Mi madre ya escribi� su relato de c�mo se inici� en el sexo.
Despu�s de leerlo voy a contar mi historia. Me llamo Elena y voy a contarles mi
primera vez. Somos una familia muy especial. Vivimos en un caser�n Valerio, que
es mi abuelo o padre (ni lo s� ni me importa), mis padres, Bruno y Marga, mis
t�os Walter, Ramiro, Hugo y Oliver y mis hermanos y yo.
Mam� me cont� c�mo con trece a�os, sin saber nada de sexo, la
casaron con Bruno "mi padre", y c�mo se li� con toda la familia. Desde peque�a,
siempre los he visto follando, haciendo el 69, etc, y ya me hab�an explicado
entre todos, todo lo que hab�a que hacer. Cuando cumpl� los trece a�os, me toc�
el turno. Los encargados de desvirgarme fueron pap� Bruno, Oliver y mi hermano
mayor Eduardo. Nos juntamos toda la familia en el sal�n. Mientras los dem�s
miraban, el abuelo Valerio me desnud�. Luego, fui desnudando a los tres de uno
en uno. Para cuando termin� todos ten�an la verga super parada. Me tumbaron en
el suelo, boca arriba.
Cerr� los ojos y cog� la primera polla que result� ser el de
Eduardo y me la met� a la boca; luego, pap� se tumb� y empez� a comerme la
concha mientras que Oliver me chupaba y lam�a las tetas. Tuve mi primer orgasmo.
Mientras pap� me com�a la concha, me iba metiendo los dedos por la vagina
mientras que su otra mano andaba por mi culo y tambi�n sent�a sus dedos entrando
y saliendo de mi ano. Cuando vio que ya estaba lista, se sent� en el suelo, me
puso de espaldas a �l y me meti� su verga por el ano. Chillaba y lloraba por el
dolor. Luego, se uni� a nosotros, Eduardo que me clav� su garrote en la vagina.
Al mismo tiempo, Oliver me met�a su pene en la boca. Despu�s de unos instantes
sintiendo los dos garrotes dentro de mi cuerpo, empezaron a moverse lentamente.
Si al principio eran gritos de dolor, ahora eran grititos y gemidos de placer y
cada vez m�s hasta que volv� a tener otros dos tremendos orgasmos.
A todo esto, los dem�s viendo mi inicio, estaban totalmente
excitados. Mam� se acerc� al abuelo, le quit� el pantal�n y se lo meti� dentro
de su vagina, mientras que el t�o Walter se la clavaba por detr�s. Cuando
termin� con ellos la cogieron Ramiro y Hugo. Cuando lleg� la noche, fui a la
habitaci�n del abuelo. Quer�a pasar la noche con �l a solas. ���DIOS!!! Es un
follador maravilloso a pesar de su invalidez y de que ya no es joven. Al d�a
siguiente les toc� el turno a Walter, Ramiro y Hugo a disfrutar conmigo.
Despu�s de varios meses de disfrutar con toda la familia,
lleg� a la ciudad un amigo del t�o Walter. Era de su misma edad, aunque era
mucho m�s alto y corpulento. Med�a m�s de dos metros. Nada m�s verlo, me imagin�
su polla dentro de m�. No hac�a m�s que mirarlo de reojo cuando no me ve�a
pensando en el tama�o de su polla.
Despu�s de cenar, a la hora de acostarnos, mam� me dio unas
toallas para que las llevara a la habitaci�n de Manuel, el invitado diciendo
"que se le hab�an olvidado". Llam� a su puerta y la no o�r nada m�s que el ruido
de la ducha, entr�. Segu� al ba�o para dejarlas y me lo encontr� totalmente
desnudo. �Madre m�a! Ten�a una polla acorde con su tama�o, y totalmente tiesa.
Yo no llevaba m�s que el albornoz ya que mam� me mand� con las toallas cuando
acababa de salir de la ducha. Manuel y yo nos quedamos mir�ndonos. No pod�a
dejar de mirar su verga tiesa. En esto, �l reaccion�, me quit� las toallas de la
mano, las tir� al suelo y me abraz�. Me dijo al o�do que ten�a la verga
totalmente tiesa pensando en mis pechos y mi conchita. Que no hab�a podido dejar
de mirarme desde que entr� en nuestra casa. Yo le confes� que �l tambi�n me
ten�a fascinado.
Empezamos a besarnos y �l me quit� el albornoz. Vi su mirada
de alegr�a cuando vio que estaba totalmente desnuda. Se qued� mir�ndome unos
instantes mientras sus manos acariciaban mi cuerpo suavemente. Luego, nos
tumbamos sobre la cama, y nos pusimos a hacer un 69. Aunque me met�a su verga
hasta la garganta, no entraba toda entera. Nos corrimos a la vez. Luego, me di
la vuelta sobre �l, me sent� encima de �l y me clav� su pene dentro de mi
cuerpo.
--S�iiiiiiiiiii, dame m�s, sigue as�iiiiiiii,
aaaaaaaggggghhhh, m�temelo hasta el fondo, f�llame toda, dame tu rica leche,
as�....
--Sigue, mi ni�a, t�malo, lo haces muy bien cari�o...
Despu�s, antes de correrse, se sali�, me puso a cuatro patas
y me la clav� en el a�o. All� se corri�. Fue alucinante, tuve no s� cu�ntos
orgasmos sintiendo los chorros de semen dentro de m�. Despu�s de recuperar el
aliento, le dije que no era justo, que quer�a sentir su rica leche dentro de mi
vagina. Me la volvi� a meter a la boca, y cuando ya hab�a crecido lo suficiente,
volvi� a clav�rmela en la vagina, mientras su dedo masajeaba mi cl�toris. Cre�
volverme loca de placer. Lo hac�a de tal forma que parec�a que me hab�a vuelto
de gelatina por los temblores de placer que sacud�an mi cuerpo. Y entonces s�
que se corri�. Fue maravilloso, sentir toda su rica leche dentro de mi vagina.
Los gritos de placer despertaron a los dem�s y en eso, apareci� en la habitaci�n
Eduardo. Al ver la escena, se baj� el pantal�n y meti� su pene en mi culito.
Cre�a que iba a romperme y que no iba a poder moverme nunca m�s de donde estaba.
A la ma�ana siguiente, mam� estaba en la cocina, y Manuel
entr� para dejar su taza en la fregadera. Mam� estaba medio desnuda y Manuel le
clav� la estaca dentro de su vagina mientras le mordisqueaba sus pechos.
Mientras los ve�a, entraron en el sal�n el abuelo y Walter. Les dije que quer�a
a Manuel en la familia, o por lo menos muy cerca. Despu�s, entr� mam� diciendo
lo mismo. Manuel, que hab�a conseguido trabajo en la ciudad, dijo que no le
importar�a entrar ser parte de nuestra familia, ya que �l no ten�a a nadie y que
se casar�a conmigo. Sab�a d�nde se met�a y no le importaba. Ten�a de momento dos
mujeres a las que follar y en el futuro alguna m�s aunque compartidas con todos
los dem�s hombres. El abuelo le dijo entonces que la norma de la familia era
tener varios beb�s. Manuel estuvo de acuerdo.
Despu�s de unos d�as, nos casamos en la misma iglesia que
mam� y pap� Bruno se casaron. Antes del mes, ya me hab�a quedado embarazada ya
que hasta entonces no hab�a querido.
Han pasado varios a�os. El abuelo muri� y toda la familia
tiene ahora otra chica con la que disfrutar; mi hermana menor Teresa. Dentro de
unos a�os, tambi�n lo podr� hacer con mis hijas Marta y Cristina. En estos a�os,
tambi�n se han unido a la fiesta mis hermanos menores Germ�n, �lvaro y Roberto.