Relato: DE LA CLASE ALTA A LA ESCLAVITUD 4
Ah� me encontraba yo, de pie ante mi Amo, con la cara roja por las cachetadas que �l me hab�a dado instantes antes, sorprendida por mi nivel de sumisi�n as� como �l, quien con sonrisa maliciosa me ve�a fijamente a los ojos, qued�ndonos as� durante un par de eternos minutos, como si estuviera calculando todos sus movimientos futuros para asegurar lo que ya ten�a entre sus manos: mi total entrega y sumisi�n.
Sin mediar palabra alguna me tom� por un brazo y halando con firmeza me llevo con �l directo a la estaci�n de metro m�s cercana, donde al llegar compre un par de boletos y nos dirigimos al otro extremo de la ciudad donde salimos en una zona bastante concurrida, en la cual quedaba un centro comercial tambi�n bastante concurrido. Lo recorrimos durante una hora y media aproximadamente, visitando un par de tiendas de ropa para caballeros as� como una zapater�a en las cuales le compre unas camisas bastante caras y unos pantalones de vestir de tela fina bastante caros tambi�n. En la zapater�a le compre 4 pares de zapatos bastante refinados. Luego visitamos una joyer�a, donde me ordeno comprar 1 anillo de oro puro 24 quilates para �l, el cual me cost� una fortuna, y luego me hizo pagar un pedido "secreto" el cual pact� con el due�o de la joyer�a a solas en la trastienda mientras me ordenaba elegir los tres relojes de pulsera para caballeros m�s caros y hermosos, los cuales por supuesto compr� para �l, as� como tambi�n una car�sima billetera de piel de cocodrilo genuina.
Luego nos dirigimos a una tienda de ropa femenina donde luego de dar un buen par de vueltas me hizo comprarme un saco tipo gabardina de piel, el cual me cubr�a hasta las rodillas y ten�a un vuelo no muy pronunciado de las caderas hacia abajo y era de color negro. Por �ltimo nos dirigimos a un sex shop que quedaba en el ultimo nivel de arriba del centro comercial. All� nos quedamos un rato, paseando por los cortos pasillos de la tienda y revisando los distintos productos que la misma ofrec�a. De entre todos los productos mi Amo tomo uno con forma de huevo al cual desde uno de sus extremos le sal�a un no muy corto cable con una pinza, todo de color rojo furioso. -Ve y preg�ntale al encargado como funciona. -Me orden� mi amo, d�ndome el aparato para acto seguido yo dirigirme al mostrador. El encargado se encontraba hablando con otro hombre, algo mal encarado y que ten�a una cicatriz en su rostro que iba desde su sien derecha hasta su barbilla cruzando todo su rostro de arriba abajo.
-Buenas tardes -los interrump�, algo apenada -Chico disculpa...�podr�as decirme como funciona esto?
-Claro -me contest� -este es un huevo vibrador...tiene 5 velocidades distintas...te lo metes en la cuquita y con el control remoto lo pones a vibrar seg�n tus gustos. La pinza es para esas mujeres que les gusta lo rudo ya que la puedes poner en tu cl�toris y con el mismo control te puedes castigar con 3 tipos de choques el�ctricos distintos...no es que te vas a quemar el cl�toris con la electricidad pero sentir�s algo especial...�te lo pruebas? -Me convid�, sacando el juguete de su empaque y ofreci�ndomelo, con mirada socarrona, misma mirada que ten�a su amigo mal encarado.
-Oh, definitivamente lo probar�.-O�mos a mi Amo, dej�ndonos con rostro de sorpresa a todos. Sent� cono me ruborice al o�r sus palabras, aunque no sabr�a decir con exactitud si era de nervios, de verg�enza o de excitaci�n. Yo creo que de una mezcla de los 3. Lleg� hasta el mostrador con una caja y un paquete de bolsa de celof�n en la otra, aunque no divis� bien de que se trataban. -Desn�date.-Me orden�. Lo vi con rostro suplicante, esperando que cambiara de idea. Debo admitir que me daba morbo todo, pero al mismo tiempo no deseaba esto, por el pudor. No me sal�an de mi boca palabras para llevarle la contraria, la verdad no me pasaba ninguna respuesta de esa clase por la cabeza, salvo la pregunta a mi misma de que deb�a hacer.
-�Y tu quien eres para hablarle as�?-le dijo el hombre mal encarado, dejando entrever un tono de amenaza, como defendi�ndome.
-Diles quien soy perrita.-me orden� mi Amo con una amplia sonrisa que denotaba mucha confianza dibujada en su rostro.
-�l es...mi Amo - Contest� con algo de verg�enza. Los dos hombres se nos quedaron viendo con incredulidad.
-Pues si...soy su Amo, su Se�or, su Due�o...ella no es nada m�s que mi juguete, mi mascota...mi esclava....y se los va a demostrar en este momento...ya sabes que hacer putita.-termino dirigi�ndose a m�. Yo estaba algo paralizada, no me esperaba esto.-No te hagas la santita perra est�pida...haz lo que te ordeno AHORA.-Me volvi� a ordenar esta vez con un tono autoritario.
Fue ah� cuando comenc� a obedecer su orden, ante la atenta mirada de los tres hombres, con bastante incredulidad de los dos extra�os. Me quit� el saco de ejecutiva para seguidamente arrojarlo al piso y continuar con la falda bajando la cremallera ubicada en la parte trasera de la misma ubicada al final de mi espalda. La deje caer, quedando con una tanga negra y mi blusa blanca. Un bulto comenz� a notarse en los pantalones de los tres hombres. Me desaboton� la blusa, titubeando un poco, para luego dejarla caer al piso tras de m�. Luego me saqu� lentamente y algo avergonzada el sujetador dejando al aire mis dos enormes senos desafiantes de la ley de la gravedad. Los dos extra�os ve�an boquiabiertos mis dos grandes orgullos f�sicos. Por �ltimo, me quit� la tanga, dej�ndola caer luego de haberla bajado hasta las rodillas, dejando mi pubis y mi hermosa humanidad al desnudo. Los dos hombres no sab�an hacia donde ver, mientras mi Amo contemplaba la escena con una amplia sonrisa. -Las sandalias tambi�n putita. -Me dijo. Me agach� para desabrocharlas y hacerlas a un lado con mis pies.
-Perfecto zorrita, perfecto...no esperaba menos de ti...-me dijo mi Amo. -Ahora t�rate en el piso guarrita, y hazte la paja para nosotros...hazlo de forma sensual...-me orden�.
Yo obedec�, agach�ndome lentamente para luego sentarme en el piso, bastante frio y bien pulido, con las piernas cerradas. Quise satisfacer bien a mi Amo por lo que sensualmente lleve mi mano derecha a mi boca para chupar mi dedo �ndice, mientras los ve�a a los tres con sumo deseo. Ya estaba excitad�sima, si bien debo admitir que el pudor aun me hac�a pensar que detuviera todo lo cierto era que no deb�a enga�arme a m� misma, ya hab�a hecho muchas locuras para este negro y no me iba a detener ahora porque lo cierto era que lo estaba gozando. Luego de chuparme el dedito y amasar mis tetas con mi mano izquierda, deslice el dedo �ndice fuera de mi boca por la barbilla, saltando luego al centro de mis tetas, arrastr�ndose por el canalillo que formaban ambas en el centro de mi pecho hasta llegar a mi cuca, la cual fue quedando al descubierto lentamente mientras abr�a las piernas lo suficiente como para que se me viera hasta el alma. Sin quitar la mirada de los ojos de m� Amo, y apoy�ndome hacia atr�s con mi mano izquierda comenc� a frotar suavemente mi cl�toris, mientras que mi Amo y el otro par de extra�os me miraban con suma atenci�n. Frot� suavemente mi cl�toris, que ya hab�a salido de su escondite natural, sob�ndolo en c�rculos poco a poco, ejerciendo cada vez m�s presi�n aunque sin llegar a lastimarme. Fue cuesti�n de escasos minutos de suaves toqueteos cuando comenc� a gemir agit�ndose mi respiraci�n cada vez m�s y m�s hasta que comenc� a temblar, sintiendo que el orgasmo ya ven�a, momento en que la intensidad de mi paja comenz� a aumentar de forma considerable.
-Detente. -o� que me ordeno mi Amo para la sorpresa de los dos hombres, y sobre todo, la m�a. Por supuesto, me detuve en seco, lo que me frustr� bastante ya que estaba m�s caliente que nunca.
-Pero...���men!!! ����qu� haces??!! -le coment� el mal encarado. -�Que no ves que ten�a un excelente �ngulo? -le dijo, celular en mano. No me hab�a dado cuenta de que �l me estaba filmando con su tel�fono.
-Como bien dije, es mi perra...acabar� cuando me d� la puta gana. -le contest� mi Amo. -Ponte esto puta...y r�pido, no tengo todo el d�a. -Me orden�, lanz�ndome encima la bolsa de celof�n. En la presentaci�n se ve�a que era ropa �ntima de malla, que consist�a �nicamente en un hilo con un triangulo mallado adelante que "tapar�a" mi depilado pubis y una peque�a parte de la vulva ya que el resto, a medida que la prenda se volv�a delgada, seria indudablemente tragado por mis labios vaginales y mis prominentes nalgas. El sujetador consist�a en unos delgados hilos sosteniendo unos min�sculos tri�ngulos que apenas y abarcaban la zona de mis pezones. Me puse el conjunto en el piso ante la atenta mirada de ellos, y al terminar me sent� bastante inc�moda ya que era un par de tallas m�s peque�o que los que uso. -Ponte en cuatro putita, para bien ese culo...-me orden� mi Amo. Yo obedec� nuevamente, y me coloqu� en la posici�n ofreci�ndoles una maravillosa visi�n de mi culo.
-Que belleza...-dijo el encargado de la tienda, mientras que el hombre mal encarado me rodeaba lentamente filmando con su tel�fono todo mi cuerpo de cerca, acerc�ndomelo bastante a la cara para filmar con detalle mis labios. Yo hice un gesto morboso con los mismos para su deleite, relami�ndome los labios lentamente y luego mordi�ndome el labio inferior con suma sensualidad. Este gesto lo puso bastante caliente, ya que se agarr� el bulto del pantal�n con fuerza. Luego volvi� a ubicarse tras de m�, rode�ndome. Volte� a ver qu� hac�an, y not� que mi Amo estaba abriendo la caja que a�n conservaba en sus manos. Se trataba de un consolador no muy grande ni muy grueso, de color morado. El mismo tra�a un control remoto bastante peque�o, el cual mi Amo puso sobre el mostrador para acto seguido agacharse tras de m� con el consolador en la mano y llevarlo a mi boca.
-Chupa zorra�lubr�calo bien�-me orden�. Yo por supuesto obedec� la orden, dejando que me lo introdujera en la boca, babe�ndolo lo m�s que pod�a mientras mi Amo lo mov�a dentro de mi boca en todas las direcciones que el deseara. Al finalizar, corri� el hilo mallado a un lado, colocando la tela sobre mi nalga derecha y separando mi nalga izquierda con su mano libre, para que todos pudieran apreciar con claridad mi orificio anal, el cual escupi� un par de veces. Pos� el consolador en mi ano y sin mucho problema lo introdujo completo, dejando la base del mismo sobresaliendo ligeramente. -M�s te vale que no lo dejes salir perrita. �Me orden�, al tiempo que tomaba el huevo vibrador y sin mucho esfuerzo me lo met�a en mi cuquita, totalmente empapada de jugos que demostraban que estaba muy caliente. Acto seguido, el cable con la pinza que sobresal�a de mi vulva lo conecto a mi cl�toris, curiosamente haci�ndome sentir una fuerte oleada de placer cercana al orgasmo. Luego volvi� a colocar el hilo en su lugar para ponerse de pie y dirigirse a uno de los pasillos sin mucha prisa qued�ndome yo en cuatro patas con los otros dos quienes me filmaban con mucho morbo. De repente sent� una fuerte vibraci�n en mi culo que me tomo por sorpresa y que hizo que gimiera con fuerza, producto de la mezcla del susto y la calentura. Luego vibr� el huevo en mi cuca manteni�ndose activo al mismo tiempo que el consolador de mi culo, lo que con suma rapidez me estaba haciendo alcanzar el orgasmo. Sin duda estaba realmente excitada, por lo que me mord� los labios esperando aguantar las ganas que tenia de acabar, las cuales se comenzaban a hacer incontrolables, haci�ndome gemir y respirar fuertemente. Los dos juguetes ten�an bastante poder.
Luego mi Amo volvi� por el pasillo, con un par de botas de cuero de color negro en la mano. Al llegar a mi lado, dejo que los vibradores me trabajaran un poco mas aunque baj� la intensidad de las vibraciones, lo que cual me hizo lograr soportar un poco m�s la calentura. Luego de unos eternos minutos aguantando el orgasmo, mi Amo termino desactivando los juguetes y arrojo las botas sobre m�, las cuales golpearon mi rostro y cayeron al piso. �P�ntelas �me orden�. Yo obedec�, sent�ndome en el piso, y coloc�ndome el calzado, el cual detall�ndolo bien me dar�an una pinta de puta verbenera impresionante. Las extra�as botas llegaban 3 dedos sobre mis rodillas, siendo estas abiertas atr�s dejando la parte trasera de mis piernas descubiertas aunque con un fetichista entrelazado de trenzas negras con las cuales se ajustaban a mis piernas anud�ndose detr�s de mi muslo. Las botas abajo no eran del todo cerradas, ya que dejaban los dedos de mis pies al descubierto as� como mi tal�n tambi�n. Ten�an unos tacones aguja bastante altos, yo dir�a que 20 cent�metros, y 5 de plataforma. Estos dos �ltimos detalles eran bastante brillantes y pulidos, ya que el resto del calzado era m�s bien opaco. Mi Amo quedo satisfecho y pidi� la cuenta de todo lo que hab�a decidido llevar, la cual luego pago con mis tarjetas de cr�dito.
-�Por qu� no les demuestras algo de gratitud a estos amables chicos zorra? Vamos muchachos, an�mense, ver�n de lo que es capaz ese lindo hocico... -Les dijo mi Amo. Los dos se vieron a los ojos aun incr�dulos con todo lo que estaba sucediendo, para luego reaccionar y bajarse las cremalleras de sus pantalones y acto seguido sacar sus vergas de ellos y colocarlas ante m�, poni�ndome yo de rodillas ante ellos. Sin necesidad de recibir orden alguna, y ya entregada y decidida por completo a obedecer ciegamente los deseos de mi Amo, tom� ese par de g�ebos, uno en cada mano y me los lleve al mismo tiempo a la boca, metiendo la cabeza de ambas vergas por completo para juguetear en ellas con mi lengua, masaje�ndolas deliciosamente mientras pon�a la mejor cara de puta que pod�a. Ambos hombres respiraban agitadamente a medida que les mamaba el g�ebo, intercal�ndolos luego en mi boca uno a uno mientras la otra la pajeaba dulcemente con mis manos lo que permiti� que no fuera nada dif�cil sacarles toda la lechita caliente y espesa la cual fue a dar contra mis enormes tetas apretujadas por el sujetador de malla, as� como tambi�n varios chorros me cruzaron la cara hasta el cabello y alguno que otro entro a mi boca, siendo tragado por m�. Ambos hombres quedaron exhaustos a pesar de que no me tarde m�s de 5 minutos en esa pr�ctica.
-P�rate, hora de irnos. -me dijo mi Amo mientras observaba satisfecho hasta donde me hab�a hecho llegar sin mucho esfuerzo. Y estaba claro que el buscar�a mucho m�s. -Hasta luego muchachos, espero la hayan pasado muy bien... -les dijo a ellos, poni�ndose en marcha fuera de la tienda. Yo lo segu� caminando detr�s de �l con algo de dificultad debido al enorme tama�o de los tacones, y no sin antes tomar la gabardina y pon�rmela, as� como tomar todas las bolsas con las distintas compras que hab�amos realizado.
Nos dirigimos a la escalera mec�nica de ese piso, yo notando las miradas de las personas clavadas en m�. Algunas reprobatorias, otras de burla y muchas de extra�eza. Mi Amo cay� en cuenta volteando a verme, para acto seguido tomarme del brazo y llevarme casi a rastras hasta el ba�o p�blico de ese piso, con tanta prisa que yo iba trastabillando los pasos por el camino. El de mujeres estaba cerrado por reparaciones, seg�n vimos en un letrero, por lo que mi Amo hal�ndome del brazo, me meti� al de hombres. Me puso frente al lavamanos de manera que me viera en el espejo. Estaba hecha un autentico asco. No ve�a a la mujer poderosa, fuerte y con una gran autoconfianza que suelo ver en los espejos. Ve�a a una prostituta de poca monta con semen empegostado en su cabello medio alborotado, y un par de l�neas de semen blanco y espeso cruzando su rostro el cual presentaba adem�s un pobre maquillaje desarreglado. Muchas preguntas pasaban por mi cabeza, siendo la m�s importante aquella que preguntaba como mierdas hab�a sido capaz de llegar a este punto. Yo, una mujer que tiene al mundo a sus pies, estaba reducida a un trozo de carne sin escr�pulos. Entonces lo vi a �l, a mi Amo, a un lado en el espejo. Una fuerte sensaci�n invadi� mi estomago, as� como mi cuca, mi culo y mis tetas. �l era la respuesta, estaba como hipnotizada, adoraba a ese negro m�s que mi propia vida. Har�a lo que fuera por �l. No cab�a duda de eso.
Con el dedo �ndice de su mano derecha recorri� las dos l�neas de semen espeso que recorr�an mi rostro, motivo por el cual la gente me ve�a de esa manera tan peculiar afuera de los ba�os. Desliz� todo el semen de mi rostro directo a mi boca con su dedo, haci�ndome chup�rselo profundamente luego de tragar todo el l�quido. -Te esperar� afuera. Maqu�llate fuertemente, debes aparentar ser la zorra que en realidad eres. �Me orden�, para acto seguido salir de los ba�os y dejarme all� sola. Sin pensarlo dos veces abr� mi bolso y saque mis estuches de maquillaje, los t�picos que solemos llevar las chicas en nuestras carteras, y comenc� a aplicarme todo el maquillaje pertinente, prest�ndole mucha atenci�n a la sombra de los ojos, al r�mel, y a la pintura de mis labios, la cual puse de color rojo furioso. Me llev� 15 minutos m�s o menos ponerme con una pinta de puta que no ser�a nada dif�cil diferenciar, adem�s mi ropa no ayudaba mucho en ese momento a tener una pinta decente. Cuando iba de salida del ba�o, me tropec� con un hombre en la puerta. Era un hombre blanco p�lido de unos 50 a�os de edad, bastante gordo, no muy agraciado de rostro, de cabello canoso, vestido con un jean azul y una camisa verde oscuro. Como abarcaba casi toda la puerta, no me dejar�a salir, por lo que justo cuando yo iba a abrir la boca para pedirle muy a mi manera de que se quitara de mi camino, el se me adelanto con una pregunta ��Eres Vanessa? �A lo que yo me quede muda y asent� con la cabeza, extra�ada porque ese hombre me haya reconocido. �Un tipo all� afuera me dio esto�-me dijo, d�ndome un papel doblado con la mano. Lo tom� y lo le�.
�El buen se�or desea probar los placeres de tu boca. C�brale 10 �. por una mamada.
ATTE: Tu Amo.�
Me quede de piedra al ver el mensaje. El hombre con cierta sonrisa maliciosa me tomo de mi brazo derecho y sin yo ofrecerle resistencia alguna, me llevo al fondo de los ba�os, meti�ndome en el �ltimo cub�culo y cerrando la puerta con seguro. Se desabrocho los pantalones y se los bajo hasta los tobillos, dejando ver una verga no muy grande ya erecta, extremadamente p�lida, y con muchos vellos canosos alrededor. El glande sobresal�a ligeramente del prepucio en la punta, y pude apreciar como un hilo de espeso l�quido pre seminal chorreaba de este hasta el piso. Un hedor nada agradable me llego a la nariz, produci�ndome ciertas arcadas. Se sent� directamente en la tasa, lo que hasta a mi me dio algo de asco, siempre me han dado asco los ba�os p�blicos, siempre que voy a uno forro los bordes con bastante papel higi�nico. Este grasiento gordo ni siquiera hico eso. Y peor a�n era el caso de que antes de que se sentara pude apreciar que la poceta estaba sucia, apreci�ndose restos de la mierda de alg�n mal viviente en el agua. De hecho, el cub�culo ten�a impregnado ese caracter�stico olor asqueroso, el cual al mezclarse con el hedor a g�ebo sudado que manaba del gordo acentuaron mis arcadas.
-�Qu� esperas? Empieza a trabajar �me dijo, llam�ndome con un gesto de su dedo �ndice derecho acompa�ando sus palabras. Con much�simo asco, me puse de rodillas entre sus piernas, y acerc�ndome lentamente su g�ebo, lo introduje en mi boca. La reacci�n del gordo fue un poema, emiti� un largo suspiro al cual le siguieron varios gemidos a medida que se lo mamaba de la mejor forma que pod�a. Trate de apresurar su corrida, me supuse que este tipo tendr�a much�simo tiempo sin saber lo que es tener un orgasmo, por lo que deduje que acabar�a r�pido si hac�a la mamada fuerte y deliciosa. Y dio resultado, no me llevo m�s de 5 minutos de un sube y baja en su verga, para que se corriera en mi boca con una copiosa eyaculaci�n espesa y caliente, mientras temblaba y gem�a m�s fuerte. -�Mierda! �Qu� hocico tan bien entrenado tienes perra! �Ten�a tiempo sin acabar as� de fuerte y r�pido! �me dijo. Me imagino que eso �ltimo lo dijo como una simple excusa para d�rselas de que siempre tarda en acabar o que ha visto bastante acci�n sexual a pesar de su apariencia. -�Te lo tragaste todo? �me pregunto. Yo negu� con la cabeza, aun ten�a toda la leche en mi boca. �Mu�stramela. �me orden� el gordo nuevamente. Obedec�, m�s que todo por temor a que se queje con mi Amo de que fui una mala puta. Quer�a hacerlo quedar bien, as� que abr� la boca y saque ligeramente la lengua con cuidado de no derramar ni una sola gota de su abundante leche. El gordo miro complacido, y de un bolso que �l llevaba, saco un peque�o contenedor pl�stico, un poco m�s grande que esos que se usan para tomar muestras de orina. Me lo ofreci� sin la tapa y yo lo tom� sin saber exactamente que hacer hasta que me dijo que escupiera todo en �l. Yo obedec� y asqueada, escup� toda la leche, sorprendi�ndome el hecho de que estuviera lleno casi hasta la mitad.
En eso, el gordo se puso de pie, golpe�ndome ligeramente con su enorme panza, y se dio la vuelta, apoy�ndose en la pared del fondo, ofreci�ndome el enorme y asqueroso culo, el cual se notaba algo velludo. �Ahora paj�ame mientras me lames y chupas el culo. Procura que mi leche caiga en el contenedor. �me orden�. Yo lo vi totalmente asqueada y las arcadas me volvieron a invadir, pero de forma mucho m�s intensa. Decidida a obedecer, me acerqu� lentamente a sus nalgas, tomando con mi mano derecha su g�ebo y con la izquierda sosteniendo el contenedor. Hund� mi rostro en su gigantesco culo, tratando de contener la respiraci�n para que no me pegara el asquiento hedor que ya de por si manaba de lejos. El hedor de su culo sudado y asqueroso, mezclado con el del ba�o y al estar sentado en la poceta, m�s oloroso lo ten�a. Sent� que me ven�an los reflujos de vomito, pero logre contenerlos. Me hice espacio entre sus nalgas lo mejor que pude con mi cara y empec� a masturbarlo, su g�ebo se hab�a puesto erecto de nuevo en cuesti�n de segundos. Mientras tanto empec� a lamerle el ano, en uno de los actos m�s humillantes que yo hab�a sentido en mi vida.
Fue en ese momento cuando de repente sent� un fuerte cosquilleo en mi vientre. El huevo vibrador que llevaba dentro fue activado por mi Amo, y pocos segundos despu�s fue activado tambi�n el vibro consolador de mi culo, lo cual, sumado a las calenturas que ya hab�a agarrado hacia minutos en la tienda, me hizo poner al borde del orgasmo en cuesti�n de segundos, a pesar de todo el asco en que estaba sumida, con mi cara en el culo del gordo, en un ba�o p�blico sucio y con olores f�tidos. Mayor humillaci�n no pude sentir, estaba extremadamente excitada y deseosa de acabar, pero record� que mi Amo me lo hab�a prohibido. No quer�a correrme para cumplir sus deseos, por lo que me concentre en la mamada de culo y la paja que le hac�a al gordo, la cual pas� a hacer m�s intensa, tanto, que el gordo no aguanto mucho tiempo sin correrse, yendo a parar otra tremenda cantidad de esperma al contenedor que yo sosten�a en mi mano, cayendo un poco por los bordes y hacia afuera embarr�ndome la mano. Dada la excitaci�n, contin�e trabajando el culo y el g�ebo del gordo, no me detuve ni un segundo, mientras el gordo segu�a entre fuertes gemidos y jadeos, con una respiraci�n muy agitada, hasta volver a acabar a los pocos minutos, momento en que mi Amo decidi� desactivar los vibradores, de nuevo, dej�ndome con las ganas.
En ese momento separe mi cara del culo del gordo, soltando su verga y viendo el contenedor, donde se pod�a apreciar una incre�ble cantidad de semen, blanco, espeso. Vi el culo del gordo, estaba manchado por mi maquillaje. El gordo se volte� hacia m�, y se sent� de nuevo en la taza. Vi su verga sudada y pringosa de babas, sudor y semen, y se pod�a apreciar tambi�n rastros de la pintura de mis labios. �Dame �me dijo, estirando su mano sobre el contenedor con leche. Yo se lo di, y �l lo llevo a su rostro para carraspear y escupir adentro un gargajo. �L�mpiame el g�ebo con las tetas zorra. �Me orden�. Yo obedec�, me abr� la gabardina dejando mis enormes y perfectas tetas cubiertas apenas por el min�sculo sujetador que mi Amo compro en la tienda. Lo aparte de manera que la prenda quedara debajo de mis tetas y tomando a estas por los costados con mis manos, atrape su verga pringosa en el centro de ambas, para luego ejercer presi�n y restregar ambas masas de carne contra su falo, como si fueran una toalla. No le quite la vista al gordo ni un momento, mientras le limpiaba la polla, el sencillamente ve�a complacido mientras que �l con el dedo medio de su mano derecha revolv�a la mezcla de fluidos depositados en el contenedor. Mi Amo volvi� a activar los vibradores, aunque en una intensidad bastante baja para mantenerme caliente. Estuvimos as� unos largos minutos hasta que, mientras yo segu�a trabaj�ndole la verga (que se volvi� poner erecta) con mis tetas, �l saco su dedo totalmente embarrado de la mezcla espesa del contenedor para llevarlo a mi boca, recibi�ndolo yo con un delicioso chupet�n, meti�ndome el dedo entero en la boca y chupando la asquerosa mezcla de flujos. Chupe durante unos segundos durante los cuales el jugo con su dedo en mi boca, cosa que al parecer le hab�a excitado sobremanera ya que de repente �l comenz� a gemir y respirar agitadamente de nuevo, hasta que acabo nuevamente en mis tetas, dejando el canalillo totalmente empegostado por su semen. Luego de tomarse un par de segundos para descansar del orgasmo, me dio el contenedor nuevamente. �B�belo, pero no lo tragues retenlo, sabor�alo un poco. �me ordeno. Yo algo asqueada, pero m�s caliente que nunca por la acci�n de los vibradores, tome el contenedor con mi mano derecha y sin reparos me lo empin�, y una vez que toda la mezcla estuvo en mi boca, comenc� a juguetear con ella usando mi lengua, sabore�ndolo, aplast�ndolo contra mi paladar, sintiendo la textura del gargajo mezclado con la leche, mientras que el gordo se pon�a de pie para darme la espalda nuevamente, aunque no por mucho, ya que mientras yo saboreaba la mezcla, me tomo del cabello y me hizo ponerme a un lado de la taza, para hacerme ver como orinaba. Una vez termino de hacer sus necesidades, se subi� los pantalones y sac� de uno de sus bolsillos un billete arrugado y viejo de 10 �., el cual lo tiro sobre m�, golpeando mi rostro para luego caer golpeando una de mis tetas y yendo a parar a mi muslo derecho. �Ya puta, tr�gatelo. �me ordeno y yo obedec�, abriendo mi boca y sacando la lengua para mostrar que lo hab�a tragado todo. Me dio una fuerte cachetada que me volte� el rostro, quit� el seguro de la puerta del cub�culo y se fue, dejando la puerta abierta tras de s�.
En ese momento los vibradores aumentaron su intensidad, haci�ndome sentarme con las piernas abiertas y mordi�ndome los labios para no gritar de placer y contener el orgasmo que desde hac�a rato quer�a salir. Un par de minutos despu�s las vibraciones se detuvieron de golpe dej�ndome con la respiraci�n agitada, y con la mente en blanco. Recost� la cabeza de la pared con los ojos cerrados, tratando de pensar en algo, pero cuando los abr� nuevamente, vi que, en la parte alta del panel que separaba mi cub�culo con el del al lado, estaba mi Amo vi�ndome con una amplia sonrisa maliciosa, y apunt�ndome con la c�mara de mi tel�fono celular.
-Que buen video�-fueron las palabras que dejo salir de su boca. Me hab�a grabado todo este tiempo. Se bajo de donde sea que estuviera montando, para salir de su cub�culo y entrar al m�o, cerrando la puerta con seguro tras de s�. Sac� su enorme verga del pantal�n, la cual estaba algo fl�ccida, y comenz� a orinar, de forma mucho m�s abundante que el gordo. Al estar sentada, o mejor dicho, pr�cticamente tirada al lado de la poceta, pod�a sentir min�sculas gotas de orina salpicando mi cuerpo, mi cara. M�s a�n cuando apunto al borde de la taza, para que me salpicara en mayor cantidad. Yo ni siquiera reaccione. Estaba totalmente ida, acababa de ser v�ctima de uno de los actos sexuales m�s asquerosos y humillantes de los que ten�a conocimiento. Si a eso le sumamos la inmensa excitaci�n que sent�a, toda la excitaci�n acumulada de todo el d�a, y toda la frustraci�n de ver interrumpido innumerables veces mi orgasmo, pues, era de esperarse que estuviera totalmente fuera de mi. Y para hacerme sentir m�s sucia aun, mi Amo me tom� por el cabello, haci�ndome erguirme un poco hasta su verga, de la cual manaba un muy intenso olor a orina, para acto seguido met�rmelo en la boca. Sin darme tiempo a chupar, dejo salir tres chorritos de orina, la cual trague sin pensarlo dos veces, y luego le di un par de chupitos a su verga para asegurarme que no quedar�a nada m�s. Luego �l me solt�, dej�ndome caer en el piso al lado de la poceta de nuevo, para verme mientras se guardaba la verga en el pantal�n. Al ver que yo no reaccionaba, me dio una patada no muy fuerte en el ano, aprovechando que estaba casi al descubierto por mi posici�n, sentada con las piernas bien abiertas. Ah� fue cuando reaccion�.
-�Por qu� me haces esto? �le pregunt�, con voz entrecortada.
-�Qu� cosa? �La patada, o TODO lo que has vivido hasta ahora? Bueno, me supongo que me preguntas solo por la patada, porque todo lo que has vivido ha sido por tu propia culpa. T� fuiste la que quiso mas, �recuerdas? Tu misma fuiste la que entro al callej�n a meterse en mi vida. Tu misma fuiste la que decidi� darme todo. �Me dijo. Me quede sin contestar. Ten�a raz�n. �Tuviste bastante oportunidad de parar todo esto �sabes? �Co�o, si hasta en la tienda pudiste detenerte! Deber�as agradecerme el que te diera bastante oportunidad de que te salieras del pozo de mierda en el que te metiste. Yo no quer�a problemas, yo te hubiera dejado en paz si me hubieras pedido que lo dej�ramos. Pero t� fuiste la que quiso m�s, y m�s, y m�s. T� fuiste la que quiso entrar en mi vida. Y d�jame decirte algo ni�a est�pida, ya no hay vuelta atr�s. Tu celular est� en mis manos, con un video muy comprometedor, que armar�a un enorme esc�ndalo social si saliera a la luz p�blica. Los inversionistas de tu empresa se ir�an. Quebrar�as. Tu reputaci�n ser�a totalmente destruida. Te dejaste filmar por los tipos e la tienda de sexo. Pens� que al salir, te devolver�as a quitarles los tel�fonos, o algo as�. Pero no lo hiciste. �me dijo mientras sacaba de una bolsa los dos tel�fonos de los chicos de la tienda. �Fue al salir de esa tienda que mi paciencia, mi compasi�n y mi caridad llegaron al l�mite. Vi en ti una versi�n bizarra de m�. Yo ca� en un bajo mundo que me quito todo lo que tenia. Y vi que t� lentamente ca�as en algo parecido, es m�s, hasta peor. Fue por eso que te di toda la oportunidad del mundo a ver si te dabas cuenta del peligro que corr�as y te sal�as de esto. Pero ah� lo ves, no hiciste nada. M�s bien hasta te gusta todo. Y ya que te encanta sentirte totalmente subyugada, totalmente jodida pues, es m� turno de actuar. Porque ahora la mierda te llega al cuello, y yo voy a poner mi zapato en tu cabeza para hundirte mas todav�a y hacer que te ahogues. Ya no hay vuelta atr�s, t� misma me lo has demostrado. �PARATE DE AH�! �me orden� de un grito, que me hel� la sangre de repente, lo que me hizo obedecer r�pidamente y ponerme de pie. �Abr�chate la gabardina, vamos a tu casa. �me orden�, y yo obedec�.
Salimos del ba�o, no sin antes mi Amo hacer que me maquillara nuevamente. La gente me segu�a viendo de forma extra�a, aunque ya no tanto como antes. Nos dirigimos a la salida del centro comercial, y en el camino vi al gordo que me hab�a usado en el ba�o. Estaba con una mujer, m�s o menos de su edad, gorda tambi�n y dos adolescentes. Re�an juntos, y apreci� como el gordo besaba a la mujer en la boca. Sin duda era su esposa. Se ve�a que ambos llevaban una vida de lo m�s normal, y tranquila, dejando de lado los secretos del gordo. Si lo hizo conmigo, �a cu�ntas m�s se lo habr� hecho? En todo caso, como bien ya dije, se notaba que su vida era normal.
Y la m�a pues�Nunca m�s lo seria�
Continuara�
Lamento haber tardado en escribir, he tenido muchas ocupaciones, gracias a todos por leerme. Espero les haya sido de agrado este escrito y antes que nada aclarar que no busco encuentros, ni relaciones.
Cualquier cr�tica, duda, insulto,comentario, pueden dejarlo en mi bandeja de correo electr�nico: [email protected], y pongan en "asunto" el titulo del relato, por que los que no tienen "asunto" los elimino. gracias