y las lucecitas comenzaron de nuevo en mi cerebro, ella
debi� intuir lo que me pasaba porque aceler� sus movimientos y de pronto
comenzaron a salir unos potentes chorros de un l�quido espeso, yo gem� muy
fuerte y me qued� casi sin conocimiento, debi� ser poquito tiempo, la se�ora
llorando acariciaba y besaba toda mi cara, abr� los ojos y ella lanz� un
suspiro de alivio y satisfacci�n... �C�mo estas querido? �C�mo te sientes?
Yo hice un gesto que debi� parecer una sonrisa, ella me dio un beso en la
frente... Du�rmete cari�o m�o, mama estar� siempre contigo y har� por ti
todo lo que necesites.
Muy relajado y con las sensaciones de las caricias que
aquella se�ora me prodigaba, qued� profundamente dormido. Los m�dicos del
Hospital consideraron que por comodidad para mi y la gente que me rodeaba,
era preferible seguir la terapia de recuperaci�n en casa, por lo cual
prepararon una habitaci�n especialmente acondicionada para que pudi�semos
estar c�modos la se�ora y yo, ella seguir�a conmigo d�a y noche.
La segunda noche en casa volv� a despertarme con el Pene
duro como una piedra, lanc� un gemido y la se�ora se despert� al igual que
la vez anterior me cogi� el pene con su mano y comenz� a moverlo
delicadamente, pero esta vez not� algo raro, ella estaba agitada, su mano
estaba metida en medio de sus piernas y en cuanto aceler� el movimiento de
su mano sobre mi pene su otra mano aceler� los movimientos tambi�n de modo
que cuando yo comenc� a largar aquellos chorros de l�quido blanco ella lanz�
un gemido apagado dejando caer su cabeza sobre mi pecho y mirando fijamente
mi Instrumento, enseguida me limpi� y se acost� a dormir, yo me qued�
dormido tambi�n.
Pasaron dos d�as, la se�ora me hab�a dado de comer (Yo solo
no pod�a) y pasado un tiempo yo not� molestias en mi Pene, sin mas este se
estaba levantando y comenz� a hacer una gran carpa en la s�bana, la se�ora
se fij� y me la retir� de encima, el Pene qued� r�gido apuntando al techo,
ella se qued� mir�ndolo fijamente y con una de sus manos se acarici� los
pechos sobre el su�ter que ten�a puesto, baj� la s�bana y sali� de la
habitaci�n, a los pocos minutos regres� y cerro la puerta con llave, me
qued� asombrado la se�ora se quit� el su�ter y el sujetador, ten�a una tetas
gruesas y firmes con unos grandes pezones totalmente erectos, mi asombro
sigui� en aumento cuando la se�ora volvi� a retirar la s�bana pero en lugar
de acariciar mi pene con la mano esta vez lo hizo con la boca como hab�a
hecho aquella vez Sof�a y mientras chupaba afanosamente mi pene ella se
acariciaba sus hermosas Tetas, esta vez un gran chispazo ilumin� mi cerebro
y sin mas empec� a descargarle grandes chorros de l�quido blanco en su boca,
ella la retir� r�pidamente y su cara se puso perdida, esta vez si creo que
realmente lanc� una sonrisa...
De modo que te hizo gracia ponerme as� de perdida �He
bandido! Ella se limpi� y seguidamente sali� de la habitaci�n, yo estaba
inc�modo, recordaba cuando Sof�a despu�s de hac�rmelo con la boca se meti�
mi pene en su agujero y me hab�a gustado tanto, notaba algo confuso pero
obsesivo, comenzaba a tener reacciones casi inconscientes, sin saber como a
veces realizaba movimientos y mi cabeza comenzaba a coordinarlos, comenzaba
a tener sensaciones cada vez m�s fuertes y ahora mi Pene comenzaba a
reaccionar solo con mirar a la se�ora.
Una tarde la se�ora estaba leyendo un libro sentada en un
sill�n situado al lado de mi cama, lo que le�a deb�a ser excitante porque
abri� sus piernas y una de sus manos acarici� sus muslos suavemente, fue
subiendo su mano lentamente hasta llegar a sus bragas, yo la estaba viendo y
en mi cabeza comenzaron a saltar chispazos, mi Pene comenz� a levantarse de
improviso y sin poder evitarlo lanc� un gemido, ella elev� su mirada del
libro y la dej� clavada en la carpa que hacia mi Pene, dej� el libro y
levant� la s�bana, acarici� suavemente mi Pene con la punta de sus dedos,
como pensativa, dudando de lo que har�a, sin mas se desnud� totalmente, al
igual que hab�a hecho Sof�a se subi� a la cama, se coloc� sobre aquella
barra candente y con su mano la condujo directamente a su agujero, muy
lentamente, parec�a que le dol�a, bajaba un poquito, paraba, sub�a y volv�a
a bajar hasta que le entr� totalmente, entonces empez� a bajar y a subir
suavemente, su agujero me emit�a peque�as vibraciones, mi cabeza comenz� a
entrar en ebullici�n y comenc� a gemir, las luces en mi cerebro cada vez se
hicieron mas brillantes, mis manos comenzaron a elevarse lentamente y
comenzaron a acariciar aquellas preciosas Tetas, la se�ora puso los ojos
como platos, lanz� una gran sonrisa y sus movimientos se aceleraron,
simult�neamente los dos comenzamos a gemir de placer, los dos tuvimos un
orgasmo maravilloso... �Hijo! �Hijo m�o! Esto es irracional y prohibido pero
hoy me hiciste inconscientemente la mujer m�s feliz del mundo.
Yo la miraba fijamente y mi mente comenz� a recordar y
dar �rdenes a mi boca... �Mama! �Tu me has curado! Al escuchar aquello ella
que todav�a segu�a sobre m� peg� un salto y se baj� de la cama... Gustavo,
hijo m�o �Fuiste t� el que habl� o fue mi imaginaci�n que me hizo escuchar
esas palabras?
Fui yo mama, ya puedo recordar, mi cerebro al recibir las
descargas del tremendo placer que me diste reaccion� como si de pronto se le
sacase un tap�n y se despejase. Secretamente siempre te he deseado y ahora
despu�s de haberte entregado t� y cumplirse mi sue�o creo que fue lo que
aceler� mi curaci�n, aunque te dir� que la curaci�n la inici� una enfermera
rubia en el Hospital.
Mama me lav� y a continuaci�n se lav� ella se puso unas
bragas y un sujetador y se sent� en mi cama... Cu�ntame cari�o �Qu� fue lo
que te hizo Sof�a? Empec� a relatarle desde el principio, al recordar
aquellos hechos, comenc� a excitarme, como algo natural seg�n le relataba
cog� a mama de los hombros y la recost� sobre m�, casi inconscientemente mis
manos comenzaron a acariciar suavemente sus pechos, ella se peg� mas a m� y
mientras una mano segu�a acariciando sus pechos la otra fue bajando
lentamente sobre su terso vientre, que placer me produc�a acariciar su
Vagina sobre sus braguitas, ella alarg� su mano y comenz� a acariciar mi
Pene, su mano se deslizaba suavemente a lo largo de aquella barra, mientras
yo segu�a relatando la terapia de Sof�a, al finalizar el relato mama me
dijo... A Sof�a una noche la sorprendieron masturbando a un paciente y la
expulsaron del Hospital, lo que no cabe duda es que ella inici� tu
recuperaci�n por lo cual habr� que localizarla y compensarla.
Dicho esto mama comenz� a besarme por todo el pecho con
enorme cari�o y fue bajando lentamente hasta que cogi� mi barra ardiente y
comenz� a besarla y darle ligeras chupaditas, yo ped� a mama que se girara
para poder acariciar su conejito, ella se gir�, le quit� las bragas y por
primera vez en mucho tiempo ve�a un co�o en toda su dimensi�n, su perfume me
embriagaba con mis dedos separ� aquellos hermosos labios, el pensar que
hacia unos cuantos a�os yo hab�a salido por all� me excitaba hasta el
paroxismo, acerqu� mi boca a aquella adorable abertura y la bes�
tiernamente, mama dio un respingo era la primera vez que alguien le besaba
la vagina, mis labios recorrieron toda aquella grieta con mucha delicadeza,
su cl�toris comenz� a crecer de una forma desmesurada, lo atrap� con mis
labios y chup� como un desesperado, mama se retorc�a al igual que una
serpiente, de pronto se tens�, dej� escapar un gemido profundo y mi boca se
llen� de un l�quido espeso y dulz�n, mama tubo un orgasmo formidable yo
entonces bastante torpemente, todav�a no coordinaba bien mis movimientos me
coloqu� sobre ella, ella cogi� con su mano mi Pene y lo situ� en la entrada
de su vagina, bast� empujar suavemente y comenz� a deslizarse por aquel
t�nel adapt�ndose a el c�mo si fuese un guante, a los pocos segundos mi
cuerpo comenz� a recibir descargas el�ctricas, mis nervios se tensaron y
comenc� a inundar la cuenca materna de una forma inusitada, fue tan tremendo
el orgasmo que sufr� un desmayo, mama me recost� en la cama con gran
delicadeza, cuando abr� los ojos ella me acariciaba y besaba con tremenda
dulzura.
A partir de esa fecha mi recuperaci�n fue vertiginosa
para asombro de todo el mundo sobre todo los m�dicos que no pod�an entender
como me hab�a recuperado tan r�pidamente, los abuelos estaban radiantes de
felicidad, al tener a su nieto casi totalmente curado se marcharon en un
viaje que hac�a mucho tiempo ten�an programado y hab�an aplazado debido a mi
accidente por lo cual mama y yo est�bamos en la gloria hasta un d�a en que
yo le dije que quer�a coger la moto, ella se puso muy seria y no dijo nada.
Desde que se hab�an marchado los abuelos dorm�amos juntos
en la misma cama, esa noche ella se fue a su habitaci�n, yo muy
desconcertado la llam� y no me contest�, casi llorando volv� a llamarla,
ella entonces me abri� la puerta... Atiende bien lo que voy a decirte
Gustavo, si vuelves a coger la moto dejas de ser mi hijo y lo que
posiblemente sea peor para los dos dejaras de ser mi amante para siempre, no
quiero volver a sufrir lo que he sufrido ya, si quieres seguir conmigo
tienes que jurarme dejar las motos para siempre. Por supuesto y con enorme
dolor de coraz�n le jur� dejar las motos y adem�s lo he cumplido, la quer�a
demasiado como para perderla. Despu�s del juramento nos acostamos juntos he
hicimos el amor con dulzura, como dos verdaderos enamorados.
FIN
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Relato: Accidente... con suerte
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