Relato: (No) Virgen a los 16
Ocurri� una tarde de mayo. Yo tan solo ten�a diecis�is a�os.
Acab� el entrenamiento y el equipo entero bajamos a las duchas. Yo como siempre me sent� en un banco mientras ojeaba el m�vil, aguardando a que todos aquellos adolescentes musculosos, sudorosos y desnudos se asearan y dejaran libres las duchas. No me gustaba ducharme con ellos, por supuesto que disfrutaba de la mera observaci�n de sus cuerpos chorreando agua por todas y cada una de las zonas de su cuerpo pero tal vez disfrutaba demasiado. En ocasiones no pod�a controlar mis erecciones, no pasaba nada porque se me pusiese dura en clase de matem�ticas pero en una ducha llena de t�os podr�a ser un problema.
Por fin terminaron y se marcharon. Yo, el rezagado, me duch� tranquilamente y sin prisas, me vest� y sal� de los vestuarios. Ah� podr�a haber quedado todo pero por circunstancias del destino no fue as�. A los quince o veinte minutos de haber salido me percat� de que hab�a olvidado mi reloj en la taquilla y volv� a por �l.
Cual fue mi sorpresa al escuchar la ducha nada m�s entrar. Pens� que tal vez me la hubiese dejado abierta, no ser�a la primera vez. Dej� mi mochila en el suelo y me acerqu� entre las filas de taquillas para cerrarla. Pero no hab�a sido yo quien la hab�a dejado abierta.
Bajo el cristalino chorro de agua se encontraba mi entrenador, completamente desnudo. Me ocult� para que no me viese y aunque en un principio quise salir de all� la tentaci�n era muy grande.
El entrenador ten�a unos veinticinco a�os y se notaba que se cuidaba. Ten�a un cuerpo esbelto, fuerte, definido y con algo de vello corporal en el pecho y las piernas que le daba un toque muy sexy. Solo le ve�a por detr�s por lo que solo pod�a admirar su perfecto trasero resping�n y mojado.
Not� como me empalmaba sin poder evitarlo, quer�a sac�rmela y pajearme all� mismo.
Estaba dispuesto a marcharme cuando el entrenador se dio la vuelta dejando a mi vista su maravillosa polla y sus huevos apretados. No era la m�s grande que hab�a visto, algunos de mis compa�eros ten�an unos miembros considerables,pero ten�a algo atrayente.
Mientras yo me quedaba embobado mirando el entrenador cerr� el grifo y se plant� ante mi.
- Hola, Luc, �se te ha olvidado algo?- pregunt�, yo no supe que decir. �l se percat� de lo impresionado que estaba y me susurr� al oido - Oye, Luc, por qu� no la tocas. No se lo dir� a nadie si t� tampoco lo haces.
Mi polla segu�a dur�sima y la suya segu�a morcillona.
Sin pens�rmelo dos veces la agarr� y comenc� a masajearla. Estaba caliente y mojada, pesaba m�s que la m�a ( la �nica con la que pod�a comparar). No tard� en ponerse completamente dura y en mostrar sus dieciocho cent�metros de esplendor.
�l me sacaba una cabeza, le mir� a�n con su miembro entre las manos y el me quit� la camiseta para ver mi torso desnudo. Despu�s coloc� sus manos sobre mis hombros e hizo presi�n hac�a abajo mientras me gui�aba un ojo. Yo me arrodill�, sab�a lo que eso significaba.
Met� su polla en mi boca, como tantas veces hab�a visto en videos porno y comenc� a chup�rsela despacio, con cuidado de no rozarle con mis dientes. Ten�a mejor sabor del que hab�a imaginado y daba gusto meterla y sacarla de mi boca. El entrenador coloc� sus manos en mi nuca y comenz� a empujar y tirar de mi cabeza para que fuese m�s r�pido. Yo mir� hacia arriba y por la expresi�n de su cara supe que le estaba gustando. Eso me anim� y poco a poco me relaj� y disfrut� de la mamada. Sujet� mi cabeza cuando ten�a toda su polla en la boca hasta que casi me atragant� y despu�s la sac�. Me hizo poner de pie y me dijo:
- Ahora vas a sentir lo mismo que yo mientras me la estabas mamando, ya ver�s como te encanta.
Acto seguido se arrodill� y r�pidamente empez� a comerme la polla. Yo estaba super cachondo. Nunca me hab�an hecho una mamada y he de decir que es una sensaci�n extraordinaria. Estaba tan excitado que me corr� sin previo aviso. El entrenador ten�a la boca llena de semen pero lejos de enfadarse o escupirlo se acerc� a mi y me bes�. Not� como el salado l�quido entraba en mi boca desde la suya y me lo tragu�.
- Muy bien, Luc, ahora solo nos queda una cosa m�s- yo sab�a a que se refer�a y estaba ansioso. me coloqu� de espaldas a �l y me apoy� sobre un banco dejando mi culo en pompa hacia �l.
Se arrodill� y comenz� a lamer mi ano. Pod�a notar su lengua intentando entrar a trav�s de �l y como lo consegu�a. Cuando vio que era suficiente se puso en pie y se coloc� un preservativo en la polla.
Acto seguido empez� a empujar su capullo contra mi ano cerrado. Parec�a imposible que entrase pero lo hizo. Not� un dolor insoportable y pero no le dije que parase. Quer�a sentirle dentro de mi. Pronto el dolor se convirti� en aut�ntico placer. Su miembro entraba entero y sal�a para volver a entrar. Era una sensaci�n muy placentera. Notaba sus huevos golpear mis nalgas mientras me follaba. Con su mano derecha agarr� mi polla y empez� a pajearme. Antes de que terminase de follarme ya me hab�a corrido sobre el suelo.
La sac� de mi culo, se quit� el preservativo y me hizo volver a arrodillarme. Me met� su polla en la boca y comenc� a chupar, esperando el chorro de salado semen que pronto notar�a en mi garganta. As� ocurri�, una gran corrida sali� de su polla y se qued� en mi boca. Fui a escupirlo, me resultaba bastante asqueroso comerme la lefa de otro t�o aunque no la m�a propia, pero el entrenador me tap� la boca para que me la tragase y as� lo hice. �l me bes� como nunca me hab�an besado.
Despu�s nos duchamos y cada uno se fue a su casa.
Desde aquel d�a y hasta que acab� el instituto no volv� a ducharme solo despu�s del entrenamiento, aunque hac�a algo m�s que ducharme mientras estaba all�.