Relato: Mi negrito Esa posibilidad laboral cambiar�a mi vida, hace ya bastantes a�os trabajo en una empresa que tiene filiales en varias partes del mundo y cuando surgi� la posibilidad de trasladarme a Venezuela y tras poner varias cosas en la balanza tom� la decisi�n correcta, al principio fue duro porque estaba solo, lejos de mis familiares, lejos de mis amistades, lejos de todo lo conocido. En un pa�s nuevo, era un don nadie, con costumbres nuevas, comidas nuevas, toda una historia de tradici�n desconocida, era como nacer nuevamente, comenzar de cero. Al principio pasaba muchas horas trabajando, no ten�a muchas mas opciones hasta que poco a poco me fui acostumbrando a la nueva vida, era duro, los afectos se extra�an�
A cincuenta kil�metros de donde paraba, estaba el mar, as� que cuando pod�a me llegaba a descansar y disfrutar, era un para�so al alcance de la mano, que hermosura, el aire tropical, la arena, los tragos.
Ah� conoc� a mi negrito, as� lo apodo yo. Es hermoso! esa tarde en la playa creo que me enamor� apenas lo vi, su cabeza rasurada, sus ojos negros, filosos y de mirada penetrante, sus labios gruesos, carnosos, cabeza redonda, un torso espectacular, m�sculos de acero, sus b�ceps, sus hombros, su pecho, sus piernas, atl�ticas, unas pantorrillas hermosas, una colita redondita y un abdomen que era una tabla. Ese d�a luc�a una malla bien chiquita, roja sangre, encerraba un gran bulto que se bamboleaba al caminar.
Yo lo observaba con atenci�n, al reguardo del sol, mi piel blanca enseguida se enrojece y luego me pongo insoportable. El fue el que me encar�, sali� del mar como una sirena, sacudiendo su gran cuerpo, las gotas de mar corr�an por su piel, oscura, un bronce brillante, al tenerlo tan cerca no pude evitar clavarle la mirada como sac�ndole una radiograf�a, no ten�a ni un pelo, se depilaba completamente, piernas, pechos, hasta las axilas, imagin� con excitaci�n que debajo de su mallita estar�a igual, no pude evitar desearlo, se me hac�a agua la boca. El se coloc� a mi lado, en cuclillas primero, recostado luego, comenzamos a hablar, el a su vez se vio atra�do por mi tez blanca y mi cabello rubio. Bueno en definitiva, palabra va palabra viene, trago va trago viene, la gente se fue retirando a medida que el sol ca�a y termin� haci�ndome el amor en la playa en la arena, esa fue nuestra primara vez.
As� transitamos nuestra vida juntos, es un amante perfecto, tiene una pija enorme, como a mi me gusta y nos revolcamos en noches de lujuria y desenfreno. Lo amo con locura y amo las locuras que hace, cada tanto trae a alguien mas a compartir nuestra intimidad, me encanta y ahora voy a contarles algo de lo tanto que podr�a contarles.
Esa noche era mi cumplea�os, prepar� una hermosa cena para ambos, como antesala para una noche m�gica, acomod� cada cosa en su lugar, platos, vasos, cubiertos, candelabro, velas, unas s�banas de raso que hab�a comprado para la ocasi�n, puse aromatizantes en todas las habitaciones. El se demor� mas de lo habitual, me hab�a prometido un regalo de cumplea�os �inolvidable� y valla si lo fue, abri� la puerta, y vino acompa�ado, una morena alta como el, una cabellera larga, rubia, enrulada, para mi era peluca, un cors� de cuero ce�id�simo al cuerpo que le levantaban dos terribles tetas, gigantes, una cinturita peque�ita, culona, anchas caderas, bien mulatota, una minifalda terriblemente cortita, tambi�n de cuero rojo, ajustad�sima, unas piernas regordetas con medias de red negras y porta ligas, y altos tacones
- Qu� significa esto? Sab�s que no toco una mujer ni con un palo!! Bram� al verla.
- Tranquila tonta! Respondi� el sonriendo, - ven�, acercate, confi� en mi�
Me acerqu� dudando, el tom� mi mano y ante una leve resistencia de mi parte me acerc� a ella, y la llev� entre sus piernas, bajo su falda, hab�a oculto �un hermoso paquete�,
- Guau! exclam�, sos un pervertido�
Pasado el mal momento, agregu� otro plato y comimos los tres, junto a Sol, as� se llamaba este travesti que me regalaban para mi cumple!.
Cenamos y fuimos al cuarto, nos desnudamos completamente los tres, la pija de mi negrito luc�a erecta, imponente como siempre, Sol solo dej� su portaligas, su verga era aun mas grande que la de mi pareja, nos juntamos los tres, �ramos uno, nuestras manos se entrecruzaban por nuestras pieles, intercambiaba profundos besos de lengua con el y con ella, estaba re caliente, los deseaba.
Tom� la iniciativa y lentamente fui descendiendo, lamiendo el pecho musculoso de mi amor y luego de centrarme un rato en las tetas de sol me dej� caer al piso, ellos comenzaron a besarse, mi negrito ahora le com�a los pechos pero yo agarr� la mejor parte, que hermosas vergas! duras, venosas, gruesas, totalmente rasuradas, como me gustaba! Tom� una con cada mano, primero lam� sus test�culos suaves, muy suaves, me los met�a en la boca con amor, con pasi�n, para luego concentrarme ya en sus miembros, le pel� bien el tronco a mi amor, la de la se�orita estaba circuncidada, cerr� los ojos para concentrarme mas en el disfrute, primero suaves besos de punta a punta, eran interminables! Largas como pocas, una la otra una y otra vez, segu� con la lengua, como un helado, arrancando en los test�culos, ascendiendo por el cuerpo hasta la cabeza, repet�a la t�ctica, una, la otra, una y otra vez. Segu� por la introducci�n en la boca, empujando todo lo que pod�a hasta mi garganta, hac�a que me cojan por ah� en un suave mete y saca, sus cabezotas eran deliciosas, no aguant� en mi desesperaci�n quise comerlas las dos juntas, meterme esas dos pijas negras en la boca, sab�a que era imposible pero estaba fuera de mi.
Mi negrito en un momento, al verme como estaba me incorpor� y coloc� dos almohadones grandes que tenemos de adorno sobre la cama, uno sobre el otro y luego me indic� que me acomodara sobre ellos boca abajo, as� lo hice, mi pecho qued� sobre el colch�n con mi figura arqueada por los almohadones, mi cola apuntando al techo, en una posici�n bien receptiva, no aguantaba mas, necesitaba que me penetraran ya!
Mi amor como de costumbre trajo un gel y me lubric� el ano, sent� sus dedos jugar en el, introdujo uno, luego dos, no tard� mucho tiempo en ponerlo a punto
- Dale, dale, met�mela toda, dije casi implorando
El se acomod� como de costumbre, con su verga dura sobre mi orto, y me lo enterr� todo hasta el fondo, pegu� un grito de placer, c�mo me gustaba que me dilatara todo el ano, sentirla bien hasta el fondo, cogi�ndome y cogi�ndome sin parar, no pod�a hacer mas nada que disfrutar y gemir con cada embate de su verga.
De reojo pod�a ver como mientras me cog�a el al mismo tiempo le chupaba la pija a Sol, me excitaba ver como lo hac�a, sent�a mi respiraci�n agitarse, mi coraz�n latir mas y mas fuerte, comenzaron a rotarse entre ellos, ahora Sol me met�a su verga en el culo y me daba placer mientras se la chupaba a mi negrito, as� estuvieron un buen rato, d�ndome y d�ndome, me encantaba lo que me hac�an, a esa altura yo me rend�a a sus deseos.
En un momento cambiaron, Sol me hizo poner de costado y r�pidamente se col� a mi espalda, apunt� su sable y me lo meti� profundo, mi negrito a su vez se puso �ltimo y se la meti� a ella, as� quedamos los tres, un trencito, mi amor se la cog�a a Sol y Sol me cog�a a mi, abrazaditos los tres, tan juntitos que sent�a apretarse las tetas del travesti sobre mi espalda, me acariciaban, me dec�an que disfrutara mi cumplea�os, y como lo estaba disfrutando!
El sali� y Sol me gir� sobre si, ella qued� abajo m�o y yo segu�a d�ndole las espaldas, ahora mirando al techo, no dejaba de culearme teni�ndome fuertemente de las piernas, recogidas hacia atr�s, en cada embate mi pija se mov�a hacia todos lados, como el p�ndulo de una campana, hasta que mi negrito la agarr� y disfrut� comi�ndola, como chupaba la pija! que bien lo hac�a! Tiene una habilidad especial para com�rsela toda y no se atraganta, no se como lo hace pero yo no puedo y lo envidio por eso. As� seguimos un buen rato, mientras ella me romp�a bien el culo con su terrible verga, el me daba placer chup�ndome la m�a, esa doble sensaci�n no se puede describir, yo sent� que me iba a acabar, estaba por llenarle la boca de leche, no aguantar�a mucho mas, el lo percibi� por lo que se apart� de mi lado, me dijo que aguantara, que lo mejor no hab�a llegado aun�.
Sol tambi�n dej� de moverse, solo me mantuvo con la pija adentro y las piernas levantadas mientras mi amor se acomod� a mis pies, me mord� los labios al imaginarme lo que vendr�a, que perverso mal parido! se acerc� apuntando su cabeza en mi orto, contra la de ella, empez� a empujar en mi esf�nter, me destrozaba intentaba meter las dos en mi culito, pobrecito! Pero el se daba nunca por vencido, sent� mi culo dilatarse como nunca, les costaba hacerlo, pero poco a poco se las arreglaron para met�rmelas las dos juntas! Cuando comenzaron a moverse cre� que iba a desmayarme, sentir esas dos vergas gigantes al mismo tiempo me hac�an enloquecer, el dulce e insoportable dolor, ese dolor placentero que da un buen culo dilatado me hac�a cerrar los ojos, fruncir la cara y gritar, gritaba como una perra.
Mi negrito me dec�a:
- Te gusta? te gusta mi amor? disfrutalo, es para vos, todo para vos
Esas tiernas palabras endulzaban en mis o�dos, me masturb� lentamente mientras ambos me segu�an dando, extend� mi placer al m�ximo hasta que mi pija dej� largar el semen contenido, rebals� en explosiones, un chorro tras otro en cada espasmo de placer que pega mi esf�nter se contra�a apretando las dos vergas que me penetraban, fue perfecto, placentero inolvidable. A esa altura del juego me sent�a plenamente satisfecho, pero estababa dispuesto a hacer cualquier cosa para satisfacer a mi negrito, y as� se lo dije.
Me pidi� que me recueste, luego Sol se puso sobre mi, en posici�n 69, es decir que sus nalgas quedaron a mi vista, mi amor se acomod� por detr�s y empez� a d�rsela por el culo, que decir, el cuadro para mi fue maravillosamente excitante, como describirlo, un culo que parec�a totalmente femenino, anchas caderas, gordas nalgas, unos test�culos negros, depilados, una pija que parec�a una morcilla, enorme, mi amorcito rompi�ndole el trasero, metiendo y sacando, y cada ves que el sacaba dejaba un cr�ter profundo a mis ojos, yo le besaba las bolas y pon�a su pene en mi boca, Sol gem�a de placer, la sent�a jugar en mi pija ya dormida, me a acariciaba jugando con la leche que hab�a quedado en ella.
La sent� pr�xima a acabarse , le abr� bien las nalgas para ver como se com�a todo el miembro de mi pareja, toda hasta el fondo, ella estaba cada vez mas dura, La travesti se acababa, yo ten�a su verga en la boca, y empuj� bien abajo, no pod�a hacer mucho, estaba prisionero, entre gemidos y mas gemidos sent� un gran chorro de esperma caliente bien profundo en el fondo de mi garganta, amargo, dulcemente amargo, encantadora mente amargo, apret� con fuerza sus cachetes y tragu� lo mas r�pido que pude, pero ella segu�a largando leche, como acababa! Me pareci� haber tragado un litro en unos segundos�
Cuando parec�a recuperarme y aun con leche en la boca, mi amor sac� la verga del culo dilatado de Sol y haciendo punter�a en el hueco derram� su esperma, uno, dos, tres tiros, todos gem�amos� r�pidamente por efecto de la gravedad fue chorreando por los test�culos de Sol, por su pija y donde termin�?, si adivinaron, en mi boca, todo lo que cay� lo tom�, todo lo que pude, hasta la �ltima gota. Mi negro se acerc� y como para cerrar el d�a me dio un profundo beso de lengua, alcanzamos a compartir las �ltimas gotas de amor que aun ten�a en la boca.
Terminamos, Sol se lav� un poco, se cambi� y se fue, mi amorcito vino a mi lado, en cucharita, acomod� mi culito contra su miembro ya fl�cido, el me abraz� y como un bebito que acababa de tomar su memita me dorm� con la pancita llena de lechita.
Contame que te pareci�, escribime a , poniendo en asunto �Mi negrito� gracias! ;-)
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Relato: Mi negrito
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