Relato: moncho, el trabajador de mi hermana
Mi hermana es supervisora de unas tiendas importantes del pa�s, a su mando tiene mucha gente, entre ellos se encuentra Moncho, el t�pico oso, velludo, gordito algo fe�to pero tiene un toque de sexual que me llama mucho la atenci�n y cuenta con 30 a�os de edad, siempre usa barba de candado algo que me fascina de los hombres.
Un d�a ca�a una tormenta horrible, lleg� Moncho el es encargado de la entrega de mercanc�a a las tiendas distribuidas en todo el estado, mi hermana usa la casa como bodega en lo que llega la fecha de reparto, ese d�a de lluvia como siempre lleg� Moncho pero esta vez solo, por lo que le toco bajar toda la mercanc�a solo, yo llegando de la universidad mi hermana me suplic� que lo ayudara puesto que era tarde y deber�a Moncho aun ir a otro municipio a cargar mas material. Yo algo enojado por trabajar pero por otro lado feliz por estar cerca de Moncho no me importo, siempre desde que lo v� me ha enloquecido ha sido due�o de muchas de mis pajas.
La bodega m�s bien result� ser un cuarto de la casa que siempre hab�a quedado desocupado en la segunda planta de la casa, ese d�a solo me encontraba yo y mi hermana mis otros hermanos se encontraban en el trabajo o en la calle, mi hermana se qued� en la planta baja viendo TV por lo que yo con Moncho est�bamos terminando de bajar, al estar acabando ya me dol�an los brazos de tantas cajas bajadas, el cuarto era muy peque�o, entonces yo no aguantaba la tentaci�n en cada ocasi�n buscaba el modo de rozarme en su paquete que por lo que sent�a era algo grande, el al principio se alejaba pero por dentro el tambi�n ten�a ganas, en una de esas me sobre empin� al colocar una caja en el suelo, �l solito lleg� me tom� de la cintura y me restreg� su pene con tanta fuerza, me levando por el cuello y me susurr� al o�do
-no manches me la acabas de poner bien dura, �la quieres verdad?
Se desabroch� el cintur�n se baj� el pantal�n hasta las rodillas y con fuerza me la introdujo hasta el fondo de la garganta, yo no pon�a resistencia alguna, al contrario sent�a rico la sensaci�n de ser dominado.
Pr�cticamente violaba mi garganta arremet�a duro, solo escuchaba su respiraci�n acelerada.
Y me dijo: no puedo creer que la boca de un hombre me haga gozar m�s que la de una mujer, lo hacer igual o mejor que una puta, tu hermana abajo y puede cacharnos pero eso me prende m�s.
Yo solo atin� a sonre�rlo me levant� y me puse en 4 y le dije: si la boca de un hombre te gust�, espera a que me penetres y sientas lo calientito de un verdadero hombre que te har� gozar, sin m�s ni m�s, ensalive mis dedos y trat� de dilatarme lo mejor posible, el coloc� el glande en la entrada de mi culo y empez� una embestida fenomenal, solo apretaba mi boca para no dejar salir alg�n grito, apret� mis nalgas y me dio un empuj�n con su verga hasta el fondo, se�al que estaba eyaculando, me bes� el cuello, se dio media vuelta, y dijo:
_No creas que se repetir�, aunque tu culo me llev� al cielo yo no soy ning�n puto que se mete con hombres, y m�s te vale que ni se te ocurra decirle nada a nadie porque te ira mal.
No pasaron ni 3 d�as cuando consigui� mi n�mero con mi hermana y me habl� para pedirme con urgencia verme, obviamente acept� y desde eso entonces tenemos nuestros encuentros, en la misma bodega cada vez que viene entregar material, independientemente del sexo, se convirti� en un amigo m�s y un buen amante, el est� en proceso de divorcio lo que anda algo cabizbajo, no quiero sonar grosero pero a m� eso me vale, yo no siento nada por �l, ahora no lo he visto debido a que mi hermana acaba de tener a su bebe y le dieron 3 meses de incapacidad por lo que Moncho no ha venido a la casa debido a que le propiciaron otro jefe moment�neo en lo que mi hermana se recupera y pasan sus meses de vacaciones. Mientras tengo a mi vecino el cholo para calmar mis ganas, pero eso ser� otro relato.
Su amigo �ngel.