Hola.
Como est�n?
He buscado esta p�gina para poder contar algo, que ser�a muy d�ficil contar en otros �mbitos, no solamente por el complejo tab� que encierra siempre el tema del incesto, sino, porque delatar�a cierta impericia profesional.
Soy psic�logo. Trabajo como tal, y si bien no me he especializado en temas de terapia de familia, soy un conocedor de los temas ed�picos. Mi funci�n como psic�logo consistir�a en tratar de ayudar a los pacientes a superar ciertos complejos familiares, como por ejemplo los s�ndromes de edipo o electra. Pero, �hasta que punto uno no est� tentado como ser humano a caer en la tentaci�n de consumar el incesto, pleno de deseo, pasi�n y lujuria sexual?

Mi madre es una periodista de cierta reputaci�n en los medios. No es periodista estrella, pero tampoco es de las ignotas. Digamos, que sin ser la principal, tiene cierta fama en los medios, sobre todo en documentales. Precisamente su tarea para su �ltimo documental era el tema que viene a colaci�n: el incesto.
Ella, como buena periodista se tom� el trabajo de una manera muy profesional y seria y aprovechando la ocasi�n de tener un hijo psic�logo, decidi� entrevistarme para su trabajo period�stico. En un par de sesiones, hablamos cerca de una hora por vez, del sexo incestuoso, sobre todo de las relaciones madre-hijo. Di mi opini�n profesional y ella tom� nota como periodista. Consult� tambi�n a otros colegas, personas concretas que atravesaron por la situaci�n, m�dicos, profesionales del derecho, antrop�logos y dem�s. El documental que se emiti� por un canal de cable tuvo buena repercusi�n en algunos medios gr�ficos y mi madre gan� cierta fama como la periodista del "incesto". Por ello, fue entrevistada en otro programa donde un panelista le pregunt� si ella hab�a vivenciado alguna experiencia incestuosa, a lo que mi madre, muy relajada y con una sonrisa en los labios, dijo no, pero en su sonrisa se not� cierta picardia. Vaya a saber si la pregunta le result� simp�tica o si su inconsciente trazaba ciertas ideas incestuosas, que no pareci� muy convincente su respuesta.

Hasta ese momento, yo no hab�a tenido deseos expresos de tener sexo con mi madre. Algunos amigos me dec�an que mi madre era hermosa y yo debo reconcer que si efectivamente mam� era una linda mujer, jam�s me pas� por la cabeza la idea de verla como una mujer deseable. Ni siquiera me parecieron er�ticas las charlas del reportaje y tampoco me di� ninguna sensaci�n sensual,verla responder sobre incesto en ese programa. Pero hubo un desencadenante que cambi� mi visi�n y mis ganas de poseerla.

El reportaje a la periodosta del incesto y su respuesta de que no tuvo experiencias incestuosas, recorri� algunos noticieros. Estando en el bar de la facultad de psicolog�a, donde trabajo como docente, dos estudiantes en la mesa de al lado, comentaron el reportaje y la respuesta. Aplicaron las teor�as sobre el rol del chiste y el inconsciente o los deseos reprimidos y dijeron: "para mi que esa mina, a trav�s de la risa casi p�cara, deschava la calentura que debe tener para bajarse en la cama a su hijo".

Ese fue el desencadenante. No es mi funci�n pscicoanalizarme, pero emepec� a pensar que posiblemente los estudiantes tuvieran ciertas razones para alegar lo que dijeron. Fue entonces, que el plano te�rico, se convirti� en un plano oscuro, lleno de ansias escondidas e irrefrenables de pensar a mi madre como una mujer digna de una buena cogida.

A decir verdad, mi madre era muy linda por la edad. Por ser periodista de medios televisivos, se cuid� siempre y a pesar de sus 62 a�os, la elegancia est� al frente, al igual que su cuerpo. Mam� es muy bella de rostro, siempre lo fue, tiene el pelo rubio impecable y su cuerpo, est� bien apetecible. Tiene unas piernas fabulosas que sabe lucir con polleras cortas; tiene una cintura no despreciable por su edad, buenas y carnosas nalgas y sobretodo, luce un par de tetas maravillosas, que alcanzan 120 de medida para su corpi�o. O sea, que mi madre, con sus 62 a�os, tiene un lomazo, con un buen culo y unas gomas que revientan el sost�n.

Yo tengo 36 a�os. Nunca me llamaron la atenci�n las mujeres maduras, pero tampoco ten�a pareja estable con mujeres de mi edad. Hab�a roto un noviazgo que me tuvo de mal en peor con una chica, con la cual, tampoco logr� nunca tener buen sexo. eventualmente, ten�a sexo con profesionales, pero tampoco sent�a alcanzar la plenitud sexual, sino experiencias demasiado livianas. Unos polvitos sin demasiado sentido.

Mi madre est� separada de mi padre desde hace diez a�os. Apenas tenemos trato con �l, ya que era un egoc�ntrico periodista que por plata y dinero se fue a trabajar a Espa�a y casi que nos abandon�, alegando que yo era ya grande y que su matrimonio no daba para m�s. Nunca indagu� si mi madre, en esos diez a�os, hab�a tenido amantes. Sospecho que s�, pero solo por intuici�n. S� que no tuvo novios formales, aunque sospecho de alg�n "periodista colega" que le daba murra de vez en cuando.

Desde que empec� a sentir con el aliento seco, el morbo del incesto con la idea de que a ella le gustar�a incestar conmigo, comenc� a indagar m�s sobre su trabajo period�sitco. Una noche fui a su casa (vivimos en departamentos distintos pero en el mismo edificio) a cuidar la cocina, porque ella hab�a ido de compras y yo prepar� la cena. En un inter�n, busqu� sus carpetas sobre el documental y vi cosas interesantes: nombres de pel�culas sobre incesto, p�ginas porno de internet con videos de relaciones madre-hijo y hasta revistas er�ticas de relatos y fotos de ese estilo. Ingres� en el buscador de su computadora y pude ver como aparec�an en el historial sitios web vinculados al incesto de fechas posteriores al trabajo period�sitco. All� me di cuenta, de que el tema le hab�a agradado m�s de la cuenta. Adivin� que a mi madre, le gustar�a tener una aventura con su hijo y por ello, pens�, tal vez hizo el documental o por ahi, el documental le abri� la inquietud. La cuesti�n era que acert� en la teor�a ed�pica, en este caso invertida. A mi madre, le calentaba su hijo, o sea, yo.

Pero, �C�mo pasar de la fantas�a oculta a la realidad? �C�mo decirle que sab�a lo que le pasaba a ella y que a su vez, a mi me pasaba lo mismo?
Esa noche, cuando volvi� de compras y la cena estaba lista, no pas� nada.

Estuve toda la noche pensando como hacer para tratar de concretar una buena garchada con mi madre. Le dediqu� varias pajas esa noche. Empezaba a imaginarme en la cama, mano a mano, los dos solitos, en pelotas, haciendo todo tipo de groserias. Sexo oral, vaginal, anal, poses varias, orgasmos, �xtasis...

Finalmente se me ocurri� una idea no muy original. Proponerle una cena en mi departamento, algo de alcohol para soltarse un poco y la puesta del documental en la tv, como sobremesa para charlar y sacar el tema del incesto. Empezamos a hablar del tema y en un momento dado, me la jugu�: le cont� la experiencia del chiste y la risa en su respuesta, desde lo psicol�gico. Le dije que en realidad, cuando al no verbal expresado por la fon�tica, le acompa�a un gesto caricaturesco de risa como la que manifest� al responder la pregunta, era porque la puerta estaba abierta. Era porque el no al incesto con su hijo era demasiado d�bil. Era porque hab�a escondido un si, quiero sexo incestuoso con mi hijo. Esper�, tras mi jugado discurso su respuesta.

Jam�s podr� olvidar la cara que me puso cuando le coment� mi teor�a. Muy seductora y provocativamente, con la mirada casi como una puta en celo, me respondi�: "Puede ser".

Qued� estupefacto y con el palo a mil. Seguimos cruzando miradas en silencio, cada vez m�s sugestivas y er�ticas. Poco a poco, nos fuimos acercando en la mesa redonda hasta insinuar un beso en los labios. Amagamos con dudas al principio, quisimos resistirnos por �ltima vez, pero no pudimos. Al segundo amague de cabezas, nuestros labios se dieron unos picos, que a los pocos segundos, eran besos apasionados como en las novelas. A los besos de novela, sigueron besos con lengua bien profunda, abrazos, apretadas, franela, roces, manoseos e incesto total!!!!

A la cama entonces. Nos fuimos desvisti�ndo mientras nos ibamos chupando todo. Los cuellos, las orejas, los pechos. Me saqu� la camisa y ella la blusa. Le empec� a chupar y masajear sus tremendas tetas a�n con corpi�o. Par� par�, me dijo y se lo sac�, quedando colgando ese par de gomas inolvidables. Nos tumbamos en la cama. Me sac� el pantal�n y empez� a meter mano al calzoncillo. Me pajeaba con una mano, mientras con la otra, me sacaba el calz�n. Mi pija recontraparada, como nunca antes, apunt� a su boca. Casi una cogida por la boca le propici� de la velocidad de la chupada. Sus gritos de placer se entrocortaban entre el pijazo que mi mami se estaba comiendo.

En un momento se solt� de la pija y gritaba guarangadas del tipo: que madre puta, cogete a tu mami beb�, reventame a pijazos, siiiii, c�geme, mientras se terminaba de sacar la pollera y las medias.

Fue asi que quedamos los dos completamente desnudos. Volvi� sobre mi pija y me hizo una mamada de diez minutos maravillosa, �nica y formidable. Nunca hab�a gozado m�s del sexo oral, como esta vez, sintiendo la boca mojada de mi madre, la que cada vez que sacaba la boca del palo para poder respirar, dec�a guarradas que me pon�an m�s cachondo.

Cuando dej� de chupar (por un rato nada m�s), me pidi� que le chupara la concha: -"Chup�me toda, sacame todos los jugos, paje�me con los dedos, si, beb�, pajea a mamita que est� recalietne con su hijo, siiiii!!!

Y as� mis dedos se metieron dentro de su concha, como mi lengua empez� a jugar con su clitoris. A los pocos minutos se empez� a mover como una loca: llegaba su primer orgasmo, que me lo dio todito en la boca. Empero ello, segu� con mi chupada de concha, ahora metiendo lengua fren�ticamente de arriba abajo, abriendo bien sus labios inferiores y meti�ndo dedo. Asi logr�, medio minuto despu�s, un segundo terrible orgasmo de mi hermosa madre periodista.

!Esto es sexo hijo, esto es vida lindo, es lo que quise siempre, desde hace mucho, te deseo hijo, tu madre puta, quiere tu pija, si, pija ya, metemel� bien adentro bebito, dale, cog�me como nunca antes, c�geme, c�geme,c�geme!!!!, ped�a desaforada.

Me puse abajo de ella. Se subi� y se inclin�. Me emepez� a cabalgar con maestria. Se inclinaba para apoyar sus tetas franeleras y saltarinas sobre mi pecho. Sent�a el amoroso roce de sus tetazas. Besos lengua, guarradas, gemidos, Cuando se ergu�a sentada sobre mi, le pod�a manosear todas esas enormes tetas y poder divisar ese panorama er�tico placentero donde disfrutaba al mango de la lujuria incestuosa. Poder ver y tomar dimensi�n de que era mi madre la que hermosamente me estaba cogiendo a los saltos, me pon�a a mil. Gritaba obsenidades y yo a ella. Le agarraba las gomas con fuerza. Tambi�n se volvia a inclinar y m�s besos lengua y le agarraba las nalgotas de atr�s.

Despu�s de un buen bombeo estuvo por llegar a un tercer orgasmo, pero se lo agunt� para estallar despu�s. Me pidi� al rev�s. Gir� sentada sobre mi pija y qued� de espaldas. Ahora el tremendo culo era el que ten�a delante de mi vista. Clav� las rodillas en el colch�n y era yo el que samarreaba los pijazos desde abajo. Mientras me la cog�a con furia, ella gem�a y seguia diciendo groserias. Yo miraba y le agarraba bien las nalgas del culo. Cuando estuvo por acabar, se tir� para atr�s, quedando su espalda encima mio. De esa forma, le di cada vez m�s matraca, mientras la posici�n me permit�a volverle a masajaer las tetas, lo que me propiciaba un estado de gracia t�ctil sublime. Ella con una de sus manos, ten�a espacio para pajearse, mientas mi pija la perforaba con ganas insusitadas. Estall� el tercer orgasmo en un grito total. Me moj� la pija de flujos. Yo por mi parte, estaba excitadisimo y todav�a erecto el palo para rato.

La puse en cuatro y meta bomba. Que bien que entra esa poronga, siiii, gritaba mi madre. Yo dale y dale en cuatro, agarr�ndola bien de ese orto carnoso y voluminoso, que pese a sus 62 a�os, ped�a pija.

Si, si, si, si, gritaba mami, ante cada movimiento de mi pija enfurecida. Asi lleg� nom�s al cuarto orgasmo. Yo andaba ya con ganas de acabar.

Fue entonces que le dije:
�Donde te acabo, mamita?

-En la boca, beb�, en la boca y en las tetas!!!

Entonces la tir� en la cama y me subi sobre ella, poni�ndo mi pija feliz, entre esas dos tremendas tetas que saltaban de alegr�a y placer incestuoso. Nada m�s ed�pico en el sexo madre-hijo, que la famosa paja turca, donde la pija del hijo se junta en inmenso glamor con las tetas de la madre. La sensaci�n de mi pija entre esos dos algodones gigantescos de las 120 par de gomas de mi madre, me reportaron el mejor placer. Ella amasaba sus tetas y apretaba fuerte mi pija que jugaba con sus pezones tambi�n. Meta y ponga pija y teta, teta y pija hasta que la leche se vino en toneladas. Leche, leche y leche.

Dame la leche, dame la leche, en las tetas y en la boca si, bebe, dale la leche a mamita y asi la empap� por todos lados. Saqu� tanta leche, que no solo le manch� de blanco las tetas, sino que le di de beber en la boca. Mami se trag� toda la lechita y me dej� sequita la pija.

Despu�s del garche, nos abrazamos. Fumamos un cigarillo. Destapamos una botella de vino y luego de unos minutos de descanso, iniciamos el segundo acto sexual.
Un divino 69 largo, muy largo, un misionero y otro polvito mio, entre otro orgasmo de ella. Otro descanso, cigarrillo y copa. La noche era larga y las ansias incestuosas no bajaban. Seguimos jugando a chuparnos los culos. Yo le puse los dedos en el ano, preparando lo que se ven�a. Previo a ello, para recalentarnos, le pas� toda la pija por el cuerpo: las piernas, la espalda, el cuello, la nariz y hasta la oreja. Cuando el culito estuvo a punto, y con una erecci�n no despreciable, le met� la poronga en el orto. Estuve dandole un ratito, pero el cuerpo ped�a descanso. Entonces, con mis �ltimas fuerzas, luego de darle un poco por atr�s, nos acost�mos y empezamos a masturbarnos. Ella a mi y yo a ella y asi, llegamos a nuestros orgasmos finales y bellamente supremos.

No me arrepiento de nada. Esto pas� hace dos semanas y en el medio, tuve otro acercamiento sexual con mi madre, que si bien no fue tan intenso no estuvo para nada mal.

Quiero seguir teniendo sexo con ella. Lo seguir� teniendo pero a nadie de mi profesi�n o amistades puede contarle lo ocurrido. Por eso, se los cuento a ustedes

Que lindo el incesto madre-hijo
Hasta pronto

Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .