Relato: Mi hija de 9 a�os es mi mujer I
La vida no se habia portado bien conmigo, a los 17 a�os me enrede con una chica de mi edad y tuve con ella una hermosa ni�a, pero la muy desgraciada se fue con otro tipo que le ofrecio dinero y me dejo con mi peque�a de tan solo 3 a�os, yo estaba estudiando y trabajando a la vez por lo cual no le podia dar los gustos que ella me pedia, le decia que esperara a que termine de estudiar para que nos vaya mejor, pero no le importo y nos dejo, me dolio en el alma y tuve que recurrir a mi hermana mayor para que me ayudara con la ni�a, la dejaba en las ma�anas en su casa y me iba a estudiar y luego a trabajar, por lo que recogia a mi hija de noche y me iba con ella a la habitacion que alquilaba en una casa donde vivian muchachos estudiantes como yo que tambien alquilaban habitaciones, como no tenia mucho dinero, solo habia una cama por lo que dormia con mi hijita, ella al principio extra�aba a su mama y las noches eran terribles con sus llantos y sus primeras palabras pidiendo a su mami, me partia el alma verla asi, la cargaba y se dormia en mis brazos, luego estudiaba hasta altas horas de la noche para mis examenes, finalmente me acostaba con ella y me dormia con un sue�o angustiado, pensando si seria capaz de criar a mi peque�a, asi era todos los dias excepto el domingo, que me quedaba con mi hija, le preparaba su almuerzo, la sacaba a pasear y jugaba con ella todo el dia.
Los a�os fueron pasando, termine de estudiar y consegui un buen trabajo que me dio para comprar una casa para mi y mi peque�a, ya no molestaba a mi hermana porque contrate una ni�era para que cuidara a mi hija mientras yo trabajaba, era una se�ora que me presento mi hermana que era muy responsable y se retiraba cuando yo llegaba a la casa, apenas mi peque�aque ya tenia 8 a�os me veia se me lanzaba encima y yo la cargaba, despedia a la ni�era y me dedicaba a mi hija, le revisaba sus tareas del colegio, le preparaba la cena y luego la hacia dormir, a pesar de tener su cuarto propio ella se dormia siempre conmigo, me decia:
- Papito, siempre voy a dormir contigo porque te quiero mucho y me da miedo dormir solita.
Raras veces preguntaba por su mama y cuando lo hacia su bonito rostro se crispaba de colera y odio, yo le decia:
- No odies a tu madre, a pesar de todo es tu mama.
- Todavia la quieres? - me preguntaba.
- No princesa, pero tampoco la odio, trato de comprenderla y la he perdonado, porque me dio el tesoro mas grande de mi vida.
- Cual es? - me preguntaba.
- Tu mi reyna, tu y solo tu, la mujer que mas quiero en mi vida.
Ella se me lanzaba al cuello con sus brazitos extendidos y me daba de besos, luego nos dormiamos abrazados, durante todo ese tiempo yo no habia tenido pareja estable, solo algunas aventuras para pasar el rato y desfogar mis urgencias sexuales, Lucia - asi se llama mi hija -pareciera que se las olia cuando yo llegaba de un encuentro sexual, porque me miraba con cara de pocos amigos, no me abrazaba, ni me hablaba y se iba a dormir a su cuarto, se comportaba asi por un par de dias y luego todo volvia a la normalidad, me di cuenta de esto y deje de tener citas con mujeres para no contrariar a mi peque�a, pero al no tener como aplacar mis impetus sexuales a mis 26 a�os recurria a la masturbacion, me encerraba en el ba�o cuando se dormia Lucia y alli daba rienda suelta a mis deseos, una noche llevaba ya 5 dias sin masturbarme tuve un sue�o humedo, donde la protagonista de mis deseos era mi peque�a, besaba sus tiernos labios vaginales - que conocia muy bien porque yo la ba�aba - chupaba su clitoris, metia mi lengua en su dulce ano, ella se retorcia de placer y me decia:
- Papito, soy tu mujer, tu eres mio y de nadie mas.
Desperte con una gran ereccion y me di cuenta que habia estado sobandole la verga en el culo de mi hija, lo peor de todo es que ella entre sue�os - asi lo creia yo - habia estado moviendose y gimiendo, me levante y me fui al ba�o para descargar toda la leche que tenia acumulada, me tire un pajazo con las imagenes frescas de mi sue�o, cuando eyaculaba a chorros me parecio ver una sombra que miraba asomada por la puerta, cuando volvi a mirar habia desaparecido, me quede pensando en si seria Lucia que me habia estado observando, fui a la cama y estaba durmiendo, me acoste y no se borraban de mi mente las imagenes de mi sue�o, volvi a tener otra ereccion y a proposito me pegue al culito de Lucia, jamas habia visto a mi hija como mujer, pero estaba super excitado y comenze a sobarle la verga en su hermoso culito, ella no se movia por lo que aproveche para bajarle su pijama, me baje tambien el mio y le sobe la verga directamente entre sus nalguitas, se las abri con una mano y con la otra dirigi mi verga hacia su anito y su conchita, estaba mojada con liquidos vaginales, lo que me comprobo que no habia estado dormida y que era ella la que me habia visto masturbarme en el ba�o.
- Lucia - le dije sin dejar de refregar mi verga en su culito y en su conchita - eres la mujer que mas quiero en este mundo, te amo hijita.
- Yo tambien te amo papito - me contesto volteandose a verme, nos quedamos mirando fijamente y luego acerco su boquita a la mia y nos ensarzamos en un beso lleno de pasion contenida, nuestras lenguas se enredaban y nuestras salivas se mezclaban, la desnude y yo tambien hice lo mismo, le bese primero su cuellito baje hasta sus casi inexistentes tetitas las cuales lami y mordisquie mientras ella emitia gemiditos y al igual que en mi sue�o me decia:
- Papito soy tuya, hazme todo lo que quieras, soy tu unica mujer, no quiero a nadie mas en tu vida solo somos tu y yo, aggghh que rico me haces sentir. deje de besarla y le pregunte:
- Estas segura que quieres hacerlo?
- Si papito quiero ser tu mujercita, por eso me gusta dormir contigo, cuando estas dormido siempre te acaricio tu cosa y cuando se pone dura pongo mi potito y lo sobo, se siente bien rico.
Entonces esa habia sido la razon de mi sue�o, no aguante mas y me baje directo a su conchita la oli y su aroma era embriagante, una mezcla de orines tiernos y mariscos, hundi mi lengua y chupe su clitoris, el cual se habia inflamado, sorbi sus jugos como un sediento en el desierto que llega a un oasis, ella arqueaba su cuerpecito y jalaba con sus manitos mi cabeza apretandola contra su conchita, hasta que su cuerpecito comenzo a convulsionar mientras decia:
- Papitoooooo que ricoooo agghhh se me sale el pichi ya no aguanto, aggghh ooohhhh queee ricoooo ......
Sabiendo que se acercaba a su primer orgasmo acelere el ritmo de mi lengua, hasta que se corrio con una gran cantidad de liquidos vaginales y hasta orines quise beberlos todos pero era mucha cantidad y se me escaparon algunas gotas, fue delicioso, el nectar mas exquisito que jamas haya probado, Lucia quedo como desmayada, habia sido demasiado para ella, la deje dormir y me dormi a su lado abrazandola, al dia siguiente era domingo y teniamos todo el dia por delante.
En la segunda parte les contare como la desvirgue vaginal y analmente.