Cuando me hice m�s mayorcito mi madre me cas� con una
muchacha muy poco agraciada pero muy trabajadora. Mi madre nos hacia dormir en
camas separadas y yo pues lleg� a una edad en la que masturbarme ya no me
satisfac�a lo suficiente, mi mujer y yo solo pod�amos hacerlo cuando mi madre no
estaba en casa y no era muy a menudo, adem�s la juventud del pueblo se pon�a
justo en el parque de delante a hacer ruido y a mi es algo que me molesta mucho
cuando tengo que excitarme.

Pero la historia empez� un dia eran las tres de la madrugada
yo estaba muy caliente tenia la verga toda hinchada y los huevos duros como
rocas, me fui a dar un paseo por la casa y luego sal� a tomar el aire y me
dirig� hasta el corral empujado por un instinto animal . Cuando entre ah�
estaban todas mis ni�as , con sus plumas brillantes empec� a desnudarme tenia la
verga muy dura y en su m�ximo esplendor cog� tres o cuatro gallinas con cuidado
para que no se me escaparan y las empec� a acariciar lentamente mientras frotaba
mi verga contra ellas la excitaci�n no tenia l�mites, estaba muy cachondos,
entonces cog� de la cabeza a la gallina que me pareci� m�s hermosa y pasee su
cabeza con cuidado por mi glande, al principio estaba un poco asustada la pobre
pero luego se fue tranquilizando, me corr� , vaya si me corri.. cuando acabe
limpi� las gallinas manchadas por mi lechita y al voltear mi cabeza vi a mi
mujer completamente desnuda frotando su co�ito contra una gallina y gritando de
placer , todas las plumas de su gallina quedaron mojadas aquel corral ol�a a
sexo y eso me excitaba mucho, mi mujer me mir� y me dijo: - seguro que tu madre
no nos viene a buscar aqu�!!.

Desde aquel dia casi todas las noches mi mujer y yo hacemos
lo mismo y ahora si puedo decir que mi sexualidad es estupenda y satisfactoria.