Relato: DEMASIADO POR ATRAS
Relato ficticio
Escrito por Daniel
DEMASIADO POR ATRAS
Es dif�cil empezar cuando no se sabe por d�nde hacerlo, o tal vez cuando al final de la historia una se entera de cosas que no conoc�a.
Nac� en la d�cada de los setenta, mis recuerdos me llevan a la relaci�n con pap�, mam� y mi hermana menor, a mi infancia donde todo fue felicidad.
Mi pap�, Vittorio, hab�a heredado el nombre de su abuelo, tano por cierto, un hombre sencillo, panz�n y algo calvo, rubi�n de tez colorada y grandes ojos azules. Era de esas personas bonachonas que disfrutaba mucho la amistad.
Mam� por su parte, descendiente de polacos, era alta y rubia, elegante, de buen vestir, en esa �poca ten�a una silueta m�s que apetecible, lindos pechos, linda cola, paradita y regordeta.
Ella era madre y ama de casa, dos tareas nada sencillas, adem�s se ganaba unos pesos haciendo costura fina, hac�a vestidos para novias y para galas, en esos a�os era muy normal y todo era bastante artesanal.
Mis viejos eran de otra generaci�n, no hab�a computadoras, ni celulares, ni cien canales para ver por televisi�n, es m�s, recuerdo que hasta ve�amos en blanco y negro!. Ni so�aban con internet, las noticias viajaban en tortugas, no en liebres como hoy en d�a. Ellos casi ni sab�a que pasaba en Europa, nuestras fronteras eran mucho m�s cortas, recuerdo que el tel�fono m�s cercano estaba a una cuadra de casa y generalmente no funcionaba, ir a la plaza a comer pochoclos y alimentar a las palomas eran nuestras mayores diversiones. No se dec�an malas palabras y no sab�amos lo que era una mujer desnuda, para eso los mayores iban al teatro de revistas�
Cometo esto para ubicarles en esa �poca, donde todo era m�s pudoroso, donde hab�a fuertes conceptos religiosos y donde las mujeres se diferenciaban de las mujerzuelas, donde unas eran madres y esposas y las otras eran quienes hac�an lo que las primeras ten�an prohibido por naturaleza.
Cuando fui creciendo, not� que poco a poco la relaci�n entre ellos se iba resquebrajando, con nosotras estaba todo bien pero las peleas comenzaron a ser frecuentes, sab�a que mi padre acusaba a mi madre, pero no entend�amos bien lo que pasaba, ni el motivo de tantas discusiones. Fue muy duro cuando mam� le dijo a pap� que no quer�a saber m�s nada con �l y le pidi� que se fuera de casa.
En adelante todo ir�a cuesta abajo, ella trataba de rehacer su vida trayendo nuevos compa�eros a casa, mi hermana y yo ya �ramos adolescentes y ten�amos que soportar a tipos que pasaban como golondrinas, y m�s de uno trataba de propasarse con nosotras. Por su parte pap� segu�a enamorado y solo trataba de reconquistarla, pero ella no le daba oportunidad, incluso sol�a andar a los besos con alguno esperando el momento justo para que el los viera.
Tiempo despu�s, pap� se ausent� misteriosamente, fue raro porque el pasaba a visitarnos a diario, nos llamaron de la comisar�a, tuvimos que ir a reconocer el cuero, sumido en la depresi�n se hab�a tirado al r�o�
Fue muy doloroso, m�s cuando a mi vieja pareci� importarle poco y nada y fue como sacarse un peso de encima, pero para mi� hab�a perdido a mi pap�.
Hace unos meses, si querer, sabr�a mas de mi pasado, mi madre se someti� a una operaci�n delicada en la que perdi� varios d�as fuera de su casa, por tal motivo, me dio las llaves del departamento para que hiciera una limpieza.
Esa ma�ana fui y tal vez por esa maldita y t�pica curiosidad femenina se me ocurri� revisar sus cosas, busqu� en sus cajones, en sus escondites, en realidad no buscaba nada, pero si buscas debes estar preparada para lo que encuentres�
Bajo las frazadas, bien oculto en un rinc�n, hab�a un libro que por su aspecto databa de mucho tiempo, era la primera vez que lo ve�a, cerrado prolijamente con unas finas y rasadas cintas rosas, un tanto descoloridas por el paso del tiempo.
Me sent� a una orilla de la cama, desat� el nudo con cuidado y descubr� al abrirlo un diario �ntimo de mi madre, le di una ojeada r�pida, su clara letra me transport� a d�as donde aun no hab�a nacido, trayendo recuerdos desde tiempo atr�s, pasando de alguna manera por lo que hab�a sido mi vida, descubr�a secretos que no sab�a, particularmente unas p�ginas atrajeron mi atenci�n
Anoche vinieron los muchachos a comer, pas� unas horas maravillosas, son terribles! Pobre Vittorio, siempre tan inocente�
Aclaro que con �los muchachos� se refer�a a los compa�eros de trabajo de pap�, en esos a�os trabajaba en un dep�sito de un gran supermercado, ten�a seis compa�eros, una vez al mes se juntaban a cenar en casa, a mi viejo le encantaba agasajarlos, recuerdo que siempre iban al quincho del fondo donde se pasaba horas preparando la comida en la parrilla, y que nadie se metiera! los otros solo observaban y hablaban mientras mi viejo preparaba todo, mi hermana y yo siempre permanec�amos entre los mayores, al calor de las brasas, mientras que mam� se quedaba sola en la casa, preparando alguna ensalada � solo mirando alguna novela.
Como de costumbre, mi esposo ajeno a todo preparaba la cena, rodeado por sus �amigos�, que amigos� estaba ansiosa porque sab�a que de uno en uno se escapar�an del quincho a casa para que les chupara la pija, uno a uno, como de costumbre�
Epa! Que estaba leyendo? como era esto? mi madre lo enga�aba desde antes que se separaran?
Valent�n fue el primero en aparecer, nos miramos, sonre�mos, baj� la mirada a su entrepierna pasando la lengua por mis labios, sigilosamente y con rapidez fuimos al cuarto, cerramos la puerta, estaba lista, pero me sorprendi�, me llev� sobre la cama, me hizo arrodillar en el piso, con mi vientre, mis pechos y la cara sobre el colch�n, levant� la pollera hasta la cintura, corri� la bombacha, pens� que iba a cogerme, pero de pronto escupi� mi culo para meter dos dedos en el.
- Par�! le dije � est�s loco! por quien me tomaste? Est� Vittorio muy cerca!
Pero el solo ten�a una sonrisa en la cara haciendo caso omiso a mis reclamos, protestaba en voz baja, ya ten�a la verga dura en su mano derecha y comenzaba a forzar mi culito con su cabeza, poco a poco lo fue estirando y cuando sent� su carne introducirse en la m�a ya no dije nada, lo sent� moverse dentro m�o, qu� manera m�s ins�lita de perder mi virginidad anal, mi esf�nter adolorido sufr�a los embates de Valent�n, una y otra vez, tengo que reconocer que me gustaba, no tard� demasiado tiempo, sent� su leche caliente llenando mi culo, hasta la �ltima gota�
El se retir� y se acomod� presuroso la ropa al tiempo que yo me levantaba y hac�a lo propio con la m�a, me dol�an las rodillas, y ni hablar el culito�
- Te gust�?
- Est�s loco� esto no es lo acostumbrado�
- Me voy, no quiero levantar sospechas�
Solo bes� mis labios para volver al quincho, volv� a la cocina, me sent�, solo meditando lo ocurrido� tantas veces se lo hab�a negado a Vittorio�
Pedro fue el pr�ximo en pasar por la puerta, ahora si iba a chuparme una buena pija, fuimos al cuarto, me dijo
- Dale! tu marido est� concentrado en la comida�
Me prepar� para lo que ven�a, pero el me gir� poniendo mi frente contra la pared, lo esperaba, me apret� inmoviliz�ndome, bes� mi cuello al tiempo que lo sent�a desnudarse de la cintura hacia abajo, luego me desnudaba a mi, el maldito apunt� a mi culo
- Par�! par�! vos tambi�n?
- Vos tambi�n qu�? no me digas que Valent�n te hizo la colita?
- No! no! par�!!!
Pero no par�, a�n me dol�a y Pedro tambi�n me la met�a en el culo, de parados, salvaje, animal, se movi� en mi interior haci�ndome suspirar, sent�a sus jadeos en mis o�dos, que rico sab�a, la adrenalina corr�a por mi ser, esta situaci�n me hac�a hervir la sangre�
- Vos tambi�n me lo vas a llenar de leche?
- Si! tom�! tom�! tom�!
A medida que hablaba sent�a su pija contraerse r�tmicamente en mi ano dejando la segunda descarga de leche�
Yo no pod�a creer lo que estaba leyendo, esa era mi madre?, doy vuelta la p�gina, contin�o leyendo
Cuando Pedro se fue tuve necesidades de ir de cuerpo, me sent� en el inodoro, me sent� violada y me hab�a encantado, not� que solo hab�a expulsado la gran cantidad de semen que ten�a en mi interior, mis intestinos solo ten�an aire�
Al salir la figura de Norberto me sorprendi�, estaba esper�ndome, otra vez al cuarto�
- Ya se! Vos tambi�n me la vas a dar por el culo!
- Es que con los muchachos jugamos una apuesta viste�
Mientras dec�a esto me tiraba sobre la cama, con mis piernas hacia atr�s, levant�ndolas bien, me dej� poseer aunque me dol�a demasiado, su verga ya entraba y sal�a de mi ano dilatado movi�ndose con rapidez, con furia, pronto descargaba su esperma en mi trasero, as�, salvaje, sin miramientos�
Casi al mismo tiempo que Norberto sal�a del cuarto ingresaba Ricardo, visiblemente apurado, a�n estaba semi desnuda�
- No! vos no Ricardo!
Ricardo ten�a una pija cortita pero terriblemente gorda, sab�a que si lo dejaba avanzar me destrozar�a, pero la pregunta era: quer�a detenerlo?
El bes� mis labios al tiempo que susurraba en mis o�dos lo mucho que lo excitaba una mujer caliente como yo, decidida coger a espaldas de su esposo, dispuesta a todo.
Me coloc� en cuatro patas la borde de la cama, mientras sacaba mi bombacha para hacerla un bollo en su mano y met�rmela en la boca, me dijo que era para acallar mis gemidos�
Tom� crema para las manos que ten�a sobre la mesa de luz y hecho un chorro en mi trasero, Ricardo apoy� su verga y literalmente comenz� a destrozarme, a tal punto que la tela en mi boca no alcanzaban a aplacar mis gestos de placer.
En unos pocos minutos otro hombre pasaba por mi trasero�
Luego de limpiarme con la bombacha que ten�a en la boca y ponerme una limpia, fui al comedor, a sentarme frente al televisor que aunque estaba encendido yo no le prestaba atenci�n, cruzada de piernas casi apoyada solamente en mi gl�teo derecho puesto que ya no soportaba mi esf�nter de la culeada que me estaba pegando.
Marcelo entr� entonces raudamente, casi con su verga en la mano, intent� detenerlo pero tom�ndome de los pelos con firmeza casi me viola, me acomod� sobre la misma silla levant�ndome las piernas para enterrarme su pija en mi dilatado culo, dol�a demasiado, por la ventana que daba al patio alcanz�bamos a ver a Vittorio que segu�a ajeno a todo, era excitante pero yo ya no pod�a disfrutar, mi pobre culo hab�a recibido demasiadas vergas en tan corto tiempo�
Cuando Marcelo se retir� fui al ba�o a higienizarme nuevamente, no soportaba el agua del bidet tocando mi esf�nter, fui presurosa al dormitorio y cerr� con llave, lo lament� por Flavio, pero el ya no tendr�a nada de m�, al menos por esa noche.
No pod�a dormirme, sent�a latir mi culo y al tocarlo con mis dedos sent�a mis tripas afuera.
Dos d�as despu�s tuve que ir al m�dico, fue humillante, inc�modo que el examinara mi orto destruido, tuve que contarle sonrojada de mi exceso de uso, me recet� una crema. Vittorio nunca se enter�, nunca supo de lo que hac�a a sus espaldas, nunca supo porque sus amigo apreciaban tanto sus agasajos, supongo que merec�a lo que pas�, por puta�
Esa era mi madre, ahora empezaba a conocerla, ten�a muchas historias para contar, pero eso ser� en otra oportunidad.