Relato: No creo lo que me paso Hola, soy Pedro, tengo 38 a�os, casado y padre de un ni�a, me gusta mucho el gimnasio y voy con regularidad, ah� conoc� a un muchacho argentino, muy trabajado su cuerpo, tremendamente musculoso, y nos hicimos compa�eros de entrenamiento. Siempre lo miraba en el vestuario cuando nos cambiamos y nos duchamos, tenia un cuerpo digno de mirar, se cuidaba mucho, pero lo que mas me llamaba la atencion y eso me preocupaba, era su polla, grande, ancha y se notaba que tendria que ser terrible y atractiva cuando esta dura. Bueno, no le di importancia, yo sabia que a mi los hombres no me gustaban, yo soy un tipo muy mujeriego, y no me preocupaba demasiado, pasaron los meses y yo seguia viendolo como una referencia, hasta que un dia lo invito a tomar unas ca�as, salimos al bar que esta pegado al gimnasio, y conversando, terminamos que ir�amos a la parcela que tengo en Guadalajara. Llego el sabado y nos fuimos, mi familia o sea mi mujer y mis hijos y el, cuando estuvimos en la parcela, hacia calor y nos metimos en la piscina que tengo, tanto mi mujer como mis hijos se quedaron mudos cuando vieron a Sebastian con su maya de ba�o, ah� si me puse un poco celoso por la forma que lo miraba mi mujer. El muy recatado, no hacia nada para llamar la atencion de nadie, pero su presencia sola llamaba la atencion, bueno, hicimos una barbacoa, comimos y seguimos ba�andonos y tomando cerveza, cayo la tarde y seguiamos disfrutando, mi mujer me dice que se ir�a un rato a la casa de su amiga y se llevaria a los crios para dejarnos tranquilos. Cuando se fue seguimos tomando cerveza y yo estaba un poco mareado y le dije que realmente admiraba su cuerpo lo bien trabajado que lo tenia y como se cuidaba, "sabes que lo que mas me llama la atencion y no lo tomes a mal, es tu polla", le dije sin darme credito a mi mismo de lo que estaba diciendo, el simplemente me miro y se sonrio, seguimos conversando y tomando mas cerveza, yo ya casi estaba pedo, y segui insistiendo en como me llamaba la atencion y lo bonita que era su polla. "Pedro, queres verla?", me dijo Sebastian, yo lo mire incredulo, pero mas incredulo quede cuando le dije que si, nos levantamos y fuimos a una especie de trastero que tengo en el fondo, cuando entramos el se bajo su ba�ador y me dejo toda la polla a la vista, yo la miraba como embobado, jamas pense que una polla me fuera a atraer asi, "tocala si queres", me dijo Sebastian haciendo un gesto con la pelvis hacia mi, yo con mi mano temblorosa se la empece a tocar, notaba esa piel suave, notaba esa carne fuerte que se empezaba a poner dura al contacto con mi mano, Sebastian corrio el prepucio dejando la cabeza de su polla al descubierto, y yo la agarre con la mano y se la empece a acariciar y hacerle una paja, despacio al principio hasta que se puso tremendamente dura, "dale unos besos, no queres?", me dijo Sebastian con una voz tremendamente seductora, adelantando la pelvis, ofreciendome su polla, lo mira y sin darme cuenta estaba arrodillado frente a el chupandole la polla, era la primera vez que lo hacia, sentia una sensacion distinta, ahora era yo el que estaba chupando una polla, no que a mi me estaban chupando la polla, la lamia, me la metia todo lo que podia en la boca, y sabia que despues de chupar esa hermosa polla, me la iba a comer por el ojete, si queria que Sebastian me rompa el culo, queria que me folle, queria tener esa magnifica polla follandome, sentirla lo mas adentro de mis intestinos posible, no se si era por el efecto de la cerveza o porque me gustaba tanto la polla como Sebastian, pero hoy queria ser mujer, yo seguia chuoando esa polla hermosa, hasta que Sebastian me hizo poner en pie, "Pedro, date vuelta, la queres por el culo?", me pregunto ya dandome vuelta y bajando mi maya de ba�o y dejandome con mi culo al aire, "si Sebas, rompeme el culo", le dije poniendome de espaldas a el y abriendo mis nalgas, ofreciendole mi ojete, el me acomodo sobre una mesa que tengo guardada, quede con el pecho apoyado, mis piernas abiertas y apoyadas en el suelo y mi culo bien en pompa, me pidio algo de lubricante y le dije que agarre un pote de grasa que tengo para las manos, me unto bien el culo, metio su dedo dentro del agujero de mi culo, lo senti frio al principio, pero cuando empezo a mover el dedo me gusto, asi en esa posicion en la que estaba, se paro frente mio, me hizo chuparle la polla de nuevo, y se unto tambien grasa en la polla y se puso detras mio, pasando la polla por mis nalgas como si estuviera pintando, me la apoyo en la entrada de mi culo y empezo a hacer fuerza, mi ojete se resistio, hasta que en una embestida mas fuerte la cabeza de su polla vencio la resistencia de mi ojete y empezo a entrar, empezo a romperme el culo, sentia como la cabeza de su polla se abria camino dentro de mi culo, sentia como esa hermosa polla me estaba rompiendo el ojete, Sebastian me la metia despacio, con cuidado, queria romperme el culo, que de echo lo estaba haciendo, pero no queria hacerme da�o, sentia como esa polla entraba centimetro a centimetro en mis intestinos, como se abria mi ojete para dejarlo pasar, siento como me agarra fuerte de mis cadera y siento su pelvis pegada a mis nalgas, me la habia metido toda, me habia roto el culo, yo estaba totalmente entregado a el, simplemente movia mi culo y dejaba que Sebastian me folle a su antojo, sentia su polla entrar y salir de mi ojete con total facilidad, me dolia un poco, pero estaba tremendamente exitado, mi propia polla estaba por explotar, era un placer indescriptible, no queria que deje de follarme, sentia como me la sacaba casi toda y de una sola me la metia hasta el fondo, sentia como me abria el ojete, sentia como su polla se hinchaba dentro mio, sentia como mis huevos estaban por explotar y queria que sus huevos exploten dentro de mi culo, queria sentir su leche en mis intestinos, hasta que Sebastian empieza a moverse mas rapido, mas fuerte, sus embestidas golpean fuerte su pelvis contra mis nalgas, "Pedro, abrite bien las nalgas que te voy a llenar de lecheeeeeeee", me dijo dandome un pollazo mas fuerte y empece a sentir los chorros de leche caliente inundando mis intestinos y casi al mismo tiempo sentia como mis huevos se vaciaban y mi leche caia al suelo del trastero, su polla palpitaba y sus chorros de leche salian fuertisimos, yo estaba lo mas agachado que me dejaba la mesa y mis nalgas estaban lo mas abiertas que podia, sentia como ya su leche salia mas despacio de su polla, hasta que me la saco, dejandome el ojete como dormido, con un sordo dolor, dentro sentia la leche queriendo salir de mis intestinos y vi su polla sucia de sangre, era mi propia sangre, era la sangre de mi recien roto ojete, Sebastian me habia desvirgado el agujero del culo que me quedo latiendo.
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Relato: No creo lo que me paso
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