RETIRO "ESPIRITUAL"
Cursaba yo el tercer grado de Secundaria en un Colegio
Particular de cierto nivel socioecon�mico. Yo no pertenec�a al medio, pero mis
padres deseaban para m� una educaci�n formal y una formaci�n cristiana,
espiritual y muy moral.
Estaban rotundamente equivocados. Los muchachos de mi grupo
eran tan insolentes y groseros o m�s que los que asist�an a las escuelas
oficiales. Yo acud�a regido por la disciplina casi militar de mi se�or padre.
Debo recordarles que a esa edad, 15 a�os, yo ya hab�a tenido mis experiencias
que relat� en "org�a familiar" cuando tuve mi primera eyaculaci�n en la boca de
uno de mis cuatro vecinos a los que luego les propin� sendos piquetes con mi
verguita que ya para entonces mostraba buena factura.
Hugo y Mariano eran dos hermanos entre s� que cursaban el
mismo grado y compart�amos el sal�n de clase. Uno era delgado y fibroso, el otro
algo rellenito pero muy simp�tico y guapachoso. Los dos se llevaban muy bien
conmigo y como ten�an algo de dificultad para aprender, yo iba a su casa los
fines de semana y les ayudaba con los deberes extraescolares. Ellos s�
pertenec�an a un nivel alto en lo econ�mico, pero eran tan comunes y corrientes
que a veces resultaban m�s corrientes que comunes.
En su casa conoc� lo que era sentir deseos de nadar y correr
a la piscina.... tomando una limonada o un naranjate llevado por el mucamo. A
veces, la mayor parte de las ocasiones, nad�bamos desnudos. El sirviente no
opinaba, pero llegu� a notar tremendas erecciones bajo el pantal�n, aunque por
lo general le cubr�a una buena parte la filipina de servicio.
A la Directora del Colegio se le ocurri� recluirnos en un
"retiro espiritual" de tres d�as con sus noches para que hici�semos penitencia y
pidi�ramos perd�n por nuestros pecados rezando todo el d�a y llevando a cabo V�a
V�a cuyo significado yo desconoc�a. Los padres de todos los alumnos estaban
felices de que nosotros, sus tesoros pudi�ramos tener un encuentro cercano con
El Se�or.
No estaban nada cerca de la realidad.
Nos "depositaron" en el lugar del retiro. Nos dejaron
provisiones, escucharon las indicaciones de los gu�as y se marcharon.
Desde luego que en esa edad comienza uno a tener mucha
curiosidad acerca del sexo y comienza a fantasear con todo tipo de situaciones
donde la sexualidad brote y las masturbaciones son el pan de cada d�a y de cada
hora.
Pues bien, el sexo fue el tema central de todas nuestras
conversaciones en las horas libres, que no eran pocas. Era tremendamente
fastidioso estar repitiendo letan�as y rezos o c�nticos mec�nicamente.
Durante la primera noche, ocupamos camas individuales de
campa�a y sleeping bags que cada quien hab�a llevado consigo y nos dispusieron
de veinte en veinte en enormes galeras comunes.
Fue una noche de ruido, esc�ndalo y bromas de todos contra
todos, se platicaron historias de amor y sexo tremendamente excitantes. Pude ver
bajo los pantaloncillos de mis compa�eros erecciones de envidia, pero ninguno
mostraba nada m�s de lo permitido. Yo no encontraba lo "espiritual" de la
reuni�n.
Esa noche tuve varios sue�os er�ticos con otros muchachos y
comenc� a tener cierta curiosidad por conocer como ser�a plenamente el sexo con
otro hombre. Amanec� mojado, mi calz�n almidonado, duro de tanto semen tirado
inconscientemente.
En el grupo se encontraban Hugo y Mariano, pero con ellos
nunca hab�amos hablado al respecto de experiencias homosexuales y nunca me hab�a
pasado por la cabeza llegar a estar con ellos en algo semejante, sin embargo,
los dos me gustaban tremendamente.
Fue la segunda noche del retiro que a la hora de ir a
ducharme entr� en el �rea de regaderas colectivas y encontr� a Hugo ba��ndose
tranquilamente. Bueno, no mostraba precisamente tranquilidad porque su verga
apuntaba hacia su ombligo. Qued� sin aire. Era una tremenda verga como las que
ahora me gustan: muy larga, gorda y cabezona, sin circuncidar. Era algo enorme
para un chico de 16 a�os. No puedo aproximar las dimensiones, pero era
impactante y... excitante.
Intent� concentrarme en mi propio ba�o, pero ya ten�a mi
propia verga igualmente dura..... intent� ocultar mi inter�s y mi calentura.
Hugo continuaba lav�ndose con la esponja y el jab�n, muy lentamente, creo que
disfrutaba de acariciarse todo el cuerpo. Su ba�o era un ritual: tallaba sus
pectorales, su cuello, sus piernas y pies, se volv�a, sub�a una rodilla, abr�a
sus nalgas, se acariciaba la zanja que divid�a sus preciosas nalgas y muy
suavemente frotaba su agujero, que de vez en cuando se ve�a plenamente, rosado,
limpiecito, se ve�a delicioso.
Muy a prop�sito, yo tambi�n hice mi ba�o lento. Muy lento. Mi
verga estaba a punto de explotar y de pronto, Hugo me lanza una pregunta:
"�No viste a Mariano antes de entrar al ba�o?"
Le contest� negativamente y entonces lo que me dijo me caus�
un fuerte impacto: "Pinche g�ey, ya me cans� de esperarlo, traigo un chingo de
ganas"
Yo le pregunt� inocentemente, o al menos aparent� que era
inocencia. �Ganas de qu�?
"De cog�rmelo y de que me mame la reata" �me contest� mi
amigo.
"�Acaso no sab�as que �l y yo nos cogemos y mamamos?"
No, le dije, no me imaginaba, como son hermanos.
"Eso no tiene importancia..... desde ni�os nos chupamos el
pito y nos metemos los dedos en el culo".
En ese momento lleg� Mariano y dijo: "M�ralos cabrones, ya
van a hacer sus cochinadas. Pinche Hugo, me tienes que dar tus mecos a m�. Ya te
los ha de haber sacado este cabr�n".
Yo le dije que a m� no me hab�a dado nada.
Fue entonces que Mariano dijo que eso estaba muy bien y que
se hab�a tardado porque conversaba con el gu�a "espiritual", el Padre Juanjo y
que �ste le hab�a dicho que no compartir los placeres era un pecado que merec�a
un fuerte castigo y una penitencia mayor.
Yo estaba realmente espantado por la revelaci�n. Jam�s
imagin� que se pudieran tratar esos temas con un sacerdote y menos con nuestro
gu�a espiritual.
Mariano sigui� diciendo que el padre los invitaba a su
habitaci�n, que �l pod�a orientarlos en lo que fueran a hacer. Yo con miedo pero
ya muy caliente les pregunt� si podr�a acompa�arlos. Ellos se cruzaron una
mirada y finalmente aceptaron. Yo temblaba de calentura, de temor y de sorpresa.
En ese momento yo sent� cierto placer porque �bamos a hacer
algo "prohibido" y era la primera vez que yo estar�a en una org�a real, lo
quenarr� en mi infancia fue cosa de ni�os.
A Mariano yo le conoc�a la verga, pero no en erecci�n. Hugo
sali� de la ducha y se sec� r�pidamente, yo lo imit�. Fuimos a la comuna y nos
perfumamos.... seguimos a Mariano hasta la habitaci�n del sacerdote y toc� seg�n
una clave convenida.
May�scula fue mi sorpresa cuando el padre abri� la puerta y
estaba totalmente desnudo y con la verga dura.... era una verga no muy larga,
pero sumamente gruesa y cabezona, para mi decepci�n circuncidada, pero exhibia
un glande que le daba el aspecto de una zeta.
Se sorprendi� al verme, pero enseguida sonri� y dijo: "P�sale
moreno, no cre� que pertenecieras al clan".
De inmediato empez� a besarnos, nos urgi� a desnudarnos y
luego nos lami� nuestros cuerpos. Chupaba una verga y luego otra, era como si
tuviera un concierto donde hubiese de soplar a varios instrumentos
alternadamente.
El sacerdote ten�a unos 35 a�os, era moreno, muy velludo,
ojos hermosos con largas pesta�as, una boca grande y carnosa, piernas anchas y
unas nalgas peludas que se antojaba tocar y m�s aun escudri�ar para hallar el
orificio de su culo que se advert�a deseoso de ser llenado.
Tom� una cinta de medir y verific� las dimensiones de cada
uno: Mariano: 17 cm., Yo: 19.5 cm. Hugo: �23 cm!.
El curita dijo que se dar�a un banquete y entonces fue que
orden� a Hugo acostarse sobre su espalda y mantener su verga en posici�n
vertical. El sacerdote se fue ensartando aquel enorme garrote, era due�o de la
situaci�n y sub�a y bajaba lentamente mientras Mariano se anim� a tocar mi verga
y moverla corriendo y descorriendo el prepucio, cuando mi cabezota aparec�a, �l
se decidi� m�s y poni�ndose en cuclillas me empez� a mamar. Yo estaba al borde
del paroxismo.
Fue entonces cuando el padre me orden� subir a la cama, se
inclin� totalmente sobre el pecho de Hugo y me pidi� que le metiera mi verga
junto con la de Hugo. Yo pens� que ser�a imposible hacerlo, pero no. Fue m�s
f�cil de lo que imagin�. El muy cabr�n ten�a sus habilidades y mucha capacidad
en el culo. Empez� a moverse de tal modo que Hugo y yo grit�bamos de placer
sintiendo lo apretado de aquel esf�nter y a la vez el roce de nuestras vergas
dentro del mismo.
El padre Juanjo era insaciable, le pidi� a Mariano que le
diera su verga en la boca y al comp�s de sus ensartadas la verga de Mariano
entraba y sal�a de su boca hasta que como con una sincron�a impensada, los tres
gritamos al un�sono y soltamos chorros de mecos en los orificios del gu�a
"espiritual".
Terminamos ese acto calenturiento, el cura nos dio la
bendici�n y nos pidi� no comentar lo sucedido. Nos despidi� en la puerta y
nosotros tres ya no tuvimos oportunidad de comentar absolutamente nada.
A la ma�ana siguiente, tomamos el desayuno en la mesa del
sacerdote, el tema de conversaci�n fue sobre los pecados capitales y lo nefasto
que es para un hombre tener aberraciones o desviaciones que la iglesia no
perdona. Incluso nos hizo buscar algunas citas en la Biblia.
Era el colmo del cinismo y la falta de verg�enza. As� como
pude soltar mis mecos en su culo, as� me sent� asqueado de todo lo que
significara el conocimiento "espiritual" con un tipo como �l.
Al domingo siguiente, nuestros padres acudieron para
acompa�arnos en la Misa de cierre.
Jam�s imagin� que un retiro "espiritual" tuviese lo que yo
conoc�.
Espero como siempre sus comentarios.
Juli�n.
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